Crítica
David Lynch
De la metáfora delirante a la fragmentación
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Alberto Caballero
No me queda muy claro porqué emprendo la escritura de esta serie de artículos sobre la obra –magistral- de David Lynch. Quizás por haber dedicado tantos años a la investigación sobre la obra de Michel Haneke, en las antípodas de Lynch, compilada en mi libro: ‘La realidad ordinaria y la obra de Michel Haneke’. Quizás porque el año 2011 se lo he dedicado a la obra de John Cage, todo un descubrimiento para mí, que me ha llevado a poder pensar sobre el valor de ‘el silencio’ no solo para el arte sino para el sujeto moderno (serie de artículos publicados en Escáner Cultural). Quizás porque esto me ha llevado a leer con más detenimiento el trabajo fundante que hace Jacques Lacan sobre la obra de James Joyce, ‘la estructura como una escritura’. Si en Cage me quedó claro que la música es ‘a la letra’, ni para el instrumento ni para la voz, como objeto, demostrar cómo Lynch pasa de sus primeras películas, fundadoras de su obra, construidas como una metáfora delirante, a sus últimas donde poco a poco se va perdiendo toda narración, si alguna quedaba, para ir construyéndolas ‘a la letra’, fragmento a fragmento, será todo un reto. Quizás por el prestigio incuestionable que su obra ha adquirido no sólo a nivel académico y artístico, más allá del cine, tal que se ha hecho imprescindible para poder leer el derrotero que la imagen ha producido en el siglo XX: de Hitchcock a Lynch, es decir demasiado. Quizás por la densidad visual y de comprensión de su obra, tantas veces su visionado se hace insoportable, atravesar lo insoportable, poder decir algo sobre lo insoportable será parte de este trabajo, espero poder cumplir con cada una de las etapas señaladas y ofrecerles el recorrido prometido.
He dividido mi trabajo en etapas, quizás para poder seguir un programa marcado previamente, quizás para poder hacer etapas en el camino, etapas que no había podido realizar con anterioridad:
Una vuelta al Sur
Una vuelta al Sur por la construcción y evolución de maneras de acción colectiva.
Hacia la experimentación y transformación de procesos sociales, a través de la apropiación y la creación en los intersticios de la ciencia, el arte y la tecnología.
labSurlab (lSl) es un escenario de confluencia, diálogo, creación y producción de conocimiento entre iniciativas y proyectos, que se están gestando en torno a la cultura libre, el arte, la ciencia, la tecnología, el software libre y las comunidades, con el fin de tejer una red de redes en Latinoamérica conectada con el mundo.
Esta red, en constante construcción, tuvo su primer encuentro en el Museo de Arte Moderno de Medellín en el 2011. Allí nos dimos cuenta de que propiciar encuentros y estar juntos -en un mismo espacio-tiempo- permite la reverberación física y química de los cuerpos, ideas y sueños que se reconocen unos a otros, potenciando las posibilidades de intercambio y co-creación, en un aprendizaje constante que tiene el reto de hacer efectiva la afirmación de: “el lab es la red”.
lSl se ha soportado en herramientas de comunicación en red (n-1.cc, lorea, canales irc, foros, canales de streaming, entre otros), y aunque somos conscientes de las dificultades de la participación en estos medios, animados por la sinergia y el reconocimiento de problemas comunes, sabemos que debemos seguir aprendiendo y enseñándonos unos a otros. Trabajamos de manera intermitente, entre la certeza y el miedo a la creación colectiva, resonando en diferentes territorios, estimulando la emergencia de un tipo de organización distribuida y federada en diferentes latitudes, que encuentran en la red territorios libres para habitar de otro modo.
La latencia de esta red y la afirmación del carácter nómada del lSl hacen que en el 2012 el Centro de Arte Contemporáneo de Quito sea la sede temporal de este meta-laboratorio, en una apuesta por la creación de nuevas relaciones entre instituciones y prácticas de autogestión.
Arte Mundial
Serra Sanabrá y El Acero Vivo
Siempre he pensado que el verdadero artista no se mide tan sólo por su capacidad de plasmar un motivo o concepto por cualquiera de las disciplinas existentes o por ser capaz de acercarse a la tienda profesional o de manualidades a por unos pinceles y botes de pintura.
