Los ceros burbujeantes que navegaban
en su cuerpo se iban disipando
y cuando despertó, todo estaba hecho
de cruzamientos; desperezándose,
estiró la mano y cogió un racimo de metagalaxias
que echó a su boca
-boca llena, que no recordaba el vacío
de sus ceros que estallaron-.
Al abrir sus ojos
todo era claridad:
la noche había muerto
en la sonochada...
en el claroscuro, donde
había estado mirando sin ver nada
solo
lo ilimitado
se había despertado
para dormir Nuevamente
y recobrar la conciencia
asombrado ante la maravilla celeste
de su imaginación.
Porque eso somos
la Imaginación de un Dios
imaginado...
Hacer deshaciendo
a la vez que deshacer haciendo,
tal es el afán
del supremo Ser,
irracional
ensimismado tristísimo
recostado en un sofá de estrellas pálidas,
cerca de la puerta del destino universal:
el solitario de la soledad:
está más allá de donde todos se encuentran;
el perdido que se pierde en infinita lejanía...
que es su propio y pantódico distanciamiento de
EL,
el mismo.
Su alma inundó toda la cosmografía;
El vuela -¡aún!- por toda la eternidad
alcanzando sus alas y proyectando su cuerpo hacia
el big-crunch:
su aleteo es el susurro de los ensueños
de todos los seres posibles en todos los mundos
posibles.
Hoy, es un divagador de alas
a l a r g a d a s
su mente vuela separada de su corporalidad;
y se le queda enredada en la Historia Universal
del Infinito.
El último y Unico ateo;
su racionalidad irracional racional
le inquieta, pero está calmo como un crepúsculo
bañado de olas balsámicas;
sueña con su remotísima juventud
cuando perforaba hímenes de galaxias:
era el renacer el no morir muriendo en
cada orgasmo.
Era la soñolencia misma hecha claridad
/fuera del órgano
palpable como una música espermática,
como una leche bartolina;
compulsivo en su creación:
de su reflexionamiento tomaban forma las cosas,
las galaxias rosales purpúreos hasta el llanto
en mil puntillismos frente al espejo rosicler:
admiraba su cara
transparente
sus ideales más íntimos,
y toda su inocente culpabilidad de creador
sin fronteras, desvirgador de límites;
su corazón azul destilaba
toda la imaginación inimaginable:
pero El, creador, a su edad,
había llegado
solo
a concluir
que se había inventado a sí mismo;
como quien da vuelta ese sombrero
de seda
de espíritu
como un astro que abre una llave lentamente
unívoca.
Su iridiscente pensamiento
le sorprendió; se lo tocaba y dedadeleaba
como una melena de luz al traslucimiento...
Y solo ¡solo! en medio de todo lo creado
no hacia más que sonreír de gozo:
no alcanzaba a notar lo que su
/configuración produjo;
se le expandió tanto el pulso,
que no veía el nacimiento de nuevas cosmogenias
de entre las piernas de alguna de sus amadas que ya olvidó...
Dios era Dios;
hoy tiene uno
como cualquiera de los mortales
para inmortalizarse en las cosmoeternas...
...........................................................
El Ser supremo un inconsciente...
Mientras se encontraba en ese estado
vino otro supremo ser
que comenzó a rondar su lecho
entre sombras, y pronunciaba su discurso:
La Muerte;
le habló al oído del Inconsciente
a propósito
y cuando lo hizo El Creador
dejó fluir de su corazón el blanco...
que inundando el pequeño cosmos,
disolvió a la asesina:
¡Entonces despertó Dios!;
envuelto en las sábanas transparentes de la nada;
y al mirar, desperezándose, su entorno
le tiritó en la sien la palabra "Vida"...
Desde ese momento impreciso
-instante de los momentos-
principió a espiralizar las estelas de vaho
y pronto se condensaba en espuma roja
formando palacios de gelo caliente
ya sembrados por la polución del Omnipotente Ser,
que empezaba así a tomar Conciencia de Materia
astral en lo astral, finita en lo infinito......................