RILKE Y RODIN
O EL VOLVER DEL INFINITO
Desde Francia, Rebecca
Behar
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Portada
del festival Rilke de Sierre con retratos del poeta.
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Como llamar el invisible
en nuestra época, cuando jamás han sido tan poderosos
los medios de escrutinio del universo y de la investigación
scientifica que sabe averiguar en la naturaleza hasta la pura intimitad
del cuerpo ; cuando se organiza la vigilancia universal sobre la vida
humana, y cuando, al mismo tiempo, todo lo que antes se tenía
por tangible, concreto y perceptible con nuestros sentidos se va desmaterializando
y desaparece dentro de una cifra.
El invisible no es
solamente lo que no se puede ver, alcanzar o conocer, o cuya vista
es prohibida como una mujer desnuda, un crímen o el misterio
del nacimiento. Es también y sobre todo lo que no vemos en
nuestro mundo visible familiar.
Ahora que tratamos
de imaginar el próximo milenerio, hace un siglo que el jóven
Rainer Maria Rilke se encontró con el escultor francés
Auguste Rodin para estudiar su obra y escribir una monografía.
Lo extraño es que no se puede hallar en ningún museo
o archivos, una estatua, busto o dibujo del poeta. El se encontró
a si mismo contemplando estas obras plásticas, formó
la idea y la construcción de su obra poética y fué
instruido, pero se despidió sin dejar su imagen como una sombra
o un angel.
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La
Méditation
(avec bras)
(c) Musée Rodin.
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¿Que pasó?
Acaso fué inadvertancia de parte de este maestro que esculpió
tantas figuras de escritores y poetas ; es possible que respectaba
el pudor del garboso y tímido mancebo que venía en busca
de un ejemplo artístico ideal.
Yo, no imagino la
llegada de Rilke a casa de Rodin como los biógrafos, ni tampoco
como Rilke le contó a su mujer Clara, alumna del escultor,
pero como el comentario cabalístico del Zohar" describe
la manifestación de un ángel en el mundo : "Los
ángeles se presentan delante de los hombres en forma de cuerpos
y parecen muy cansados". Que este mancebo viene de muy lejos,
fué a Rusia, visito muchos paises europeos, y además
el escribe en su correspondencia : "vengo del infinito andando".
El necesita un albergue porque se siente en peligro de perderse para
siempre, un lugar para recogerse, un huésped que le agasaje
y le enseñe como vivir en este mundo forastero.
¿ Pero porque el poeta
eligió Paris y la cultura francesa ? Es posible de reconocer
en el éstilo de Rilke el origen tcheka del humour noir,
la sutileza y el eclectisismo barroquo que hace arroyuelos de luz
en el ámplio período tedesco, se puede reconocer la
influencia rusa en la actitud frente a la muerte y a la religiosidad
un poco ostentadora y aún en su éstilo algo de zíngaro
que se despertó al contacto con España. No hay que olvidar
también su educación clásica que lo encamina
hacia Italia, Grecia y Egypto.
Pero la relación
con París es más difícil de aclarar : al final
del siglo 19 la capital francesa tenia un prestigio extraordinario
para la élite de Praga que trataba de construir una relación
especial con Francia en el contexto político del juego de alianzas
que se urdia en Europa. Los escritores y artistas franceses, notablemente
los impresionistas, éran repetidamente invitados y la primera
exposición de las esculturas de Rodin fue organizada en Praga
en Mayo 1902. Sin embargo, la capital de las artes que fascinaba todos
los jóvenes artistas de Praga representaba también un
sitio de rebelión y un apoyo para el panslavismo. Rilke, que
nacio en Praga pero de lengua y de nacionalidad alemana, solo podía
ser observador y vivir este conflicto interiormente, en el desgarramiento
del exilio.
Es un arranque personal
que guía Rilke hacia la "ciudad incomparable" donde
llega como un peregrino para descubrir un espirítu superior
vivo, aún que todo lo aparte de el : la nacionalidad, la edad,
el carácter, el tipo de arte y el idioma - porque Rilke no
conoce suficientemente el francés para mostrar su talento y
sus libros escritos en alemán, que Rodin no puede comprender.
Sin embargo este encuentro muy improbable fué a primera vista
un asombro, una admiración espontánea : "lo
quiero mucho, de pronto lo he sentido" escribe el poeta a
su mujer despues de su primera visita el 2 de septiembre 1902.
