Desde México,
Jorge Solís Arenazas.
A guisa de epílogo,
con referencia al artículo que he presentado en el número
pasado de esta revista, ahora ofrezco una informal, dispersa y desorganizada
charla con Roberto López Moreno, en torno a los poemurales,
bajo una transcripción libre.
Jorge
Solís.-
Bueno, hablemos un poco sobre los poemurales. Yo quiero plantear,
de momento, una pregunta simple: ¿cómo llegas, después
de años de estar inmerso en una literatura tradicional, aún
con un compromiso político, a esta propuesta de los murales
literarios o poemurales?
Roberto López
Moreno.- Para ello fue vital mi relación humana con Leticia
Ocharán. Sus inquietudes políticas y estéticas
eran muchas y muy grandes, a las que se enfrentaba con gran entusiasmo.
Esto me hizo, a lo largo de 20 años, clarificarme algunas cuestiones
y, sobre todo, apasionarme por algunas más que ya empezaba
a pensar, o que ya tenía previstas sin un trato muy profundo.
Con ella, a partir de discusiones matinales, que eran nuestros diarios
desayunos, fuimos viendo varios de estos problemas con una actitud
muy moderna, que ella mantuvo con la vida y con el arte. Fue, de principio,
esto lo que me ayudó a resolver mi panorama y así fui
ingresando a movimientos importantes en los cuales se encontraba ella,
y que yo no había podido considerar en toda su magnitud, con
todas sus implicaciones teóricas: poesía visual, arte
correo, etcétera. Ella me puso a estudiar, me dio mis primeros
textos. Conocí, de esa forma a gente muy importante, como Clemente
Padín. En resumen, fortaleció visiones que yo había
tenido o animó otras inesperadas para mí.
El asunto es que
yo he sido una persona que se maneja en el arte con una preocupación
política. Así, traté de encontrar el punto de
fusión siempre entre mi trabajo artístico y la visión
política de nuestra realidad, ya que considero que el país
y el continente en el cual vivimos es una parte muy lastimada de la
geografía universal, lo que requiere respuestas a fondo. El
arte es una de las maneras en donde se pueden dar este tipo de respuestas.
Si nos fallan los políticos, los tecnócratas, los deportistas
como campeones de la derrota, etcétera, el arte se torna el
último reducto para una respuesta digna y eficaz a los grandes
problemas que como sociedad y como continente vivimos. Esta fue la
gran preocupación que me llevo a una lectura en torno a lo
que se había hecho años o décadas antes que las
mías, en donde encontré grandes intenciones pero también
grandes caídas en cuanto a una concepción estética.
Tú mismo me has hablado de una antología de Xorge del
Campo, de "la poesía proletaria". Por ejemplo, él es
un estudioso, lo reunido ahí fue algo representativo de una
época en la cual él centro su estudio. Se trataba de
una poesía proletaria pero menor en cuanto a sus planteamientos
estéticos y aún en cuanto a su visión de lo ocurrido
en el resto del plantea; estaba desconectada de las cuestiones estéticas
que se estaban haciendo, y el resultado fue un trabajo muy pobre.
Todo esto lo tuve que revisar, analizando de dónde provenía
tal debilidad que yo encontré en determinados momentos, de
dónde venía, también la fuerza de una poesía
de "derecha" que tenía elementos más universales, lo
que no deja de ser curioso. Es más: yo considero que hasta
la fecha, en México, hablando de poesía estrictamente
los pasos más adelantados los ha dado la derecha, ya con Octavio
Paz, ya con Marco Antonio Montes de Oca, el que me parece muy interesante,
o con Jaime Sabines..... Bueno, Sabines no, él me parece más
un mito. El caso es que las voces más altas las ha proporcionado
la derecha y hay que estudiar eso. Todo eso me motivo a reflexionar,
encontrando la necesidad de configurar un nuevo lenguaje, una nueva
visión a la que le he dado la forma de los poemurales. Todo
esto es como una serie de espejos con los cuales yo busco una visión
más integral de la realidad de las cosas.
JS.-
Bien, el poemural
establece una identidad con el muralismo mexicana y de forma más
precisa con la moderna posición de Siqueiros en cuanto a la
búsqueda del lenguaje, las relaciones entre estética
y política, etcétera. Una de las preocupaciones de tal
movimiento fue la búsqueda de lenguajes, cada vez más
plurales. Entonces, considerando esto, quiero que hables de lo siguiente:
¿hasta dónde va la amplitud de lenguajes en un poemural?