Sin duda alguna, el verdadero autor se nos presenta cuando es capaz de transmitir, procesar, elaborar y sobre todo crear nuevos caminos reconocibles dentro del amplio abanico creativo.
Todo ello pienso que se conjuga en la obra de la autora barcelonesa Serra Sanabrá.
Serra, que habitualmente trabaja con soportes de acero conjuntamente al óleo, dignifica el hecho del creador con iniciativa, del creador con el suficiente amor propio o más bien necesidad de transmitir algo diferente, algo marcadamente singularizado dentro de temáticas ya mostradas.
Tony Smith, "Die", 1962-1968
Michael Fried. "Arte y Objetualidad" (1967). Presentación y traducción.
Presentación de Carolina Benavente Morales
Traducción de Carolina Benavente, Macarena Brevis y Carolina Cárdenas
Presentación
El texto “Arte y objetualidad”, de Michael Fried, es un clásico de la teoría del arte contemporáneo porque, a partir de su aversión por el arte minimal o, como lo llama, arte literalista, el autor señala algunos de sus principales aspectos. Publicado originalmente el año 1967 en la revista Artforum, este ensayo permite apreciar el desafío lanzado hacia el formalismo por prácticas y perspectivas artísticas alternativas, con un alcance político disruptivo en la medida que escapan de la neta contemplación para ensayar diversos modos de participación del sujeto en la obra. Así, mientras el expresionismo abstracto de la inmediata posguerra había involucrado la recomposición individual del artista mediante la práctica del action painting (pintura de acción), el arte minimal de los 1960 conlleva una expansión hacia el espectador. El texto de Fried denuncia esta salida de encuadre acusando al arte minimal de caer en la teatralidad como principal recurso del “no arte”.
PERO ¿QUÉ HACE ESA VACA EN UN MUSEO? (1ª parte)
Por Mario Rodríguez Guerras
direccionroja@gmail.com
1. Arte es lo que llamamos arte
La más inconcebible definición de una cosa nos la han presentado quienes gozan de mayor prestigio en el mundo social, a saber, las personas relacionadas con el mundo del arte. A estas alturas, ya todo el mundo debe conocer las definiciones de los sabios acerca del arte: Arte es lo que llamamos arte; Arte es lo que hacen los artistas; Arte es lo que hay en los libros de arte; Arte es lo que hay en los museos…
Se conoce que, o bien todo el mundo ha quedado satisfecho con estas definiciones, o bien nadie se atreve a cuestionar la opinión de seres que socialmente están por encima de los demás. El arte es cosa incomprensible para el común de los mortales y piensa que el mero hecho de que alguien trate sobre cuestión tan inescrutable es motivo sobrado para rendirle pleitesía.
Pero, como los sabios sospechan que no a otro el mundo convence ni el arte ni su teoría, entran a descalificar la inteligencia de estas personas, que cada vez son menos numerosas pues el mundo moderno ha acabado por racionalizar a todo hombre haciéndole olvidar su naturaleza mediante el establecimiento de un sistema de doma en lugar de un sistema de formación y, eufemísticamente, llaman educación al proceso por el que se enseña al hombre a tener la libertad de pensar cualquier cosa con tal de que piense sus mismas ideas.
Los nuevos teóricos son herederos de los primeros. Aquellos tuvieron que abrirse camino luchando contra las inclemencias del tiempo o la incomprensión de sus coetáneos. Estos, en cambio, tienen aquellas pretensiones como base sobre la que erigir sus teorías y piensan que sobre ella se pueden sostenerse firmemente contra viento y marea porque quieren creer que lo que perdura triunfa por su valor de verdad y no por ser el interés que implantaron los más fuertes. Estos lograron imponerse a quienes presentaban otra forma de verdad que, tras su derrota, se denomina socialmente falsedad. Pero una y otra no son más que las formas de manifestarse el pensamiento de un tiempo. Así que hoy se llama falsedad a las expresiones del pensamiento superado y se tienen por verdades las manifestaciones del pensamiento actual que es la forma más racional que ha mostrado nunca la humanidad, un argumento, como otro cualquiera, para justificar su preeminencia eso sí, presentado según la exigencia de ser razonado.
