EL TEATRO DE FEDERICO GARCÍA
LORCA

Para
muchos Federico García Lorca es un poeta, y lo es, pero además
es un destacado escritor de teatro. Lorca junto a Valle-Inclán
es el más importante escritor de teatro en castellano durante
el siglo XX. Se trata de un teatro de una gama muy variada con símbolos
o personajes fantásticos como la muerte y la Luna, lírico,
en ocasiones, con un sentido profundo de las fuerzas de la naturaleza
y de la vida.
Entre sus farsas,
escritas de 1921 a 1928, destacan Tragicomedia
de don Cristóbal y
Retablillo
de don Cristóbal,
piezas de guiñol, y sobre todo La
zapatera prodigiosa,
una obra de ambiente andaluz que enfrenta realidad e imaginación.
También pertenece
a la categoría de farsa Amor
de don Perlimplín con Belisa en su jardín.
De 1930 y 1931 son los dramas calificados como "irrepresentables",
El público
y Así
que pasen cinco años,
obras complejas con influencia del psicoanálisis, que ponen
en escena el mismo hecho teatral, la revolución y la homosexualidad,
a partir de un complejo sistema de correspondencias.
Dos tragedias rurales
son Bodas
de sangre,
de 1933, y Yerma,
de 1934, donde se aúnan mitología, mundos poéticos
y realidad. En Doña Rosita la soltera, de 1935, aborda
el problema de la solterona española, algo que también
aparece en La
casa de Bernarda Alba,
concluida en junio de 1936, y que la crítica suele considerar
la obra fundamental de Lorca. Al comienzo de su carrera también
había escrito dos dramas modernistas, El
maleficio de la mariposa
(se estrena y fracasa el 22 de mayo de 1920) y Mariana
Pineda (se estrena en Barcelona
y luego en Madrid en 1927).
El mundo de García Lorca supone una capacidad
creativa, poder de síntesis y facultad natural para captar,
expresar y combinar la mayor suma de resonancias poéticas,
sin esfuerzo aparente, y llegar a la perfección, no como resultado
de una técnica conseguida con esfuerzo, sino casi de golpe.
La variedad de formas y tonalidad resulta deslumbrante, con el amor,
presentado en un sentido cósmico y pansexualista, la esterilidad,
la infancia y la muerte como motivos fundamentales.
Para tener una idea más profunda y completa
del teatro de García Lorca le presentamos a continuación
un texto que fue publicado en el libro "Federico García
Lorca, La casa de Bernarda Alba", Editorial Castalia, Madrid.
(con cuadros cronológicos, introducción, bibliografía,
notas y llamadas de atención, documentos y orientaciones para
el estudio a cargo de Miguel García-Posada)
LA CASA DE BERNARDA ALBA
Federico
García Lorca termina La casa de Bernarda Alba el 19 de junio
de 1936. Días después la lee a algunos amigos. A primeros
de julio repite la lectura privada del texto. La obra debe haberse
escrito en la primavera de este año, seguramente en pocos días.
En las entrevistas periodísticas conservadas no hay el menor
rastro de la obra, y ése es un dato tanto a favor de la fecha
tardía de redacción como de la celeridad con que ha
sido ejecutada. Quizá haya podido influir en su rápida
terminación el compromiso contraído con Margarita Xirgu,
la actriz de sus grandes éxitos, que, tras interpretar a la
entrañable doña Rosita, le había pedido un papel
de mujer mucho más duro. El autógrafo original, con
pocas correcciones, indica que la obra se ha escrito tras mediata
maduración, conforme a la costumbre del poeta. No es fácil
saber si la versión hoy conocida de la obra era de su entera
satisfacción. Algún testimonio parecería indicar
que no era así: complacido con el primer acto, Lorca pensaba
rehacer los siguientes. Francisco, el hermano del poeta, cree que,
de haber vivido, el autor habría cambiado los nombres de algunos
de los personajes. Es claro que el original está falto de,
al menos, una última revisión que hubiera subsanado
algunos lapsus: así a Angustias, la hija mayor de Bernarda,
se le atribuyen 36 años en el reparto dramático, pero
luego en el texto se señala que tiene 39; por dos veces, en
el primer acto, se dice que las hijas de Bernarda son seis y no cinco,
etc.