RLM.- Hasta
donde sea capaz el autor de manejar, sin romper su unidad, los elementos
proporcionados por la vida contemporánea, significándolos,
porque incluso hay algunos procedimientos lingüísticos
que hasta podrían ser antipoéticos, pero hay que valernos
de ellos, enriqueciendo todo un torrente. Nuestra sociedad es multifacética,
de una gran pluralidad en varias cosas. Ahora, nuestro deber es responder
a esa realidad con la misma sustancia, aprendiendo a manejar los materiales
que la misma realidad nos da, los plurivalores que el tiempo otorga,
manejándolos en función de una expresión estética
mayor. He ahí la intención fundamental de los poemurales,
partiendo de que todo eso lleva a crear un lenguaje para expresar
ante todo un pensamiento político.
JS.-
Por otra parte,
Siqueiros ha sostenido que los medios físicos para resolver
los problemas de la sociedad moderna deben ser justamente modernos.
Los poemurales, además de su experimentación con varias
formas crípticas, discursivas, etcétera, ¿cómo
han buscado un soporte físico más allá del "libro"?
RLM.- Yo creo
que esto se va a ir abriendo en la medida de que se avance sobre el
pensamiento. Yo he participado en exposiciones de arte objeto, de
ambientaciones. Por ejemplo, en una exposición llamada Nuestro
rostro monté un costal clavado de forma vertical con una
obertura que representa una vagina; adentro de ésta una frase
que empleó Días Ordaz mientras asesinaba estudiantes
en Tlatelolco: "En mí no cabe el odio". La vagina lo ve y le
responde: "Es en mí en donde no cabe el odio". Recuerdo que
causo cierto impacto, al estar rodeado por hileras con poesía
tradicional de corte erótico, en donde nos encontramos Enrique
González Rojo y yo. Así he estado en los umbrales de
utilizar otro tipo de materiales. Mas los poemurales no han salido
del circuito tradicional que representa el libro, pero la puerta está
abierta para que el salto se dé. Ese será un enriquecimiento
que se dará cuando la propuesta esté más madura,
pero es algo necesario en el momento mismo que creo en la interacción
de las artes, sus vasos comunicantes entre diversas formas estéticas.
El poemural saldrá del libro y seguirá potenciando los
recursos gráficos que ahora ha tenido, junto con ecuaciones
matemáticas, etcétera. Conquistarán volumen y
sonido.
JS.-
Saltando un
poco. Las vanguardias fueron subsumidas por el sistema como el performance
más tarde. Ahora el peligro lo vive el arte correo. Los poemurales
han sido marginados y ese peligro es ahora ausente. ¿Cómo entrar
a la discusión de forma fuerte evadiendo esos peligros?
RLM.- Ciertamente
la discusión no se ha dado de forma seria y abierta y por ello
no puede existir todavía apropiación. Pero hay que tener
en cuenta siempre que la sociedad en donde vivimos posee un felino
sentido de comercialización de todo. Pero sencillamente mientras
siga como mera propuesta el peligro no es sino potencia. La discusión
no se ha dado porque no hay amor por parte de las esferas dedicadas
al arte: el que pasa por crítico, por poeta, por difusor de
cultura, siempre encerrados en el juego del título, del nombre,
de la beca como promesa eterna. Todo esto es el alimento de grupos
artísticos que han renunciado al amor, olvidando propuestas
como los poemurales. Y eso mismo hace que los poemurales sigan latiendo.
JS.-
Ahora hay
que hablar ligeramente sobre cuestiones más particulares de
los poemurales. Están Río, Guitarra, Longitud de
la iguana, Poema a la Unión Soviética. Yo
quisiera hablar un poco de éste último pero ahora me
interesa saber cuál es la relación entre ellos, o bien,
saber si existe la relación.
RLM.- Hay continuidad
y ruptura. Está, primero, la idea de seguir desarrollando el
planteamiento. Ahora hay seis poemurales que van estableciendo entre
sí continuidad por su lógica fundamental, aunque cada
nuevo ha sido un paso con nuevos hallazgos. No sé cómo
si esto podría representar rompimientos. De entrada, no fueron
escritos de un solo golpe, pasó el tiempo de uno a otro, en
donde me encontré nuevas cosas, me sumergí en nuevas
lecturas, ubiqué nuevas fechas, que ocupo como elementos de
misterio y de clave, enriquecedores ante el vacío o el no vacío
que da el misterio, en política o poesía. Todo esto
se va sumando y representa un rompimiento con las primeras piezas.
