Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Evolución de la Belleza

Actividad educativa comunitaria en Museo Frida Kahlo Riviera Maya, Playa del Carmen, México. Foto: Perfil de Facebook del Museo.

Museos: hacer audiencia y hacer comunidad

 

Por: Ximena Jordán

Correo electrónico:   ximejordan@gmail.com

Artículo base para la ponencia del mismo nombre, presentada el el 21 de mayo de 2018 en el Simposio Anual del Día Internacional de los Museos 2018 (DIM 2018)  "Museos hiperconectados: enfoques nuevos, públicos nuevos", organizada por el Consejo Internacional de Museos, ICOM, en el Museo de la Memoria y la Tolerancia en Ciudad de México. 

Este artículo propone una clara diferenciación, basada en mi experiencia de trabajo en Museos en Chile, Australia y México, entre lo que es la comunidad y la audiencia de un Museo, distinción que surge actualmente como resultado de la conectividad virtual, local y global que estas instituciones deben necesariamente desarrollar para maximizar el beneficio social-cultural que están llamadas a generar en su entorno.

 

Audiencias de los Museos, voluntarias e involuntarias

La clasificación entre audiencias y comunidades se hace especialmente necesaria en estos tiempos en los cuales la hiperconectividad de los Museos no solo está determinada por la tecnología digital disponible en una amplia gama de formatos  - proporcionados tanto por los Museos como por sus visitantes - sino también debido a la personalización en el servicio que han tenido que implementar estas organizaciones culturales ante el requerimiento de visitantes propios del presente siglo, quienes aspiran a un Museo que les sea cercano, empático y amigable, una entidad casi opuesta a la socialmente distante e intelectualmente elevada “casa de las musas” de la Alejandría del siglo III a.C., que inspiró el nacimiento de este vocablo durante la Grecia Clásica.

Para entrar en materia, distinguiremos qué es la audiencia de un Museo y qué es la comunidad de un Museo; para así poder clarificar cuáles son las áreas de oportunidad y las debilidades que ofrecen cada uno de estos elementos constitutivos del funcionamiento de un Museo.

La audiencia de un Museo corresponde al conjunto de sus visitantes; quienes asisten al Museo e ingresan a sus dependencias expositivas físicas o virtuales cumpliendo los requisitos generales establecidos para ello, ya sea pagando su entrada o accediendo de acuerdo a otras reglas relativas al día y al lugar específico de su visita tales como entrada gratis previa obtención de una cortesía en taquilla, cortesía o descuento por credencial de estudiante o por credencial del ICOM, etc. La audiencia asiste presencial o virtualmente al Museo a visitar sus exposiciones; este es el único requisito que se necesita para formar parte de la misma y ser cuantificada como tal.

En términos cualitativos, las audienciaspueden calificarse en diversos sub-conjuntos, según su género, edad, procedencia, nivel de escolaridad, ocupación, etc. En términos cuantitativos, cada uno de estos sub-conjuntos cualitativos son a su vez siempre cuantificables, y esta cuantificación es información que es útil -e incluso a veces es esencial- para la preparación de programas de captación, de satisfacción y de mantenimiento de audiencias en los museos, así como para el mejoramiento de otras áreas de la organización que no son específicamente relativas a sus audiencias pero que, por supuesto, se ven afectadas por sus variaciones.

Las razones por las cuales un individuo pasa a formar parte de la audiencia son múltiples y varían de acuerdo al tipo de Museo. Una clasificación de tipo cualitativo de las audiencias, la cual resulta muy útil en el análisis de su funcionamiento, es aquella que distingue entre audiencias voluntarias e involuntarias, de acuerdo a las motivaciones que tienen los públicos para asistir al recinto y a la relación previa que tengan los visitantes con los contenidos del Museo.

De esta manera, la audiencia voluntaria está constituida por visitantes que asisten al Museo por interés o atracción respecto a los contenidos del Museo. Llegan entonces, con la expectativa de encontrar algo que buscan contemplar, vienen motivados, con su capacidad de asombro “activada” y con una mejor disposición a lidiar pacientemente con los obstáculos que puedan presentarse en su llegada y acceso al Museo tales como tráfico, condiciones climáticas intensas tales como lluvia fuerte o mucho calor, fila para pagar o entrar al Museo, costo de la entrada, dejar pertenencias en custodia antes de entrar a las salas y demás requisitos formales de acceso al recinto.

Entre las razones para constituirse en audiencia voluntaria de un Museo estarían, por ejemplo:

·   Interés de origen personal o profesional en los contenidos del Museo.

·    Aumentar su cultura general.

