YTO: ¿Cómo definiría su infancia?
Iván Silén: Mi infancia fue la infancia de un niño alucinado. Nacido en una
familia protestante, fundamentalista, vivía alucinado entre la figura de
Dios-Cristo (seductor, embriagante, esquizo) y aquella explosión de cuentos
maravillosos (príncipes, princesas, enanos, dragones, piratas,
corsarios,--Tarzán, Supermán,--etc.). Como era un niño asmático y a veces
tenía que faltar a la escuela por varios días, me dedicaba a oír todos los
programas y todas las radionovelas habidas y por haber que pudieran ser
escuchadas. De ocho de la mañana a seis de la tarde oía todo lo que se
pudiera escruchar por la radio. Esto provocó en mí (todavía no había llegado
la televisión a Puerto Rico) el ejercicio de la imaginación radical. Tenía
que poner en imágenes en mi cerebro todo lo que las palabras expresaban. Las
palabras me mostraban el mundo. Si Tarzán, por ejemplo, peleaba con las
hormigas tambochas, yo imaginaba no sólo el sonido de las hormigas, su color,
la atmósfera, la selva, el conjunto, sino el ambiente onírico que la voz del
narrador provocaba en mi alma de niño atormentado. El sentido de la otredad
se fue desarrollando a través del proceso mismo de la imaginación. Junto a ese
proceso de lo imaginable se daba armónicamente el proceso político de lo
posible: el retorno de Pedro Albizu Campos a Puerto Rico (1948), la
exuberancia del nacionalismo, el asalto a la Casa Blanca (1952) y finalmente
la presencia del espanto a nivel de lo íntimo: la muerte de mi madre (1955).
Tenía yo diez años y el poeta ya estaba formado, aunque yo no lo supiera
todavía: el ser, el poeta, precedía la exploción de las personalidades
renacentistas (o seudobarrocas): el pintor, el cuentista, el filósofo, etc.
El ser se daba (o se daría) en la experiencia de lo plural. Fíjate que aquí
el ser no es la suma de todas las cosas, sino también la suma de todas las
personalidades.
YTO: ¿Cuándo descubrió que su destino era el arte?
IS: Nunca descubrí que mi destino era el arte. No fue un proyecto de la
voluntad, o por lo menos no en mis primeras etapas, sino un proyecto de la
vida. Fue y es el poeta el que me ha dicho durante toda la vida lo que soy,
lo que debo ser, y lo que seré. He "sido" por el poeta, éste me ha "obligado"
(aquí el destino es querido) no sólo a cruzar infinitas veces por el ojo de
la aguja, sino que me ha hecho cruzar el Gehena, el Hades, o el infierno en
todas sus manifestaciones. Esto no quiere decir que no nos amemos, sino todo
lo contrario. Apocalípticamente mi poeta ha sido el libro dulce del Banquete
de Revelación que he tenido que comer como miel y sufrir como hiel. Debido a
él decidí hacer y ser todo lo que los jóvenes hacían (1970). Probé la
marihuna, la mescalina, el LSD (viajé hasta agotar y romper el "yo"-burgués),
pero rechacé instintivamente la cocaína y la heroína. "Dios", aunque algunos
se escandalicen con ésto, me guiaba en valle de sombra de muerte de su Alma,
y me mostraba "cosas". Con la droga viajaba materialmente por "Dios". Pero lo
más importante, proceso que todavía política y espiritualmente no ha
terminado; "Dios" me mostraba a mí mismo. Ver es espantoso y ver es sublime.
Acostumbrarse a ver es una especie de "psicosis"-de-la-salud; negarse a ver
es la-psicosis-de-los-idiotas.
YTO: ¿Le gustaría hablar de algún artista o pensador que haya tocado fondo
en ti?
