Santiago de Chile.
Revista Virtual. 

Año 3
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 34.
12 de Octubre al
12 de Noviembre de 2001.


PERONISMO VERSUS ESCRITORES:
ENTRE EL AMOR Y EL ESPANTO.

Por: Iván de la Torre


La llegada de Perón al poder gracias a un amplio apoyo popular no significo su aceptación por todos los sectores de la sociedad; ya antes de asumir habia comenzado su enfrentamiento con un grupo de escritores que veían en él a un futuro Rosas que instalaría lo que  llamaban "la Segunda Tiranía". Este grupo se congregaría principalmente alrededor de la revista Sur, fundada y dirigida por Victoria Ocampo.


El arte de injuriar: Borges-Perón; Perón-Borges.

Perón era una persona abominable y la tiranía que ejerció fue realmente monstruosa.
J. L. Borges


El actor emblemático de esta contienda será Jorge Luis Borges, quien durante toda su vida mantuvo una relación antagonista con el peronismo. El primer golpe conocido fue dado por Perón, quien, a poco de asumir, asciende a Borges al puesto de "inspector de aves y conejos en los mercados públicos"; un movimiento que utiliza la degradación irónica y parece sacado de El arte de injuriar, ensayo publicado por Borges en su libro Historia de la Eternidad (1936) y que en uno de sus párrafos habla de la inversión incondicional de los términos como medio de ofender; es decir acusar al medico de matar, al sastre de nudismo... u obligar a un amante del la pulcritud y los libros a examinar mercados públicos...

           
Borges
contaba lo extraño de su situación: Me presente en la municipalidad a fin de averiguar que habia ocurrido. Vea usted -dije- resulta mas bien extraño que entre tantos empleados como hay en la biblioteca haya sido justamente yo el elegido para ese puesto. Bien, -respondió el empleado-, usted estaba de parte de los Aliados, ¿que esperaba? Su argumento era concluyente y no admitía replica alguna, al día siguiente presente la renuncia.


           
Durante esos años no solo Borges fue víctima de ataques por parte del gobierno: su hermana Norah y su madre fueron encarceladas por cantar el himno en la calle Florida sin solicitar permiso policial; y su amiga Victoria Ocampo fue detenida en Mar del Plata. En una carta al escritor mexicano Alfonso Reyes contara los pormenores de su historia.

No cuesta mucho imaginarse en ese clima a Borges leyendo El matadero de Echeverría y pensando en los destinos circulares que lo acosaban y que plasmara en buena parte de su obra de esos años, llena de laberintos, monstruos, espejos y círculos.

Pero Borges no se llamara a silencio: perseguido y casi ciego construyo en su obra ataques velados a Perón, aunque ahora, cincuenta años después, el sentido político se haya diluido en la literatura.


Asi aparecera La espera, cuento incluido en El aleph (1949) que narra la angustiosa espera que un hombre hace de sus asesinos; a los que, a ultimo momento, prefiere dar la espalda. La situación delinea un Borges que imagina su fin; como confiesa en las líneas finales del cuento: ¿es menos duro sobrellevar un acontecimiento espantoso que imaginarlo sin fin?


Años después escribirá el Poema Conjetural incluido en El otro, el mismo (1964) donde parece levantar la antorcha de Sarmiento y su lema civilización versus barbarie, actualizado a los tiempos que corrían.


En el poema Borges reconstruye los últimos pensamientos del doctor Francisco Laprida, asesinado por los montoneros de Aldao, trazando una clara metáfora sobre las masas que habían llegado al poder junto a Perón y que atemorizaban a buena parte de la clase media y alta de esos años que veían en ellos a un residuo del pasado:  La victoria es de los otros/Vencen los bárbaros, los gauchos vencen. Para colocar una frase antológica: Al fin me encuentro con mi destino sudamericano


Borges
volverá sobre el tema, esta vez en compañía de Adolfo Bioy Casares, a través de un cuento breve que muestra toda la paranoia y la parodia que este movimiento habia generado en gran parte de la Argentina. Publicado en Crónicas de Bustos Domecq (1967), La fiesta del monstruo, es considerado tanto una visión critica del peronismo como un poco feliz ataque al pueblo; la interpretación mas completa integrando ambas visiones la dio Ricardo Piglia:


Yo no diría que es una parodia de El matadero, sino mas bien una especie de traducción, de reescritura. Borges y Bioy escriben una nueva versión del relato de Echeverría adaptado al Peronismo. [...] La fiesta atroz de la barbarie popular contada por los bárbaros. [...] La fiesta del monstruo combina la paranoia con la parodia. La paranoia frente a la presencia amenazante del otro que viene a destruir el orden. Y la parodia de la diferencia, la torpeza lingüística del tipo que no maneja los códigos. [...] es un relato totalmente persecutorio sobre el aluvión zoológico y el avance de los grasas que al final matan a un intelectual judío.


