Alberto Caballero
[Eulàlia Valldosera. Obres 1990-2000.]
La mujer-artista, La mujer, el arte
La mujer-artista, ð mujer, el arte
El atravesamiento de la imagen y el encuentro con su nominación simbólica
Por Alberto Caballero
Presentación
La investigación La mujer-artista, ð mujer, el arte’ tiene como antecedente un debate muy intenso sobre la imagen en la postmodernidad, de lo imaginario a lo virtual, que se estaba realizando en la-lista-no-toda, Centro de Investigación Psicoanálisis y Sociedad, al que pertenecía en ese momento. De allí surgió la idea de investigar los derroteros de la imagen en la postmodernidad desde la vertiente lacaniana. El porqué del objeto a través de la imagen, el objeto real y el objeto virtual, las modalidades de la pantalla en la lógica lacaniana, ¿Cómo se pasa de la representación del objeto a la presentación del cuerpo y a la función del agujero? No sólo se ha pasado del objeto al cuerpo, sino además a las marcas que esto deja en el sujeto. La nominación opera sobre lo real del cuerpo.
Con la mujer-artista nomino al recorrido que hace la mujer de ser objeto-modelo para otro como artista, a ella ser objeto-artista al mismo tiempo. Con “Eulàlia Valldosera” nomino al encuentro y aplicación del modelo de investigación a la obra de esta artista entre la acción/la instala-acción y la investiga-acción: entre el mercado y la realidad. Entre el discurso capitalista y su objeto: la realidad ordinaria.
Por un lado, Valldosera crea instalaciones que responden a la realidad ordinaria, que tienen relación con esta pérdida del objeto en tanto pulsional; el objeto se ha consumido, de él queda meramente un resto, una carcasa o envase que servirá como soporte visual no de la imagen perdida, sino de las sombras y de las luces. Por otro lado, Valldosera también monta instalaciones que tienen como soporte la realidad virtual, en las que tiene que realizar una serie de operaciones. En primer lugar, fragmentar la imagen: olvidemos la narración perdida de la antigua escena fantasmática, ahora el espejo es múltiple (Espejos), y la imagen / objeto la pone el espectador con su presencia. Ahora es el espectador el objeto, que pondrá en funcionamiento el aparato, y su imagen se verá fragmentada en múltiples espejos.
La imagen de la mujer es objeto para la representación, como es el caso de “la model vivant”, lo llamaremos imagen objeto i(a); o es objeto para la representación de la imagen del Otro, como es en el caso de “la musa” (Gala), lo llamaremos imagen ideal I(A). No es la mujer el objeto, tampoco es el cuerpo de la mujer el objeto, el objeto es la imagen del cuerpo de la mujer.
Para la Ciencia el cuerpo es lo Viviente, para el Arte el Cuerpo es Imaginario, es la imagen del cuerpo el objeto de la representación. La imagen es un representante del objeto, representa al objeto.
La realidad virtual y la obra de Eulàlia Valldosera
Alberto Caballero
El aparato de la sexualidad freudiana, su regulador, era el fantasma. La sexuación como una escritura tenía su origen en el fantasma: 'un niño es pegado', los elementos y su relación provenían de esta formulación, de la formulación de esta escena primordial.
Dos actores: un adulto y un niño, un sujeto y un objetoUna pantalla, o un aparato, un operador + -Una escena, un espacio Desde el psicoanálisis decimos que la realidad para el sujeto será fantasmática. Realidad y fantasma si no son lo mismo, dicen lo mismo del sujeto: cómo este está limitado por el fantasma y cómo desde allí construye y vive su realidad, la única posible. Lo imposible es la otra, la otra realidad: el delirio. El delirio será la otra realidad, la no fantasmática, o la realidad en tanto imposible, la que no cesa de insistir, la que no deja de hacer síntomas. Los sueños, los proyectos irrealizables, lo inalcanzable, será el resto de la realidad en tanto fantasmática imposible de realizar. Con Lacan esto cambia radicalmente. La sexuación del sujeto no estará sólo sujeta a una frase, sino también sujeta a una formulación con dos términos específicos: el falo y el objeto, que es lo mismo que decir al significante y al signo, como no todo se puede significar, lo que resta lo deberá considerar como un signo. Si se coloca del lado hombre o del lado mujer, cambia su posición frente a la significación y al objeto. Del Otro va a extraer los significantes, y del Otro también va a extraer el objeto. Así, los modos de tratar a unos y a otros dará como resultado su sexuación.
Se produce otro cambio radical cuando Lacan se da cuenta de que la bipolaridad de sus fórmulas de la sexuación no le permite introducir la terceridad: lo real, el sexo; lo simbólico, el significante; lo imaginario, la imagen. ¿De qué modo formular una sexuación desde el significante pero también desde la imagen? Aquí nos propone el nudo, el nudo borromeo, y su teoría de los anudamientos. La sexuación no sólo es una cuestión de formularse hombre o mujer, sino de anudarla, anudar el sexo con el significante y con la imagen.