Taller de Mapeo Colectivo coordinado por Iconoclasistas en Barcelona, julio 2011
Artivismos para el 2012: creando ciudadanía*
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Así como muchos recordaremos el año pasado por el Thrillerazo, el Gagazo, las besatones o el "Instant Cacerolazo", desearíamos que el 2012 fuese pródigo en acciones a la vez creativas, divertidas, colectivas y comprometidas. En efecto, ellas le dieron cohesión y fuerza al movimiento estudiantil, logrando además ganar nuestra simpatía mayoritaria como chilenos. Pero no se juega dos veces con la misma sorpresa y las condiciones del juego han cambiado, pues la protesta ha estallado, la represión ha aumentado y ahora es otro el objetivo de los jóvenes dirigentes: la articulación de un conjunto más amplio de reivindicaciones sociales, sin las cuales, de todas maneras, no podría llegar a tenerse una educación gratuita y de calidad. Así, en principio, estaríamos todos invitados a sumarnos a un proceso inédito de diálogo y acción a escala nacional.
Como se trata de no repetir los desacreditados esquemas políticos vigentes, lo anterior plantea numerosas interrogantes en cuanto a los mecanismos a emplear, aspecto en el cual, nuevamente, el arte puede hacer una gran contribución. En efecto, a pesar de sobresalir por su carácter multitudinario, las manifestaciones estudiantiles del 2011 bien pueden enmarcarse dentro del vasto campo de posibilidades que, a lo menos desde la década del 1970, nos ofrece el llamado “artivismo”. Contracción de arte y activismo, este término remite a prácticas estéticas de acción directa, concreta y sostenida dentro de un campo de lucha social. Como parte de una nueva estrategia de contra-poder, los artivismos han protagonizado las últimas movilizaciones sociales a nivel global, pero, ante su variedad de métodos, alcances y perspectivas, y a pesar de su espontaneidad, puede ser bueno preguntarse cuáles podrían ser más afines al mencionado objetivo de la articulación social.
EL ESPACIO, EL LÍMITE Y LA INSTAURACIÓN DE LUGARES
De la serie: Muros - fachadas - forjas - rejas / Gráfica Digital - Paisaje Urbano - Tulio Restrepo - 2012
Por Tulio Restrepo Echeverri.
e-mail: tulio.restrepo@une.net.co
A partir de la lectura del texto de Martin Heidegger, El Arte y el Espacio, encontramos un marco conceptual para seguir el curso de las observaciones sobre el arte, el espacio y el juego recíproco de ambos, delimitadas por el autor, al contexto de la artes figurativas y, dentro de ellas, a la plástica.[1]
Es importante señalar que el magistral texto de Heidegger, nace de su relación con el escultor de origen Vasco, Eduardo Chillida, a partir de los habituales encuentros entre escritores, pensadores y artistas organizados por la galería Erker, de St. Gallen en Suiza.[2]
El ensayo publicado originalmente en el otoño de 1969, puede catalogarse dentro del género de libro de artista, resultado de la colaboración entre el filósofo y el escultor. La edición original limitada a 150 ejemplares para bibliófilos incluía un disco con una grabación del texto leído por el propio Heidegger y un manuscrito original en litografía acompañado de siete lito-collages de Chillida.
El habitante lírico: Los destinos, el poemario de CulebraNegra (2011)
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Este poemario se lanza hoy sábado 10 de marzo de 2012 a las 20:00 h en el nuevo Centro Cultural Ciudadan@os, ubicado en Eduardo Castillo Velasco 2811, Ñuñoa, Santiago (todos invitados, entrada liberada). A continuación una breve reseña del libro.
Una trama de afectos recortada del enjambre citadino nos presenta Los destinos, el primer poemario de CulebraNegra (Salvador Troncoso Curivil, Santiago, 1975). Entre el vértigo y la mudez de la emoción, el autor nos envuelve con el halo poético de una historia de desenfreno y desaliento que transcurre en un rincón sumergido de la realidad chilena. Trama que, a pesar del título de la obra, se consuma líricamente mediante la conexión y desconexión constante de los personajes entre sí, un conjunto de amigos cuyos sentires y devenires santiaguinos parecen flotar en el vaho del tiempo.
