Parte quinta, séptima docena: de donde se habla, mejor dicho de donde se lo escucha a León y uno puede decir que estuvo, que siempre estuvo y casi que no.
Si de los argentinos se dice que tenemos ratones en el cerebro, en mi caso se puede hablar de coyuyos. Es una comunidad de coyuyos, hay un coyuyo poeta, otro es musiquero, hay un pintor también. Está el coyuyo quijote y el almirante, el que pilotea todos mis vuelos, y cuando la cosa se pone oscura y sin miras de aclarar, se hace presente el infaltable clon de coyuyo analista.
Anoche estaban de fiesta escuchando a León, al Tato, a Rali, a todos, Estuvieron en el GEPU (Club Gimnasia y Esgrima, Pedernera Unidos), estuvieron como estuve y casi se puede decir que tampoco estuve...
Porque siempre estuve cerca de León y el no lo ha de saber, estuve desde allá, en los BAROCK de los setenta, en el velódromo (Buenos Aires). Estuve entre esas caras de pelos al viento, que se ven en la foto de la pagina 39 de su libro, "Crónicas de un sueño". Entre esas remeras sin corpiño, entre esos jeans con veinte agujeros y cuando Spinetta, Charly, David, Medina, y los otros, estaban ahí arriba, en el escenario con él.
Siempre estuve, digo y no lo ha de saber, como tampoco ahora que lo tuve tan cerca, cebándole mate, admirando los firuletes de su guitarra, desplazándome a su alrededor con mi cámara y el grabador.
Hasta en el baño me lo encontré sin querer.
Entonces también se puede decir que compartimos una meada juntos, como esas que compartía en Cañada Rosquín cuando salía a mearle, la casa a la vecina que lo denunciaba a la policía, junto a sus compañeros, después de los dos termos de mate consumidos en el ensayo.
Estuve con el y casi no estuve, decía.
San Luis fue siempre el punto del reencuentro, cuando vino a las ferias, o cuando lo traía la universidad, o ahora que vino a colaborar con el Tato en la recaudación de los fondos, que necesita el Quirquincho para su resucitación mecánica y de vida
Ese cariño es otro que le debo a san Luis, el de poder reencontrarme con León y con tantos, como Eduardo Galeano, Sábato, Falú, Alfredo Alcón y Norma Aleandro.
Estuve y casi no estuve.
Porque entre mate y mate me hubiese gustado preguntarle y que me contara cosas. Como la historia de esa guitarra , la de los firuletes que talló Luis Zors, esa Takamine modelo 1962, a la que no me canso de sentir vibrar cuando la toca y cuando no, como cuando está ahí, apoyada en el escenario, esperando que venga y la tome su dueño, Como seguro lo ha de hacer su mujer que esta vez lo acompañó...
Y sin embargo no me atreví a preguntar eso como también otras, si se hubiese dado la ocasión de estar con el, simplemente estar, compartir un rato, con ese otro León, el humano, el que no estaba tan humanamente cansado como ahora y que vino a también para eso a San Luis, para descansar...
Estuve y no quise romperle las bolas.
Se ve que San Luis tiene ese imán, que presenta esa alternativa y posibilidad del descanso, la posibilidad de decir basta de circo, basta de autógrafos, basta de gente que pregunta y repregunta y pide y pide mas temas y revolotea alrededor y revolotea.
Tiene esa alternativa, como para que un tipo como León pueda subirse al escenario como siempre, con su guitarra, con su cinto de ocho armónicas enfundadas, listas para disparar notas, baladas, chamames, o lo que sea.
Presenta esa alternativa de estar sin su banda, solo su pianista, con el Tato, y Rali Barrionuevo (y qué valor este pibe!).
De estar con la gente pero como en familia, sin circo de luces láser, solo una bombita de 40w en la lámpara de mesa sobre el escritorio.
Estar en escenarios sin acoso de público, solo gente que baila chamamé al pie del escenario y se ríe de los cuentos.
Cantar a coro "Cinco siglos igual", con esa criatura cuadripléjica que hace recordar a un gorrión que soporta su existencia en la inmovilidad, y sigue viviendo la ternura de algo mas eterno que los apenas once o doce que tiene.
Y yo estuve, me reí y bailé chámame con mi hija y su amiga, a la que quiero como otra hija.
Estuve y no estuve digo...
Estuve siempre en la frontera, abajo , entre el público, detrás del escenario, entre bambalinas tal como se dice...
Y tratando de continuar apoyando este proyecto del "Otro país" y el Quirquincho, como el de esa otra Ushuaia a la Quiaca que León habrá de realizar próximamente.
Estuve y no estuve, y sin embargo estuve.
