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12 de Agosto de 2000. |
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¿PORQUÉ HENRIK IBSEN?
Jorge Z. Humaña, desde Toronto, Canadá.
Según muchos historiadores es el verdadero creador del Teatro Contemporáneo Occidental. Tendremos que creerle a los historiadores; sino lo hacemos capaz que se nos enoje. "Con gusto hubiera torpedeado el Arca", aseguró más de una vez. De joven, este Noruego Fundador de teatro se caracterizó por su descontento por todo lo que le rodeaba y quizás si tenía razón. Después de gozar de una relativa comodidad, tuvo que abandonar su ciudad por la bancarrota que su padre, un floreciente comerciante de la pequeña aldea maderera de Skien, en el sur de Noruega, debió afrontar.
A los 16 años abandonó la pequeña aldea donde vivía con sus padres y se fue Oslo, donde trabajó de ayudante de boticario, mientras soñaba con estudiar medicina. Fue también durante esa época que escribe Catilina, su primera pieza teatral, es ésta una obra producto de sus estudios de Latin, para ingresar a la Universidad. Aunque no fue un éxito, ni es una obra de gran trascendencia, tuvo la virtud de mostrar el talento de este joven escritor. Allí Ibsen crea un par de personajes que lo acompañarían toda su vida: un héroe rebelde y una amante destructiva, que se muestran en muchas de sus obras.
El quiso insistir en su intención de estudiar en la universidad, pero el Teatro estaba en sus venas y a la temprana edad de 23 años se convirtió en director teatral además de escritor para un nuevo Teatro en Bergen, en cuya calidad tiene que escribir una pieza al año.
Esta era una excelente oportunidad para un joven ansioso de trabajar en el Teatro. Pero Ibsen se encontró a si mismo muy mal preparado para la tarea. En la Edad Media de la saga (narrativa) Noruega poseía una austera literatura magnifica y muy desarrollada, pero el material desde cual se desprendía el drama noruego estaba dominado por el dramaturgo francés Eugene Scribe y por los actores. El Teatro como el Teatro europeo de la época estaba definido por la interpretación histriónica de los actores. Ibsen en Noruega y posteriormente Stanislavsky en Rusia cambiaron el arte dramático para siempre. Ibsen fue el creador del drama nacional Noruego y su influencia se extendió al resto de Europa.
Durante su carrera, Ibsen experimenta una serie de cambios dramáticos y filosóficos a medida que sus fuerzas intelectuales, emocionales y espirituales comienzan a tomar formas definidas en su compleja psiquis. Pero sus obras se caracterizan por su espíritu rebelde y su permanente autocrítica a sus propias limitaciones y virtudes.
Las primeras obras de Ibsen son salvajes y épicas, utilizando un formato abierto y concentrándose en visiones místicas y románticas de su rebelde héroe en busca de la verdad última, que jamás encuentra. En Brand, el héroe se rebela en contra de Dios, sólo para terminar arrollado por una avalancha, que lo entierra vivo. El Per Gynt, su irascible joven personaje se rebela contra la sociedad, para vivir una vida sin destino, sólo para encontrarse al final en un complejo mundo de oportunidades perdidas. En Emperador y Galilea, traza la vida de Julián, un desilusionado joven emperador del siglo IV, quien experimenta con una serie de religiones en busca de la Verdad y Belleza; después de fallar en sus intentos, se abandona en brazos de la religión cristiana.
Con la Liga de la Juventud, Ibsen inicia su fase moderna; un período de 11 años en el cual conscientemente deja de lado su romanticismo junto a su misticismo poético y se focaliza en problemas reales de la sociedad de su tiempo. Estas obras se caracterizan por un realismo que el autor espera le ayuden a que su audiencia le acepte sus radicales puntos de vista. Es esta época la que produce la mayor parte de sus obras maestras, incluida Fantasmas y Hedda Gabbler. A pesar de su radical cambio, el autor siguió recibiendo severas críticas.
En su período final, Ibsen vuelve a los personajes de su juventud, exagerados ahora por sus voluntarias restricciones de su período clásico. Molesto por la falta de entusiasmo del público por algunos de sus obras, el dramaturgo crea, en El Maestro Constructor, la vida de un Viejo arquitecto, que habiendo abandonado la idea de construir grandes catedrales y monumentales estructuras, decide dedicar su vida a construir modestas casas habitacionales. Cuando el arquitecto se da cuenta que la sociedad no aprecia su sacrificio, él retorna a sus ostentosas estructuras del principio. Ibsen nunca fue apreciado durante su vida. Sin embargo el tiempo se encargó de convertir al rebelde joven de una pequeña aldea noruega, en el creador del drama moderno europeo.
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