Santiago de Chile.
Revista Virtual. 
Año 2
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 22.
12 de Octubre al
12 de Noviembre de 2000.

ENTREVISTA CON
ROBERTO LÓPEZ MORENO

Desde México, Jorge Solís Arenazas.

A guisa de epílogo, con referencia al artículo que he presentado en el número pasado de esta revista, ahora ofrezco una informal, dispersa y desorganizada charla con Roberto López Moreno, en torno a los poemurales, bajo una transcripción libre.

Jorge Solís.- Bueno, hablemos un poco sobre los poemurales. Yo quiero plantear, de momento, una pregunta simple: ¿cómo llegas, después de años de estar inmerso en una literatura tradicional, aún con un compromiso político, a esta propuesta de los murales literarios o poemurales?

Roberto López Moreno.- Para ello fue vital mi relación humana con Leticia Ocharán. Sus inquietudes políticas y estéticas eran muchas y muy grandes, a las que se enfrentaba con gran entusiasmo. Esto me hizo, a lo largo de 20 años, clarificarme algunas cuestiones y, sobre todo, apasionarme por algunas más que ya empezaba a pensar, o que ya tenía previstas sin un trato muy profundo. Con ella, a partir de discusiones matinales, que eran nuestros diarios desayunos, fuimos viendo varios de estos problemas con una actitud muy moderna, que ella mantuvo con la vida y con el arte. Fue, de principio, esto lo que me ayudó a resolver mi panorama y así fui ingresando a movimientos importantes en los cuales se encontraba ella, y que yo no había podido considerar en toda su magnitud, con todas sus implicaciones teóricas: poesía visual, arte correo, etcétera. Ella me puso a estudiar, me dio mis primeros textos. Conocí, de esa forma a gente muy importante, como Clemente Padín. En resumen, fortaleció visiones que yo había tenido o animó otras inesperadas para mí.

El asunto es que yo he sido una persona que se maneja en el arte con una preocupación política. Así, traté de encontrar el punto de fusión siempre entre mi trabajo artístico y la visión política de nuestra realidad, ya que considero que el país y el continente en el cual vivimos es una parte muy lastimada de la geografía universal, lo que requiere respuestas a fondo. El arte es una de las maneras en donde se pueden dar este tipo de respuestas. Si nos fallan los políticos, los tecnócratas, los deportistas como campeones de la derrota, etcétera, el arte se torna el último reducto para una respuesta digna y eficaz a los grandes problemas que como sociedad y como continente vivimos. Esta fue la gran preocupación que me llevo a una lectura en torno a lo que se había hecho años o décadas antes que las mías, en donde encontré grandes intenciones pero también grandes caídas en cuanto a una concepción estética. Tú mismo me has hablado de una antología de Xorge del Campo, de "la poesía proletaria". Por ejemplo, él es un estudioso, lo reunido ahí fue algo representativo de una época en la cual él centro su estudio. Se trataba de una poesía proletaria pero menor en cuanto a sus planteamientos estéticos y aún en cuanto a su visión de lo ocurrido en el resto del plantea; estaba desconectada de las cuestiones estéticas que se estaban haciendo, y el resultado fue un trabajo muy pobre. Todo esto lo tuve que revisar, analizando de dónde provenía tal debilidad que yo encontré en determinados momentos, de dónde venía, también la fuerza de una poesía de "derecha" que tenía elementos más universales, lo que no deja de ser curioso. Es más: yo considero que hasta la fecha, en México, hablando de poesía estrictamente los pasos más adelantados los ha dado la derecha, ya con Octavio Paz, ya con Marco Antonio Montes de Oca, el que me parece muy interesante, o con Jaime Sabines..... Bueno, Sabines no, él me parece más un mito. El caso es que las voces más altas las ha proporcionado la derecha y hay que estudiar eso. Todo eso me motivo a reflexionar, encontrando la necesidad de configurar un nuevo lenguaje, una nueva visión a la que le he dado la forma de los poemurales. Todo esto es como una serie de espejos con los cuales yo busco una visión más integral de la realidad de las cosas.

