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IDENTARIO DE UN HEROE PATRIO
Que anda vuelto loco con su nombre de pila
Por: Carlos Osorio
Y ahí va este recauchado y orgulloso prototipo de héroe. Romero de Terreros, Miguel Ángel (para servirle a usted, a la virgen, al mundo, a los amigos, al arcángel, a dios y que te vaya bien), nada de miguelangelito y esas pelotudeces que ya lo tienen harto, desperfilado. Luce recién afinado, con nueva identidad que lo hace más auténtico, más hombre inclusive, un poquito más cercano al umbral de inscribirse como epitafio de algún fragüe patrio que siempre los prefiere entre rechonchetes y arrugaditos, con la pinta en el lomo que sólo los de su linaje portan, una especie de firma, un garabato más bien, para saberse en rodaje, como patentado, como si se tratase de su registro identitario para nombrarse y proclamarse digno merecedor de elogios y de quién sabe qué otras cosas.
Y no hay caso con la alegría por su nombre; lo encuentra tremendamente introductorio de algo grande, demasiado único e histórico, como un prólogo de peso, entre liviano emblema y suave orgullo nacional, como de jerarca, hasta con visos de cacique y latifundista. Y he ahí al pletórico y extasiado, al hinchado de dicha y parabienes, sintiéndose un superior a cualquiera, un elevado y místico al mismo tiempo, a la altura de las circunstancias, por sobre la nube imaginaria que todo lo aguanta y que ya se resignó a llevarlo a cuestas mientras él se colma de emociones, de arrebatos, de sólo pensarse un ad hoc y perfecta melodía para lo que dios disponga y demande de ahora en adelante.
IDENTARIO DE UN HEROE PATRIO
En busca de la horma exacta para su falsa herradura
Por: Carlos Osorio
Y ya tiene lista la justificación histórica de sus antepasados. Pese a que buscó en legajos, que pasó muchísimas noches en vela mirando retratos, auscultando cartas, borrando desgracias, fotoshopeando rasgos, a Miguel Angel Romero de Terreros, no le fue posible dar con el gen que lo aproxime a un ideal más exacto y así justificar sus pretensiones. Y ni modo, entre que rescató breves ideas, falsificando y desechando rostros de parentela, sumadas a una serie de fantasías, fue posible inventariar un perfil casi acabado, idílico y medio romanticon y a la altura de los requerimientos más nobles que todo buen hijo de la patria anhela.
Será su mística y poderoso entusiasmo contarle al mundo de su primer antepasado de fina ascendencia avecindado por estas tierras, de su grandeza, de sus amores, de pasajes insospechados que irán mostrando la sensible estirpe, el generoso talle, el correcto e inmaculado andar por la vida de los suyos. Y mientras se muerde la lengua a tropezones, cruzando los dedos para que esta verdad a medias aflore, sobándose la nariz que se agita y crece entre incómoda e impaciente por tamaña andanada mitómana que se viene, Romero de Terreros se manda la historia de su vida:
¡Que porfavorcito, callen al zooprofeta éste!
Por Carlos Osorio
clom99@gmail.com
Dicho y hecho. Sus palabras, reflexiones y parábolas, sacaron más que fuego al interior de la sede partidaria; templo de la verdad según sus enconados militantes quienes, ensimismados y ardientes, escucharon el incendiario discurso del chispiento miguelangelito. Eso sí, con la precaución de tener bien a la mano, como si se tratara de empuñar crucifijos, varios extintores recién cargaditos con la finalidad de enfriar todo instante de avernos y llamaradas que este hereje insinúa.
Caos y trastorno del armonioso instante de disciplina partidista, especie de guerra civil entre los que apoyan su e-moción pseudoestadista y aquellos que, francamente, pretenden modere su estrategia. Fundamentalistas pero nunca tan extremistas de la fe, escupen al cielo sin ningún empacho. Además que todo fue raro; de un instante a otro, cuál camaleón, dispuso la escena tal como si todo sucediera frente al espejo de su casa, de allí para adelante no hubo caso detener la arenga mesiánica; puro fuego de su boca, virtuoso y casto discurso con soplete tipo dragón, que no cejaba y que se multiplicaba como energía nunca antes vista.