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Retrato
de Rodin
Fotografo : Walter Barnett - 12 de Enero 1904
n° de inventario : Ph 1093
Técnica : positivado al carbón
Provenencia : Musée Rodin
(c) Musée Rodin.
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Aunque Paris resulta
a ser una ciudad dura, brutalmente real y tentadora, en sus alrededores,
en Val Fleury, cerca de Meudon, hay un sitio encantadoro, un jardín
de piedras lleno de obras nuevas y originales que se erizan entre
cielo y tierra, y en estas formas se recoge el infinito. Aquí
se halla todo lo que el immense afán de Rilke necessita ¡ y
necessita tantas osas ! Busca un ejemplo de realisación artística,
un modelo, un maestro, un héroe, un ideal de vida, una disciplina
rigourosa y al mismo tiempo una libertad creadora que no se tema del
escándalo. Esta cansado de su soledad y al mismo tiempo pide
la amistad de un solitario. Y tiene mucho que aprender : a observar,
a reasumir, a pensar, a comprender el Otro - los otros - y su cultura
forastera; aprender la versificación francesa y varios idiomas,
la historia del arte, las técnicas del arte plástico.
Sobre todo necesita aprender como vivir, dentro de su cuerpo, con
sus deseos, el dolor de los recuerdos de la niñez, y a asumir
su vida ¿Como puede existir el poeta ?
La situación
de Rodin es aún más difícil. Porque tiene la
carga de un aprendiz muy extraño que no sabe hacer nada con
sus manos, y a quíen debe enseñarle no su proprio arte,
sino otro, y cual otro : la poesía. Pero Rilke tiene este don
desde su infancia naturalmente sin ningún trabajo. Imaginémonos
que el genio de la lámpara de Aladino se presenta como aprendiz
delante de obreros humanos para pedirles que le enseñen como
construir el palacio maravilloso que nacio de su propria hechicería.
Porque Rilke quiere merecer su obra con su trabajo. Y es el trabajo
que Rodin le aconseja, y el discípulo observa a su maestro
con la concentración de un niño mirando la obra saliendo
de las manos de un adulto.
"Que bello
es observarlo cuando trabaja. El conjunto de relaciones que sus ojos
mantiene con la arcilla. Me parece que veo todos los trayectos de
su mirada, trayectos seguros, rápidos, que forman en el aire
una red donde la cosa se engancha cada vez más. Y como entonces
todo se vuelve a ser uno : el y la cosa, su cosa "
Aqui se resume todo
: la esencia paradoxal y captadora de la mirada, el gesto de la percepción
alrededor del doble invisible de la cosa, la unidad del hombre y de
su obra, la atención perfecta en la humildad del trabajo, el
sentido de la materia y la belleza de las cosas.
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La
Méditation
(c) Musée Rodin.
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¿ Pero que es una
"cosa" ? Para hacernos comprender Rilke aconseja de recordar
la afición que teníamos en nuestra niñez con
objectos familiares y como estos tesóros nuestros solían
tranquilizarnos. Segun el autor "Una cosa es una isla destacada
del continente de lo incierto". Surge al mundo al lado de
lo que existe y no necesita algo más para existir porque tiene
su necesitad en si misma. Es sola, inocente, desnuda, pobre y sin
nada de convencional y recoge por dentro el absoluto y esta rodeada
por el espacio cuya immensitad resulta tan difícil de volver.
Y con un grán alivio escribe "por más grande
que sea el movimiento de un objecto plástico, tiene que volver
a su punto de partida, aunque sería desde espacios infinitos,
el grán círculo tiene que cerrarse, el círculo
de soledad donde el objecto pasa sus días".
Con este concepto,
Rilke puede figurarse el modernismo revolucionario de la obra de Rodin.
Porque si una "cosa" es una y recogida en si misma, podemos
destacarla de lo que la rodea, de todo lo que condiciona su percepción,
y la "pone en su sitio" para classificarla. Applicado al
cuerpo humano, el principio que la totalidad de un conjunto se halla
en cada una de sus partes conduce a aislar trozos para reconstruir
un objecto que llama a sí la forma entera liberada : cabezas
cortadas, pies y piernas, manos juntas, tronco, etc. Así se
perturba el concepto clásico de composión y de escala
; y si diferentes partes son yuxtapuestas, forman un conjunto que
engloba un vacío donde la luz viene bailando. Así el
invisible llega a ser la parte esencial de la cosa visible, la sombra
de su forma negativa donde aparece más intensa y trágica.