JS.- Bien, el poemural establece una identidad con el muralismo mexicana y de forma más precisa con la moderna posición de Siqueiros en cuanto a la búsqueda del lenguaje, las relaciones entre estética y política, etcétera. Una de las preocupaciones de tal movimiento fue la búsqueda de lenguajes, cada vez más plurales. Entonces, considerando esto, quiero que hables de lo siguiente: ¿hasta dónde va la amplitud de lenguajes en un poemural?

RLM.- Hasta donde sea capaz el autor de manejar, sin romper su unidad, los elementos proporcionados por la vida contemporánea, significándolos, porque incluso hay algunos procedimientos lingüísticos que hasta podrían ser antipoéticos, pero hay que valernos de ellos, enriqueciendo todo un torrente. Nuestra sociedad es multifacética, de una gran pluralidad en varias cosas. Ahora, nuestro deber es responder a esa realidad con la misma sustancia, aprendiendo a manejar los materiales que la misma realidad nos da, los plurivalores que el tiempo otorga, manejándolos en función de una expresión estética mayor. He ahí la intención fundamental de los poemurales, partiendo de que todo eso lleva a crear un lenguaje para expresar ante todo un pensamiento político.

JS.- Por otra parte, Siqueiros ha sostenido que los medios físicos para resolver los problemas de la sociedad moderna deben ser justamente modernos. Los poemurales, además de su experimentación con varias formas crípticas, discursivas, etcétera, ¿cómo han buscado un soporte físico más allá del "libro"?

RLM.- Yo creo que esto se va a ir abriendo en la medida de que se avance sobre el pensamiento. Yo he participado en exposiciones de arte objeto, de ambientaciones. Por ejemplo, en una exposición llamada Nuestro rostro monté un costal clavado de forma vertical con una obertura que representa una vagina; adentro de ésta una frase que empleó Días Ordaz mientras asesinaba estudiantes en Tlatelolco: "En mí no cabe el odio". La vagina lo ve y le responde: "Es en mí en donde no cabe el odio". Recuerdo que causo cierto impacto, al estar rodeado por hileras con poesía tradicional de corte erótico, en donde nos encontramos Enrique González Rojo y yo. Así he estado en los umbrales de utilizar otro tipo de materiales. Mas los poemurales no han salido del circuito tradicional que representa el libro, pero la puerta está abierta para que el salto se dé. Ese será un enriquecimiento que se dará cuando la propuesta esté más madura, pero es algo necesario en el momento mismo que creo en la interacción de las artes, sus vasos comunicantes entre diversas formas estéticas. El poemural saldrá del libro y seguirá potenciando los recursos gráficos que ahora ha tenido, junto con ecuaciones matemáticas, etcétera. Conquistarán volumen y sonido.

JS.- Saltando un poco. Las vanguardias fueron subsumidas por el sistema como el performance más tarde. Ahora el peligro lo vive el arte correo. Los poemurales han sido marginados y ese peligro es ahora ausente. ¿Cómo entrar a la discusión de forma fuerte evadiendo esos peligros?

RLM.- Ciertamente la discusión no se ha dado de forma seria y abierta y por ello no puede existir todavía apropiación. Pero hay que tener en cuenta siempre que la sociedad en donde vivimos posee un felino sentido de comercialización de todo. Pero sencillamente mientras siga como mera propuesta el peligro no es sino potencia. La discusión no se ha dado porque no hay amor por parte de las esferas dedicadas al arte: el que pasa por crítico, por poeta, por difusor de cultura, siempre encerrados en el juego del título, del nombre, de la beca como promesa eterna. Todo esto es el alimento de grupos artísticos que han renunciado al amor, olvidando propuestas como los poemurales. Y eso mismo hace que los poemurales sigan latiendo.

JS.- Ahora hay que hablar ligeramente sobre cuestiones más particulares de los poemurales. Están Río, Guitarra, Longitud de la iguana, Poema a la Unión Soviética. Yo quisiera hablar un poco de éste último pero ahora me interesa saber cuál es la relación entre ellos, o bien, saber si existe la relación.

