Jorge Z. Humaña, desde
Toronto, Canadá.
|
Calderón De La Barca
|
Quién no ha dicho alguna vez: "La vida es sueño y los
sueños. sueños son"? Incluso algunos saben que esa frase
pertenece a Calderón de la Barca. Lo que muchos no saben es que
esa frase fue escrita a principio del siglo 17 como parte de La vida
es sueño, una obra de Teatro, año 1635, en Madrid. Calderón
está intimamente asociado al desarrollo del Teatro español
y reemplaza en ese sentido al gran dramaturgo Lope de Vega, quien muere
el año 1635. Entre las mayores producciones de Calderón
están El Médico de su honra, escrita el año 1635,
La vida es sueño, ese mismo año, el Alcalde Zalamea, el
año 1640 y la Hija del aire, el año 1653, para muchos
su obra maestra. Calderón no se queda satisfecho con el Teatro
y también escribió Operas y Zarzuelas.
Calderón muestra en su obra una clara tendencia hacia el aspecto
sicológico y moral de la vida familiar y refleja, en su dilatada
obra, un comportamiento anárquico, que se atribuye al abuso de
la autoridad paternal de su padre, un hombre de carácter dictatorial,
que marcó su carácter.
Nacido el año 1600, parecía destinado a la iglesia; fue
matriculado en la Universidad de Alcalá el año 1614 y
trasladado a la Universidad de Salamanca, a la muerte de su padre, al
año siguiente, donde continua, hasta el año 1620, con
estudios de arte y leyes. Ese año abandona sus estudios para
ingresar al servicio del juez mayor de Castilla y en 1623 comienza a
escribir obras de teatro para la Corte. Rápidamente se constituye
en el líder de un pequeño grupo de poetas dramáticos
reunidos por el Rey Felipe IV. En el año 1636 el rey lo condecora
con el título de Caballero de Orden Militar de San Jaime.
|
Libro de Calderón De
La Barca
|
Sin embargo, Calderón no se limita a producir para la corona,
su popularidad se extiende a los teatros públicos . A la Muerte
de Lope de Vega, el año 1635, Calderón es elevado a la
categoría de Maestro de la dramaturgia española. Ante
el levantamiento del país Catalán, en 1640, Calderón
se enlista en una compañía conformada por los caballeros
de las órdenes de caballerías. Sirve en esa calidad hasta
el año 1642, cuando se margina del ejército. El año
1645 entra al servicio del Duque de Alba, en calidad de secretario.
Algunos años más tarde le nace un hijo ilegítimo
cuya madre muere en el parto. Eso lo hace retornar a su vocación,
se ordena sacerdote en 1651 y anuncia que ya no escribirá más
para el Teatro. Este es un anuncio para la gran masa, pero a las órdenes
del rey, continúa escribiendo para el teatro de la Corte. Durante
ese período continuó escribiendo dos obras de Corpus Christi
para Madrid, todos los años. Después de servir dos años
para la iglesia de Toledo, regresa a Madrid, en 1657 y es nombrado capellán
honorario del rey, en 1663.
A pesar de la importancia que adquiere en España el drama de
la Corte, éste nace del teatro popular de Lope de Vega. Al principio
no hubo diferencia entre el teatro popular y el teatro de la Corte;
tanto los temas como la producción eran muy similares. Sin embargo,
la construcción del Buen Retiro un espectacular teatro terminado
en 1663, permitió realizar espectáculos que era imposible
representar en el teatro popular, que no contaba con los mismos recursos.
|
Calderón De La Barca
|
A partir de ese momento, las obras del teatro de la Corte se desvían
ostensiblemente del teatro popular hacia el generó barroco, combinando
drama con danzas, música y artes visuales, desde el punto de
vista producción; como temática se desvían hacia
el teatro mitológico clásico griego e historia antigua.
Así Calderón, como dramaturgo de Corte está asociado
a la opera y a la zarzuela. El año 1648 escribe su primera zarzuela,
El Jardín de Falerina. En 1660 escribe su primera ópera,
La Púrpura de la Rosa, con todo el diálogo conectado con
música; ésta fue seguida por Celos, aún del aire,
matan. A ésta le siguió una opera en tres actos, con música
de Juan Hidalgo. El siguió la tradición Italiana, en que
la música estaba supeditada a la poesía.