Pero en todo caso, el texto que hoy tenemos es el
único al que podemos atenernos. Y sus calidades son ciertamente
muy altas. Esto y el escaso tiempo que transcurre entre su creación
y el asesinato del autor, ha conducido a la crítica a valorarlo
como la primera obra madura del dramaturgo Lorca, que alcanza, al
fin, un sistema dramático propio, sin los escapes líricos
del teatro anterior. El dramaturgo, en suma, se impone sobre el poeta.
Hay aquí, además, un claro prejuicio estético
heredado del drama burgués: que el teatro tiene que estar en
prosa. Los datos de que se disponen sobre la actividad de Lorca en
este último año de su vida, impiden, por otra parte,
alcanzar conclusiones simplificadoras. Tras La casa de Bernarda Alba,
Lorca trabaja todavía en el primer acto de Los sueños
de mi prima Aurelia, evocación de la infancia granadina del
poeta, donde el verso desempeña de nuevo un papel importante.
Sabemos que el poeta trabajaba también en La destrucción
de Sodoma, tragedia como Bodas o Yerma, de la que parece haber concluido
un acto. La Comedia sin título capta también su atención
en este tramo final de su vida. No es posible, por tanto, ver en La
casa de Bernarda Alba el punto de partida de la futura evolución
dramática de Lorca, al margen de su innegable perfección.
Bernarda Alba era una de las posibilidades del teatro lorquiano en
1936.El autor exploraba en múltiples direcciones: tragedia,
drama, misterio... Y si esta obra fue el único de los proyectos
pendientes que llegó a feliz término, no cabe sino imputarlo
a un hado dichoso, que seguramente encontró terreno abonado
en la especial incidencia que tienen las preocupaciones sociales sobre
el dramaturgo en este momento.
Obra genial, una de las piezas capitales del teatro
de este siglo, La casa de Bernarda Alba responde a la fórmula
que conjuga el teatro de calidad con las posibilidades de funcionamiento
dentro de los circuitos comerciales, de acuerdo con el propósito
que el autor se había planteado a partir de 1932.No hay que
olvidar la profunda verdad que encierran sus declaraciones de abril
de 1936:
Yo en el teatro he seguido una trayectoria definida.
Mis primeras comedias son irrepresentables. Ahora creo que una de
ellas, Así que pasen cinco años, va a ser representada
por el Club Anfistora. En estas comedias imposibles está mi
verdadero propósito. Pero para demostrar una personalidad y
tener derecho al respeto he dado otras cosas.
Hay quien casi se ha escandalizado con estas palabras.
Pero el deprimente panorama del teatro español de la época,
dominado por el astracán de Muñoz Seca, la comedia benaventina
y el juguete cómico superficial, mediatizado por compañías
regidas tiránicamente por las primeras figuras, y ordenado,
en suma, por el beneficio comercial puro y simple, no permitía
los saltos en el vacío. El ya citado fracaso del teatro de
Valle-Inclán es ejemplo muy significativo, al que puede agregarse
la imposibilidad del entonces muy joven Miguel Mihura (n. 1905) de
estrenar Tres sombreros de copa, que debería esperar a ¡1952!
(y subiría a la escena de la mano de un Teatro Universitario).A
ese "verdadero propósito" responde la preparación del
estreno de Así que pasen cinco años por un grupo experimental
y la revisión de El público que parece ser se efectuaba
en junio de 1936.