RLM.- Hay continuidad y ruptura. Está, primero, la idea de seguir desarrollando el planteamiento. Ahora hay seis poemurales que van estableciendo entre sí continuidad por su lógica fundamental, aunque cada nuevo ha sido un paso con nuevos hallazgos. No sé cómo si esto podría representar rompimientos. De entrada, no fueron escritos de un solo golpe, pasó el tiempo de uno a otro, en donde me encontré nuevas cosas, me sumergí en nuevas lecturas, ubiqué nuevas fechas, que ocupo como elementos de misterio y de clave, enriquecedores ante el vacío o el no vacío que da el misterio, en política o poesía. Todo esto se va sumando y representa un rompimiento con las primeras piezas. Se ha tratado, pues, de seguir con esa línea pero no de forma lineal. Es por ello que en el libro aparece primero justo el último poemural escrito, La longitud de la iguana. En resumen no se ha querido dar una idea muy formal del desarrollo. Y así se trata también de plantear un poco el tema de la transgresión con el desarrollo mismo de los textos.

JS.- Vamos al Poema a la Unión Soviética....

RLM.- El más extenso, el que tiene más elementos....

JS.- Son justamente esos elementos..... En cierta parte, tú trabajas un supuesto diálogo entre Juan Bautista Villaseca y José Lezama Lima, también reproduces cuestiones en torno a Aurora Reyes, hay descomposición y recomposición de ciertos elementos visuales. Pero es en especial el último verso del texto el que me tiene deslumbrado: "P.D. Después fue el derrumbe....". Me interesa porque existe una unidad armónica durante todo el poemural. Pero la post data obliga a plantear todo el sentido del recorrido.

RLM.- Es el poemural más largo. Me gustaría plantear una anécdota. Este fue un poema publicado originalmente como un cuaderno sólo, en Claves Latinoamericanas, por Raúl Macín. Eran 12 poetas y entre ellos fue publicado tal trabajo, mas sólo once salieron el día de la presentación por simple mala suerte: el mío faltó. Llegó un crítico literario, y serio felicitó al editor por todo su trabajo, aclarando que había cometido un único error al publicar aquel poema mío: "Cómo se atreve a publicar realismo socialista en estas fechas". Con cachaza de editor le respondió: "¿Ya la leyó bien?, ¿tan anticuado lo siente?, ¡pero si fue el único cuaderno que no alcanzó a salir". Sólo hubo una respuesta: "Con permiso", y se salió del lugar. Yo buscaba tal respuesta, era una provocación y el mero día de la presentación un crítico cayó de la maneras más lamentable y ridícula en la trampa.

El poema no persigue lo que sugiere el título. Va en respuesta a problemas actuales. Para empezar está lo que has dicho: el diálogo entre Villaseca y Lezama Lima. El último es un gran poeta reconocido en todo el continente, aun si en el pasado se le negó valor. Aquel, Villaseca, es un poeta muerto en 1969 que ha sido ignorado. Nadie ha querido voltear hacia él aunque ha sido saqueado por otros poetas. Los poetas grandes y desconocidos son un gajo sabroso de pastel: se les puede sacar todo, se les puede plagiar todo. Fue un juego en donde traté de asumir el lenguaje y los elementos de cada uno. Era un reto captar el lenguaje lezámico, o también el de Villaseca. Creo que logré asumir sus elementos de forma muy propia.

También está una visión mía, de un viaje a la U.R.S.S., en donde planeó únicamente recrear ciertas atmósferas a partir de puras palabras sueltas. No hay una gran estructuración sintáctica. Es una curva, insisto, entre partículas atmosféricas. Otra vivencia es la siguiente. Caminaba yo por Kalinin y reconocí ciertas semejanzas arquitectónicas con el metro de Tacuba. Entonces veo a una mujer en el metro de Moscú y empiezo a repasar historias imaginarias entre las semejanzas, el azar del encuentro con la mujer de Moscú, y finalmente vuelvo a ver a la misma mujer en México, cerca del metro de Tacuba, en la colonia Clavería, que me viene a decir que sigue viva la primavera. Se funden las dos cuestiones.... Etcétera.

JS.- El verso que abre todo es un elemento de muy alta sonoridad: Si Vid Al Altura Verbos Verbo V. Desde aquí se plantea juego y descomposición que me recuerda a la composición de una sinfonía: se proponen temas que son retomados con variaciones, con pérdidas, enriquecimientos, transformaciones. La orquestación es.....Insisto, ¿cómo llega todo desde este primer verso hasta la post data final?