IS: Sí, claro. Primero voy a hacer una lista de los escritores y pensadores
que me han impactado fundamentalmente y luego comentaremos el por qué. Entre
ellos puedo citar a Kafka, a Borges, a Cortázar, Dostoyevski, Rilke,
Kazantzaki, Cátulo, Homero, Sófocles, Darío, Pessoa, Artaud, Neruda, Vallejo,
Martín Adán, Platón, Kierkegaard, Unamuno, a pesar de sus estupideces,
Heidegger y, sobre todo, Nietzsche. De todo este cúmulo de escritores y
pensadores voy a tomar tres, aunque esto pueda ser un poco arbitrario, porque
es muy difícil señalar los "préstamos" y las "influencias". Por ejemplo, de
Kafka aprendí el sentido mismo del cuento neofantástico (sin olvidar a
Borges, a Rulfo y a Cortázar), porque es él y no Borges quien verdaderamente
lo "inventa". Entender esto es fundamental, porque es parte de esa modernidad
que abrirán para Latinoamérica José Martí y Rubén Darío. Pero antes que
ellos, y esto que voy a decir será una sorpresa para los latinoamericanos, el
puertorriqueño Tapia y Rivera con su novela fantástica Póstumo el transmigrado
(1872). Esta es la primera novela fantástica que se escribe en
Latinoamérica, y como ocurre con el resto de la inmensa mayoría de la
literatura puertorriqueña, nadie la conoce. Pero lo importante aquí es que
en Metamorfosis Kafka no da explicaciones de ninguna índole. Kafka, o el
narrador, no explican qué carajo está ocurriendo con el personaje cucaracha.
Y esta no explicación, este acto onírico que el cuento asume para su debut,
es lo que prepara el cuento fantástico para una nueva experiencia. Los
hábitos del lector afortunadamente se quiebran. Esto lo "repetirá" Cortázar,
aunque de una forma diferente, en "Casa Tomada". ¿Qué es lo que ha ocurrido
en la Metamorfosis y en la "casa tomada"? Hay muchas hipótesis (M. Filer,
Alazraki, Andreu, Sosnowski, MacAdam, de Sola, etc.), pero la más que a mí me
interesa es la sospecha del incesto. El pecado no dicho. El incesto como fin
de la realidad. Lamentablemente, esta diferencia no se puede discutir aquí,
porque no poseemos el espacio necesario.
La otra figura "fundamental" de esta entrevista es Pessoa con sus
heterónimos. Pero en mi caso no son poetas diferentes, sino personalidades
artísticas-filosóficas diferentes. La diferencia, cosa que no ha podido
percibir Derrida, es una experiencia del "alma", de lo íntimo, de la psiquis.
Cuando en 1978-79 comienzan a irrumpir las personalidades, a la luz de un
fracaso amoroso, el poeta se ezquiza, se divide y se pluraliza. Estas
personalidades surgen como una afirmación ante el fracaso y el instinto de
muerte (de suicidio) que buscaba manifestarse en la destrucción de la
persona. Ante esta crisis la persona se multiplica. Surge el "caos", la
"anarquía" y la revolución del alma, psicológica, estaba planteada. Parecía
que iba a morir (la soledad es total--el abandono es físico-moral--), pero es
precisamente aquí cuando una amiga deposita en mis manos dos libros
fundamentales para mí: Así habló Zaratustra de F. Nietzsche y Breviario de
podredumbre de E. M. Cioran. Estos dos libros, pero sobre todo Zaratustra, me
libran del suicidio.
Surge, pues, la tercera figura fundamental de esta entrevista que estamos
ofreciendo para Escáner. (En otras entrevistas hablaré de otras figuras
básicas.) Con Nietzsche, entonces, "aprendo"instintivamente a filosofar. Y
descubro, para escándalo mío, que la mayoría de los nietzscheanos (por
complejo, por debilidad, por idolatría, por miedo, por oportunismo, por
erudición, etc.) no pueden o no saben pensar a Nietzsche. Inmediatmente
descubro que si se quiere pensar el nihilismo, la posmodernidad y
la-demokracia-de-la-corrupción hay que pensar contra la genialidad de
Nietzsche. Hay que pensar a Nietzsche genialmente. Este es el filósofo, como
Heidegger, como Platón, como Vattimo, como Deleuze, o como Foucault, que a
pesar del sepelio que Europa celebra para sí misma, enseña a pensar.