Con este León, con este ser humano que quiere descansar como otro ser humano, y que sabe que no necesita que uno esté, para decirle que uno siempre estuvo, y siempre estará. Para un descanso, como esos lunes de Francisca.
Aunque León no lo sabe, uno también es miembro de esa banda de caballos cansados.
Porque son muchos años de soportar la presencia prepotente de los hombres de hierro, con uniformes o sin, uniformes oficiales o privatizados.
Porque son muchas Navidades de luchar para que Luis tenga su pan dulce y su vino tinto. o su dialogo con Jesús.
Y muchos son los atardeceres de buscar donde se esconde el sol en el país de la libertad.
Muchos años de tratar de hacer pie, en el mundo al revés de la colina de la vida.
Cuántos de sentirse un agujero junto a los otros pobres agujeros.
Cuántos de pedirle solo a Dios.
Por eso el descanso, la de la familia propia y la que visita aquí en San Luis.
Para que los ángeles continúen viajando de Ushuaia a la Quiaca otra vez.
Para que la cultura sea la sonrisa.
Para que el Quirquincho, esa mezcla de albóndiga mecánica, recorra otros 20 mil kilómetros de ese otro país trashumante.
Que no queda allá ni aquí.
Que esta junto a los cardinales del corazón.
En la rosa de los vientos.
Atadas a campanitas de palo.
A las dueñas de las alas.
A las dueñas de los sueños.
Por ahí también, quien lo dice,
también estén mis coyuyos
El poeta, el pintor
El quijote - almirante.
El clon analista.
Lo que atestiguan que esta vez,
estuve y siempre que pueda, estaré.
CANCIÓN INÉDITA
Canción inédita que León toca en vivo y
que nunca ha grabado.
La escasez y la abundancia
|
Letra y musica León Gieco |
No te sientas con verguenza
de ser uno cualquiera;
son los que mantienen viva la historia.
.
Los que esperan, los que saben
que son los que más trabajan,
la última palabra el tiempo les dará.
.
La escasez y la abundancia
tienen mucho por pelear,
no conozco a alguien que pueda amigarlas.
.
Lo berreta tiene forma
a camiseta con mangas
color blanca y de poca calidad.
.
Pero es mucho más original
que la gente que es barata
en el mercadito ajeno de la plata.
.
La escasez y la abundancia
tienen mucho por pelear,
no conozco a alguien que pueda amigarlas.
.
No te olvides de ese amor
que te recibió con ganas,
que triunfes sin pisar a los demás.
.
Porque es cierto lo del tiro
que se va por la culata,
si ni sabes apuntar con lo que sos.
.
La escasez y la abundancia
tienen mucho por pelear,
no conozco a alguien que pueda amigarlas.
|
|
Que hay de nuevo con León?
" 20 y
20 " El nuevo disco de Antonio TORMO con León GIECO.
Editado bajo el sello CAÑADA DISCOS (del propio Gieco e Yñurrigarro).
*León y Luis Gurevich ya se encuentran preparando las
canciones para el nuevo disco.
PENSAR EN NADA
Es imposible casi escuchar música sin imágenes de vídeo.
En el mes de febrero la faraona del rock, dijo "I¨m The Best", "soy la
mejor", otra vez sobre el escenario, en su cumpleaños número sesenta.
Tina Turner en el cable, con su baile y su voz, demostró cómo el rock,
el soul, el dancing y cuantos ruidos mas siguen en carrera atravesando
la barrera del 2000.
Tina Turner demostró que 60 no son nada. Uno la puede confundir en el
mismo escenario, las mismas luces, los mismos músicos, la misma sangre
y ritmo que ayer a los 50, o antesdeayer a los 40 o en las décadas
pasadas que se prefieran y verificar que sigue siendo "la mejor".
Ex- alcoholica, ex-golpeada, ex-de Ike, esta budista del rock convoca
al show sin descanso.
Su vigencia da que pensar.
¿Qué se siente en cada presentación?
¿Descansan alguna vez los artistas?
¿No agotan las luces, el público y el bussnes?
Qué se siente al presenciar un recital , armado con cosas mas simples
como con una bombita de 40 o 60 Wats, una guitarra, un teclado, y poco
circo, algo parecido a un ensayo o la llegada de algun conocido que se
sentó y empezó a cantar, simplemente a cantar y compartir un
momento...
y uno llegue con la cabeza en blanco a creer que no es parte del
público que pagó 50 o 100 dólares la entrada, sino uno mas que goza
escuchando y pensando en nada...
Pensar en nada...
Y en el intento, recuerdo a León Gieco cuando vino a San Luis
convocado por el sociólogo Tato Iglesias para colaborar en el proyecto
"Universidad Trashumante" que fisicamente transitó en un colectivo
albóndiga en un raid parecido al de Ushuaia a la Quiaca.