Se ha tratado, pues, de seguir con esa línea pero no de forma
lineal. Es por ello que en el libro aparece primero justo el último
poemural escrito, La longitud de la iguana. En resumen no se
ha querido dar una idea muy formal del desarrollo. Y así se
trata también de plantear un poco el tema de la transgresión
con el desarrollo mismo de los textos.
JS.-
Vamos al Poema
a la Unión Soviética....
RLM.- El
más extenso, el que tiene más elementos....
JS.-
Son justamente
esos elementos..... En cierta parte, tú trabajas un supuesto
diálogo entre Juan Bautista Villaseca y José Lezama
Lima, también reproduces cuestiones en torno a Aurora Reyes,
hay descomposición y recomposición de ciertos elementos
visuales. Pero es en especial el último verso del texto el
que me tiene deslumbrado: "P.D. Después fue el derrumbe....".
Me interesa porque existe una unidad armónica durante todo
el poemural. Pero la post data obliga a plantear todo el sentido del
recorrido.
RLM.- Es el
poemural más largo. Me gustaría plantear una anécdota.
Este fue un poema publicado originalmente como un cuaderno sólo,
en Claves Latinoamericanas, por Raúl Macín. Eran 12
poetas y entre ellos fue publicado tal trabajo, mas sólo once
salieron el día de la presentación por simple mala suerte:
el mío faltó. Llegó un crítico literario,
y serio felicitó al editor por todo su trabajo, aclarando que
había cometido un único error al publicar aquel poema
mío: "Cómo se atreve a publicar realismo socialista
en estas fechas". Con cachaza de editor le respondió: "¿Ya
la leyó bien?, ¿tan anticuado lo siente?, ¡pero si fue el único
cuaderno que no alcanzó a salir". Sólo hubo una respuesta:
"Con permiso", y se salió del lugar. Yo buscaba tal respuesta,
era una provocación y el mero día de la presentación
un crítico cayó de la maneras más lamentable
y ridícula en la trampa.
El poema no persigue
lo que sugiere el título. Va en respuesta a problemas actuales.
Para empezar está lo que has dicho: el diálogo entre
Villaseca y Lezama Lima. El último es un gran poeta reconocido
en todo el continente, aun si en el pasado se le negó valor.
Aquel, Villaseca, es un poeta muerto en 1969 que ha sido ignorado.
Nadie ha querido voltear hacia él aunque ha sido saqueado por
otros poetas. Los poetas grandes y desconocidos son un gajo sabroso
de pastel: se les puede sacar todo, se les puede plagiar todo. Fue
un juego en donde traté de asumir el lenguaje y los elementos
de cada uno. Era un reto captar el lenguaje lezámico, o también
el de Villaseca. Creo que logré asumir sus elementos de forma
muy propia.
También
está una visión mía, de un viaje a la U.R.S.S.,
en donde planeó únicamente recrear ciertas atmósferas
a partir de puras palabras sueltas. No hay una gran estructuración
sintáctica. Es una curva, insisto, entre partículas
atmosféricas. Otra vivencia es la siguiente. Caminaba yo por
Kalinin y reconocí ciertas semejanzas arquitectónicas
con el metro de Tacuba. Entonces veo a una mujer en el metro de Moscú
y empiezo a repasar historias imaginarias entre las semejanzas, el
azar del encuentro con la mujer de Moscú, y finalmente vuelvo
a ver a la misma mujer en México, cerca del metro de Tacuba,
en la colonia Clavería, que me viene a decir que sigue viva
la primavera. Se funden las dos cuestiones.... Etcétera.
JS.-
El verso que
abre todo es un elemento de muy alta sonoridad: Si Vid Al Altura Verbos
Verbo V. Desde aquí se plantea juego y descomposición
que me recuerda a la composición de una sinfonía: se
proponen temas que son retomados con variaciones, con pérdidas,
enriquecimientos, transformaciones. La orquestación es.....Insisto,
¿cómo llega todo desde este primer verso hasta la post data
final?
