Por: Manuela
Grau
"Venecia" , "Monólogos
de la Vagina",
"Las Morla", "Trizas", "La Cocina".
La cartelera santiaguina se despereza calmadamente del sopor veraniego
Cierta oferta teatral sin grandes abundancias ni sorpresas.
Predominaron obras de éxito en la temporada anterior y algún
que otro estreno
El grueso de las novedades desembarcará a partir de abril.
Mientras, y para calmar la impaciencia, pudimos asistir a una serie
de obras «comerciales» que, a pesar de prejuicios, nos sorprendieron
agradablemente.
Es cierto que el teatro «comercial» suele estar lleno de recursos fáciles
y falto de búsqueda. Ocupado principalmente de atraer al máximo
de público, se vende al mejor postor y en pos de la diversión
olvida toda profundidad, sutileza y buen gusto.
Sin embargo, a veces, las excepciones se dan y es posible un buen teatro
comercial que no esconde sus fines masivos pero que busca calidad con
buenos textos, estupendos actores y temáticas interesantes.
Hay también salas reconocidamente «comerciales» dentro de la
oferta santiaguina. En esta ocasión: el teatro San Ginés
(con "Venecia") y el teatro La Comedia ("Las Morla" y
"Monólogos de la Vagina") acogieron a los espectáculos
en cuestión.
VENECIA de Jorge Accame
Dirección: Borís Quercia
En un prostíbulo de una población cualquiera conviven
la Gringa, la anciana patrona ciega, sus tres «trabajadoras» y, de algún
modo, el Chato, que con sus asiduas visitas, es uno más de la
casa. La cotidianeidad de este burdel se ve alterada cuando todos estos
personajes deciden cumplir el sueño de la anciana: viajar a Venecia,
ciudad de su añorado y antiguo amante italiano. Frente a la imposibilidad
de pagar el viaje y dada la ceguera de la Gringa, entre todos inventarán
el modo de «transportarla» hasta la ciudad anhelada sin alejarse apenas
y sin gastar un peso. La buena voluntad y la astucia de los cuatro harán
realidad la ilusión...
Con este último viaje, la Gringa se apaga feliz...
Partiendo de una temática simple, casi ingenua, se da cabida
a toda una paleta de tonos: cómico, poético, social...
Lo que nunca se pierde es el humor
La obra es «super-chilena»: llena de «tallas», juegos verbales... Inolvidable
y divertido, el momento en que todos chapurrean un falso italiano, tan
simple como deformar las palabras y hacerlas todas terminar en i: «¡¡¡Chuchi!!!
» «¡¡¡Chili!!!»
La escenografía y juego de luces: de una hermosa simplicidad
y efectividad. El interior de la chabola está bien recreado y
se transforma, en un chasquear de dedos, en alegre lugar de fiesta...
Pero el mayor hallazgo de esta puesta en escena es, sin duda, la actuación.
Cada uno de los actores aporta una caracterización peculiar y
llena de chispa.
Felipe Camiroaga logra hacer del Chato un personaje entrañable
(el papel es compartido con Nicolás Arredondo que lo reemplaza
los días viernes, sábado y domingo dados los múltiples
compromisos del presentador televisivo). Su talante es introvertido,
amurrado, algo torpe y su obsesión por el sexo lo hacen definitivamente
cómico sin caer en clichés. Se nota que hay todo un trabajo
de observación de personajes populares y por ello es creíble
su modo de hablar, su actitud física.
Las chicas no se quedan atrás... Tichi Lobos logra un
personaje chispeante y con una verborrea insoportablemente cómica.
Javiera Contador es una prostituta algo lánguida pero
de gran corazón y también, muy divertida.
Gabriela Medina es la veterana, algo tosca, buena conocedora
de su oficio. Carmen Barros, la Gringa, la «Madame» ciega en
el ocaso de su vida pero, llena de energía y manías de
anciana sin perder un ápice de lo que hubo de ser un tremendo
carácter.
La obra se puede dividir en dos momentos: una primera parte, más
costumbrista, realista y una segunda, más onírica que
corresponde con el ficticio viaje a Venecia (incluida la aparición
cantada del tenor italiano interpretado por Nicolás Oyarzún)
En Venecia: la incultura, la prostitución, la pobreza,
se abordan desde la alegría, la esperanza ... Ello la hace una
obra para todo público, «light» y ése es su mayor logro,
la clave de su éxito.... Hacernos reír tiernamente de
las miserias de este mundo...