Para materializar su propuesta, CulebraNegra ha enturbiado la expresión del sentimiento original mediante una fragmentación aleatoria y una recomposición libre del texto, el que resurge desde sus versículos aislados como una posibilidad entre otras, inexorable solamente al mirar la traza de lo acontecido. Asimismo, los procedimientos de censura, tarjado y collage empleados en esta autoedición de raigambre fanzinera dejan rastros gráficos en la hoja, insistencia de una huella en la desaparición, indicio de la multiplicidad de caminos que se entreabren cada vez que oteamos el horizonte estético.
Caracalla, desprestigiado emperador
EL DESPRESTIGIO DE LOS SABIOS
Por Mario Rodríguez Guerras
1. De Wikipedia:
La hipocresía es, constante o esporádicamente, creencias, opiniones, virtudes, sentimientos, cualidades, estándares que se exigen en las demás personas, y que uno en realidad no tiene o no sigue. La hipocresía en sí es un tipo de mentira o pantalla de reputación.
Arte, ciudadanía y cultura popular:
"Arte de Cordel Recargado" en Valdivia (noviembre 2011)*
por Carolina Benavente Morales
cbenavem@gmail.com
Índice (los vínculos sólo funcionan con la página abierta)
Ciudadanos-artistas en la Plaza
Una buena cazuela, un gran collage
Durante el año 2011, los chilenos nos familiarizamos con incontables manifestaciones que cautivaron a la ciudadanía y cohesionaron el movimiento estudiantil en torno a sus demandas por una educación gratuita y de calidad. Tal explosión de creatividad colectiva no se había visto antes en el país, pero los cuerpos pintados, los pasacalles, los suicidios colectivos y los flashmobs, entre otros, forman parte de una larga serie de intervenciones estéticas en la sociedad. Realizada en distintas localidades de Chile el sábado 19 de noviembre de 2011, "Arte de Cordel Recargado" no surgió directamente del movimiento estudiantil, pero es parte de esa otra historia que se hizo visible gracias a sus protestas. La actividad, organizada por la plataforma virtual llamada en forma irónica Museo de Arte Moderno de Chile (MAMCHI), consistió en que cualquier persona interesada pudiese exhibir sus obras de arte colgándolas de cordeles en el espacio público, con el fin de expresar sus propias y diversas reivindicaciones.
Debido a su mayor exposición mediática, las acciones artísticas dirigidas a la televisión y a las redes sociales acaparan la atención de ciudadanos y expertos, a pesar de que se acompañan y en general se imbrican a otras que carecen de tales características. En particular, “Arte de Cordel Recargado” no sólo privilegió la acción desenchufada y desconectada, sino que además se desvió de la estética pop predominante. En efecto, su referente es la literatura de cordel, un género popular rural-urbano que tuvo vigencia sobre todo en el siglo XIX y cuyo nombre responde a que sus pliegos impresos se vendían, justamente, colgados de cordeles. Esto plantea mucho interés desde el punto de vista de la relación de las intervenciones artísticas con la cultura popular, ya que, al recurrir a ésta, los chilenos movilizados de hoy ensayan estrategias estéticas que no tienen cabida ni en la masividad ni en la esfera virtual. Ahora bien, si este tipo de intervenciones persiguen la transformación social, ¿cómo fue que lo logró “Arte de Cordel Recargado”? Voy a abordar esta pregunta en términos de los agentes, los discursos y las prácticas socioestéticas enfocando la actividad realizada en Valdivia, en la cual participé.
HOPPER: V. EL ESTILO AMERICANO
Por Mario Rodríguez Guerras
The American way of art
USA no tiene mitos a los que recurrir ni hijos pródigos a los que perdonar pero, tampoco, los desea porque todos ellos son figuras importadas del extranjero. Lo que los americanos sienten como suyo, y muestran a través de obras como las de Hopper, son los territorios conquistados, la paz establecida y las comodidades que proporciona la prosperidad económica, elementos completamente materialistas pero, a través de ellos, un espíritu sensible puede ser capaz de expresar ideas trascendentales.
HOPPER: IV. SU ESTILO
Por Mario Rodríguez Guerras
Hopper y las formas de conocimiento
El problema que han tenido los sabios para interpretar la obra de Hopper ha sido su racionalidad. Hopper, como buen genio, expresaba sensaciones e intuiciones. Nada de esto puede ser interpretado por una mente racionalizada ni por los hombres que han renunciado a su naturaleza humana y a sus conocimientos personales para refugiarse en el mundo fantástico de los conceptos. Y decimos fantástico porque los conceptos han nacido a partir del mundo personal pero eso fue originariamente. La evolución del hombre y el reconocimiento exclusivo de una existencia social han llevado a los hombres sociales a olvidar y rechazar la idea de la existencia de un mundo real y de un conocimiento irracional. La lógica es útil para profundizar en conocimientos vedados al conocimiento irracional pero no puede prescindir, como hace todo sabio, de la existencia de un mundo sensible.