Inspirándose
de las esculturas no terminadas de Miguelángel, Rodin como
artista moderno, inventa una estética del fragmento, en que
las partes faltan voluntariamente, estatuas sin terminar que quedan
hundidas en la materia, lo que Rodin llama "el efecto de piedra".
Cuando Rilke descubre por la primera vez su taller en Meudon le impresiona
mucho, dice que es como sí una tempesta violentíssima
hubiese destruido la obra de un dios, y solo quedan pedazos, pero
la paradoja es que si las estatuas estuvieran terminadas, el conjunto
no tendría la misma plenitud.
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Le
Baiser
(c) Musée Rodin.
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Aunque sea un admirador
de los Griegos, Rodin acaba con siglos de restauración académica
y con la concepción arcáica de la estatuaria. En el
mundo antiguo los ídolos rotos se enterraban como los muertos
humanos ; "los ídolos tienen manos y no tocan, ojos
y no vean, orejas y no oyen", dicen las Escrituras ; al contrario,
en su descripción de "La Meditation", Rilke
escribe que esta estatua trata como la famosa actriz italiana de la
época la "Dusa" de "abrazar sin brazos y
agarrar sin manos".
Si Rodin se destaca
de la ilustración tradicional, su obra queda inspirada por
el escrito, y Rilke reconoce en el escultor un heredero de Dante -
la "rime petrose" - y de Baudelaire. Porque en la
forma cortada como el diamante de los sonetos reconoce versos que
parecen esculpidos y modelados en vez de escritos.
La obra plástica
expresa el "sueño de piedra" del famoso sonete "La
Belleza" de Baudelaire, cuyos versos son grabados bajo de la
estatua de Rodin "Je suis belle". Como si la leyenda
épica, la lírica perdida, y las formas antiguas y olvidadas
del canto llegarían a una forma de salvación, transmutandose
en una "cosa".
Así Rilke llega
a asimilar un poema con un objeto plástico, siguiendo la visión
de Rodin en sus dibujos illustrando "Les fleurs du mal"
de Baudelaire, donde cada poema es como firmado con un cuerpo atravesado
de un gesto único. Un poema es como una épica petrificada
cuyo rítmo Rodin restituye a traves posturas distorcionadas,
cerca del desequilibrio, donde el tiempo deja su scansión,
formas jadeantes, embriagadas, llenas todavía de su carrera
y de su destino.
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"Balzac"
Expuesta en el metro de Paris.
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Rodin lucha contra
la materia fría para dar vida al mármol, encender al
bronze y la piedra y gracias a su maestría que harmoniza
con la visión geométrica y física de los volumenes,
todo vibra en la obra plástica cuyo silencio canta como el
poema sobre la página blanca.
El discípulo
se enriquece de la novedad extraordinaria que contempla y aprende
a mirar, con una paciencia y una vigilancia permanente. Pero como
sus manos no saben modelar, tiene que confiar el esplendor de su visión
a la austeridad de un idioma de geométrico y luchar contra
la resistancia de la lengua. Concentra toda su inspiración
y sus pensamientos alrededor de un centro harmónico, à
la manera de la "cosa" para describir, una a una, las piezas
de arte, con sus palabras de poeta, a partir de planos, puntos de
contactos, huecos, dice la polifonía de los contrastes, muestra
como la cosa atrapa la sombra y la luz. Y siempre alarga su visión
hasta hacerla cósmica.
De esta manera describe
"L'éternelle idole", un grupo de dos cuerpos
desnudos, comparandola con el levantar y caer de una fuente, y la
estatua líquida y suave, parece esconder dentro de ella un
pequeño sol que haría signos secretos a la luz del día.
Al contrario en sus poemas describe las fuentes como el monólogo
eterno de la soledad que siempre vuelve a si mismo y, como la nimfa
hydrófora, da a beber a los muertos.
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Je
suis belle
(c) Musée Rodin.
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Siempre el poeta trata
de permanecer escrupulosamente fiel a la cosa, con toda la tecnicidad
y erudición necesaria, pero arde en su corazón. Y este
doble arranque contradictorio - cuidado en los detailles y afán
por el infinito - se expresa en su trabajo : por un lado, escribe
poemas breves "según la naturaleza" como un pintor
y los llama "poemas-cosas" (Dinggedichten), y por
otro lado, la visíón de la grandeza de la obra de Rodin
lo embriaga, y a veces describe con el tono del Génesis el
trabajo del artista demiurgo que, en adelante, lleva en su alma la
perdida de su sujeto. En vez de cantar la belleza de las mujeres,
estos lindos modelos que solo representan pequeños papeles
en el taller del maestro, pone su talento al servicio de la gloria
del escultor que ha immortalizado sus formas.
