Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 2
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 24.
12 de Diciembre de 2000
al 12 de Enero de 2001.

LOS TORMENTOS DEL VERBO
Y DE LA IMAGEN EN
LAS ESTRUCTURAS DEL ALMA

Desde Brasil, Eric Ponty
Imágenes, cortesía de Marta Sanmamed España, Toledo.

Marta Sanmamed. Pinzas y duendes: 47 x 86

I - Los tormentos de una estructura sinfónica

Conocí la poesía de Floriano Martins a través del ensayo de Ivan Junqueira, Los tormentos de la poesía, y luego quise leer este poema que Ivan presenta de esta manera: "la verdad es que toda su poesía gana a partir de entonces un nuevo impulso. En la aventura hispánica de Los tormentos miserables se entrelazan armónica y orgánicamente la sensibilidad métrica, la forma fija (en el caso del soneto, aunque algo atípico) y la prosa poética con largo aliento como desde siempre, además, cultivó el autor. Es necesario advertir, empero, que Los tormentos miserables no constituyen un récueil poético, y sí un núcleo temático (o problemático) que se esparce en 46 fragmentos, y otros tantos poemas, se así lo prefieren. Bien visto, además, que el poema se incluye en una vertiente algo rara de la lírica brasileña: aquella que privilegia la poesía (y la metapoesía) del pensamiento, como la ejercieran entre nosotros Carlos Drummond de Andrade, Jorge de Lima y, tal vez más que cualquier otro, Dante Milano. Sería así como poesía de la poesía, un áspero y doloroso esfuerzo de acceso, tal como lo vemos en el reciente A via estreita, de Alexei Bueno. Y aquí no fia como escapar: toda esa paráis, que en buena hora enfrenta y afronta la banalidad y el metaludismo en que se convirtió considerable parte de nuestra poesía contemporánea, nos remite a las matrices seminales en que resplandecen los nombres de Hõlderlin, Novalis e Leopardi".

Alma en Llamas, de Floriano Martins, que se inserta en la vertiente del surrealismo de Breton y de los brasileños Jorge de Lima y Murilo Mendes, que escribieron Tiempo y eternidad, y privilegiados como yo que poseen la primera edición, saben perfectamente que este libro dividido en dos partes está mucho más para la poesía que para la religión, y si esta no es una gran realización no se debe al tema, mas a una cierta inmadurez de los dos poetas.

La reunión en Alma en Llamas de un largo poema es un difícil problema estructural porque los poemas no se encadenan en un mismo movimiento, donde se percibe que estos llegaron a su final como, por ejemplo, la primera sesión de abertura denominada de La otra Punta del Hombre que no se interliga con un subsecuente Aula de Pintura porque hay allí dos momentos que dan la perspectiva de un hacer poético bien particular que no se encadena en una misma secuencia como en el movimiento de una sinfonía, para ser más exacto.

En cuanto a la estructura de Alma en Llamas, expresa el autor "lo concebí como un largo poema. No puedo determinar cómo el lector convivirá con él, si con todo o con sus partes. El poema se refiere-a las diversas maneras como el hombre se relaciona consigo mismo. Del grito de indignación presente en La otra punta del hombre hasta el inventario de sus propias pérdidas, en Columnas circulares, sin que esto venga a significar resignación. Por el contrario, se muestra allí una postura aguerrida delante de la muerte. En Los miserables tormentos del lenguaje y las seducciones del infierno en los instantes trágicos del amor de Barbus y Lozna lo que se muestra, más que una aparente relación con un amor imposible, es su posibilidad de agotarse en sí mismo o mejor, al permitir la lectura de una presencia andrógina pasa a discutir otra emisión de la relación amorosa. En Pruebas finales, lo que tenemos es exactamente lo que el título sugiere, o sea, el descenso vertiginoso al reino de todas las posibilidades de lidiar con el lenguaje. Y Aula de pintura se vale del aspecto sensorial, las maneras como el hombre percibe el mundo a su regreso, su plasticidad, su ritmo. Naturalmente, el personaje es un poeta. El libro fue escrito a lo largo de varios años, siempre pensando en una estructura con esa abarcadora mínima. En Pruebas finales, encontramos los poemas más antiguos y también los más recientes. Fue el único capítulo compuesto dispersamente, digamos. Los demás fueron pensados integralmente y escritos generalmente en pocos días.(...) Mas soy afecto a los grandes paneles. Por ejemplo, la suma de veinte canciones, con un hilo conductor, reunidas en torno a un tema central. Soy, por así decir, operístico."