Mientras el teatro de Lope es definitivamente un teatro popular, el
drama de Calderón se identifica más con el teatro de la
Corte, teatro que es una expresión menos realista y de forma
más estilizada que la popular. Después de más de
dos siglos, la preeminencia de la obra de Calderón de la Barca,
sigue en el primer plano. Sin embargo, la crítica, más
inclinada hacia el teatro realístico de Lope, especialmente a
finales del siglo 19, desvaloró su obra, categorizándola
como obra amanerada y convencional: la estructura de sus argumentos
fueron considerados artificialmente rebuscados, sus caracteres tiesos,
y artificiales y sus versos afectados y retóricos. Aún
cuando él usa elementos técnicos y estilizados manerismos
que por repetición contante aparecen convencionales, Calderón
permanece suficientemente libre para hacer aparecer a sus personajes,
en ocasiones, rídiculamente divertidos, de acuerdos a sus propias
convicciones. Esta libertad indica una concepción de arte como
un medio formal, que emplea sus elementos
artísticos de manera de comprimir y abstraer los elementos externos
de la vida humana, con el objeto de expresar mas artísticamente
sus elementos esenciales.
En ese sentido Calderón desarrolla la forma dramática
y convenciones establecidas por Lope de Vega, basadas más en
la acción que en la caracterización, con más unidad
en el tema que en la historia. El crea una estructura cerrada original,
mientras deja intacto el marco formal del drama de Lope. Desde el principio
Calderón manifiesta sus
habilidades técnicas utilizando a sus personajes y los incidentes
de la historia en el desarrollo de una idea dominante. A medida que
su arte madura, sus historias son más complejas y sus acciones
mas complicadas y compactas. La creación de modelos dramáticos
complejos, en los cuales el efecto artístico aflora desde la
percepción de la totalidad del diseño a través
del amalgamiento de las partes, es sin duda uno de los mayores logros
de Calderón en su calidad de artesano del teatro. El Pintor de
su deshonra, de 1645 y El Cisma de Inglaterra, de 1627 son excelentes
ejemplos de esta técnica. Las dificultades que la obra de Calderón
presenta para el lector moderno ha conducido a oscurecer la originalidad
de sus temas. Si aceptamos las convenciones de la comedia de la intriga
española, una forma dilecta del teatro español, el las
usó para un propósito muy serio: La Dama Duende, de 1629
es una clara demostración de su arte. En la Casa con dos puertas,
mala es de guardar, también de 1629, muestra en todo su esplendor
las intrigas del cortejamiento secreto; y las escaramuzas que se requieren,
están tan bien representadas, que la tradicional reclusión
de las mujeres, en las cuales estas intrigas están basadas, se
presentan como las responsables del desorden social y de poner en peligro
las relaciones de amor y amistad. No siempre lo peor es cierto, de 1640
y No hay cosa como callar, de 1639 marcan la cumbre de su desarrollo.
Ambas obras también implícitamente critican el código
de honor tradicionalmente aceptado. El rechazo de Calderón de
las rígidas concepciones del código de honor es evidente
también en sus tragedias.
|
Calderón De La Barca
|
En su famoso El Alcalde de Zalamea, se rechaza abiertamente el secreto
y la venganza establecido por ese código de honor. Esa obra presenta
un fuerte contraste entre la aristocracia y el pueblo: allí también
se expone la degeneración de los ideales de la aristocracia;
riqueza es asociada con labores manuales y el honor es más bien
un asunto de integridad moral independientemente de las clases sociales
de los individuos envueltos.
Calderón ocupa un lugar destacado en la literatura hispana, pero
su grandeza no está radicada necesariamente sólo en eso,
la profundidad y consistencia de su pensamiento, su preclara inteligencia,
su integridad artística y la racionalidad y humanidad de sus
conceptos morales hacen de Calderón de la Barca una de las mayores
figuras de las letras del mundo.