RLM.- Bueno,
voy a borrar un poco el misterio. Tardó mucho en publicarse
y en ese tiempo se hablaba ya de la crisis y la caída irremediable.
Era cada vez más fuerte esta versión: la U.R.S.S. caerá,
sus errores habían sido muy grandes. Y de pronto, ¡cae!. Justo
en ese momento se publica el texto. Yo empece a sentir la necesidad
de gritar: ¿todo esto se derrumbó, se esfumó! Y así
me sentí en la necesidad de agregarle una post data que obligara
al recuento del poema como el recuento de la historia.
JS.-
Mas la post
data no parece negar sino afirmar todo lo dicho anteriormente. Y desde
aquí hay un problema de re-semantización.
RLM.- Pienso
que lo maravilloso de la frase es eso, pues salió de mi propia
intención, de mi propia dimensión y llegó a tener
más posibilidades que las previstas.
JS.-
Ese es un
problema lúdico, ¿no? De otra forma la frase habría
tenido otro futuro. La pluralidad de lenguajes en los poemurales parte
del sentido del juego. ¿Es cierta esta sospecha?
RLM.- Sólo
el juego descubre a las cosas, pues es una "inquietud inquietante"
que va más allá de cualquier formalismo. Jugando con
los elementos, descomponiéndolos y recomponiéndolos
en otros tonos y desde otras perspectivas, se abren mundos nuevos
de búsqueda. Y el juego de las formas exige no perder el sentido
de encontrar un asunto mayor, la expresión, la comunicación.
Yo acepto el juego, pero esto sólo a condición de recordar
la situación de Latinoamérica, en donde creo. No estoy
en desacuerdo con formas crípticas de creación, ni me
encuentro peleado con planteamientos culturales elevados. Pero creo
que estos elementos deben ser utilizados a fin de cuentas dentro de
la concepción de nuestro propio tiempo, provocando nuevos estadios
de pensamiento para un nuevo acto de liberación de la misma
gente. Si creemos en la libertad hay que recordar que el juego facilita
esa cuestión. Y seremos libres recurriendo a todas las medidas
posibles, sin negarlas sino volviéndolas a significar; esto
es en base al juego organizado de acuerdo a la función social
mayor. En concreto, el juego debe ir más allá del arte
purismo.
JS.-
Concluyamos:
la correlación de fuerzas se ha alterado fuertemente. En este
sentido, ¿la poesía puede ser una práctica de libertad,
un ejercicio democrático?
RLM.- ¿Recuerdas
como se burla Cardoza y Aragón de Siqueiros o Rivera?.... Bueno......
¿Para dónde caminaba Cardoza? Para donde soplaba el viento.
Eso ocurre de forma casi general. La poesía, todo gran arte,
no es justamente popular. No es "para masas". Pero eso no quiere decir
que el artista no esté preocupado por problemas populares o
por el problema de la libertad en sus sociedad. El artista no puede
conceder nada de forma complaciente, sino debe ayudar a avanzar en
este camino. La forma de lograr esto es la atención en el elemento
colectivo.
Estévez
convierte alguna leyenda de Venezuela en una sinfonía, por
ejemplo. Acaso la gente, al escucharla, no podrá captar la
magnitud de la obra, pero no dejará, por esto, de reconocerse
en ciertos elementos de la misma. Otro ejemplo, en una entrevista
a Mario Stern. El dice que en Tlapayacán, en donde tiene una
casa, compuso otra sinfonía sobre un tema popular y animó
a músicos populares del lugar para ejecutarla. Costo un trabajo
enorme porque ellos no tenían los conocimientos sinfónicos
para ejecutar una obra de tal índole. Pero es más que
seguro que ellos reconocieron sus montes, sus llanos, la música
de sus fiestas en ciertos pasajes. Y estuvieron así más
cerca de la obra que cualquier músico de concierto que pudo
ejecutarla. Esos elementos de acercamiento son los que cuentan, pues.
El arte no puede ser panfletario pero debe ir a la gente, debe rescatar
el propio movimeinto de la gente y darle nueva fuerza. Así
ejecutará su propia libertad frente a una preocupación
democrática que surge de la gente misma y no de una posición
elitista que sólo pretende comprometerse con la pura belleza.
Yo veo a los poemurales de forma paralela. Pero sí la poesía
puede y debe ser un ejercicio de la democracia y de la libertad.