¡Dense prisa! Tras numerosos meses de éxito, ¡últimas
representaciones!
|
LOS
MONÓLOGOS DE LA VAGINA .
|
LOS MONÓLOGOS DE LA VAGINA
Texto de Eve Ensler
Dirección: Liliana Ross
Este es uno de los espectáculos de éxito de la cartelera
santiaguina
Desde su estreno en Enero, la sala se llena de un público variado
y no forzosamente «teatrero».
Cierto: el título es llamativo y el teatro chileno atraviesa
un momento de «destape», de osadía. El sexo es una temática
que vende bien, hoy día, en Chile.
En esta ocasión, nada de desnudos. Las 3 actrices guardan intacta
su compostura y decencia cómodamente instaladas en sus sillas
«design».
Tan sólo el texto de Eve Ensler es «trasgresor»
Basándose en entrevistas reales a toda una galería de
mujeres, «viejas, jóvenes, casadas, solteras, trabajadoras sexuales,
hispanas, africanas, asiáticas, judías, cristianas, de
todo», se aborda el inusitado tema de las vaginas: «Al principio, se
mostraban reticentes. Pero una vez que empezaban a hablar, nada las
paraba».
Verdaderamente es atrevido hablar abiertamente de algo tan tabú
(y más en la sociedad chilena). Se aprovecha para denunciar los
abusos sufridos por muchas mujeres: la ablación, violación,
insatisfacción sexual etc...
Hay un airecillo «feminista» en el texto de Ensler, un tono reivindicativo
pero que no va tan lejos como el título deja intuir.
Sí, se habla de « la almeja, el choro, la concha; de ese agujero
negro, de ese sótano húmedo y pegajoso», pero, finalmente,
la obra tiene un toque marcadamente burgués, muy «comme il faut
».
Las actrices (Grimanesa Jiménez, Katarzyna Kowaleczko y Liliana
García) muestran en todo momento su dominio de las tablas.
Sin embargo, están «atrapadas» en esta apuesta escénica:
una especie de «show televisivo» (con micrófonos incluidos) de
disertación acerca del tema. Todo el espectáculo está
estructurado como una sucesión de monólogos (alegres,
tristes,trágicos...) sin mayor interacción entre las actrices
que el asentimiento, la sonrisa, la atenta escucha. Ello le otorga cierta
monotonía al conjunto. Pero por encima de todo «Los monólogos
de...» son un grato momento de entretención más que una
obra teatral propiamente dicha y el público responde plenamente
a la propuesta con risas espontáneas, escandalizadas, catárticas....
La obra sigue en cartelera en Santiago emprendiendo, al mismo tiempo,
su gira por el país.
LAS MORLA
Texto y dirección de Elsa Poblete
Teatro La Comedia
Este espectáculo tiene un marcado carácter documental:
basado en una novela ("Las Morla: Huellas sobre la Arena" de Pilar Subercaseaux)
y en los diarios de vida de sus protagonistas, recrea las vidas de estas
extravagantes hermanas y, de paso, toda una época de la historia
chilena.
Las Morla vivieron en el Santiago de principios del siglo XX y escandalizaron
a sus coetáneos por sus contactos con el más allá,
sus sesiones de espiritismo y estilo de vida nada convencional. Provenían
de una familia burguesa e ilustrada por lo que se relacionaron con insignes
figuras de la época, como Arturo Alessandri, Pablo Neruda y Vicente
Huidobro.
En esta sobria puesta en escena (en la línea del Teatro Imagen
fundado por Gustavo Meza) los únicos elementos decorativos
son una escalera (que va al cielo...) y una cama de hierro con ruedas.
La dimensión esotérica de la historia de estas mujeres
que predijeron la muerte de su padre y algún que otro terremoto,
prevalece en el montaje. Como, por ejemplo, las apariciones de Nicolasa,
la hermanita muerta que visita y acompaña a sus hermanos. También
las luces y la música refuerzan este tono.