RLM.- Bueno, voy a borrar un poco el misterio. Tardó mucho en publicarse y en ese tiempo se hablaba ya de la crisis y la caída irremediable. Era cada vez más fuerte esta versión: la U.R.S.S. caerá, sus errores habían sido muy grandes. Y de pronto, ¡cae!. Justo en ese momento se publica el texto. Yo empece a sentir la necesidad de gritar: ¿todo esto se derrumbó, se esfumó! Y así me sentí en la necesidad de agregarle una post data que obligara al recuento del poema como el recuento de la historia.

JS.- Mas la post data no parece negar sino afirmar todo lo dicho anteriormente. Y desde aquí hay un problema de re-semantización.

RLM.- Pienso que lo maravilloso de la frase es eso, pues salió de mi propia intención, de mi propia dimensión y llegó a tener más posibilidades que las previstas.

JS.- Ese es un problema lúdico, ¿no? De otra forma la frase habría tenido otro futuro. La pluralidad de lenguajes en los poemurales parte del sentido del juego. ¿Es cierta esta sospecha?

RLM.- Sólo el juego descubre a las cosas, pues es una "inquietud inquietante" que va más allá de cualquier formalismo. Jugando con los elementos, descomponiéndolos y recomponiéndolos en otros tonos y desde otras perspectivas, se abren mundos nuevos de búsqueda. Y el juego de las formas exige no perder el sentido de encontrar un asunto mayor, la expresión, la comunicación. Yo acepto el juego, pero esto sólo a condición de recordar la situación de Latinoamérica, en donde creo. No estoy en desacuerdo con formas crípticas de creación, ni me encuentro peleado con planteamientos culturales elevados. Pero creo que estos elementos deben ser utilizados a fin de cuentas dentro de la concepción de nuestro propio tiempo, provocando nuevos estadios de pensamiento para un nuevo acto de liberación de la misma gente. Si creemos en la libertad hay que recordar que el juego facilita esa cuestión. Y seremos libres recurriendo a todas las medidas posibles, sin negarlas sino volviéndolas a significar; esto es en base al juego organizado de acuerdo a la función social mayor. En concreto, el juego debe ir más allá del arte purismo.

JS.- Concluyamos: la correlación de fuerzas se ha alterado fuertemente. En este sentido, ¿la poesía puede ser una práctica de libertad, un ejercicio democrático?

RLM.- ¿Recuerdas como se burla Cardoza y Aragón de Siqueiros o Rivera?.... Bueno...... ¿Para dónde caminaba Cardoza? Para donde soplaba el viento. Eso ocurre de forma casi general. La poesía, todo gran arte, no es justamente popular. No es "para masas". Pero eso no quiere decir que el artista no esté preocupado por problemas populares o por el problema de la libertad en sus sociedad. El artista no puede conceder nada de forma complaciente, sino debe ayudar a avanzar en este camino. La forma de lograr esto es la atención en el elemento colectivo.

Estévez convierte alguna leyenda de Venezuela en una sinfonía, por ejemplo. Acaso la gente, al escucharla, no podrá captar la magnitud de la obra, pero no dejará, por esto, de reconocerse en ciertos elementos de la misma. Otro ejemplo, en una entrevista a Mario Stern. El dice que en Tlapayacán, en donde tiene una casa, compuso otra sinfonía sobre un tema popular y animó a músicos populares del lugar para ejecutarla. Costo un trabajo enorme porque ellos no tenían los conocimientos sinfónicos para ejecutar una obra de tal índole. Pero es más que seguro que ellos reconocieron sus montes, sus llanos, la música de sus fiestas en ciertos pasajes. Y estuvieron así más cerca de la obra que cualquier músico de concierto que pudo ejecutarla. Esos elementos de acercamiento son los que cuentan, pues. El arte no puede ser panfletario pero debe ir a la gente, debe rescatar el propio movimeinto de la gente y darle nueva fuerza. Así ejecutará su propia libertad frente a una preocupación democrática que surge de la gente misma y no de una posición elitista que sólo pretende comprometerse con la pura belleza. Yo veo a los poemurales de forma paralela. Pero sí la poesía puede y debe ser un ejercicio de la democracia y de la libertad.

Si quieres comunicarte con Jorge Solís Arenazas, puedes hacerlo a: poiesis@prodigy.net.mx
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