En este punto surge otra cuestión fundamental: la realidad sexual. El sujeto puede formular su sexuación, la puede simbolizar, puede simbolizar el sexo, pero también lo tiene que realizar, y ante todo lo tiene que imaginarizar. No sólo es resultado de operaciones entre lo real y lo simbólico, sino entre lo real y lo imaginario. Hasta aquí Lacan no se olvida del falo, ni del Otro. Entonces surge su escritura de ð como tríada con las modalidades del falo, la mujer como letra ante el otro significante, no toda significante entre lo Real y lo Imaginario. Entre lo real y lo imaginario no-toda mediada por lo simbólico.
La mujer, la mujer-artista, el arte (el objeto). Primeras conclusiones
La mujer, la mujer-artista, el arte (el objeto)
Primeras conclusiones
Con la mujer-artista nomino al recorrido que hace la mujer de ser objeto-modelo para Otro (Gala), a ella ser objeto-artista al mismo tiempo, en la perfomancia. Con ‘El caso Eulalia Valldosera’ nomino al encuentro con la obra de esta artista donde surgen los conceptos de acción y de instalación y su reformulación como significantes ordinarios, el agujero en el Otro, el significante en la barra del otro -S(A/)-, que permiten discernir por un lado la realidad en que estos operan y por otro el modo de sexuación que ello implica.
primer momento:
1. la escisión entre la imagen y el objeto. En el esquema R con i(a) Lacan escribe la representación, una imagen y el objeto con que se materializa. ¿Qué sucede si se escinde la imagen y el objeto? Se trata de una imagen vacía, una imagen sin objeto, se trata de la figura por excelencia, Lacan la denomina ‘la forma’, entre un significante y otro significante esta la forma. Con la caída de la figuración, queda como resto la materia misma, representar un objeto por su materialización sin forma ninguna, primer salto.
2. Si al salto de trabajar directamente como ‘material’ de la obra se agrega un segundo, el soporte ya no es el bastidor/tela, o la materia/escultura, sino el propio cuerpo del artista, el soporte ahora será el cuerpo del artista. Y aquí donde surgen las primeras mujeres-artistas, es cuando tienen que poner su cuerpo como soporte de sus obras. De aquí en más ya no se hablara más de representaciones sino de presentaciones, es la presentación directa de la cosa, el soporte de la imagen.
Es la escisión i de a y el salto al ‘cuerpo del artista’ como soporte de la obra, por consiguiente surgen las primeras mujeres-artistas que hacen un aporte fundamental en este proceso, las denomino ‘las perfomáticas’.
segundo momento:
De aquí surgen dos cuestiones fundamentales la de ‘realidad’ y la de ‘operador’, ya que no podemos acceder a la realidad, que no-existe, sino es a través de un operador. Este es un salto importante en la obra de EV, si la realidad es un producto, se ha de construir, el operador será el aparato de dicha construcción, el esquema R, por ejemplo.
Pero este será el operador de la figuración, de la representación, la figura será el resultado del aparato de la representación, por ejemplo la perspectiva. EV va a sacar el aparato de la trastienda y lo pondrá en el centro de la escena, ‘el aparato será el objeto’, y el espectador es el que pondrá su imagen/figura en dicha escena. Eulalia Valldosera, con ‘el operador como objeto’, nos permite leer como se pasa ‘del sujeto representado por el significante al sujeto representado por el agujero’. Es lo que mas adelante Lacan va a denominar ‘el lugar’ del significante, ella trabaja con este ‘agujero’ de representación, a la espera que el espectador disponga allí su imagen.
Realidad & discurso
De cómo la virtualidad del sujeto se hace realidad
Alberto Caballero
1. Impulso a la acción, acting-out, pasaje al acto [1]
Antes de pasar a la cuestión del discurso como constructor de nuevas realidades, desearía apuntar algunas reflexiones sobre los mecanismos que han permitido que esto se produzca.
¿Qué hay de real detrás de lo simbólico? El resto. Cuando lo simbólico no es suficiente, el decir del sujeto con la palabra no le es suficiente, o produce síntomas o hace pasajes a la acción, hasta ahora en psicoanálisis se han estudiado: el acting-out y el pasaje al acto. Según Jacques Lacan estos no están en el orden de la palabra, sino en el de la escritura. Escritura en lo real, como puede ser una marca en el cuerpo, o con el cuerpo.
¿La acción en qué orden estaría? En el orden de la palabra, de la palabra oral, de un fallo en la escritura, un no-lugar. Si el sujeto esta representado por un significante que falta, que deja ‘un lugar’ vacío en la cadena. Aquí se le presenta cada vez como un no-lugar en la cadena, como un fallo en el lugar de la falta (del significante). Algo no puede ser dicho, porque no esta escrito.
De lo escrito a lo no-escrito, el lugar deja una huella, un silencio. La acción va a ocupar ese lugar de lo no-dicho, que no tiene lugar para ser-escrito.