El aspecto realista de la obra (proveniente de su carácter biográfico
e histórico) es constantemente acompañado por detalles
líricos. En diferentes momentos se recurre a coreografías
en las que las muchachas bailan en hermosos kimonos, recuerdo de su
paso por Oriente. Las luces y música también contribuyen
a crear un ambiente mágico.
Los actores se entregan con ímpetu a sus roles. Todos evolucionan
con justeza en el paso por las diferentes edades de sus personajes.
Paula Valdivieso encarna a una temperamental Paz y su cojera
es más que creíble.
Patricia Velasco es la Madre autoritaria y se desdobla en el
divertido personaje de Edelmira, la brasileña en busca de la
ayuda esotérica de las Morla.
Milenka Hirtch es Nicolasa, el "ángel" de la obra.
Andrea Freund es la rebelde Carmen y Francisca Reiss,
la dulce Ximena
Eduardo Cumar es Carlos, el hermano adorado, seguidor (hasta
un límite) de las experimentaciones de sus hermanas.
Las Morla es un montaje que destaca por su simplicidad, honestidad
y calidad. En un formato bastante clásico se introduce una dimensión
profundamente mágica, poética en que también brilla
un fino humor. La combinación resulta.
Todavía se puede asistir a una representación durante
el mes de Abril (Sábados y Domingos) en el Teatro La Comedia.
*****************
Estrenos de Marzo
|
TRIZAS
ó 7 ESPEJISMOS DE UNA HISTORIA FRAGMENTADA.
|
TRIZAS ó 7 ESPEJISMOS DE UNA HISTORIA FRAGMENTADA
Dirección: Mauricio Moro
Dramaturgia: Cia. La Borja / M. Moro
Museo de Bellas Artes
Esta pieza (fruto de la investigación conjunta del director
y elenco) constituye un paseo por hitos de la historia chilena de estos
últimos cien años: la matanza de los onas en 1904, la
del seguro obrero en 1938; la ley de defensa de la democracia en 1948;
el mundial del 62; el golpe de estado del 73; el retorno de la democracia
en 1989 pero, esta vez, contados a través de escenas entre gente
común y corriente con sus penas, alegrías, miedos...
El espectáculo transcurre en un hermoso espacio de dos niveles
(diseño de Carlos Gallardo) rodeado de fotografías
en sepia (de Marcelo Montecino) de los momentos históricos
evocados.
Estas «historias» (con minúscula) se suceden mostrándonos,
finalmente, "La Historia"...
Cada actor interpreta a diferentes personajes (Leonor Lopehandía,
Mario Müller, Alejandra Montecinos, Sebastián
León) salvo Andrea Giadach en el rol de la mujer analfabeta
que con su presencia constante e intervenciones actúa, de algún
modo, como hilo conductor.
Prima un tono triste y quejumbroso con contadas (y agradecidas) excepciones
en que hay destellos de humor. Destacan: la escena infantil en el armario
(entre la hija de un desaparecido de Pisagua y un amigo); la de la joven
pareja agobiada por las penurias económicas en paralelo a una
retransmisión de fútbol. El momento de la llegada de la
democracia se plantea como un diálogo absurdo y sordo en un baño
mientras se esnifa cocaína.
Mauricio Moro opta por poner el espejo frente a la realidad
sin pretender explicarla o imponernos un punto de vista (aunque se vislumbre).
Aborda la historia de una manera humana, desde el punto de vista de
los «vencidos». El resultado: estas sinceras «trizas» poéticas
...
|
LA
COCINA
( O DONDE LAS PAPAS QUEMAN).
|
LA COCINA ( O DONDE LAS PAPAS QUEMAN)
Adaptación de la obra de Arnold Wesker y dirección
de Nono Hidalgo
Cia. El Callejón.
Sala Observatorio San Patricio
Esta pieza nos traslada a la cocina de un típico restaurant
del Mercado Central al día siguiente de una terrible riña
entre el dueño y el cocinero. Comienza la jornada. Los diferentes
integrantes van llegando.... Prisas, peleas, rencillas, accidentes...
Todo « pasa » en este espacio....
Numerosas han sido las puestas en escena de este genial texto en todo
el mundo.
Hay gran mérito en esta adaptación de Nono Hidalgo
que logra una obra "bien" chilena, partiendo de esta célebre
obra inglesa de mediados del siglo XX.