Pensar en nada me traslada a esa noche.
LEDA VALLADARES
El canto con
caja
El canto con con caja integra un
ritual sagrado y festivo de la cultura andina. Sagrado en sus
epocas de siembra, cosecha y marcacion del ganado donde se ruega
la abundancia y el "multiplicado de la hacienda".
Festivo y desmesurado en sus carnavales. Alli culminan todas las
expanciones del canto y la danza, y la vida peligra olvidando su
ritmo ecologico. El canto y el tambor llamado caja desatan la
reserva natural del indio y su comunidad. Todo libera, en
especial los reflejos del mito y la leyenda, la poesia de la vida
entre sus cerros y soledades donde los pastoreos del hombre y de
la mujer cosechan silencio y sabiduria.
Comunion y alabanza, unidad con el
universo refleja ese canto de siglos. Canto comunitario de alma
colectiva pero tambien de "solistos" que se desangran,
o dúos en lamentos de vidala. Y abundan los contraputos de mujer
y de hombre que muestran como se aman o se desprecian.
Peru, Bolivia, Chile y algunos
pueblos de Ecuador perpetuan este canto inmemorial. Argentina en
aldeas y caserios cerriles en Jujuy, Salta, Tucuman, Catamarca,
La Rioja, y en las salitrales y arenosas tierras de los montes de
Santiago del Estero.
En Argentina el canto con caja tiene
tres canciones y multiples repertorio de ellas: baguala, tonada y
vidala. Cada una pertenece a un sistema musical diferente.
Carlos Vega fundador de nuestro
Instituto de Etno-musicologia, estudió los cimientos de nuestro
cancionero y canciones. Afirma que la baguala se urde en la
trifonia indigena de Los Andes, trifonia en modo mayor. Ella
abarca el territorio que ocupaban las antiguas naciones de la
lengua cacana: Pulares, Calchaqui y Diaguitas que "son los
progenitores de las comunidades hoy folcloricas y anteriormente
etnicas que cantan la baguala en su propia area pre-colombina".
La denominaciona popular de la
baguala no es corriente en todas las provincias del N.O.
argentino. En Tucuman se llaman "arribeña" y "y
joi-joi"". En Salta "baguala", en Catamarca
"vidala coya" y en La Rioja "vidalita".
La tonada que abunda en Jujuy (Altiplano
y Quebrada de Humahuaca) es llamada en sus regiones de canto
"tonada" o "copla". Hay tonada de dos, tres ,
cuatro y cinco notas como si buscaran la pentafonia que abunda en
Tarija (Bolivia). Recordemos que Tarija era parte de Argentina
hasta fines del siglo 19.
Carlos Vega agrega que "la
vidala pertenece a un sistema musical propio de Sudamerica, con
buen espacio de vida en el siglo 18 siendo una cancion
exclusivamente argentina por sus estructuras musicales como
peticas".
"Invade las regiones del antiguo
Tucuman (N.O. argentino) y es evidente su complejidad porque
acusa diferentes sistemas musicales siendo su rasgo permanente
bimodalidad con cuarta aumentada".
Este criterio es confirmado tambien
por Isabel Aretz que fue discípula de Carlos Vega. En sus
innumerables viajes de estudio recogió en Catamarca y La Rioja
un grupo de temas que denomina "vidalitas andinas" que
registran a menudo trifonia, tetrafonia y pentafonia, como
tambien bimodalidad. Aretz deduce que estas melodias son restos
de un antiguo sustrato musical que pudo irradiar del antiguo Peru.
Muchas de estas canciones se resisten a ser cantadas en terceras
paralelas , como se cantan la mayoria de las vidalas.
Grito en el cielo nos instala en el
canto ancestral con una tecnica de expresion milenaria y
poderosas melodias.
Los sagrados cantores de los valles,
los "vallistos" que descienden de los siglos andinos
nos estan esperando en los cerros del noroeste argentino para
revelarnos otra dimension del canto, terrestre y sideral. Al
escucharlos aterrizamos en America y la descubrimos. Sus discurso
de cantores es la suprema desnudez: solo tres notas escalofriadas
por la voz del abismo. Este rayo nos inicia en el canto
planetario que establece la jerarquia del grito y el lamento como
sacralidades del iniciado.
Los "vallistos" nos
alumbran el despeñadero del canto. De ellos buscamos sus
secretos, su repertorio, sus baqueanías y zarpazos.
Para los que claman "las fuentes"
queda sonando esta magia, y para esas multitudes estudiantiles
que sin saberlo van suplicando raices para afincar su sed de
rumbo y belleza.
La montaña nos muestra el milagro.
Las ciudades deberan bendecirlo y enarbolarlo para que cumpla su
mision de epicentro solar.
Leda
Valladares, Buenos Aires 1991