·    Visitar la exposición temporal de turno en el Museo.

·    Visitar el Museo como parte del circuito turístico que se encuentra realizando.

·    Entrar particularmente a conocer el inmueble del Museo.

·    Etc.

 

Visita escolar en Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico. Foto: Blog educativo de la Biblioteca Escolar Rodulfo del Valle.

Visita escolar en Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico. Foto: Blog educativo de la Biblioteca Escolar Rodulfo del Valle.

 

La audiencia involuntaria de un Museo está conformada por aquellos visitantes que llegan al recinto por razones ajenas a su voluntad, las cuales de no presentarse, evitarían su presencia. Estos visitantes no presentan interés ni atracción hacia los contenidos del Museo que sea pre-existente a su visita.

Entre las razones por las cuales una audiencia se constituye en audiencia involuntaria podemos mencionar:

·    Visita escolar obligatoria

·    Visita laboral o empresarial obligatoria

·    Realizar una tarea para la escuela

·    Acompañar a un familiar o conocido realmente interesado en los contenidos del Museo.

·    Como parte de un circuito turístico que incluye al Museo como en su itinerario.

·    Cultivar o desarrollar relaciones profesionales o interinstitucionales.

·    Etc.

Estos visitantes no se aproximan al Museo motivados por la experiencia particular que este ofrece, sino más bien por razones que son externas a esta, tales como causar una buena impresión en una cita romántica, conocer a la directora para después venderle un servicio, sacar un diez en una evaluación escolar, postear su visita en redes sociales porque ese museo en específico está de moda o da prestigio en su círculo social virtual, etc. Aunque estas motivaciones pueden ser un motor importante para que este visitante venga al museo, al mismo tiempo y en estricto rigor, no son directamente relativas al museo y por eso se califica a esta visita como involuntaria en su aproximación al museo como tal. En consecuencia, la audiencia involuntaria no llega motivada por el museo en sí, por ende no se aproxima con su capacidad de asombro activada ni expectante por lo que encontrará, sino en cumplimiento de un deber o en espera de una gratificación que es ajena a los contenidos expositivos del Museo.

Debido a esto, este tipo de audiencia – que en algunos museos constituye el 50% del total o aún más- constituye un desafío mayor para el Museo, ya que son visitantes que –idealmente- deben salir tan encantados con su visita como los visitantes voluntarios, no obstante esto es más difícil de lograr en ellos porque no vienen al Museo con la disposición de deleitarse con su contenido.

Interesantemente y sin perjuicio de lo recién expuesto, podemos ser optimistas y especular que la audiencia involuntaria de un Museo puede estar más abierta a admirar lo que se les ofrezca porque su falta de expectativas los “libera” del riesgo de una desilusión y los hace estar más abiertos a disfrutar de lo que vayan a ver. Sean ambas situaciones igualmente probables, lo cierto es que de todos modos es este tipo de audiencia para la cual el Museo más se prepara, pues por lo general son visitantes que no vienen con información ni con un gusto previo respecto a lo que confrontarán visual e intelectualmente. Por ende, la experiencia que esta audiencia involuntaria tengan en el Museo, conlleva la oportunidad -e incluso la responsabilidad- de generar en estos visitantes un gusto o un interés por el área del arte o del conocimiento que se exponga en el recinto y esto último constituye sin lugar a dudas, una de las funciones más importantes de los Museos.

 

Museo de la Santa Inquisición. Ciudad de Lima, Perú. Foto: porconocer.com

Museo de la Santa Inquisición con expectante audiencia. Ciudad de Lima, Perú. Foto: porconocer.com

 

Comunidades de los Museos: sus particularidades

Distintos a la audiencia, es la comunidad de un museo, que está compuesta por aquellas personas que se involucran con algún ámbito del funcionamiento del Museo, y que no necesariamente forman o formaron parte de su audiencia. El tipo de vinculación que este tipo de agente de cooperación genera con la institución, por lo general tiene un origen laboral, académico, profesional e incluso puede comenzar por una relación personal.

Es importante considerar que sin perjuicio de cuál sea este vínculo de origen, todos aquellos individuos que se conectan al Museo de las formas ya enunciadas conforman igualmente su comunidad, en cuanto se relacionan con la institución de un modo particular, que difiere bastante de la relación de corte más bien circunstancial que los visitantes que componen la audiencia entablan con el Museo.