El problema de estructura de Alma en Llamas es que cada parte ya se sitúa como una parte acabada e inspirada en sí misma y nos recuerda un poco el problema de las sinfonías de Gustav Mahler que cuando las escuchamos como un todo desconcierta nuestra audición justamente por su desigualdad en el tratamiento de esas partes que se autoincluyen y no se ajustarían como un todo único a su programa camerístico como en un de un largo poema.

II - Los tormentos de la influencia surrealista de Jorge de Lima en la poesía brasileña

El ensayo de Murilo Mendes sobre la Invención de Orfeo, por abarcar, a mi modo de ver, varias experiencias que generaciones utilizaron y Floriano Martins no es ninguna excepción: "Invención de Orfeo es el máximo documento literario de la naturaleza barroca de Brasil. Esta obra genial no nació de la planificación de la brasilidad; por eso mismo, en su fuerza caótica y dispersa, es una poderosa imagen de este país afro-europeo que carga una antigua cultura para enriquecer sus orígenes bárbaras. El texto de Invención de Orfeo es extremadamente complejo y erudito. Presenta diversas técnicas y facturas: poesías metrificadas y rimadas, otras en verso libre y verso blanco, sonetos, canciones, baladas, poemas épicos, líricos, poesías de carne y de sangre, poesías de infancia, episodios surrealistas, esbozos de dramas y de farsas. [.] Es muy probable que dentro de poco se levante de la lucha como el Angel, trayéndonos un nuevo diamante arrancado a los abismos." O sea, la técnica del collage que Floriano Martins hace como un gran artista así como Jorge de Lima lo hizo. Y como el propio Jorge de Lima nos coloca en Invención de Orfeo, en Poemas Relativos III, lo siguiente:

cualquier voz alou-se

muy deseada.

Blanco fuese el espacio

y ella ardiente color.

Quiso el espacio la voz

la voz vio y se amplió.

Pero si no hubiese

propiamente voz...

Vamos nosotros a suponerla:

dos sin sus sentidos.

Deseemos igual

dos incomprensibles.

Bueno es repetirnos

en la voz recibida.

Y el espacio vaciado

poblado de vez.

La reunión de Alma en Llamas en un único y solo poema, como los versos anteriormente citados de Jorge de Lima, "Blanco fuese el espacio/y ella ardiente color./Quiso el espacio la voz/la voz vino y se amplió.", que Floriano Martins lleva en cada bloque del poema-livro haciendo su cantar como si cada sesión fuese un canto que nos habla mucho más de la experiencia intangible como de las cosas concretas, por ejemplo, el cuerpo:

los dolores que crecen en tu piel

el misterio

de nalgas danzando en la expresión invisible

de unas tristezas huyendo de tu risa y unas

sonrisas volando camino a tu tristeza

Floriano Martins niega esta influencia de Jorge de Lima con propiedad y nos dice: "Por casualidad releía hoy un artículo de Wilson Martins donde denuncia el mimetismo de Jorge de Lima. Intento comprenderlo por el hecho de que Jorge pasó por varias fases y no llegó primero a ninguna de ellas. Tal vez me preguntes por mi relación con Jorge teniendo como base el epos trazado en Invención de Orfeo. Por mucho que sea mi respeto por Jorge, no veo relación. Tendría más en cuenta mis lecturas de Milton, Dostoievski y José de Alencar, que verdaderamente marcaron la infancia, al lado de las historias en pasquines del Príncipe Valiente y las películas de'EL Gordo y el Flaco. De todo esto vienen aspectos como la creación de personajes, diálogos, vinculación ontológica etc., que son características de mi poesía. Mira que soy prácticamente una voz solitaria en la gran tradición lírica de nuestra poesía. Aunque esto no quiera decir nada." Aún cuando la influencia de Jorge de Lima no esté directamente ligada, hace parte de nuestro inconsciente colectivo poético, como la poesía de A. Rimbaund o los collages anteriormente citados que dan este parentesco, y porque ambos son líricos surrealistas.