Finalmente en uno de los versos del poema Buenos Aires, incluido en Elogio de la sombra (1969), Borges habla del conflicto de Perón con la Iglesia:  Es la cara de Cristo que vi en el polvo, deshecha a martillazos, en una de las naves de La Piedad.  Como le confesaria a Antonio Carrizo en su programa La vida y el canto: Eso fue cuando Perón ordenó el incendio de las iglesias, y destruyeron también una biblioteca para ciegos que había. Y luego estaba la cara de Cristo en el suelo, que la habían, sí, deshecho a martillazos. En la iglesia de La Piedad, en la calle Bartolomé Mitre.


Perón y los otros: Cortázar y Bioy.

Te quiero, país, pañuelo sucio, con tus calles cubiertas de carteles peronistas, te quiero, sin esperanza y sin perdón, sin vuelta y sin derecho, nada más que de lejos y amargado y de noche.


Julio Cortázar. (Razones de la cólera) Buenos Aires - 1950 y 1951 y París 1956


Si bien Borges puede considerarse la cabeza de lanza contra el peronismo no fue el único que escribió sobre el tema, su amigo Bioy Casares reflexiona sobre el mismo en Homenaje a Francisco Almeyra, cuento publicado en Historia Prodigiosa (1956), que narra la vuelta al país de un poeta desterrado  para luchar contra Rosas; en el texto se plantea una discusión entre el poeta y sus amigos que intentan disuadirlo de sus ideas diciéndole que la literatura es lo mas importante y es lo único que va a sobrevivir, mas allá de las banderas políticas.


           
Entrevistado Bioy diría:

            -Periodista: Pareciera que a través de ese cuento se plantea una contradicción que usted mismo tenia...

            -Bioy: No, veía los dos lados. Entendía que las dos posiciones planteadas en ese cuento podían defenderse con buenos argumentos.

-P: Al hablar de unitarios y federales, ¿estaba hablando del Peronismo?

            -B: Y, seguro.


           
Julio Cortázar
poco antes de partir a Francia autoexiliado, publica su primer y ya famoso libro de cuentos, Bestiario (1951), que recoge muchas de las manías persecutorias que habían despertado en la clase media argentina la aparición de esas grandes masas populares que llenaban plazas y se lavaban los pies en fuentes. Dos de los mejores cuentos del volumen, Omnibus y Casa Tomada, hablan elipticamente del tema.

No es casualidad entonces que Casa Tomada haya aparecido primero en una pequeña revista literaria dirigida por Borges.


           
Hacia 1947 yo era secretario de redacción de una revista casi secreta que dirigía la señora Sarah de Ortiz Basualdo. Una tarde nos visitó un muchacho muy alto con un previsible manuscrito. [...] Me dijo que traía un cuento fantástico y solicito mi opinión. Le pedí que volviera a los diez días. Antes del plazo señalado, volvió. Le dije que tenia dos noticias. Una, que el manuscrito estaba en imprenta. Dos, que lo ilustraría mi hermana Norah, a quien le habia gustado mucho. El cuento, ahora justamente famoso, era el que se titula Casa Tomada.

Roberto Arlt: ver el futuro asusta.


Arlt ha tenido una virtud... hubo un momento en que Arlt anticipa todo. Y eso generalmente es un trabajo de adivinos y pitonisos.


Osvaldo Soriano
.

Si bien murió en 1942, Roberto Arlt con su novela Los siete Locos (1929), hace un fresco de la Argentina que vendrá, prediciendo a partir de lo que conoce e imaginando el resto con su infalible olfato. Así lo reconocerá el periodista Jacobo Timerman en su libro Preso sin nombre, celda sin número: "[sobre Argentina] de pronto todos los conocimientos y exploraciones de su historia y de su presente, todas las predicciones sobre su futuro, se aclaran en un libro relativamente breve, una extraña novela de fines de la década del 20, de Roberto Arlt, titulada Los siete locos".


