Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 3
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 25.
12 de Enero al
12 de Febrero de 2001.

LARRY RIVERS
POR JOHN ASHBERY


Por
Mario Eduardo Arteca

Galería Rive Droite, 1962.

Larry pinta todo lo que se presenta

a su alcance.

En esto pensaba Lautréamont

cuando escribió sobre la lógica sublime

del hacer el amor a la primera persona

que sale al paso.

Larry pinta a su suegra

porque se quedaba en la casa. No pretendía

conferirle algún significado universal,

ni su opuesto. Actualmente (1962)

está pintando paquetes de cigarros

con la graciosa seriedad del Tiépolo.

No intenta decirnos que los objetos

comunes tienen su lugar

en el sistema de las cosas.

O que nada sea más importante

que ninguna otra cosa.

Resulta difícil decir qué hace.

Es una máquina como Mozart

- que ha enloquecido - y no puede

parar de diseñar sinfonías, sonatas,

todo ello maravillosamente revestido

en colores, sin que sea tampoco eso,

con exactitud.

Como se comprende, no es posible

colocarse en una posición

respecto de su trabajo que él mismo

no haya terminado de tomar, alejándose

hacia alguna llamativa inferencia

de sombra o de pastel.

Está respirando algún oxígeno

inevitable, expeliendo burbujas

en distinta luz y pudiendo

de una vez romperse.

Pero a quién le importa.

Existen sin duda hermosos accidentes

en su obra (no golfos, los geográficos;

no de carretera, los más humanos):

se pueden disfrutar si uno lo desea.

Sólo que él no podrá esperar mucho

porque está moviéndose de prisa

hacia algún sitio. ¿Qué podrá haber

de más hermoso y conmovedor

que el retrato a color de Napoleón

sobre un billete de banco francés;

qué podrá haber de más atractivo

que la propia mujer del artista?

Y sobre esto: cuidado:

señalará todas las partes de su cuerpo

incluyendo aquellas que interesarán más,

porque realmente tiene mucha prisa.

Y de paso, ¿sabía usted que se vendrá

con él? Seguro que lo hará.

Y ya no queda tiempo

para ponerse a pensar

sobre cómo es su trabajo,

porque el tren está partiendo

lentamente de la estación,

y yo aún en sus andenes.

Prémier service au départ.

Eduardo Arteca: Poeta argentino que reside en La Plata. Finalista del Premio Hispanoamericano de Poesía VOX. Hace pocos días lanzó su último libro, Bestiario búlgaro. Este texto pertenece a La impresión de un folleto, aún inédito, y está basado en una exposición de arte vanguardista organizada en la galería Di Tella a principios de los años 60.

Si desea comunicarse con Eduardo Arteca puede hacerlo a marioarteca@hotmail.com
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