IDENTARIO DE UN HEROE PATRIO
Vayan sondeando el cemento para la estatua
Por: Carlos Osorio
Aquí tendrá la oportunidad única para ir sondeando su verdadera valía. Pese a todo, algo valdrá su extraña identidad. Las encuestas se multiplican y ya lo ponen en la retina de la poblada y -según el cacique que lo patrocina, dueño de tremenda fortuna, de la mitad del país- por lo menos cuenta con las empresas de opinión apropiadas que nunca se equivocan y, si se llegasen a equivocar, es posible corregir rapidito el porcentaje de apoyo y nadie lo nota, total, gastar como loco el recurso numérico en beneficio de este su novel delfín con visos de conchalepa, es un gran cometido.
Y son varios los prohombres peinados al gel de abalón que andan tras el hueso y su cercanía. Se pliegan gustosos a la demanda, en pos de seguir engrosando el honorable curriculum del conglomerado de la estrella y la vela. De continuar en la senda de enriquecer con sus méritos esta instancia que humildemente se encarga de acoger virtudes y enterezas, desde luego los rostros patrios necesarios; el manco tataranieto del padre de la patria, candidato con pase automático y vitalicio ocupará el cargo de secretario y mano derecha indiscutible, nada de ponerlo de tesorero, porque tiene la mala costumbre y las ganzúas tan largas que le sobran habilidades para andar robando, inclusive, las llaves de la caja chica.
Carlos Yusti
Obra de Andy Warhol
"La gente que me conoce me llama Elizabeth. No me gusta Liz"
Elizabeth Taylor
Nunca pisó una academia de actuación o una escuela de teatro. Nació en Londres un 27 de febrero del año 1932. De padre Norteamericano regresaría a Estados Unidos. Se inició a los 10 años con una película más bien boba. Su segunda película con la Metro Goldwyn Mayer, "La cadena invisible" (1943), la convirtió en una niña prodigio de la actuación. Su coestrella fue la perra Lassie, que pasó mucho trabajo para robarle cámara a la niña que a todas luces era ya un pequeño monstruo en eso de actuar.
Participó en muchas películas, pero son contadas las que hoy son inigualables clásicos del cine y las cuales sacó (sin metáfora alguna) sus garras de actriz para la inmortalidad. Elizabeth Taylor labró su leyenda a fuerza de escupir sus demonios en actuaciones memorables, de saborear los hombres como una gata en celo, de engordar como una nevera, de ser amiga incondicional de Rock Hudson y Michael Jackson, de apoyar causas inesperadas y estar allí como no como una actriz del montón (o como una actriz-empresaria de Hollywood), sino como un mito nada potable, pero inolvidable.
Lector imperfecto
Carlos Yusti
Ilustración: Milagro Haack
La gente que lee (novelas, cuentos y poemas) me produce más sentimientos encontrados que aquellos desentendidos de los libros y que ni se molestan en leer las paredes de los baños públicos.
Un lector está atento a las novedades editoriales, busca información sobre algún autor que le guste, lee en el baño, en el microbús, de pie, acostado y algunos llevan toda una biblioteca en su adminículo electrónico.
La gente que lee tiene hábitos extraños y en algunos casos un buen número de ellos incurre en el error de escribir y no tanto para convertirse en autor que por un amor a las palabras organizadas desde el corazón y la inteligencia.
Los padecimientos de los lectores son muchos en comparación de quienes descasan en la idílicas playas de la no-lectura. Uno como lector tiene muchos defectos: los libros se van acumulando y ya no hay sitios donde ubicarlos, donde hay libros proliferan los bichos e insectos de toda índole, con libros desperdigados aquí y allá se habla de orden vital para enmascarar un desorden que todo lo desaliña, los naufragios amorosos a veces son proporcionales de los libros que se van abandonando en el camino y un largo etcétera.
Convocatoria Ficciones 2011
Encuentro Bienal de Fotografía
NUEVOS / PÚBLICOS
En nuestra anterior edición emprendíamos un camino desde las ficciones: posicionamientos diversos desde la cada vez más omnipresente fotografía y sus nuevas prácticas. Cabe pensar que estas nuevas prácticas configuran plataformas que albergan, entre otros, a nuevos públicos y que irremediablemente las artes visuales no pueden ser indiferentes a éstos.