El personaje mas popular de la novela es el Astrólogo, un pillo (si usáramos palabras de Arlt) que quiere "organizar una sociedad secreta que no tan sólo propague mis ideas, sino que sea una escuela de futuros reyes de hombres... Nuestra sociedad se basara en un principio mas sólido y moderno: el industrialismo, es decir la logia tendrá un elemento de fantasía y otro elemento positivo: la industria que dará como consecuencia: el oro. El dinero será la soldadura y el lastre que dará a las ideas el peso y la violencia necesaria para arrastrar a los hombres."

El elemento de fantasía funciona como una mentira metafísica que permite al Astrólogo adaptar su discurso a las creencias de su interlocutor, para convencerlo y utilizarlo:


"Cuando converse con un proletario seré rojo. Ahora, converso con usted y a usted le digo: Mi sociedad esta inspirada en aquella, que, a principios del siglo noveno, organizo un bandido, Abdala-Ben Maimún. Maimún  quiso fusionar a los librepensadores, aristócratas y creyentes de dos razas tan distintas como la persa y la árabe en una secta que implanto diversos grados de iniciación y misterios. Mentían descaradamente a todo el mundo. A los judíos le prometían la llegada del Mesías, a los cristianos la de Paracleto, a los musulmanes la del Mahdi... de tal manera que una turba de gente de las más distintas opiniones, situación social y creencias trabajaban en pro de una obra cuyo verdadero fin era conocido por muy pocos."


A partir este párrafo puede intentar entenderse como en el peronismo de los 60 y 70 convivían elementos de la extrema derecha (Ottalagano, Osinde) con elementos de la extrema izquierda (Quieto, Firmenich).


Mas adelante, el Astrólogo habla sobre otro elemento a tener en cuenta para lograr el poder. Un elemento que tendrá vital importancia en el regreso de Perón a la Argentina: "Nos dirigiremos en especial a las juventudes, porque son más estúpidas y entusiastas. Les prometeremos el imperio del mundo y del amor. "


La relación de Perón con los jovenes, especialmente con los que integraban los Montoneros, le dio el poder que necesitaba para contrarrestar a los influyentes dirigentes sindicales; lo cual no impediría que los echara de la plaza en 1973, cuando ya habían servido a sus fines y se habían convertido de los "gloriosos muchachos" en los "estúpidos imberbes".


Los propios montoneros aparecen reflejados elipticamente en el texto de Arlt: su primer acción, la que les los hace conocidos, es el secuestro y asesinato de Aramburu (que copia en cierta medida el de la novela, donde secuestran y simulan matar al primo de Erdosain) y que plantea una premisa nietzcheana que sobrevolara siempre a la organización: ser a través de un crimen. En La novela de Perón (1985) de Tomas Eloy Martínez, un personaje explicara claramente cual era la importancia de ese primer gesto que es matar a Aramburu:


"Necesitábamos sobrevivir -dice Nun- y por lo tanto necesitábamos que muriera un enemigo.

Cuanto mas imponente fuese ese sacrificio, tanto mayor seria nuestra existencia.
"


Los montoneros también repiten el esquema planteado por el Astrólogo según el cual cada nivel de su secta tendrá distintos niveles de iniciación y creencias; como aclara Giussani en su libro Montoneros: la soberbia armada: "Habia cierto pitagorismo en este aparato, cuya naturaleza era bastante parecida a las antiguas ordenes misteriosa con sus sucesivos niveles de iniciación. Se trataba de una sociedad organizada en círculos concéntricos con distintos grados de acceso a la cumbre. Hasta parecía por momentos que habia una ideología para cada circulo"


De esta manera, sin conocerlo, Arlt describirá buena parte del funcionamiento del peronismo durante los 60 y 70, incluidas las maniobras de Perón para integrar a su movimiento a corrientes adversas y la organización juvenil mas importante de esa década.


Esa mujer.


Los argentinos que se creían depositarios de la civilización veían en Evita una resurrección obscena de la barbarie.


Tomas Eloy Martínez. Santa Evita (1995)


Si Perón no era querido,  el odio a Evita lo superaba con creces. Tomas Eloy Martínez en un capítulo de su novela Santa Evita (1995) hace una radiografía de ese odio literario que utilizara, como Borges, la metáfora, la elusión y el doble sentido para evitar la censura y poder contraatacar:


En 1950 Julio Cortázar termina El Examen, novela que recién publicara tres décadas después. Allí expresa lo que siente la clase antiperonista ante "esa mujer" que, surgida de la nada, trae un regusto a barbarie tras ella, con su pasión irrefrenable por "la causa Peronista" y sus deseos de barrer con la oposición. En la novela Cortázar habla de una multitud animal que se descuelga de todos lados de la Argentina para adorar un hueso. La gente espera no sabe que milagro de una mujer vestida de blanco, "el pelo muy rubio desmelenado cayéndole hasta los senos"

Por su parte Martínez Estrada en sus Catilinarias conjetura: Le gustarían las hembras. Tendría la desvergüenza de las mujeres publicas en la cama, a las que tanto les da refocilarse con un habitúe del burdel como con una mascota domestica u otra pupila de la casa.

