Desde Venezuela: Sol
Bendayán
Pocas veces en la historia del arte encontramos un artista con tanta pasión por el grabado como Alirio Palacios., quien expone en el Museo de Bellas Artes de Caracas xilografías de gran formato y estampas originadas de planchas de concreto. En China y Polonia adquirió la sabiduría del oficio y a través de una ardua e incansable dedicación ha alcanzando el ideal de todo grabador: dominar la técnica al punto de hacer su uso inconsciente, subordinándola por completo a su expresión creadora. Al liberarse de la preocupación técnica ,su imaginación y creatividad se desbordan para lograr obras maestras en esta difícil y exigente disciplina. Nacido en el Delta del Orinoco, paisajes, recuerdos y fantasmas de su niñez se funden con temas de grandes figuras del grabado y el arte.
Alirio Palacios , al contrario de otros artistas, quienes han acudido a la gráfica después de haber alcanzado renombre, ha sido fiel desde un principio a un arte considerado por algunos "menor", demostrando, una vez más, que lo importante y decisivo es la mano y el talento de quien lo use. De esta manera él le ha conferido a la xilografía un rango que la equipara a otras manifestaciones consideradas " mayores" como la pintura.
Un excelente y hermoso catálogo, patrocinado por InterBank, Banco Universal; nos adentra en los misterios y complejidades de la obra de Palacios. Los textos creados por María Elena Ramos, Directora del Museo, Josefina Núñez, curadora y Eugenio Montejo, así como la entrevista que al artista hiciera este último, constituyen una travesía fascinante por el universo y personalidad de Alirio Palacios.
Josefina Núñez describe muy bien la evolución de su obra:" Podríamos enumerar, a modo de esquema cronológico y breve y sin otra intención que seguir formalmente una trayectoria, varias fases o períodos en la producción plástica de Alirio Palacios. Una primera etapa formativa y de primeros trabajos pictóricos, sucedida por otra de conocimiento, experimentación y desarrollo del grabado; una tercera en la que se dedica a pintar intensamente, tendiendo sin proponérselo al lenguaje gráfico y, por último este período en el que se aboca a un nuevo grabado en el que retoma los lenguajes tradicionales en una propuesta formal renovadora. Viéndolos en su evolución sucesiva, estos trabajos se valen, por una parte, de los más estrictos métodos de reproducción artística y, por la otra, desbordan sus fronteras características para echar mano a elementos propios de la pintura, como sus audaces formatos, la preparación previa del soporte o papel, su calidad de obra única, su permeable intervención. Conservan con todo su condición de grabados. Son factibles de editarse, parten de una matriz tallada; pero éste no es el propósito del artista, y en esto radica una de los rasgos a los que tiende el grabado contemporáneo."
Por su parte Eugenio Montejo destaca:" El empecinamiento formativo, cumplido por él en lugares distintos con cierto ritual iniciático, sin duda formaría parte de lo que se podría considerar una preparación chamánica. Pero donde la relación con el antiguo personaje se nos revela más plenamente es en el lenguaje de sus cuadros, que con frecuencia remite a un ámbito de desaparecidos, seres de hieráticos gestos, insuperablemente rescatados gracias a sus dones artísticos. Desde tal perspectiva la obra grabada que se reúne en esta exposición, aparte de ser el fruto de un largo aprendizaje, de una paciente conquista de la hechura, puede ser vista también como una experiencia mágica que ha sabido valerse del grabado para llevar a cabo su labor de intermediario entre nuestro mundo cotidiano y ese otro, sugestivo e intemporal, que el arte de Palacios hace visible con maestría similar a la chamánica".
La entrevista de Palacios nos revela un personaje con una intensa vida interior, una frescura juvenil y a la vez una madura vocación artística. En ella expresa:" La pintura venezolana ha tenido grandes recursos dentro de unas líneas bien planteadas, pero digamos que yo arranco de Reverón. Me toca formarme y desarrollar mi obra en un momento muy difícil, porque me encuentro con el movimiento cinético estando joven; me encuentro con el movimiento abstraccionista y con el Techo de la Ballena, la llamada gestual. En ese momento, todo el mundo era gestual o abstraccionista o cinético, este último movimiento era el más fuerte de los tres porque se daba en todo el mundo....En esa lucha que es tan difícil, ¡cuántos de esos pintores no cayeron en la trampa y abandonaron su formación!, y ahora desaparecieron; ¡ cuántos desaparecieron por seguir las modas y no creer! Pienso que había grandes lagunas en esos creadores, no estaban formados; no creían verdaderamente en su mundo, en el mundo en el que se forjaron, pues siempre la base de uno es su mundo, donde uno permanece y ha vivido. Todos lo han visto así: los alemanes y los franceses, los ingleses, todos...Entonces yo me aferré a mi mundo, que es el Delta, y a mi formación, aguanté y seguí luchando."
Alirio Palacios, nace en Tucupita en 1944, Territorio Federal Delta Amacuro, Venezuela. Su obra ha obtenido los reconocimientos más importantes del país y Medallas de Oro en países como Italia, Colombia y Cuba, . Está representado en los principales Museos de Venezuela y en el exterior en Pekín, La Habana, México, Nicaragua, Ginebra y Varsovia, entre otros.
Sol Bendayán.
Fotografías:
Foto 1: Angel. Nueva York, 1994.Xilografía
Foto 2: Alirio Palacios en su taller de Carrizal.
Foto 3::Guerreros de Tung Huang 2, 1995. Xilografía
Tinta de China sobre papel de arroz
195 x 183 cms.