Clemente
Padín, Montevideo, Uruguay
No es casual que en este año
de revisiones y cuentas claras, el Conceptualismo, corriente estética
nacida a mediados de los 50s. que privilegia la idea artística
por sobre toda otra consideración, fuera objeto de dos de las
más importantes exposiciones de arte de fin/comienzo de siglo.
Nos referimos a ARTE CONCEPTUAL E CONCEPTUALISMOS (años 70 del
acerbo del Museo de Arte Contemporánea de la Universidad de Sao
Paulo, Brasil) y de SENTIERI INTERROTTI (crisis de la representación
y iconoclastia en el arte desde los años 50s. a fin de siglo).
La primera se realizó en el mes
de Junio/2000 en la Galería del MAC de Sao Paulo con la colección
de las diversas y sucesivas exposiciones organizadas bajo la dirección
de Walter Zanini, también curador de la XVI Bienal de Sao Paulo
(1981) quien, en épocas de auge de las dictaduras en el Cono
Sur latinoamericano, se atrevió a difundir y exhibir materiales
de contenido social y político de alto voltaje. La muestra fue
organizada por la investigadora Cristina Freire y reúne buena
parte de las obras que el Museo fue reuniendo a partir de las primeras
exposiciones realizadas en los 70s., sobre todo, la PROSPECTIVA 74,
POETICAS VISUALES, ARTE Y COMUNICAÇAO MARGINAL (1975), PAPEL
Y LAPIZ (1976) y otras. Se enfatizan las dificultades que surgieron
a la hora de exponer un arte "desmaterializado", "ideado", en gran parte
constituido por "documentos", fotografías, videos, etc. En palabras
de Cristina Freire:
"Entendemos Arte Conceptual en sentido
extenso, o sea, lo que es relevante para nosotros son: las estrategias
utilizadas en la elaboración de las obras (preponderancia de
la idea), algunas características frecuentes en las propuestas
(especialmente la transitoriedad de los medios y la precariedad de los
materiales usados), la actitud crítica frente a las instituciones
artísticas (sobre todo el museo), así como las particularidades
en las formas de circulación y recepción de cierto universo
de obras, en una determinada época. Los atributos de las obras
de arte tradicionales como peso, tamaño, permanencia y unicidad
se confrontan con la efemeridad, multiplicidad y precariedad. Esas características
antagónicas ponen en jaque el estatuto del objeto de arte".
Los diversos sectores de la muestra
comprenden: libros de artistas y publicaciones asociadas, poesía
concreta y poéticas visuales, arte postal, comunicación
marginal, instalaciones, del proyecto a la recreación, fotografías
de performances, memoria fotográfica y espacio, arte y crítica
social y arte sociológico. Fruto de una muy buena política
de difusión es la publicación de un excelente catálogo
con textos teóricos y de reprodución de obras de Lucio
Fontana, Paulo Bruscky, Horacio Zabala, Arthur Barrio, Hervé
Fischer, Joseph Beuys, Julio Plaza, Regina Silveira, Ulises Carrión,
Jorge Caraballo, Luis Camnitzer, Clemente Padín, Alain-Arias
Misson, Dick Higgins, y muchos otros. También se editó
el libro POETICAS DO PROCESSO-ARTE CONCEPTUAL DO MUSEU de Cristina Freire
en donde analiza a lo largo de 198 páginas, los orígenes
del arte conceptual, las dificultades para su difusión y las
poéticas ligadas al conceptualismo incluyendo, no sólo
fichas biobibliográficas de los principales exponentes sino también
un análisis pormenorizado de las obras más importantes
del período.
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tapon_del_Rio_de_la_Plata.
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La
segunda, SENTIERI INTERROTTI (SENDEROS CLAUSURADOS), se realizó
en el Palazo Bonaguro de la ciudad Bassano del Grappa, Italia, del 17
de Junio al 20 de Agosto, 2000. Este proyecto ha sido curado por Luigi
Bonotto, Mario Guderzo, Roberto Melchiori, Tiziano Santi y Mirella Bandini,
Vittore Baroni, Roberto Bui, Piermario Ciani, Martina Corgnati, Valerio
Dehó, Gino Di Maggio, Lóránd Hegyi, Stewart Home,
Luciano Inga Pin, Enrico Mascelloni, Loredana Parmesani, Sandro Ricaldone,
Carlo Romano, Dieter Schrage y Gianni-Emilio Simonetti. La muestra se
articuló en 11 secciones que intentan recuperar las más
importantes tendencias de la segunda mitad de este siglo: el grupo CO.BR.A
(1948-1951), con la exposición de cuadros de Appel, Constant,
Jorn y otros; el Letrismo, movimiento francés iniciado por Isidore
Isou luego de la 2da. Guerra Mundial en el cual se privilegian las posibilidades
expresivas de los elementos primordiales de los lenguajes, sus signos
infinitesimales y que diera origen al Situacionismo de Guy Debord de
gran influencia en nuestros días; el Movimiento Nuclear iniciado
en 1951, con obras de Cesar Colombo, Sergio Dangelo, Enrico Baj, etc.