El sujeto para diferenciarse ha de separarse del objeto, y para conseguirlo ha de hacer algún tipo de acción. La palabra también implica una acción. ¿Porqué no es suficiente la palabra del otro, al otro, para diferenciarse, para separarse. Si el sujeto no es mirado, o no es escuchado, ese ‘no ser’ no es interpelado por la palabra del otro, no es simbolizado, entonces se produce un empuje a la acción. Ese resto –de lo real- ya no tiene que ver con lo simbólico, sino con lo imaginario, hay una imaginarización del otro, ahora algo de lo real invade lo imaginario, cuestiona a la imagen del otro, la interpela. Este resto se transforma en acción, eso que no se puede simbolizar, ‘entrar en razones’, puede volver como forma de acción, no en el decir: no digas esto, no hagas aquello, no pienses esto otro, sino como resto, como un impulso a la acción, como una devolución al otro más allá de la palabra ‘domesticadora’, retorna como acción, acción con el cuerpo –la enfermedad- o como una acción sin efecto, debilitada.
En la modernidad la palabra sostenía una acción, era el peso de la palabra, por el contrario no todas las acciones provocan un discurso, o sea no todas las acciones se pueden reducir a la palabra, dejan un resto: el pasaje a la acción por la droga, por la violencia. Acción no se tiene que entender como un acto. El acto implica algo de lo simbólico, en cambio en la acción hay algo del impulso mismo. La acción está en contra del pensamiento, si se razona hay reflexión, no impulso. No se trata de razonar ni de pensar, por eso están reñidos acción y pensamiento. Freud y Lacan, lo que primero diferencian es acto y palabra, en el acto hay una palabra que falta, hay un fallo en la memoria.
EULÀLIA VALLDOSERA ENTRE EL MERCADO, LA CIENCIA Y EL ARTE
Por Alberto Caballero
Con la mujer-artista nomino al recorrido que hace la mujer de ser objeto-modelo para otro como artista, a ella ser objeto-artista al mismo tiempo. Con “Eulalia Valldosera” nomino al encuentro y aplicación del modelo de investigación a la obra de esta artista entre la acción/la instala-acción y la investiga-acción: entre el mercado y la realidad ordinaria. Entre el discurso capitalista y su objeto: la realidad ordinaria.
La elaboración, los debates (2), así como los aportes recibidos en directo o a través de la “lista-no-toda”, me han llevado a la necesidad de definir:
El concepto de “Realidad Ordinaria” (3) para la postmodernidad, frente al par vida intima - vida pública propio de la modernidad (cuyo origen lo encontramos en Antígona).
2a. La vida ordinaria como producto de “la sociedad de mercado”, el sujeto pasa a ser consumidor, y a la vez objeto de consumo.
2. b. Con respecto al “discurso de la ciencia”, algunas consideraciones en particular:
La idea de materia, para entender trabajos como los de Eulalia Valldosera, por consiguiente desmaterialización…descorporización, etc.
2. c. Como responde el arte a esta cuestión de la realidad ordinaria, fundamentalmente en la obra de Eulalia Valldosera (4). No sólo se trata de un cambio de operador, sino que el operador en si es la obra de arte, no se trata de un artesano, sino de un arte-facto.
‘La realidad ordinaria como producto de la sociedad de mercado.’
De aquí surgen dos cuestiones fundamentales la de ‘realidad’ y la de ‘operador’, ya que no podemos acceder a la realidad, que no-existe, sino es a través de un operador.
“De los esquemas ópticos al objeto”
Alberto Caballero
ð, la mujer-artista, el caso Eulàlia Valldosera
Estos son los tres ejes de trabajo de la investigación que titulo “De un A al a femenino en el arte”. En el artículo que se publicó con el mismo título en la revista LETRAZAS, podréis seguir este recorrido que va del Autre al objeto en el arte; del Autre como ciudad, y por qué no también como mercado, al autre como objeto, como concepto en el que se desarrolla la obra del artista.ð: con este plano quiere nominar el recorrido que hace una mujer por los pasos con el objeto: del % a la ð. Con la mujer-artista nomino al recorrido que hace la mujer de ser objeto-modelo para otro como artista, a ella ser objeto-artista al mismo tiempo. Con “El caso Eulàlia Valldosera” nomino al encuentro y aplicación del modelo de investigación a la obra de esta artista entre la acción/la instala-acción y la investiga-acción; entre el mercado y la vida ordinaria; entre el discurso capitalista y su objeto, la vida ordinaria.Desearía poner a vuestra consideración los primeros sondeos de este plano que denomino ð. Desde el comienzo de su obra, Lacan considera la constitución del sujeto en una fórmula de cuatro elementos:
El cuatro está de entrada, no hay diferencia entre un significante y otro, entre el Uno y la serie, entre el Autre y el saber sino surge por un lado la falta y por otro el objeto, objeto y falta son producto de esta hiancia.
" a ...a través de la Imaginarización "