El desnudo feminino
en las esculturas de Rodin es mágico, erótico y aún
mas deseable en los fragmentos que en los cuerpos enteros. La gracia
y el garbo que se encuentran en los jóvenes en la escultura
del renacimiento- como en el David de Miguelangel o en los efebios
de Donatello y Cellini - se encarnan en el cuerpo de la mujer. Allí
se trata del invisible pero con la significación de lo escondido,
lo prohibido, lo callado. Despues de un siglo de puritanismo Rodin
se atreve a mostrar este cuerpo "vergonsozo" con una jubilación
de plebeyo que se cola en el harem del sultán. Su plástica
de la carne lo lleva a esculpir desnudos con el propósito declarado
de mostrar el sexo feminino en forma de bulto, y de parcelar el cuerpo
del deseo, de fetichisarlo, de expressar el spasmo de la lujuria y
así enfrentarse a la hipocresía de su época.
Sin embargo, estas representaciones del Eros, aunque modernas, tienen
sus raices en el concepto clásico francés de pasión
- como por ejemplo en las tragedias de Racine - una fatalidad que
mueve los seres humanos sin que ellos lo sepan.
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"Las
bailadoras de Cambodia
(c) Musée Rodin.
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En 1902, Rilke acaba
de escribir su monografía, un año despues de la primer
entrevista con Rodin, pero es más tarde que el libro sera traducido
en francés. En 1905 Rodin descubre el notable trabajo de su
alúmno. Durante éstos años Rilke viaja mucho,
va a Roma donde tiene la idea del personaje de Malte Laurids Brigge,
sigue soñando en esta obra en Danemark, pero es a Paris que
vuelve despues de haber madurado sus primeras lecciones. Porque al
principio Rilke trataba de imitar con versos apremiantes en forma
de sonetos clásicos la pureza inmovil de la obra plástica.
De disponer los versos en realce, y de dar una ilusión de perspectiva
como en la pintura. Pero comprende que hay que obedecer a una ley
superior que es la diferencia de los géneros : escribe a Lou
Andreas Salome que ha padecido mucho en su cuerpo de no poder alcanzar
el ideal de la obra plástica, y que la causa era "
la incompatibilitad de dos dominios del arte".
En 1905, Rodin le
propone como amigo de hospedarlo contra algunas horas de trabajo de
secretario. Rilke acepta con mucho gusto y se instala en Meudon donde
comparte con su maestro la vida cotidiana, el trabajo y el ocio. Sale
con él a visitar los jardines, a Versailles, cerca de Meudon,
y también visitan a catedrales sobre las cuales Rodin escribe
un libro. En esta época fueron escritos los "nuevos poemas"
y el ciclo de las catedrales, poemas describiendo soportales, capiteles,
estatuaria de jardines.
De sus pláticas
nos queda bastante para imaginar como un mismo objecto fué
interpretado de manera diferente por los dos artistas. Rodin es el
que sabe, enseña con datos técnicos, pero el es también
el humilde artesano que busca todavia el secreto de los constructores
de las catedrales, reflexiona sobre el caracter arquitectónico
de la figura o sobre el modelar de la sombra. Al contrario, el poeta
entra en la esencia del antiguo fervor, y su sentimiento del misterio,
y transpone la aerosidad y el espacio de la catedral en el poema.
Por ejemplo Rodin pasa mucho tiempo tratando de comprender la gracia
arcaïca del Angel del meridiano ("L'ange au cadran")
en Chartres, haciendo dibujos. Pero Rilke escribe un poema extraordinario,
lírico y esotérico donde se expresa el enigma mismo
del mensajero de lo invisible. Y así el alumno puede dar su
medida frente al maestro porque en estos versos hay en germen su amplia
meditación sobre el tiempo vivo que engloba en un mismo movimiento
las cosas, los hombres y la muerte.
El ángel
del meridiano
Chartres
En la tormenta, que se precipita
en torno a la fuerte catedral,
como alguien que niega y
piensa y piensa,
se siente uno de pronto más
tiernamente
atraído a ti por tu
sonrisa:
ángel sonriente, figura
sensitiva,
con una boca hecha de cien
bocas:
¿no percibes cómo
nuestras horas
se te resbalan del cuadrante
pleno
en que la suma entera del
día está a la vez,
igualmente real, en profundo
equilibrio,
como si todas las horas fueran
maduras y ricas?