Para entender mejor este concepto, es útil considerar la definición de comunidad, término que proviene del latín communitas que quiere decir “algo en común” y encuentra sus actuales sinónimos en términos tales como: colectividad, sociedad, relación social, camaradería y afabilidad. Los miembros de una comunidad deben necesariamente compartir un interés, un problema o una necesidad, siendo este elemento compartido el que los lleva a desplegar acciones en pro de un objetivo que es común porque beneficia a todos sus miembros. La paulatina realización de este beneficio común es el que mantiene unida a la comunidad y es el que le da un valor a la misma, una razón de ser y un motivo para que esta sea un ente que cuidar y preservar.

Si ocupamos la metáfora –bastante utilizada en sicología organizacional- de que en un sartén de huevos con jamón, “la gallina participa y el puerco se involucra”, diríamos que la audiencia de un Museo cumple la función de la gallina, participando de su programación y la comunidad cumple la función del puerco, involucrándose en el desarrollo de la organización, siendo esta la gran diferencia entre el beneficio al Museo que audiencia y comunidad aportan, sin que sea uno mejor que el otro; simplemente son distintos e igualmente necesarios para la prosperidad de la labor del museo.

Algunos ejemplos de grupos de personas que pueden formar parte de la comunidad de un Museo en un momento dado son los siguientes:

·    Empleados del Museo, de todas sus áreas incluyendo: seguridad, mantenimiento, anfitriones, taquilla, administración, museografía,      exposiciones, proyectos, patrocinios, redes sociales, coordinación, dirección, etc.

·    Ex empleados del Museo que continúen una relación de cooperación y familiaridad con la organización.

·    Voluntarios del Museo.

·    Practicantes y estudiantes que estén realizando su servicio social en el museo

·    Proveedores de servicios que presten servicios continuamente al Museo.

·    Miembro del Fideicomiso del Museo en los casos en que corresponda.

·    Vecinos del Museo.

·    Investigadores que recurran constantemente al Museo por estar realizando sus tesis, trabajos de investigación o publicaciones con base el acervo del Museo.

·    Visitantes, quienes por razones personales o profesionales asistan recurrentemente al Museo, por periodos largos de tiempo.

·    Profesionales que ocupen las dependencias y/o los contenidos del Museo para llevar a cabo sus actividades laborales tales como guías de turismo, profesores de los diferentes niveles de educación y artistas.

·    Patrocinadores, donadores o benefactores del Museo.

·    Individuos que por razones personales, que pueden ser históricas, geográficas, de relaciones de parentesco o de tipo sentimental, tienen una conexión directa con los contenidos del Museo, la cual los vuelve susceptibles a los mismos.

·    Mascotas del Museo.

·    Etc.

 

Curso de formación para voluntarios del Museo Nacional de Colombia. Foto: http://www.museonacional.gov.co

Curso de formación para voluntarios del Museo Nacional de Colombia. Foto: http://www.museonacional.gov.co

 

A diferencia de la audiencia, la comunidad es un agente cuya caracterización es mayoritariamente cualitativa, a tal extremo de que el hecho de que un museo disponga de cada uno de los grupos de personas ejemplificados recientemente no da cuenta de la comunidad del mismo, ya que no todos quienes se relacionan con la institución de acuerdo a las funciones ya descritas pasan tambiéna componer su comunidad. De esta manera, pueden haber empleados que por haber ingresado recientemente al equipo de trabajo o por no estar a gusto con la labor que desempeñan, no se sientan identificados con lo que están haciendo y por ende no funcionen como un eslabón más en la cadena de beneficios que son generados por aquellos individuos que sí operan como comunidad. Este tipo de empleados pueden están ganándose su salario de manera justa y suficiente, sin embargo su participación en el museo se limita a cumplir un deber profesional diario, sin generar una mayor sinergia. Esto mismo puede suceder con servicios sociales o estudiantes en práctica, quienes pueden estar en el museo meramente cumpliendo un requisito para la obtención de sus títulos. Proveedores de servicios pueden asimismo, estar realizando estrictamente lo que se les solicita, sin generar un valor agregado a su trabajo que sea fruto del compromiso e del interés que sienten por el mejoramiento de la organización. Incluso, hay donadores que solo se constituyan en tales por el beneficio tributario que dicha donación anualmente les ocasione y no por sentirse involucrados por la causa del museo. Y así puede pasar igualmente con cada uno de los ejemplos ya mencionados; una relación que se limita a lo estrictamente funcional.

Serán entonces parte de la comunidad de un museo: aquellos individuos que, debido a la actividad que ejercen –o ejercieron- en relación al Museo, o bien por causa de una razón personal, poseen un auténtico interés e identificación con los valores tangibles e intangibles de la organización, lo que les lleva practicar acciones, adoptar actitudes y a generar propuestas que propendan a la mantención de los valores del Museo o al mejoramiento de algunas de sus áreas.