La casa de Bernarda Alba pertenece a una serie literaria
muy en boga desde finales del siglo XIX y en el primer tercio de siglo:
el drama rural. Las obras de mayor trascendencia del género
se deben a Jacinto Benavente, el autor de Señora ama (1908)
y La Malquerida (1913); pero no hay que olvidar el inmenso éxito
de La Dolores (1892), de José Feliú y Codina (1847-1897),
muy difundida luego como libreto de la zarzuela del mismo título
original del maestro Bretón. El último drama lorquiano
sigue cronológicamente a Doña Rosita la soltera, otro
drama. El espacio urbano se ha trocado en rural. "Drama de mujeres
en los pueblos de España" se subtitula Bernarda Alba; "drama
familiar" llama Lorca a Doña Rosita en unas declaraciones de
1935.Coincidencia o no, el ritmo creador del poeta se ajusta a una
andadura muy coherente: a dos tragedias han sucedido dos dramas. Entre
Doña Rosita y Bernarda Alba existen muchas diferencias, pero
también factores comunes. El primero que salta a la vista es
la radical frustración de las mujeres condenadas a no conocer
varón. ¿Cuadra a La casa de Bernarda Alba aquella definición
de Doña Rosita como "el drama [...] del ansia de gozar que
las mujeres han de reprimir por fuerza?" Sin que la abarque por completo,
como es lógico, hemos de convenir en la concordancia temática.
En ambas obras nos vemos en el plano social de la burguesía
acomodada; y el mundo dramático de ambas se sitúa en
un plano cotidiano, realista -en cierto sentido-. Con Doña
Rosita, nos hallamos en la sociedad de finales del siglo XIX y comienzos
del actual; con Bernarda Alba, en la época contemporánea
del autor. Tal encuadramiento temporal responde, sin duda, al propósito
de ejercer la crítica social, la denuncia de modos y comportamientos
colectivos. Esta preocupación social está muy acentuada
en Lorca en los dos últimos años de su vida. No debe
descartarse que el sesgo sombrío que toma la vida española
desde 1934 haya influido al respecto. En diciembre de 1934, declara
que, tras terminar su trilogía trágica, es su propósito
hacer otro tipo de cosas, incluso comedia corriente de los tiempos
actuales y llevar al teatro temas y problemas que la gente tiene miedo
de abordar. Aquí, lo grave es que las gentes que van al teatro
no quieren que se les haga pensar sobre ningún tema moral.
Vuelve sobre la cuestión en febrero de 1935:
... tengo en proyecto varios dramas de tipo humano
y social. Uno de esos dramas será contra la guerra. Estas obras
tienen una materia distinta a la de Yerma o Bodas de sangre, por ejemplo,
y hay que tratarlas con distinta técnica también.
Estas declaraciones son simultáneas a la elaboración
de Doña Rosita la soltera, que se termina a mediados de 1935.
Conocemos algunos de los títulos de esos dramas: Carne de cañón
-contra la guerra- ,o La piedra oscura (que tuvo también el
título de La bola negra),que trata el tema de la represión
de la homosexualidad. No hay duda de que Doña Rosita es la
primera de esas obras. "Se trata -dice de ella el autor- de la línea
trágica de nuestra vida social: digo en los carteles que es
esta obra, y no otra cosa es. ¡Cuantas damas maduras españolas
se verán reflejadas en Doña Rosita como es un espejo!"
Desde esta perspectiva, resulta muy coherente que las dos últimas
obras lorquianas sean las que son. Ambas piezas están mucho
más próximas de lo que a primera vista pudiera parecer
las diferencias de tratamiento técnico están impuestas
por los distintos climas escénicos. El uso del verso falta
en La casa de Bernarda Alba y es frecuente en Doña Rosita,
de acuerdo con el subtítulo: Poema granadino del novecientos
dividido en cantos y bailes. Aquí el verso sirve básicamente
a la recreación y parodia de un época que abarca desde
1885 a 1911. En Bernarda Alba se puede prescindir del verso, dada
la época contemporánea en que se ubica y lo distante
que se encuentra el mundo dramatizado en ella del universo mítico
de las tragedias. Ciertas afinidades temáticas han llevado
a la crítica a considerar que completa la trilogía trágica
de Lorca. Pero esta hipótesis es muy débil a la vista
de los datos externos e internos de que se disponen. De la poesía
del mito hemos pasado a la poesía de la realidad o, si se quiere,
a un realismo poético. La suma de ambos términos arroja
un producto sumamente lejano al realismo del siglo XIX, dominado por
el dogma de la realidad objetiva. Lorca gustaba del termino "interpretación",
y en esto coincide con las grandes corrientes estéticas de
nuestro tiempo. En este sentido no debe inducir a engaño a
la advertencia que figura al frente de la obra sobre su intención
de documental fotográfico: no significa más -ni menos-
que la constancia de aquella voluntad de denuncia, de crítica.