¿Qué sabes tú,
oh pétreo, de nuestro ser?
¿Y tiendes quizá con
cara aún más feliz
el cuadrante hacia dentro
de la noche?
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La
Cariatide à la pierre
(c) Musée Rodin.
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Desde acá,
la emancipación de Rilke sera ineluctable, y sea lo que sea
del desacuerdo entre los dos hombres, Rilke necesitaba abandonar este
oficio que lo entrababa y no le permitia de crecer. Al volver de unas
conferencias en Europa donde Rilke ganaba una cierta notorietad, los
dos hombres rompen las amistades. En su carta del 12 de Mayo 1906,
el poeta expressa su dolor y se siente "despedido como un criado
ladrón".
Y este jóven
angustiado que en medio de tanta sensualidad y belleza no podía
ser el lindo modelo de la estatuaria antigua ni tampoco el poeta notable
de quién se pide un busto, se recoge en si mismo para vivir
solitario como un asceta. Se marcha con el alma ajena dentro de un
cuerpo ajeno, y en ves de cantar al amor y a las mujeres, anda por
las calles entre la muchedumbre anónima, frecuenta los hospitales,
observa una población escondida de enfermos y de locos, guiado
por la voz de su personaje : Malte Laurids Brigge. Y estos cuerpos
dislocados, distorcionados por el arte estatuario, estas partes del
cuerpo que tienen vida en si mismo va observándolas, como huellas
secretas, en los tics nerviosos, las manias, las posturas immoviles
de los mendígos. En su mundo simbólico de la ausencia
todo es al reves como lo que describe un famoso poema escrito en versos
franceses :
"Vues des Anges, les
cimes des arbres peut-être
sont des racines, buvant
les cieux;
et dans le sol, les profondes
racines d'un hêtre
leur semblent des faîtes
silencieux.
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Vistos de los ángeles,
las copas de los árboles quiza
sean raíces bebiendo
los cielos
Y en el suelo las profundas
raices de hayas
Les parecen vértices
silenciosos
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Pour eux, la terre n'est-elle
point transparente
En face d'un ciel, plein
comme un corps
Cette terre ardente, où
se lamente
Auprès des sources
l'oubli des morts"
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¿Por ellos, puede que sea la
tierra transparente
Frente a un cielo lleno como
un cuerpo ?
Esta tierra ardiente, donde
se lamenta
Junto a los manantiales el olvido
de los muertos
|
.
Así Rilke trata
de describir las cosas a partir de sus huellas, desde el vacío
de sus formas negativas, como esta vida de familia que aparece en
un lienzo de pared arruinada donde se adivina todavía el arreglo
de los cuartos. El poeta comprende que la Catedral, la "casa
común" con las tumbas debajo del enlosado no esta más
en el centro de la ciudad ni de la vida, porque ya no hay religión
y la gente se muere en el hospital. Entonces busca la esencia en lo
que esta reprimido, rechazado, y por la primera vez un poeta va describir
la sociedad a partir de sus márgenes. No invoca la musa para
acordarse de la antigua memoria, pero se torna hacia la "cosa"
para sentir la materia, la profundidad del tiempo, la lenta acción
de los elementos.
Con más austeridad,
aparta la vista de la naturaleza que tanto le gustaba, para fijarse
en la ciudad donde los hombres viven en la angustia, la pobreza, atormentados
por una muerte que ya no pueden llamar su propria muerte. Sin maestro,
sin guía, con sus sentidos bién abiertos Rilke se pone
a escribir "los cuadernos de Malte Laurids Brigge" con una
prosa masiva, poderosa, capaz de describir todo. Una prosa esculpida
que tiene el poder de resumir en sus pocas páginas généros
enteros : el cuento fantástico, el relato del viajero, el recitativo,
la sátira social, los poemas para niños. Donde puede
revelarse en humildes objectos y pequeños acontecimientos un
universo entero que alcanza a una grandeza cósmica, y una Atlantida
hundida emerge en forma de síntoma, de accidente, de recordatorio
del más alla ; como si se traicionara, en infimas rejas de
la realidad, la inmensidad de las dimensiones de la existencia.
De estas caras rotas
de piedras cuyos planos y líneas tormentadas el ha contemplado
tanto cuando las veia nacer de las manos del escultor tenía
la memoria cuando descifraba con la lucidez de un vidente las caras
de carne de las siluetas ajenas con que se encontraba, pero el se
fija con temor que tienen algo de conocido. y el mundo fantástico
viene a merodear en su prosa como las bestias fabulosas en los templos,
y las caras se mueven, y los máscaras caen revelando a lo último,
lo terrible.