Cierto es que la palabra nuevo acerca un problema conocido para el arte moderno. No es ajena a las vanguardias artísticas ni a su propuesta universal. Podemos entender la ruptura sistemática de los movimientos artísticos del siglo xx, como una ruptura con lo precedente, con el pasado inmediato, así como con el pasado que enmarca, contenida en la idea de progreso, a la Historia del Arte. Este mito necesario para categorizar las prácticas artísticas es el mismo que produce la necesidad de ruptura inmediata con el pasado. Es aquel que para el arte moderno daba la posibilidad de incorporar prácticas desde la alteridad hacia una nueva configuración políticamente más permisiva.
Desde otro lugar, problematizar la novedad ha sido un eje de tensión en el mundo del arte en los últimos 50 años. Prácticas apropiacionistas, simulacionistas, hiperrealistas, han servido para evidenciar la hegemonía historicista en las artes visuales, un necesario devenir que sostiene la propia práctica artística. Estas estrategias de representación que en un primer momento, confrontaron la idea de mímesis, plagio y propiedad intelectual, emergieron desde una renuncia explícita a lo original novedoso.1 Incluyendo aún a aquellas que han propuesto al arte como un proceso tautológico y a sus prácticas como un panfleto desestetizador. De forma explícita, por omisión o por tensión, las referencias del pasado han sido necesarias como mito fundante.
Sin duda, nuestra relación con las imágenes ha cambiado desde la invención de la fotografía a esta parte y la legitimación y el efectivo uso de la fotografía dentro de las artes visuales ha sido una parte minoritaria en este universo. Es decir que los medio fotográficos no sólo trascienden nuestras referencias, sino que también han tomado lugar en diversas construcciones identitarias.
IDENTARIO DE UN HEROE PATRIO
Y salta a la palestra un animal de la política
Por: Carlos Osorio
Pese a las trabas que encontró por el camino y que insistían en echarlo abajo, de bajarle el perfil a su arrogancia y mitomanía, en declararlo no grato para esta su nueva faceta de líder popular, a la necedad y porfía del mismísimo tiempo, de las horas mejor dicho que hacían todo el empeño en detenerse y no marcarse en ningún reloj, menos en alguno que se preciara de serlo (como en el bolero), de las puertas que se cerraban a su paso, entre asustadas y astilladas, decididas a no darle paso, ni las llaves incluso, pese a los jadeos, tirones e insistencia de este viejo roble, a las trampas e intentos por tropezarlo y que tan sabia la tierra puso a disposición de la humanidad sin demasiado éxito, finalmente miguelangelito, el perfecto (dei gratia), según su particular diccionario, en gloria y majestad se pone a disposición de la sensibilidad de quienes, supone, representará de ahora en adelante.
Y sin embargo, y ya parece una tara, cae en las eternas cavilaciones y eufemismos, en sus exageradísimas premoniciones y desvaríos respecto a su futuro inmediato. Es su contradictorio método pareciera, porque además es una especie de terapia encargada de fortalecerlo, más incluso, de agarrarlo a puteadas cuando asoman sus bajones y así encumbrarlo en forma automática al tótem de la normalidad, de poner, justo ahí, en donde las debilidades se acentúan, una especie de fortaleza moral que lo sujeta pero que no evita hacerlo delirar gratuitamente:
JAZZ VOYAGE (VIDEO TRIP)
En esta oportunidad y gracias al trabajo constante la calidad de ejecución es más elaborada. una historia de jazz, noche y sensualidad en las calles de New York.
Música y Edición: Fernanda Bargach Mitre
Fotografía: Fernanda Bargach-Mitre y Juan José Marín Abadie
Vuelve el Colectivo Teatral Mamut al Anfiteatro Museo Nacional de Bellas Artes
Después de la exitosa temporada del espectáculo Improviscopio; Sin Pies Ni Cabeza, en el que hicieron participar y reir a cientos de espectadores, Mamut presenta, a partir del 7 y hasta el 30 de marzo Efecto Impro; Historias en Movimiento.
Siguiendo la línea de su anterior montaje, Efecto Impro lleva la técnica de la improvisación al límite; la historia en un acto improvisado de una hora; seis actores y un músico se mueven en el terreno de lo impredecible para crear una comedia de lo inesperado.
La trama se va tejiendo paso a paso a través de los actores y la música que sólo con un estímulo del público y el espacio vacío, crean un argumento hilarante y poético.
Elenco: Mario Escobar, Nicolás Belmar, Sergio Domínguez, Mónica Moya, Marcela Millie, Juanita Urrejola, y en la música: Francisco “foco” Cerda
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