La profunda distancia que media entre este realismo
poético y el realismo del siglo XIX, no debe ocultar la deuda
que los dramas lorquianos contraen con algunos grandes maestros realistas.
La huella de Chejov es visible en Doña Rosita la soltera; la
de Ibsen, en La casa de Bernarda Alba. El influjo ibseniano es patente
en la estructura clásica de la pieza, que se pliega casi por
completo a las leyes de la unidad de tiempo y lugar. (Lo ha puesto
de relieve el profesor Roberto Sánchez en un articulo excelente
sobre la cuestión.) como en Ibsen, una imagen clave vertebra
toda la obra, y está contenida en el mismo título. Recordemos
algunas obras del autor noruego: Casa de muñecas, Las columnas
de la sociedad, Espectros... La obra lorquiana presenta incluso un
léxico coincidente. Fue Ibsen el primer dramaturgo que llevó
a la escena los problemas de condición femenina y reivindicó
los derechos de mujer. Nora, la protagonista de Casa de muñecas,
capaz de revelarse contra su marido, es la heroína paradigmática
de Ibsen. un impulso moral, ético, cimenta el teatro del gran
dramaturgo noruego. y ese impulso supone, además, el análisis
de la sociedad en términos económicos. La coincidencia
con La casa de Bernarda Alba es indiscutible. Ibsen ha servido de
modelo importante a Lorca. Encontramos en el drama lorquiano la denuncia
de unas situaciones intolerables parecidas de modo muy especial por
la mujer, oprimida en grado máximo. La sobriedad escénica
-en todos los planos: escenografía, música, vestuario,
etc.- empalma con la austera, ceñida estructura teatral de
el Ibsen de los "dramas modernos". En este sentido se ha podido decir
que la obra acepta las convenciones del drama realista. En efecto,
asiente a ellas , las utiliza pero con finalidad precisa de superarlas,
de transcenderlas. Aquí entra en juego el riquísimo
lenguaje lorquiano penetrado de claves simbólicas que se trasladan
a todo el sistema dramático: es el realismo poético.
En la evolución del drama rural, La casa
de Bernarda Alba representa un paso gigantesco respecto a sus
precursores.
Benavente está preso todavía en las
limitaciones del naturalismo, que lo llevan incluso a inventar un
habla rural inexistente, nada verosímil. Lorca, en cambio,
trabaja el idioma desde dentro, de su espíritu, y así
lo adecua a los diversos registros sociolingüisticos, sin forzar
jamas el ruralismo. Basta el engaste del giro popular o su reinvención.
Todo esto fue y señalado antes. La introducción de la
dimensión simbólica en la escenografía constituye
un desvío notorio de los postulados del drama rural.
Se ha insistido de todas formas, por aparte de la critica en la posible
ascendencia de La Malqueerida, de Benavente, sobre nuestra obra. Se
ha señalado el paralelismo entre su mundo denso y cerrado,
dominado por un rígido sentido de clase y por la honra y el
Lorquiano. Se ha hecho notar cierto parecido entre las criadas Juliana
y Poncia, y entre la heroínas Acacia y Adela. Pero la diferencia
entre todas ellas es abismal. e incomparable la complejidad y entraña
humana de las criaturas de Lorca. Benavente conocía bien el
teatro ibseniano, pero sin duda Adela esta mucho más cerca
de Nora que la Arcacia de don Jacinto, apenas de capaz del desafío
abierto, más víctima de su pasión por el padrastro
que rival de su madre. Benavente en definitiva resulta incapaz de
transcender la materia argumental. El ruralismo benaventino es convencional
frente a la potente realidad del campo en Lorca. En síntesis:
el realismo poético da lugar a un producto literario nuevo.