III- Los tormentos del ritmo

Al inquirir a Floriano Martins sobre la cuestión del ritmo en su poesía, este me respondió que "el ritmo de un poema encuentra correspondencia en la pulsación ulterior de quien escribe. Siento la presencia de una plasticidad, el registro de una imagen bien definida, así como su ritmo, su modulación rítmica. Nada de esto sería posible sin la sangradura de la percepción del mundo a su regreso. De esta manera, todo el poema parte de un diálogo y se encamina al despliegue de ese mismo diálogo." El poema es el ritmo del verso martinsiano y su estado mimético y este entro yo y yo y el otro como en una improvisación jazzística, por ejemplo, cuando él mismo indaga: "donde hay música no hay intelecto o viceversa? No comprendo esas separaciones, o mejor, no me alío a ellas. Pienso y siento y gozo y deliro con el mismo espíritu, con la misma fuerza interior. Tengo una predilección por el jazz en lo que permite establecer un tema y luego en seguida improvisar a su vuelta, o sea, cuando crea esa relación ambigua entre razón y sensibilidad, digamos.".

El ritmo en la poesía de Floriano Martins se sitúa musicalmente en el lirismo de la música de un Luciano Bério y de su sonora Sinfonía o también en otra obra beriana en el momento en que esta tañe en el murmullo de la palabras, a ejemplo de la joyceana Thema (Homenaje a Joyce), mas sin su serenidad de programa como en "Coro para instrumentos y voces" donde este toma los versos de Pablo Neruda y de su "Residencia en la tierra", y los famosos versos surreales y haciendo bordear al escatologismo auditivo:

Viniendo de ver la sangre por las calle

El día pálido surge

El ritmo de la poesía es fruto de un ritmo libre nacido en pós-Um Lance de Dados, donde este intenta captar "la música en Goya, el teatro en Tom Waits, la poesía en Keith Jarrett, la pintura en Blake etc. No solamente en ellos cuatro, pero ahí ya tendrías un buen cuarteto de afinidades. Más allá de esa relación de afinidades, es de una variedad alucinante. Tanto en el plano estético, cuanto en el ámbito de comportamiento, de las relaciones con su tiempo, sus pares, rechazos etc." Una vez libre del sistema métrico tradicional, su poesía tañe la métrica de la plasticidad de las imágenes y de los sueños.

IV- Os tormentos do inconsciente

Marta Sanmamed.
Romana con granadas, 107 x 123 cm

Sobre Alma en Llamas, coloca muy bien el poeta Rolando Toro que "las mareas subterráneas del viaje interior, arrastran al poeta hasta los arrecifes donde todo es posible: el vacío y el éxtasis, un acontecimiento sin redención y pleno de lucidez. Al conjugar las metáforas del cielo y el infierno, crea el sentido de una ética y de una estética nuevas ajenas a los dioses y poderosa en el acto de devoción", y aún indica que Floriano Martins "comunica en sus poemas la trayectoria existencial en medio de la suntuosa paradoja de vivir en la ambigüedad de los hechos cotidianos y la exactitud del infierno; un avanzar por esa nebulosa de posibilidades entre las tinieblas y el éxtasis. Sus poemas constituyen una extraordinaria aventura, en torno al misterio del ser. En medio del laberinto encuentra los carbones aún ardientes de un mítico sacrificio del comienzo del mundo. La metáfora de Los carbones de Goya alude al proceso creador: es necesario pasar por el fuego para volver, teñido de negro, al esplendor de la vida." Mas es preciso recordar lo que Ivan Junqueira señala al início de este ensayo cuando comentaba sobre Los Miserables tormentos del Lenguaje y las Seducciones del Infierno En los Instantes Trágicos Del Amor de Barbus y Lozna que "armoniza orgánicamente la sensibilidad métrica, la forma fija (en el caso del soneto, aunque algo atípico) y la prosa poética con largo aliento, como desde siempre, además, cultivo el autor." Si Alma em Llamas presenta estos desvíos en la construcción de su total armonía tal vez sea por ser parecida más al inconsciente que siempre se respaldó por el claro y el oscuro como las imágenes que influenciaron a Floriano Martins cuando expresa: "y era también fascinado por Brueguel, Bosch, Goya, los inumerables catálogos de sus obras que teníamos en casa".