Nietzsche es el filósofo que no se puede seguir sin cometer suicidio. Para
pensar la-realidad-del-neoliberalismo-imperialista que la posmodernidad
trafica hay que pensar "contra" estos filósofos. Quizás por ésto mismo, la
editorial Paidós de España, Pensamiento Contemporáneo, que dirige el amigo
Manuel Cruz, rechazó mi libro ¿Por qué filosofamos? . Cruz escribió del
mismo:
". . .tu texto (¿Por qué filosofamos?)
me ha interesado mucho. Tal vez, si algo
tuviera que destacar, es su veracidad, el
hecho, por decirlo así, de que es un texto
escrito en primera persona. . .hablar en pri-
mera persona no es hablar de uno mismo,
sino hablar de lo que uno verdaderamente
cree. . .el modo de exposición podría a algún
despistado sugerirle que aquellos aforismos"
(de Nietzsche) "...eran una sucesión caótica de
intuiciones y chispazos, pero en realidad los
recorría un orden interno implacable, Pues bien,
yo también creo que tu texto está atravesado
por una profunda coherencia que raramente sale
a la superficie (tal vez ni siquiera de tu concien-
cia)...Ojalá tu texto tenga las suerte que se mere-
ce." (1 de abril de 1998). |
El texto prosigue inédito.
YTO: Hábleme de la evolución de tu trabajo.
IS: La evolución de mi trabajo está relacionado con la aparición "caótica" de
las personalidades y el impase en donde el pintor intentó, en pleno
"delirio", apropiarse de la dirección de la-nave-existencial. En esa época
(1978-1987) el cuentista era tímido y todo lo que "producía" se diluía en pos
de la trilogía de las novelas de lo-Cristo: La biografía (1984); La casa de
Ulimar (1988); y Las muñecas de la calle del Cristo (1989). No será hasta
1997 que la Universidad de Puerto Rico, dirigida en aquel entonces por el
amigo José Ramón de la Torre, se decidirá a publicar mi primer libro de
cuentos titulado Los narcisos negros. Este movimiento de la prosa iba
acompañado, no sólo de exposiciones esporádicas de mis pinturas, sino de un
movimiento de la poesía que la censura política del mercado colonial y
neocolonial, latinoamericano y español, se empeñaba en mantener inédito. Que
Chile diera un Neruda, que Perú diera a Vallejo y a Martín Adán, que Cuba
diera a Lezama, que México diera a Octavio paz, todo eso estaba bien. Pero
que Puerto Rico (ese país de "esclavos", de suicidas, de mantenidos por
Estados Unidos, etc.) dé un poeta plural, esquizo, antiacadémico,
antidemokrático, albizuista, defensor de la república radical y maestro de
la-lengua-española, como el que yo estoy planteando desde el soy, tenía y
tiene que sublevar no sólo a las editoriales, a las revistas, sino también a
los "discípulos" y a los amigos. El silencio político, entonces, se hace
total. Se te vigila en todos sitios: lo mismo en la izquierda que en la
derecha. El Sospechoso ha alcanzado la gracia de "Dios". La demokracia ha
establecido contra el poeta la-cárcel-de-la-"libertá": el exilio. Veintitrés
años de exilio han "corroido" el alma del poeta, veintitrés años lo han
tornado "paranoico". Entre esa prosa que ni Latinoamérica ni España conocen
hay once libros de poesía que tal vez nunca vean la luz. ¿No son estos,
acaso, los libros póstumos del poeta?
YTO: Hablemos de lo que está haciendo ahora...
IS: Ahora estoy haciendo fantásticamente el mundo. El lenguaje puertorriqueño
que soy está reconstruyendo poética y políticamente no sólo a la
Latinoamérica oligárquica, sino también a la España "republicana" que nos ha
abandonado, y que se tiene que encontrar lingüísticamente consigo misma. Ese
retorno, donde ellos todavía poseen el "poder", es la experiencia del exilio.
¿O es una casualidad, acaso, que españoles y argentinos se hayan convertido
en la claque que se alimenta culturalmente de la marginidad de
puertorriqueños y dominicanos? Nos es una casualidad que el español, de
espalda al inglés, y como "desprecio" de éste, se enfrente con ese otro
español, ese "castellano" que vive económicamente del genocidio cultural que
el exilio ha inventado racistamente contra la hispanidad misma. ¿No se
parece este racismo español, su falsa superioridad, al racismo gringo, y al
racismo negro? ¿No es esta verdad, este traer a la luz la maldad de la
cultura, la labor escandalosa de todo verdadero poeta? ¿No es ésta la
realidad de una verdad para la cual ni el socialismo, ni la dictadura, ni la
demokracia poseen lenguajes? Reconstruir el lenguaje violentamente es
reconstruir el mundo como nunca antes ha existido. La violencia está delante
de nosotros, pero nosotros estamos poética y políticamente delante de ella.