La obra de García Lorca se sitúa en niveles de complejidad
que no tienen parangón en sus antecedentes. estos Universos
dramáticos tan toscos poca relación guardan con este
orbe en que se presentan problemas capitales a la consideración
de espectador o lector. Por eso, calificar la Casa de Bernarda Alba
como "drama rural" tienen inevitablemente algo de simplificador y
de inexacto: es demasiado fuerte su ruptura con la tradición
literaria de que procede.
Por lo demás la fuente primera del drama no
es literaria. La familia Alba existió en realidad y parece
que aún vivía hacia 1935, año en que el autor
acaso pudo observarlo. Frasquita Alba, viuda ya muchos años
residía en Valderrubio (Granada), con sus hijas alas que sometía
a una vigilancia tiránica. Su casa era contigua a la de la
familia de Lorca, con la que compartía incluso el pozo. Otras
referencias y otros episodios que se contienen en la obra poseen también
cierta base real según datos aportados por el hermano del poeta,
Francisco, que se recogen en las notas correspondientes.
¿Qué otras influencias ha podido recibir la
obra? Se ha aducido alguna vez la obra de Grabiele D'Annunzio, Sueño
de un atardecer de otoño. Lorca puede haber conocido la pieza
dannunziana, que había sido traducida. Hasta diez mujeres integran
el elenco del Sueño, centrado en un perturbador conflicto de
amor y celos. También el varón invisible y deseado mueve
los hilos de trama. Sin duda es tragedia del autor italiano, situada
en el fastuoso marco del Renacimiento, y el desgarrado ambiente andaluz
de la obra Lorquiana. La viudedad de Gradeniga la de Bernarda no guardan
relación alguna pero, aunque no se puede afirmar rotundamente
tampoco se puede negar la posibilidad de que la tragedia Dannuziana
contribuyera a perfilar el protagonismo exclusivo de la mujer en la
obra de Lorca. D'Annunzio, autor celebrado por el modernismo seguía
gozando de mucho prestigio por los años 20 y 30: lo demuestran
las traducciones y representaciones de su teatro...
Para
terminar nuestro reporte sobre este gran artista les dejamos con la
Biografía
de Federico García Lorca.
(Cronología
de Miguel García-Posada en la Agenda Cultural 1998)
1898.
5 de julio: nacimiento de Federico García Lorca en Fuentevaqueros
(Granada). Sus padres: Federico García Rodríguez, propietario
agrícola; Vicenta Lorca Romero, maestra nacional.
1898-1908. Vida en Fuentevaqueros.
Problemas motores a la edad de dos años, que le dejarán
cierta torpeza de movimiento en una pierna. Nacen sus hermanos Concha
y Francisco; más tarde, Isabel. Estudios primarios con su madre
y con don Antonio Rodríguez Espinosa. Traslado a un pueblo
próximo, Valderrubio (entonces Asquerosa). Carácter
sensitivo. Afición por la naturaleza. Juegos: teatritos, "sermones",
"misas". Descubrimiento de los títeres. Primeros conocimientos
del cante jondo.
1908. Otoño:
Bachillerato en Almería; interrupción por enfermedad.
1910-1915 Estudios de
Bachillerato en Granada. Estudios musicales con don Antonio Segura.
1915. Estudios universitarios
en Granada: Derecho y Letras.
1916. Viajes de ampliación
de estudios primero por Andalucía y luego por Castilla y el
noroeste de España. Amistad con Fernando de los Ríos.
Empieza a escribir.
1917. Muerte de don
Antonio Segura; interrupción de los estudios musicales. Publica
su primer texto: Fantasía simbólica.