Fieles a las premisas del Teatro Imagen (el director y elenco son todos
egresados de la escuela de teatro de Gustavo Meza) y a las del propio
dramaturgo, se opta por una escenografía mínima consistente
en una simple cocina de fierro y algunos utensilios con ausencia total
de alimentos. Se recurre a mimar las acciones culinarias privilegiando
los conflictos humanos que se desencadenan en este microcosmos.
Según Wesker, «el mundo para Shakespeare es un escenario,
para mí es una cocina».
La obra es redonda: Unidad de tiempo: todo transcurre en una jornada
laboral .
Unidad de lugar: se permanece todo el tiempo en las «bambalinas» del
restaurant, el comedor es sugerido por las constantes entradas y salidas
de las camareras.
«La Cocina» resulta, a fin de cuentas, una metáfora del mundo
donde estallan las relaciones humanas en conflictos de poder, sociales,
laborales, amorosos ...
Todo esto aparece en este montaje que, aun privilegiando el humor con
alocadas situaciones y chispeantes diálogos entre sus protagonistas
(en un lenguaje profundamente popular y autóctono), no deja de
lado un aspecto más profundo y reivindicativo del texto (por
ejemplo, el combativo monólogo de Peter tras la terrible escena
de la mendiga).
El ritmo es esencial en la pieza: se pasa de la calma de la cocina
vacía al frenesí de los momentos álgidos de la
jornada, cuando se acumulan los pedidos, en un verdadero ballet perfectamente
coreografiado; de momentos de fuerte tensión entre los empleados
a otros de tranquilidad, de ternura o, incluso, de ensoñación
que rozan el lirismo.
Toda una galería de personajes conviven en la cocina. Los 30
(!!!) roles de la obra original quedaron reducidos en esta ocasión
a sólo ocho, sin que el conjunto pierda fuerza.
Se privilegiaron aquellos personajes más definidos psicológica
y dramáticamente en el texto. Destaca el personaje de Peter,
el cocinero impulsivo y apasionado, con una fuerte conciencia social;
el de Mónica, la camarera «fatal», amante de Peter, cansada de
un matrimonio infeliz y de sus frecuentes abortos; el del dueño
del restaurant, alemán trepador y sin escrúpulos (guiño
a la obra original en que estaban presentes diferentes nacionalidades
trabajadores: turcos, griegos, irlandeses).
El joven elenco constituido por Macarena Pastor, Cristián
Espejo, Arelis Quiroz, Rodrigo González, Casandra Day, Daniela
Oyarzún, María José Anríquez, Oliver de
la Parra se entrega con pasión y talento al ritmo endiablado
de la pieza y a las pasiones de los personajes.
Todo converge: un buen texto, una opción atrevida y acertada
por lo local, generosas actuaciones.
Tras las salas del Sidarte y del Observatorio San Patricio
se espera que esta compañía tenga la oportunidad de seguir
en otras para disfrute de un mayor público.
Cartelera
Santiaguina en Abril
- Sigue "Loco Afán" en Galpón
7..... Si no la vieron todavía,
¡ precipítense! La mejor obra
de la Temporada ..... (Comentarios en el número anterior de Escáner
Cultural)
- Es posible tomar una copa y deleitarse
escuchando hermosos textos: en Cámara Negra, Toño Suzarte
interpreta textos y canciones de Mario Benedetti, y en La Tasca Mediterránea,
Alicia Solá realiza un hermoso homenaje a Pablo Neruda.
- Reposiciones: la Cia. Teatro Aparte,
monta de nuevo éxitos del pasado. En la sala El Conventillo se
puede ver: "¿ Quién me escondió los Zapatos Negros?"
- Se espera una oferta variada con obras
contemporáneas en torno a comportamientos sexuales y amorosos
como "Closer" o "Sexo Casual"; Obras políticas como "Che Guevara"
( en itinerancia por comunas de Santiago) dirigida por Alejandro Goic;
clásicos: "Medea" con dirección de Rodrigo Pérez
o "El Juego de las Preguntas" de Peter Handke a cargo de Luis Ureta.
¡ Hay de qué entretenerse!.......
Ya comentaremos en el próximo
número