V - Los tormentos de la identificación de Carlos Drummond de Andrade

Em Alma en Llamas, en la sesión de Los miserables tormentos del lenguaje y las seducciones del infierno en los instantes trágicos del amor de Barbus y Lozna, abre con los siguientes versos:

Donde crece el árbol de nuestro amor

esfera sembrada de sol y viento y mar

como versos de aire tiemblan sus brazos

respiración del fuego o Por entre los ramos

donde crece el amor sobre el mundo

toda la edad perdida posa en tus ojos

mujer acariciada por el olvido

cuyo

cuerpo yace sobre el dolor del tiempo

un nosotros de espejos silenciosamente cae

de sus sombras al secreto del paisaje

Marta Sanmamed. Granadas: 61 x 95

A la pregunta hecha a Floriano Martins sobre la cuestión de la influencia en su poesía, me respondió que "en cuanto al universo de las influencias, siempre prefiero tratarlas como identificación, pues las entiendo más como diálogo que como padecimiento, digamos. El hecho es que dialogué muy poco con Invención de Orfeo. No fue de aquellos libros predilectos, que me quedaba leyendo y releyendo interminablemente, como hacía con Crimen y Castigo o El tronco de ipê. O, para hablar de poesía, libros de Drummond, Pessoa y Francisco Carvalho, que eran devorados con furor en la adolescencia. En nuestros años de infancia (donde se dan los grandes registros que van a definir una poética) hasta la adolescencia, la compañía marcante fue la de la dramaturgia. Era un apaisonado por Strindberg, Ibsen, Tchekhov, Genet, Arrabal, Beckett y sobretodo Peter Weiis, que me llevaba de vuelta al universo del Marquês de Sade que había leído años atrás. Creo que a partir de ahí fue que enlacé con Artaud, y solamente después vine a conocer el surrealismo de Breton. Y era también fascinado con Brueguel, Bosch, Goya, y los incontables catálogos de sus obras que teníamos en casa. Y ni de lejos se puede olvidar toda la música que marcó parte de la infancia y la adolescencia, la música que mi padre ponía en casa (Dolores Duran, Maisa, Elizeth Cardoso, Nat King Cole, Frank Sinatra, Pat Boone)." Como mi intención es ensayística y no la de escribir una tesis donde todo esto debería ser estudiado sobre Alma en Llamas, observo que en la apertura Floriano Martins nos hace recordar al minero Carlos Drummond cuando este expresa, en el poema Amar, de Claro Enigma, lo siguiente:

Amar solemnemente las palmeras del desierto,

lo que es entrega o adoración expectante,

y amar lo inhóspito, lo áspero,

un vaso sin flor, un suelo vacío,

y el pecho inerte, y el camino visto en el sueño, y un ave de rapiña.


Este es nuestro destino: amor sin cuenta,

distribuido por las cosas pérfidas o nulas,

dolimiento ilimitado a una completa ingratitud,

y en la concha vacía del amor la procura medrosa,

paciente, de más y más amor.

En Alma en Llamas, en la sesión de Los miserables tormentos del lenguaje y las seducciones del infierno en los instantes trágicos del amor de Barbus y Lozna Floriano Martins nos da la visión geográfica del nordeste con su espacio abierto y bidimensional muy bien representado por su métrica libre y abierta, como en los siquientes versos "Donde crece el árbol de nuestro amor /esfera sembrada de sol y viento y mar" o sea, la posibilidad tangible se da en la plenitud del espacio amplio, en cuanto que en la poesía de Carlos Drummond se da en el espacio del límite, cuando este nos dice: "y amar lo inhóspito, lo áspero,/un vaso sin flor, un suelo vacío,/y el pecho inerte, y el camino visto en el sueño, y un ave de rapiña" en una visión geográfica del espacio más delimitado dentro de sus posibilidades existenciales porque este tenía las montañas como límite del espacio.

Es en los detalles que podremos ver esta identificación entre Floriano Martins y Carlos Drummond de Andrade que nos instiga con el siguiente axioma que a ojos menos atentos podría ser un mero detalle en el que podemos constatar aquello que el poeta Rolando Toro ya expresó: "en medio del laberinto encuentra los carbones aún ardientes de un mítico sacrificio del comienzo del mundo. La metáfora de Los carbones de Goya alude al proceso creador: es necesario pasar por el fuego para volver, teñido de negro, al esplendor de la vida", pues además de todo es una declaración sobre la vida y no sobre la muerte:

donde crece el amor sobre el mundo

toda la edad perdida posa en tus ojos

 

Si quiere comunicarse con Eric Ponty puede hecerlo a eric@mgconecta.com.br
Si quiere comunicarse con Marta Sanmamed puede hecerlo a msanmamed@terra.es

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