Por: Carlos
Fonseca
El joven llega corriendo a donde el
padre, y emocionado le cuenta:
Ya la conocí. Es perfecta como
siempre imaginé. (se le nota encanto)
A ver... ¿como es ?. (pregunta
el padre)
Bueno... tiene un color parejo en toda
su piel como si fuese de marfil; el pelo largo color trigo, el rostro
es de pómulos salientes y ojos grandes y negros, labios carnosos
y una sonrisa madura y sensual; cuerpo de curvas, senos muy erguidos,
llenos y redondeados; vientre suave y pulido; y sus muslos son... hermosos,
al igual que sus piernas; y es tierna, muy tierna.
¿Y en su espalda? (pregunta el padre)
Lleva una marca. ¿Es o no perfecta?
(enfatiza encantado el joven)
Para nada hijo, para nada.
El padre se va alejando y su hijo se
va muriendo.