Comenzar ésto es comenzar el "infinito".
Al margen de ésto estoy trabajando en un nuevo libro de filosofía que se
titula El nudo gordiano y una antología de Federico Nietzsche titulada Nietzsc
he o: el ocaso de los lirios (14 pensadores) que publicarán conjuntamente la
editorial Isla Negra y la Editorial de la Universidad de Puerto Rico. Junto a
estos textos hay un nuevo libro de cuentos titulado los Caballos de Plata.
Después de la publicación por el Instituto de Cultura Puertorriqueña de La
poesía como libertá, antología que cierra mi primera época como poeta y que
ustedes tampoco conocen, hay once libros de poesía que se titulan Los lirios
lilas, La risa de Dios, El libro de los peces ahorcados, El Druida de Abedul,
Los dragones negros, Los gatos de papel crepé, Venus de diedra, Casandra &
Yocasta, Tu té de mirra, El árbol de la pagoda que llora y Los traficantes
del sarcófago sagrado, y que esperan ser reorganizados o publicados a tiempo.
Al margen de esto también hay una novela titulada El príncipe que al ir
perdiendo su obsesión me he visto obligado a rescribir el primer capítulo
infinidad de veces.
YTO: ¿Qué sentido tiene ésto para ti?
IS: ¡El sentido mismo! La poesía (el pensamiento, la imagen de las cosas) es
el sentido mismo del mundo. Es el sentido de las palabras que somos. Para mí
escribir es ser y ser es escribir (cantar-pensar) radicalmente la verdad que
soy. Ese juego-cierto del trapecio del alma en donde me retiro en los
alteregos y en donde me acerco irónica y (perversamente) en los narradores
contemporáneos de mis ficciones es parte de la creación del "ser". La poesía,
y seamos benévolos, la escritura también, no es un trabajo; es una vocación
(=un llamado). Quien no es llamado no sabe de lo que hablo. El Llamador que
es Nadie (o nada, o "Dios") te muestra, te "talla" de la estatura del abismo
para que el devenir ni te devore, ni te mate. Esto no quiere decir que no
morirás, pero aún ésta, aún la muerte, será una vocación. Estar tallado
implica que has de mirar, que has de ser, hacia todas las dimensiones
posibles y de lo-posible. Por otro lado, no serás librado del absurdo, pero
en medio de él hallarás la Gracia. Hay algo en el mundo que es dador y casi
no podemos definirlo. Lo-dador es lo que la poesía señala. Hay algo en el
mundo que se cuela a lo íntimo y se te muestra en lo social políticamente
para que el poeta pueda decir. Esto dado es el misterio mismo. Esto no te
hace profeta como creen y como creían los románticos, sino que te hace, a
pesar de la obsesión y de la pasión, "pausado"-esquizo (vidente de la
praxis). Esto no te cura del Impertinente que piensa, pero pausa la voz para
que sea cierta. Aprender a ver es una dicha, porque te permite pensar el
espanto y te permite ser en la tribulación, en la envidia, en la persecución
y en esa censura que la-narcodemokracia-liberal ha organizado contra uno. De
esto es, como digo en el ensayo"L'originario", de lo que no se puede dudar.
YTO: ¿Te gustaría comunicarte con la gente que admira tu obra?
IS: Creo que el diálogo es muy importante. Lo que sucede es que la gente que
dialoga cree que somos iguales. La igualdad es un mito de la demokracia para
apropiarse de tu participación política. Nadie es igual a nadie. Nadie es tan
inteligente como tú, o como yo. Si a esa inteligencia, a esa originalidad se
le añade la mala suerte, la persecución, la angustia desmedida de la cárcel,
del exilio, del manicomio, de la censura, del desempleo, entonces ésta, la
angustia de la libertá real, de la-libertá-"yo", buscará cauces insospechados
que la realidad inédita ha preparado para que las verdaderas individualidades
acontezcan. Estas, y no las-"individualidades"-del-simulacro-de-la-"libertá"
que la demokracia fabrica en el anonimato, son las que han de transformar el
lenguaje que somos. La jerarquía del Espíritu está delante de nosotros: están
los genios, los inteligentes, los burócratas, los funcionarios, las
secretarias, los representantes o los demagogos, los mediocres (la
individualidad que la demokracia celebra reaccionariamente) y los "pobres de
espíritu". Pero esta fabricación del lenguaje es colectiva. Todas las clases,
todos los hombres y mujeres, participan de él y por eso todos anhelan opinar.
