Por: Miguel
Urzúa.
Alan Moore es ingles
(Northampton, 1953), pero más que su nacionalidad, este hombre
con facha totalmente "demencial" es un autor inteligente
y culto, unos de los últimos que van quedando; su talento para
crear historias entretenidas y cautivantes es solo visible para un
tipo de lector, aquel que busca más que colores y golpes, el
que busca una historia con contenido.
Literato a cabalidad,
Moore comenzó con los cómics cuando decidió dejar
de trabajar para la compañía de Gas, mientras estuvo
cesante (cerca de 2 años) comenzó a dibujar y a crear
sus propias historias; "desde chico pense en ser creador de cómics"
señaló en alguna ocasión; fue así como
vendió su primera historieta a un periódico local y
se dio cuenta que además de ganar más dinero que antes....podía
realizar su sueño.
Pero su sueño
no podía ser del todo posible; aproximadamente un año
después de haber realizado sus primeros cómics, Moore
se dio cuenta de que no podía seguir dibujando y que nunca
sería capaz de hacer una vida como artista, pese a que al mismo
tiempo, había logrado aprender algo sobre narrativa visual.
Fue así como empezó a enviar guiones a revistas como
"2000 AD" y a "Dr. Who".
De esta manera sus
escritos comenzaron a ser aceptados y empezó a tener más
encargos de guiones, decidiendo dejar por completo el dibujo y concentrarse
exclusivamente en escribir.
"Esa fue mi entrada
en el campo. Fue algo más como arrastrarse hasta la entrada
trasera, envenenar los perros guardianes y saltar la alambrada".
Dijo en su conocido estilo verbal.
Pero, a todos los
que conocemos las obras de Moore, siempre nos queda una duda: ¿por
qué eligió ser escritor de cómics, en vez de
novelista?; y es cierto, un tipo que tiene todo para ser un gran novelista
¿por qué no ha dado el gran paso?. La respuesta es muy fácil
y el mismo autor lo ha repetido...el cómics y el medio que
crea a los cómics es lo único que no ha sido explorado;
la mayoría de los otros medios han sido explorados, pero el
cómics no "aun falta la gran novela gráfica...y
ese es mi trabajo".
Pero el trabajo de
este ilusionista de los cómics no solo queda en eso, lo han
buscado desde Hollywood para hacer guiones de películas, las
cuales nunca ha querido realizar, porque nunca llegaría a ser
realizada la historia original, sino que algo parecido al original
y a Moore le gusta tener el completo control sobre lo que hace, le
gusta saber que lo que escribe y crea es el producto final, nunca
le ha llamado la atención el ganar más dinero por hacer
un guión para un film "El dinero siempre ha sido bienvenido,
pero al mismo tiempo, nunca ha sido el motivo principal, el motivo
principal es pasarlo bien creativamente".
Y lo pasa tan bien
creando, dando vida e ilusión, que en la actualidad esta desarrollando
varias facetas, muchas de ellas entretenidas y nada que ver con los
cómics; es así como está involucrado en novelas,
libros de cuentos, libros de poesía, performances, pintura,
incluso escribió un libro sobre el rock progresivo y además
un grupo de rock en el que el propio Alan desenvuelve el papel de
cantante, un disco de techno íntegramente compuesto y producido
por él, y por sobre todo, el ilusionismo, la disciplina que
Moore tiene por favorita.
Pero lo que lo ha
convertido en "el mejor escritor de cómics del mundo"
son precisamente sus obras, sus cómics; por ahora solo nombraremos
algunos títulos, ya que esta es solo la primera parte y en
la segunda y final hablaremos más en extenso de sus tres obras
magnas: Miracleman, V de Vendetta y principalmente Watchmen,
lejos la obra más completa de Alan Moore con la cual se ganó
el respeto de toda la critica mundial y el reconocimiento de los lectores.