A medida que toma
la realidad de su época Rilke sigue renunciando a todo : su
país, su mujer, su niña, la carrera. Rechaza la mirada
humana cotidiana, esta manera de ver que parece tan natural y a la
vez no mira nada, para descifrar un mundo de signos, de símbolos
y andar en su propia noche. Profundiza el estudio de la cosa misma
para llegar al diagrama de su ser, más alla de lo que parece,
de los nombres que lleva, de la idea con que la vestimos. Quiere pintar
en la pobreza absoluta, tomando como ejemplo a Cezanne.
Contempla las obras
de arte como un viajero, "apeando" las cosas. Camina por
los senderos y las acequias de las piedras, puede ver a fantasmas
en el negativo de los retratos pintados, atravesa los cuadros para
irse hacia los lugares que representan, transformando el movimiento
de despedirse en volverse del immense fuera hacia dentro, con un arte
complejo de geomántico y esteticiano que Marina Tsvetaeva ha
llamado "una topografía del alma".
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L'éternelle
idole
(c) Musée Rodin.
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El arte es un prismo
donde se refractan los cincos sentidos y se transmuta el tiempo y
el espacio. El tiempo modela y destruye las estatuas antiguas que,
en su perfecto reposo lláman a las obras nuevas del porvenir.
La contemplación de una obra plástica es una experiencia
poética que apacigua el espíritu inquieto faltando algo
que puede reconocer en el mundo. El peregrino que pierde sus pasos
por tantos caminos se detiene en lugares donde siente el llanto de
mundos desaparecidos y allá se reconoce humildemente, como
una cosa en las cosas, una pequeña silueta de color en el paisaje.
En 1907 Rilke publica
la segunda parte del estudio sobre Rodin y trata de reanudar relaciones
con su viejo maestro. Ya habia logrado una immensa tarea y era su
igual como artista. Rodin seguia con sus estudios sobre las catedrales
y exponia dibujos de bailarinas sagradas de Cambodja que Rilke describe
maravillosamente en su correspondencia. Es possible que haya tenido
una intuición poética que se parece a las de su joven
amigo : Cuenta Rodin que en la gracia del ángel arcáico
de la catedral de Chartres reconoció los gestos de las bailarinas
de Cambodja. ¡Eran ellas, las Apsaras divinas de los templos
del Oriente, las bailarinas sagradas que fueron arrancadas fuera de
sus altares, rechazadas de las plazas delante de las iglesias! han
vuelto, y con ellas, quizas, todas las mujeres entraban en el nuevo
siglo. El escultor de la catedral habia preservado su gracia en el
principio immóvil de un movimiento de baile. Y Rodin concluye
en su libro "estos bailes son religiosos porque son artísticos,
su rítmo es un rito, y es la pureza del rito que permite la
pureza del rítmo". De este modo, gracias al ángel,
la triada mágica y siempre separada - el artista, el poeta
y la mujer - se habia reconstituida como la unidad de un conflicto
en toda experiencia artística.
En conclusión
si preguntamos lo que fue transmitido por el escultor al poeta, tenemos
que contestar : nada. Como su Danaïda el escultor derramó
todo su saber, su experiencia, una vida entera de trabajo, en el alma
de un poeta que no podía restituirlos en una obra plástica.
No existia más el enseñar tradicional del maestro que
muestra a un aprendiz que le imita, y la obra de Rodin fué
el ultimo "chef d'ouvre" de los compañeros
artesanos, su testamento.
Y es posible que Rodin
nunca esculpió el busto de Rilke para dejarlo absolutamente
libre de construirse a sí mismo, por dentro, y que a su vejéz,
este artista cuya vida fué dedicada al trabajo y a la acción
habia alcanzado el ideal de la sabiduria oriental y la verdedadera
virtud del maestro : el no-actuar.
Para "Escaner
Cultural"
© Rebecca
Behar
15/09/00
"Rilke y Rodin
o el volver del infinito" es una adaptación hecha por Rebecca
Behar de la conferencia dada en el Museo de Bellas Artes
de Nantes en Francia en Febrero, y el 18 de Agosto para el Festival
de Sierre en Suiza. Esta versión en español fué corregida por Ana
Lucia Bravo, Lydie Planas, ha hecho la traducción del segundo poema.
Las imágenes
para el articulo Rilke & Rodin fueron autorizadas por cortesía del
Museo Rodin.