Como mencionamos anteriormente, la audiencia de un Museo puede ser medida cuantitativa y estudiada cualitativamente, siendo ambos tipos de aproximaciones igualmente útiles de conocer para su funcionamiento. Las variables cualitativas tales como género, edad, nivel de escolaridad, proveniencia, etc., así como las cuantitativas tales como cantidad de mujeres, cantidad de hombres, cantidad de extranjeros, cantidad de licenciados, etc., que puedan identificarse del conjunto de la audiencia, son fácilmente medibles y los resultados de estas mediciones son claramente aplicables como indicadores de amenazas y de áreas de oportunidad a tener en cuenta para la facilitación, mejoramiento y desarrollo de la organización cultural.

La comunidad de un Museo, en cambio, en un momento determinado puede ser medida cuantitativamente, y esta medición puede ser un dato cuya obtención genere una utilidad práctica, por ejemplo: para organizar una recepción o una visita guiada de agradecimiento, para enviar saludos de fin de año, para apartar catálogos de exposiciones para dar como regalo, etc. No obstante, se hace importante considerar que el número de miembros de la comunidad no da cuenta de la dimensión de los beneficios que esta le otorga a la organización, pues esto correspondería a un análisis mayoritariamente cualitativo donde lo cuantitativo tiene un mínimo rol.

 

Panel exhibibiendo a Pinochet como ejemplo patrio en exposición "Hijos de la Libertad", en Museo Histórico Nacional, en abril de 2018. Foto: 24horas.cl

Panel exhibibiendo a Pinochet como ejemplo patrio en exposición "Hijos de la Libertad", en Museo Histórico Nacional.

Santiago de Chile, abril de 2018. Foto: www.24horas.cl

 

Procurar a su comunidad: algo que los Museos DEBEN realizar

Siendo los museos organizaciones sin fines de lucro, la maximización de todos sus recursos de trabajo; ya sean estos materiales, financieros, humanos, etc., es crucial para su mantenimiento y prosperidad. En esta línea de sentido, prestar atención a la comunidad activa de un museo facilitará la correcta discriminación entre los recursos humanos del mismo para lograr de esta manera maximizarlos, ya que la organización se percatará de las ventajas comparativas existentes entre el aporte que hacen aquellos elementos humanos que efectivamente se involucran con la organización y aquellos que no solo están participando en ella, con un objetivo meramente funcional.

El parámetro de discriminación para la toma de decisiones respecto a los recursos humanos  –ya sea para discriminar positiva o negativamente según corresponda- se vuelve entonces el correcto, pues la organización procurará el mantenimiento e incentivo de aquellos miembros del equipo de trabajo que están dando más a la institución que lo que “racionalmente debiesen aportar”, debido a que obtienen de su actividad en el Museo una gratificación de tipo intangible que implica un mejoramiento en su calidad de vida.

Un ejemplo reciente que nos muestra manifiestamente la atención que debe tenerse con las comunidades de los Museos es lo ocurrido en el Museo Histórico Nacional de Santiago de Chile (en adelante MHN). Institución completamente pública y emplazada en pleno Centro Histórico de esta capital, inauguró el pasado 5 de abril de 2018 una exposición titulada “Hijos de la Libertad” en la cual se expuso en imagen, nombre y cita al dictador Augusto Pinochet como ejemplo defensor de la libertad nacional, entre otros personajes respetados del siglo XX tales como Michelle Bachelet, Pablo Neruda y Salvador Allende.

La reacción de indignación de la comunidad de asistentes no tardó en manifestarse en el libro de visitas. La reacción de la comunidad virtual, en cambio, tardó un mes en hacerse pública debido a que el administrador del perfil de Facebook del MHN podía evitar la publicación de las críticas recibidas, sin embargo llegaron tantas, que el museo en cuestión publicó una respuesta a estas, la cual solo enfatizó el error, pues la institución se limitó a “pedir disculpas”, sin comprometerse a reparar el agravio de modo alguno. Ante dicha publicación, fueron posteadas más de 150 respuestas a la misma –incluyendo la mía- que exigían un reparo de la situación.

El MHN no reaccionó, no obstante los medios de comunicación nacionales y algunos internacionales se unieron a las críticas. Ante el revuelo mediático, la situación se solucionó en menos de una semana: la ministra de cultura, máxima autoridad pública chilena en la materia, exigió la renuncia del director del MHN y el inmediato retiro de toda la exposición.