1918. Publicación
de Impresiones y paisajes.
1919. Falla se instala
en Granada; Lorca ingresa en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
1920. 22 de marzo: estreno
en Madrid de El maleficio de la mariposa. Fracaso.
1921. Publicación
del Libro de poemas. Comienza Suites y Canciones. Escribe lo esencial
del Poema del cante jondo.
1922. Compone la Tragicomedia
de don Cristóbal. Concurso de cante jondo en Granada inspirado
por Lorca y apoyado por Falla. Conferencia sobre el cante jondo.
1923. Representación
familiar de La niña que riega la albahaca y el príncipe
preguntón. Licenciatura en Derecho por la Universidad de Granada.
1924. Escribe algunos
poemas del Romancero gitano.
1925. Escribe algunos
diálogos. Termina Mariana Pineda.
1926. Publicación
de la "Oda a Salvador Dalí" con quien está muy unido.
Conferencias sobre Góngora y Soto de Rojas. Primera versión
de La zapatera prodigiosa.
1927. Publicación
de Canciones. 24 de junio: estreno de Mariana Pineda en Barcelona
(y en Madrid en el otoño).
1928. Publicación
del Romancero. Poemas en prosa. Conferencias: Canciones de cuna españolas,
"Sketch" de la nueva pintura. Relaciones con Emilio Aladrén.
Crisis afectiva.
1929-1930. La censura
prohíbe Amor de don Perlimplín. En junio viaja a los
Estados Unidos, donde permanecerá hasta marzo, mes en el que
marcha a Cuba, donde estará hasta junio. Febril actividad creadora:
Poeta en Nueva York, Viaje a la luna, revisión de piezas anteriores
e ideación de otras; conferencias. Interés por el jazz
y el teatro. En Cuba pronuncia Arquitectura del cante jondo y otras
conferencias. 22 de agosto: termina El público. Diciembre:
estreno en Madrid de La zapatera prodigiosa. Adapta canciones para
la Argentinita.
1931. Inicia Diván
del Tamarit. Publicación del Poema del cante jondo. 19 de agosto:
termina Así que pasen cinco años.
1932. La Barraca es
aprobada: primeras giras; se sucederán hasta 1935. Conferencia
sobre Un poeta en Nueva York.
1933-1934. 8 de marzo:
estreno en Madrid de Bodas de sangre. Éxito. 5 de abril: estreno
en Madrid de Don Perlimplín por el Club Anfistora. Conoce a
Rafael Rodríguez Rapún. El éxito de Bodas de
sangre en Argentina, con Lola Membrives, traslada al poeta hasta Sudamérica
(octubre-marzo). Estancia triunfal. Representaciones de Mariana Pineda
y La zapatera. Pronuncia varias conferencias, entre ellas Juego y
teoría del duende y Cómo canta una ciudad de noviembre
a noviembre.
1934. En agosto muere
Ignacio Sánchez Mejías a causa de una cogida. Diciembre:
estreno triunfal de Yerma en Madrid; reacción adversa de la
prensa conservadora. Termina el Diván.
1935. Publicación
del Llanto. Representaciones en la Feria del Libro de Madrid del Retablillo
de don Cristóbal. Estancia triunfal en Cataluña (septiembre-diciembre).
Este mes, estreno en Barcelona de Doña Rosita la soltera. Publicación
de Seis poemas galegos. Lorca trabaja en su libro de Sonetos.
1936. Enero: publicación
de Primeras canciones y de Bodas de sangre. Participa en actos a favor
del Frente Popular. 19 de junio: termina La casa de Bernarda Alba.
13 de julio: marcha a Granada. 16 de agosto: es detenido y conducido
al Gobierno Civil. 19 (o 18): es asesinado en Víznar...
...pero la voz inacabable de Lorca sigue viva, crecientemente
viva, como ya ella misma había pronosticado:
pero que todos sepan que no he muerto;
que hay un establo de oro en mis labios;
que soy el pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.