de gran importancia en el desarrollo de la neo-vanguardia italiana;
Poesía Visual y Sonora, sobre todo en sus inicios en Firenze
a través de la Poesia Visiva; el Gutai, movimiento cultural subversivo
japonés que preanunció el Fluxus occidental; el Arte Bruto
(Art Brut); el Fluxus, nacido en los Estados Unidos a partir del resurgimiento
de Dada, tal vez, el movimiento de mayor influencia en nuestros días,
sobre todo a partir de sus intenciones de descalificar al "objeto artístico"
en favor de la "idea" o "concepto" ("el arte es la definición
del arte" de Joseph Kosuth), en un intento por devolver al arte su primigenia
condición de "producto de comunicación" y no de "objeto-mercancía"
del mercado del arte; el grupo Art & Language británico;
el Accionismo vienés, en la obra de su más destacado exponente,
Hermann Nitsch; el Arte Correo, tendencia nacida del Fluxus a partir
de las concepciones de Ray Johnson, artista neoyorquino que enviaba
obras inconclusas a sus amigos por correo para que las concluyeran y
se la reenviaran y que, hoy día, pese al tiempo transcurrido,
cuenta con una base de 1.000 artistas en todo el mundo (el Networking)
y, finalmente, la sección "Luther Blisset y la crisis de la Identidad",
ofensiva contra el culto egotista del nombre del artista "único
y genial", propio del mercado del arte, proponiendo que los artistas
se nuclen y firmen sus obras con un mismo nombre que, en este caso,
es Luther Blisset, pero que pudiera ser Karen Elliot u otro (como se
ha propuesto).
Además, numerosos artistas de
la performance y la instalación se hicieron presentes con sus
obras tales como Giovanni y Renata Strada, Emilio Morandi, Bruno Capatti,
Santini del Prete, etc. Por otra parte, Vittore Baroni presentó
un proyecto de arte correo convocando la participación del público:
"La mesa del pequeño iconoclasta", al cual se le invitaba a intervenir
sobre una serie de obras remitidas por el Network y que culminó
con la edición de las artistamps resultantes. En los días
previos a la inauguración se realizó un coloquio con el
tema: "La Facticidad del Arte entre la Etica y la Técnica", estudio
sobre los lenguajes artísticos, las transformaciones sociales
y los cambios que la tecnología ha introducido en la vida moderna,
con la participación de Eugenio Miccini, T. Santi, A. Brandalise
y otros. También, en diversos locales de la ciudad se exhibieron
videos de los más destacados artistas de las tendencias consideradas,
sobre todo del Fluxus quienes fueron los que más han insistido
en esta forma de documentación artística, tales como Dick
Higgins, Maciunas, Ben Vautier, John Cage, George Brecht, La Monte Young
y, mas cerca en el tiempo, de Julien Blaine, Eric Anderson, Sarenco,
Ruggero Maggi, etc.
Cuando para muchos críticos de
arte el Conceptualismo fue un paso en falso en la Historia del Arte,
para otros ha sido un verdadero avance en el desarrolo no sólo
del arte sino de la propia humanidad. Sin caer en uno u otro extremo
podemos afirmar que el conceptualismo ha expresado, como ninguna otra
tendencia artística, los cuestionamientos y el revisionismo de
los 60s. en relación a los lenguajes, sobre todo, sus implicaciones
ideológicas en relación al poder. Consecuentemente ha
reflejado la oposición generalizada contra los sistemas arbitrarios
y deshumanizantes, en particular por su deliberado intento de devolver
a las cosas (y al arte) su primigenia función de "objetos de
uso" y no "objetos de cambio" destacando el otro polo de la antinomia
"idea/cosa" o "espíritu/ materia". Digo "destacando" y no "sustituyendo"
porque, al fin de cuentas, el conceptualismo no reniega totalmente del
objeto (el documento de una idea suele ser un objeto). El conceptualismo
ha intentado devolverle su primitiva función y librarlo de las
connotaciones mercantiles para que recupere su índole de expresión
genuina de la actividad humana, es decir, productos de comunicación
y no instrumentos de control social a través del consumo conspicuo.
Clemente Padín: C. Correo Central 1211, 11000
Montevideo - URUGUAY