Si el diálogo es real, si no está lleno de miedo y de complejo, entonces el
lector del-poema-sueño, el espectador de la tela, podrá decir cosas
estimulantes, insospechadas, porque ese diálogo acontece desde la libertá
sublevada. En ese diálogo (de la literatura y por la literatura) la libertá
se enfrentará a la decadencia misma de la demokracia.
YTO: ¿Ha sido feliz con su trabajo?
IS: He sido feliz y he sido trágico. Fíjate que no te digo desdichado, porque
para un hombre como yo la "fama", esa destructora de poetas, es oscura y
secreta. Por eso cuando veo a los poetas, a los filósofos, a los artistas y a
la chusma de la farándula desesperarse por la "fama" entiendo perfectamente
lo que es ser necio. La "fama" te congela, porque te obliga a repetir la
novela, el cuadro, o el poemario consagrado. El poeta que no sabe olvidar
está condenado a su memoria.
YTO: ¿Usted cree que a través de las palabras realmente se pueden traducir
los conflictos y verdades de la existencia del hombre?
IS: No quisiera pecar de iluso, pero cada día que pasa creo más en la palabra
(creo más en la metáfora, en la metonimia, en la paradoja, en la
sinestesis--y creo más en el ser--). Por eso cuando oigo a Vattimo hablando
de la sociedad transparente, o a Derrida hablando de la retirada del ser y de
la metáfora, comprendo que la visión política del ser se ha suspendido en
ellos. No importa que sean "buenos"-filósofos, no importa que hablen de Marx,
o de la revolución, o del capitalismo, o del devenir, de la hegemonía de
Europa, del mito, o de la estética; no importa de lo que hablen, si la visión
se aparta de ti, si tu soberbia la empaña, si lo dado no se te da, entonces
tu palabra se torna inútil (=burguesa). La palabra es lo que te hace hombre
(o mujer). La palabra es el milagro mismo de ser. La palabra es ese espacio
en donde la-verdad-mirra del mundo puede ser nombrada. La palabra no traduce
los conflictos del mundo. La palabra siendo el-"yo"-grieta, siendo
el-"yo"-roto-que-soy, expresa los conflictos del-ser-del-mundo. Da testimonio
de la belleza escandalosa de ser. ¿O no te has fijado que soy al revés,
puesto ante el espejo, quiere decir "yos"? ¿Qué significa ésto? Que "soy"
significa muchos yos. Muchos yos del inconciente que desean pronunciar las
palabras de sus conflictos y de sus verdades que la educación burguesa ha
decapitado.
YTO: ¿Es muy difícil salir adelante cómo artista latino? ¿Cómo enfrenta un
latino el mundo del arte internacional?
IS: Sí, ser un poeta, o artista latino, es ser y estar en el límite. Pero por
otro lado, aunque sea difícil, sé que el arte y la literatura del primer
mundo, están agotados. Cuando el ser declina en el oeste resucita por el
este. Cuando Occidente decline, resurgirá el Oriente. De este temor nace la
censura. De este miedo nace la envidia entre los poetas. Pero lo importante
aquí es si la vida ha enamorado tu corazón. Si la vida te ha seducido sexual
y espiritualmente, entonces, tú estás completo. Tu palabra acontece y la
gente siente el estremecimiento. Ruega al Dador, ruega a la Gracia y a la
visión que nunca te abandonen y tu palabra será siempre un modelo. Cuando
todas estas cosas acontecen, cuando el cielo puede mirarse en el lago,
entonces el poeta se ha cumplido. Si la "fama" tarda, no importa. Si la
"fama" es oscura hay que entender, aunque no la veamos, que un día será
clara. El "éxito" importa poco. ¡El éxito no tiene sentido! Publica y los que
tienen oídos, verán; escribe y los que tienen ojos, oirán.
El poeta es, entonces, la angustia de ansiar políticamente a "Dios".
****
25 de enero del 2000
Nueva York