Onetti, el gran escritor uruguayo, la llama simplemente Ella, y en un relato escrito en 1953 y publicado cuatro décadas después tiñe su cadáver de verde y lo hace desaparecer en un fulgor siniestro.


Borges
, en El Hacedor (1960), incluye El simulacro, una parodia del velatorio de Evita, sobre un hombre aindiado que lleva una muñeca rubia para que la velen como si fuera el cadáver real. Borges se preguntaba al final del cuento: El enlutado no era Perón, ni la muñeca rubia era la mujer Eva Duarte, pero tampoco Perón era Perón, ni Eva era Eva sino desconocidos o anónimos que figuraron para el crédulo amor de los arrabales, una crasa mitología.


Mas cercano en el tiempo, Nestor Perlongher publica los tres cuentos de Evita vive (en cada hotel organizado).


Tal vez el texto mas emblemático sobre Eva (aunque no es un ataque al peronismo) sea Esa mujer de Rodolfo Walsh; en él Walsh, (que anteriormente habia investigado el fusilamiento de un grupo de civiles durante el alzamiento peronista de 1956 y publicado los resultados en su clásico Operación Masacre), narra la conversación entre un hombre que busca un cadáver (del que no se da el nombre) y el coronel que lo ha escondido. Durante la narración, como en un cuadrilátero de boxeo, ambos dan vueltas sobre el misterio ocupando alternativamente el centro y las cuerdas del ring, acosados por los argumentos del otro. 


-¿La sacaron del país?
-Sí.
-¿La sacó usted?
-Sí.
-¿Cuántas personas saben?
-DOS.
-¿El Viejo [Perón] sabe?
Se ríe.
-Cree que sabe.
-¿Dónde?
No contesta.
-Hay que escribirlo, publicarlo.
-Sí. Algún día.
Parece cansado, remoto.
-¡Ahora!  -me exaspero- ¿No le preocupa la historia? ¡Yo escribo la historia, y usted queda bien, bien para siempre, coronel!
La lengua se le pega al paladar, a los dientes.
-Cuando llegue el momento... usted será el primero...
-No, ya mismo. Piense. París Match. Life. Cinco mil dólares. Diez mil. Lo que quiera.
Se ríe.
-¿Dónde, coronel, dónde?


Se para despacio, no me conoce. Tal vez va a preguntarme quién soy, qué hago ahí. Y mientras salgo derrotado, pensando que tendré que volver, o que no volveré nunca. Mientras mi dedo índice inicia ya ese infatigable itinerario por los mapas, uniendo isoyetas, probabilidades, complicidades. Mientras sé que ya no me interesa, y que justamente no moveré un dedo, ni siquiera en un mapa, la voz del coronel me alcanza como una revelación.
-Es mía -dice simplemente-. Esa mujer es mía


Pero el odio no estaba limitado a los hombres: en la revista Sur
, Silvina Ocampo, esposa de Adolfo Bioy Casares y hermana de Victoria, versificaba: Que no renazca el sol, que no brille la luna/ si tiranos como estos siembran nueva infortuna,/ engañando a la patria. Es tiempo ya que muera/ esa raza maldita, esa estirpe rastrera.

Sur, Perón y después.


Es importante aclarar al final de este articulo que no se ha intentado  una justificación del peronismo ni de los escritores que escribieron contra él; es solo un intento de rever que mucha de la mejor literatura de los cuarenta, cincuenta e incluso parte de los sesenta es un resultado directo de este enfrentamiento; paralelamente podría hacerse una lista de escritores que apoyaron al peronismo y escribieron positivamente sobre él; pero lo mas interesante es ver como algunos de los mejores escritores de toda la historia argentina (Borges, Bioy y Cortázar) fueron influenciados por esta contienda y dieron muestra de ella en su obra; contienda que se desarrollo a un nivel popular y literario que pasa casi totalmente inadvertida fuera del país....

