Rosa Matilde Jiménez Cortés, artista de mil y un facetas nos invita a conocer ese universo particular que es su mundo sin dejar de ser el mundo. La visión de una existencia comprometida con la creación, donde lo terrenal y lo místico, pivotando por igual bajo claves secretas e íntimas hijas de su talento, pero sobre todo, impregnadas de una profunda humanidad.
La primera vez que visualicé un vídeo de Rosa Matilde, anticipé en ella una propuesta distinta a todo cuanto conocía. Su trazo estaba ejecutado a pulso firme como si de un lienzo se tratara, sello inequívoco anticipaba la personalísima firma de su creadora quien en ese entonces, había abierto un jardín experimental intitulado “En el taller de mi imaginación”. Con el rodar del tiempo fui descubriendo su polivalencia creativa e imprescindible génesis fundamental como pintora, su facilidad para enhebrar las palabras como escritora; ninguna disciplina audiovisual parece estar fuera de su alcance. En sus vibrantes cuadros se percibe que ellos son sin duda el líquido amniótico de donde proceden sus vídeos, al combinar sin disonancias y al unísono, el frenético bagaje cultural de la civilización con la parsimonia naif del campo, del frio y cerebral claroscuro al cálido y apasionado color. Con la palabra escrita mantiene un romance que trasciende el tiempo y la distancia al romper las barreras muchas veces interpuestas en la comunicación; entre ellas (Mujer y Palabra) existe un diálogo íntimo e inherente a la naturaleza de su esencia, de tal modo que el significado se inunda de innumerables matices. Su videoarte está impregnado de ese templo contemplativo tan típico en la mirada de pintores y fotógrafos, con su técnica laboriosa y pulida que todo cuanto representa y expresa, sobrevuela su significado hacia otros mensajes poco insospechados demostrando una facilidad poco común para crear mundos inimaginables, haciendo que lo cotidiano metamorfosee a lo fantástico anclándose en una posición como si siempre hubiese estado allí.
“La identidad es un conjunto diverso y cambiante como un caleidoscopio, somos espejo de nuestra propia mirada y vemos lo que reflejamos en ella, pero… ¿qué vemos realmente? Verdades o mentiras, la imaginación es un arma que mal empleada, termina destruyendo todo cuanto haya creado”. (Rosa Matilde Jiménez Cortés)
Pintora, escritora, fotógrafa y videoartista, Rosa Matilde Jiménez Cortés es autora de EntreVistArtista (2009), Entre Tú y Yo (2010) y Relaciones Humanas (2014), proyectos independientes publicados en medios electrónico e impreso. Su obra ha sido seleccionada en Festivales de Videoarte con las piezas: El tiempo con-Cuerda (2014), Umbra (2014), Jardines Negros (2014) y 1013 m2 (2014), para ser expuestos en 2015. Actualmente Jiménez Cortés prepara la videoinstalación 1013 m2 y la publicación del libro EVA (La Palabra).
El videoarte como definición propugna un lenguaje audiovisual valiéndose de parámetros espacio-temporales e interactivos completamente distintos a los establecidos, el cual se relaciona con técnicas digitales de la imagen y el sonido al recopilar conceptos procedentes de otros ámbitos en la construcción de una síntesis extensiva y expansiva de las artes: tiempo y espacio, plástica y música, imagen y sonido, experimentación y comunicación.
Considerado el nuevo paradigma estético, el video arte ha sido la herramienta de expresión los últimos 7 años en el quehacer plástico de la artista mexicana MaJiCor, quien ha sabido intercalar en un mismo formato: pinceles, lienzos y pigmentos, con cámaras de vídeo y fotografía, enriqueciendo su propuesta con la palabra escrita y la lente de su intuición.
Algunas piezas audiovisuales, autoría de Rosa MaJiCor
La Red (2013) / El tiempo entreteje la historia de su humanidad a la orilla del deseo, apenas deslizando cada una de sus horas al péndulo erecto de un pensamiento. La Red, roja humanidad herida por la naturaleza de su condición animal. ¿El destino es una trampa? Es la duda que siembra Rosa Matilde en ésta fascinante y sugestiva pieza.
Fotograma de la pieza La Red (2013) por Rosa Matilde Jiménez Cortés.
Heteróclita (2013) / Proyecto multidisciplinar donde la artista invita al espectador a contemplar una serie de rostros hieráticos imbuidos en la mirada que exhala el fuego de la denuncia. Pliegues, surcos, cicatrices, grietas en la madera, sombras enclaustradas hiriendo la tierra, pensamientos óseos luchando por liberar su energía mutando la finalidad de los velos: hay que dejar de ocultar enfrentándose a la realidad, siempre tan joven y por siempre eterna.
Fotocomposición del audiovisual Heteróclita (2013) por Rosa Matilde Jiménez Cortés.
Urdimbre (2014) / El telar de la vida se une a las cadenas de un pasado atado al presente de su historia, telar de hermosas hebras forzadas a marchitarse, tintes y esencias que lejos de embellecer ocultan el hedor de lo cotidiano. De rodillas, esa obscena dualidad, la tremenda importancia de los símbolos; fuego fatuo algún día ha de cesar porque los alaridos no lo harán jamás.
Fotograma de la pieza Urdimbre (2014) por Rosa Matilde Jiménez Cortés.
Umbra (2014) / Es inicio y fin de todo y nada, es la idea inconclusa de la vida y más allá de ella: del espacio en los diferentes territorios de una mujer cuya existencia gira en torno al arte, y cómo él (el arte) ha intervenido su espacio llevándola a hacer el templo donde mora su memoria.
Fotograma de la obra Umbra (2014) por Rosa Matilde Jiménez Cortés.
El tiempo con-Cuerda (2014) / Puentes enroscados, desarrollos lineales sobre la piel de la curiosidad, sobre los huesos del arrojo y de la búsqueda. Incertidumbre en un camino devorado por sus nudos, bicéfalo pero de intima y celosa unilateralidad en la mirada. Decisión y fuerza contenidas, la cadencia en la tensión contrarrestan todo temor o desanimo. No existen hebras deshilachadas, la fibra se mantiene elástica con la humedad de las lágrimas. Cada tramo en la vida es un logro y una perdida, pero la oferta siempre se mantiene invicta.
Fotograma El tiempo con-Cuerda (2009) por Rosa Matilde Jiménez Cortés.
La Mujer más allá del espejo (de clichés, bisutería mercantil, conceptos manidos, publicidad sexista) significa interioridad, palabra y pensamiento; es la mirada de un hombre intentando descifrar el enigmático mundo de una artista adelantada a su tiempo quien a fuerza de coraje, entrega, pasión y decisión inquebrantable, ha hecho del arte su casa, su núcleo, su nido, pero también, la puerta donde el Otro puede entrar si llama a ella.
Bilbao, 8 de enero de 2015.
________________________
*
El artículo La Mujer más allá del espejo, ha sido publicado en los diarios locales El Sol del Centro y El Buen Tono en Córdoba, Veracruz; México.
Enviar un comentario nuevo