Meditaciones libertarias
LA MUJER
Rodrigo Quesada Monge[1]
En los anales de la tradición anarquista se registra la participación política, cultural y plenamente revolucionaria de las mujeres, sin las cuales la acción y el pensamiento libertarios jamás hubieran llegado hasta donde lo han logrado. Ellas han sido voceras, activistas, poetas, escritoras, pintoras, creadoras en todos los géneros artísticos, literarios y científicos que han sido tocados, de una u otra forma, por el anarquismo. Sus acciones han sido fuertes, beligerantes, decididas y profundas cuando así lo ha requerido, no este o aquel manual, sino la pujanza y la invocación de una idea, de un sueño utópico, la creencia en la posibilidad de una sociedad sin Estado, sin Iglesia, donde la autoridad haya sido borrada de la historia y la libertad sea total.
No podía haber sido de otra forma, en virtud de que la mujer y el trabajador han experimentado, a lo largo de siglos de historia capitalista-sin tomar en consideración la más larga y tortuosa historia de la división sexual del trabajo y los orígenes del patriarcado-[2], condiciones similares de opresión y explotación, que los hacen coincidir en objetivos y métodos de lucha contra el sistema económico, en busca de una organización social, política y cultural alternativa, que no establezca distingos de género y sexualidad, y en la que hombres y mujeres puedan aliarse por la conquista de condiciones de civilización iguales para todos. Así de fácil como puede parecer, a los ojos del lector, la formulación de este principio, con enorme influencia en la historia del socialismo, de las ciencias humanas y de las ciencias naturales, ha encontrado dificultades espectaculares de realización, no sólo teóricas sino también prácticas. Tanto en lo que compete al diseño en los métodos de combate, de hombres y mujeres en condiciones de opresión, como en la clarificación de metas y en la construcción de utopías sociales, rectoras de aspiraciones y voluntad de cambio[3].
Porque el gran problema de la liberación sexual, económica, política y cultural de las mujeres reside en que, con más frecuencia de la debida, sus parejas, sus compañeros de lucha, no siempre las han acompañado, plenamente, en las agendas de temas y problemas que se han propuesto. Este asunto se complica todavía más, cuando se le da un poco de atención al hecho de que, el Estado y la Iglesia, dos de las expresiones más acabadas del autoritarismo, se alían a los trabajadores, cuando así les conviene, para “meter en cintura” a sus mujeres, quienes a veces deliran con un mundo de fantasía, según ellos, donde no sólo la maternidad sea revisada a fondo, sino también la paternidad, como nueva forma de enfrentar las recién adquiridas exigencias de las mujeres.
Lucía Margarita Hajna, En la puerta
HOPPER: III. SUS CONCLUSIONES
Por Mario Rodríguez Guerras
La simplicidad de la obra de Hopper es lo que ha dificultado su comprensión. El hombre vulgar entiende mejor las cosas complicadas cuando se presentan con abundantes razones que una escena carente de argumentos que se ofrece al conocimiento sensible inmediato.
Lucille Caballero, Photographe-chypre-16
Guillermo Rodríguez Enríquez, chica moderna
HOPPER: II. EL CONTENIDO DE SU ARTE
Por Mario Rodríguez Guerras
Hopper quiere enviar un mensaje universal en el siglo XX pero sin aceptar las formas de arte de su tiempo. La obra de Hopper muestra estos dos aspectos, lo eterno del contenido y lo antiguo de su forma, lo que sorprende en su tiempo, aunque no en su país.
Lucía Margarita Hajna, Cerro Monjas
Hopper persigue unos valores elevados fruto de un conocimiento personal con lo que su obra posee un contenido que incluye una crítica que enlaza con las tendencias de su tiempo aunque hayan llegado por caminos distintos, las vanguardias por un análisis de las injusticias del mundo, y Hopper por un conocimiento del dolor humano.