[...como corresponde, pues ya a nadie le importa si Dante en su Divina Comedia mando al infierno a sus enemigos políticos; lo que importa es la obra mas allá de la intencionalidad del autor, expuesta para ser leída por nuevos y entusiastas lectores. Como decía el mismo Borges: Isaac Luria declara que la eterna Escritura/ tiene tantos sentidos como lectores. Cada/ Versión es verdadera y ha sido prefijada/ Por Quien es el lector, el libro y la lectura.]


Por ultimo vale hacer notar que en años recientes aparecieron obras de escritores que nacidos y crecidos en el primer gobierno peronista, aportaron valiosas versiones del movimiento durante los duros años sesentas y la breve efervescencia del 73. La mas importante tal vez, fue la novela corta No habrá mas penas y olvido (1982), donde Osvaldo Soriano retrata la lucha entre el ala izquierda y el ala derecha del peronismo, utilizando como escenario una pequeña ciudad inventada: Colonia Vela. Soriano: Quiero intentar un modesto fresco de ese clima atroz que negamos cada día.

Mas tarde publicara Cuentos de los años felices (1993) que muestra una visión entre irónica y humorista de su niñez durante el peronismo, así como un inolvidable cuadro de su padre, antiperonista a ultranza.


El rasgo mas destacado de todos estos títulos es como el tiempo ha ido destilando los motivos para el que fueron pensados y solo quedo en ellos la literatura y no la obvia intencionalidad del autor. Lo segundo es lo que Piglia llama la incorporación del otro, del distinto, que hace este grupo mayoritario de escritores (partiendo del clásico de Sarmiento, Facundo, hasta un clásico de Borges, El Sur,) que les permite participar ficticiamente de ese mundo feroz que los atrae y los espanta al mismo tiempo.


Volviendo por ultima vez a Borges y con su permiso entonces, diremos: no nos une el amor sino el espanto; será por eso que la quiero tanto.

Bibliografía.

·         Antología Poética. 1923-1977. Jorge Luis Borges. Alianza Editorial. 1998.

·         Obra Poética 2. Jorge Luis Borges. Alianza Editorial. 1998.

·         Elogio de la sombra. Jorge Luis Borges. Emecé. 1996.

·         Historia de la Eternidad. Jorge Luis Borges. Alianza Editorial. 1998.

·         El hacedor. Jorge Luis Borges. Alianza Editorial. 1998.

·         El aleph. Jorge Luis Borges. Emecé. 1996.

·         Ficciones. Jorge Luis Borges. Emecé. 1996.

·         Borges. Biografía Verbal. Roberto Alifano. Plaza y Janés. Biografía. 1988.

·         Borges-Bioy. Confesiones, confesiones. Rodolfo Braceli. Sudamericana. 1997.

·         Homenaje a Borges. Edición Especial de La Maga. 1996.

·         Los siete Locos. Roberto Arlt. Losada. 1995.

·         Los lanzallamas. Roberto Arlt. Losada. 1996.

·         Bestiario. Julio Cortázar. Sudamericana. 1969.

·         Santa Evita. Tomas Eloy Martínez. Planeta. 1995.

·         La novela de Perón. Tomas Eloy Martínez. Planeta bolsillo. 1996.

·         No habrá mas penas ni olvidos. Osvaldo Soriano. Sudamericana. 1993.

·         Cuentos de los años felices. Osvaldo Soriano. Sudamericana. 1993.

·         Homenaje a Osvaldo Soriano. Edición Especial de La Maga. 1997.

·         Critica y Ficción. Ricardo Piglia. Ediciones Siglo Veinte. 1986.

·         La Argentina en pedazos. Ricardo Piglia. Ediciones La Urraca. 1993.

·         Respiración Artificial. Ricardo Piglia. Sudamericana. 1988.

·         Los oficios terrestres. Rodolfo Walsh. Ediciones De la Flor. 1986.

·         Homenaje a Bioy Casares. Edición Especial de La Maga. 1996.

·         El domicilio de la aventura. Juan Sasturain. Colihue. 1995.

·         La violencia estaba en nosotros. Viviana Gorbato. Hombre Nº10. 1984.


Aclaración:
el capítulo Roberto Arlt: ver el futuro asusta, es un resumen del excelente articulo publicado por Viviana Gorbato en la revista Hombre; el  autor de esta nota considero importante incluirla porque, a pesar de que Arlt no conoció el peronismo, puede decirse que describió muchos de sus mecanismos menos agraciados de manera muy acertada en su novela.

Si quieres comunicarte con Iván de la Torre puedes hacerlo a:  helliconia@usa.net
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