Esta situación podría perfectamente haberse evitado si el MHN hubiese considerado que quienes son personalmente suceptibles a los contenidos de una exposición quieren -y merecen- exigir la corrección de una falta de criterio curatorial tan evidente como esta. En tal caso, habrían retirado a tiempo el panel criticado y publicado una disculpa que entonces sí hubiese sido coherente, y con esto el problema se habría resuelto. Debido a que no se tuvo esta visión, se perdieron todos los recursos de la muestra, incluyendo al director del museo.

Cabe mencionar que hace 3 años, como parte del discurso con motivo de su nombramiento, el director en cuestión pronunció las siguientes palabras: "Tenemos el desafío de trabajar permanentemente con la comunidad para que el MHN sea una fuente viva de diálogo con las raíces de nuestro presente y futuro". Se hace manifiesto entonces, que es crucial para los profesionales de los Museos tener claro a qué exactamente nos referimos cuando decimos que vamos a “trabajar con la comunidad”, para evitar incoherencias en nuestro discurso que solo logran desprestigiar a nuestro gremio.

Solo la toma de conciencia de las características cualitativas de los miembros de las comunidades de los Museos harán que la organización pueda preocuparse de expresar periódicamente agradecimiento a su comunidad y de esta manera mantener a sus miembros motivados a seguir formando parte de ella. No existe un método fijo de trabajo para concretar esto, así como ni siquiera es fácil de explicarlo  con palabras precisas. No obstante, en la práctica –y esta en la buena noticia- procurar, cuidar y preservar a la comunidad de un Museo es una tarea que requiere de:

·      vocación social,

·      algo de tiempo,

·      un acceso “normal” a las tecnologías de la comunicación y, sobretodo

·      atención a los detalles.

Contando en el Museo con un personal que goce de estos cuatro factores de trabajo, el cuidado apropiado de su comunidad no será entonces algo difícil de llevar a cabo en la organización.

 

Algunas conclusiones

·    La audiencia del Museo posibilita que este exista, en cambio la comunidad hace posible su evolución y su hiperconectividad con la  sociedad específica en la cual el Museo interviene y actúa.

·    La comunidad es un agente mantenedor de valores y generador de cambios en el Museo.

·    La distinción entre audiencia y comunidad se vuelve clave en el desarrollo de la labor social del Museo ya que ambos grupos de  individuos que están conectados con la organización requieren tratamientos y atenciones diferentes, como respuesta a los cuales el Museo obtendrá beneficios distintos, y por ende, igualmente necesarios de percibir.

 

Mtra. Ximena Jordán 

Gestora Cultural y Curadora de Arte

Correo: ximejordan@gmail.com

 

Imagen de portada: Actividad educativa comunitaria en Museo Frida Kahlo Riviera Maya, Playa del Carmen, México. Foto: Perfil de Facebook del MFKRM. URL: https://www.facebook.com/MuseoFKRM/

Segunda imagen: Visita escolar en Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico. Foto: Blog educativo de la Biblioteca Escolar Rodulfo del Valle.  URL: http://berodulfodelvalle.blogspot.com/

Tercera imagen: Museo de la Santa Inquisición. Ciudad de Lima, Perú. Foto: porconocer.com URL: https://www.porconocer.com/peru/museo-del-congreso-y-de-la-inquisicion-en-lima.html

Cuarta imagen: Curso de formación para voluntarios del Museo Nacional de Colombia. Foto: http://www.museonacional.gov.co. URL: http://www.museonacional.gov.co/servicios-educativos/Paginas/Voluntarios.aspx

Quinta imagen: Panel exhibibiendo a Pinochet como ejemplo patrio en exposición "Hijos de la Libertad", en Museo Histórico Nacional.Santiago de Chile, abril de 2018. Foto: www.24hrs.cl. URL: http://www.24horas.cl/nacional/indh-valora-decision-del-gobierno-tras-frase-de-pinochet-en-exposicion-del-museo-historico-nacional-2707955

 

Referencias

§  Manual de Capacitación para aplicar cuestionario a visitantes de Museos de México, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI    2016. URL: http://www.inegi.org.mx/

§  Diccionario de Definiciones, URL: https://definicion.de/comunidad/

§  Wikipedia. URL: https://es.wikipedia.org/wiki/Museion

§  Periódico español ABC. URL:http://www.abc.es/cultura/abci-despedido-director-museo-historico-nacional-chile-incluir-pinochet-exposicion 201805091758_noticia.html

§  Sitio web del Museo Histórico Nacional. URL: http://www.museohistoriconacional.cl/sitio/Contenido/Cartelera/55319:Museo-Historico-Nacional-Ya-Tiene-Nuevo-Director

§  Estudio de registros de Museos de Chile. URL: http://www.registromuseoschile.cl/663/articles-53275_archivo_01.pdf

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