EL SEÑOR DE LOS BÁCULOS: iconografía andina sin tiempo
EL SEÑOR DE LOS BÁCULOS: iconografía andina sin tiempo
"El Señor de los Báculos es una manifestación antropomorfa del axis mundi. De allí su protagonismo".
(Miguel Rochas, 2006)
Primer aparecimiento
La primera vez que contemplé una representación del Señor de los Báculos fue en una obra de arte de la tierra (denominación castellana para el estilo de arte también conocido como land-art) creada por al artista Andrew Rogers en el desierto de Atacama. Curiosa situación, considerando que el Señor de los Báculos es un personaje precolombino andino. Sin embargo, yo me percaté de su existencia a través de la obra de un artista contemporáneo, Andrew Rogers, quien además no es ni siquiera sudamericano, sino proveniente de Australia, más específicamente de Melbourne.
Después de tres años de trabajo en el Museo Chileno de Arte Precolombino, cumpliendo con todo el estudio de personajes precolombinos que conlleva trabajar en dicha institución, solo encontré a la imagen del Señor de los Báculos (también conocido como Señor de los Cetros) cuando lo contemplé representado en la obra de Andrew Rogers. Desde ese momento, he continuado encontrándome con ilustraciones del Señor de los Báculos una y otra vez, pues este personaje es nada menos que uno de los iconos andinos antropomorfos más representados en la zona de arte rupestre andino, tanto durante el tiempo de su creación original como en la actualidad. Esto último, sucede porque muchos artistas contemporáneos (entre ellos, Rogers) se encandilan con la singular apariencia de este personaje y por eso lo escogen como motivo a representar en sus creaciones, dándole así una nueva interpretación.
Presencia en Atacama: múltiples formas
En la zona conocida en Chile como "Norte Grande", que corresponde a la del Desierto de Atacama, las más ancestrales ilustraciones del Señor de los Báculos corresponden a las del sitio arqueológico La Bajada, adyacente al río Loa. A lo largo de altos paneles de roca ricamente adornados con representaciones precolombinas consideradas del Periodo Clásico (300-900 d.C), se distinguen una amplia variedad de ilustraciones del Señor de los Báculos, las cuales denotan diferentes autores, periodos y estilos pictóricos. En su mayoría, estas ilustraciones son pinturas en roca (también llamados pictoglifos) monocromas y de tonos rojizos, las cuales varían considerablemente en cuanto a su tamaño. Algunas de estas representaciones denotan claramente nociones de autoridad y de grandeza, tanto en lo terrenal como en lo espiritual. Si nos transportamos imaginariamente al momento histórico en el cual fueron creadas, es fácil suponer que intimidaban al observador y que no representaban a un habitante "común y corriente" de la zona, sino por el contrario, manifestaban la presencia y/o el dominio de un agente autoritario, superior o incluso, de una divinidad.
Unos pocos dibujos del Señor de los Báculos parecen algo más amigables en sus formas; estos pueden haber servido más bien como vehículo cultural que como signo del establecimiento de algún tipo de dominación. Sin perjuicio de la validez de estas especulaciones, no hay que olvidar que es altamente probable que nuestros antepasados precolombinos hayan decodificado sus imágenes de manera distinta a como lo hacemos los observadores contemporáneos del arte rupestre. Es justamente por este motivo que el Señor de los Báculos capta mi atención: a pesar de haberse originado en un contexto histórico y cultural remotamente pasado respecto al nuestro, la forma de este personaje es capaz de captar la atención del espectador contemporáneo proyectándole una misteriosa familiaridad; dándose a entender como si lo "conociéramos de otra vida".
Origen y desplazamiento
En cuanto a su supuesto origen, la creación del Señor de los Báculos se le atribuye al horizonte cultural Tiahuanaco. Geográficamente, este se extendió desde las altas planicies hoy en día pertenecientes a Bolivia, hasta gran parte de la zona Andina del actual Norte de Chile entre los años 100 y 1100 después de Cristo. De acuerdo con Miguel Rocha (2006) los llamados horizontes culturales fueron fenómenos propios del área andina central, durante los cuales se sucedieron repetidos intentos por alcanzar cierta uniformidad cultural. En el caso de la cultura Tiahuanaco, uno de estos intentos de uniformización cultural está manifiesto en las series convencionales de representaciones del Señor de los Báculos, varias de las cuales pueden aún apreciarse en la actualidad en sitios de arte de roca localizados en las inmediaciones del desierto de Atacama.
Al igual como sucede con los actuales imperios culturales y (sobretodo) económicos, el horizonte cultural Tiahuanaco propagó sus fundamentos religiosos y sociales por medio de imágenes. De esta manera, la representación del Señor de los Báculos se relaciona con el poder y con la influencia cultural que los Tiahuanaco ejercieron en Atacama durante algunos siglos. La específica deidad asociada a esta imagen es el dios creador Viracocha, quien adorna su cabeza con rayos de sol y porta rayos en cada una de sus manos, a modo de bastones (o báculos). Por medio de las representaciones del Señor de los Báculos, los autores de estas bellas figuras no estaban sólo aludiendo a una creencia sobrenatural – el dios Viracocha - sino que también estaban difundiendo la identidad del grupo cultural Tiahuanaco, que en esos entonces imperaba sobre el resto de los grupos lingüísticos que componían la población de la actual zona atacameña.
A pesar del consenso existente entre los estudiosos del mundo precolombino (en su mayoría arqueólogos y antropólogos) con respecto a la relación entre Viracocha y el Señor de los Báculos, Rocha (2006) añade que en la cultura Tiahuanaco el Señor de los Báculos tuvo una significancia más amplia que la mera ilustración de esta deidad. Más que la representación de una figura mitológica determinada, para Rocha el Señor de los Báculos fue un conjunto convencional de iconos asociados a diversas deidades, ancestros, sacerdotes y reyes. En lo personal, y sobretodo después de haber visto los pictoglifos originales del Señor de los Báculos directamente, yo adhiero a esta teoría de Rocha, pues al contemplar una amplia variedad de representaciones de este personaje, tanto precolombinas como contemporáneas, me parece que supremacía y autoridad corresponden a los conceptos básicos que se buscó expresar a través de las diversas representaciones del Señor de los Báculos, cualidades que continúa comunicando en la actualidad a sus observadores a través su postura de sus accesorios. Además de la muy posible relación con el dios Viracocha, es probable que el Señor de los Báculos haya adquirido diferentes identidades de tipo autoritario que le fueron siendo atribuidas transitoriamente a largo de sus siglos de representación gráfica.
Presencia contemporánea
En nuestros días, los sitios de arte rupestre donde podemos conocer las representaciones originales del Señor de los Báculos son de difícil acceso; no existe un circuito turístico asociado a estos pictoglifos y las coordenadas e indicaciones necesarias para llegar a los paneles que los contienen no son fáciles de conseguir. A pesar de este impedimento, la imagen del Señor de los Báculos sigue dominando la zona del desierto de Atacama desde el punto de vista iconográfico, tal cual como lo hizo en los tiempos precolombinos de su creación. Entre Calama y San Pedro de Atacama, el Señor de los Báculos es el protagonista visual de variados artículos de turismo o souvenirs, tales como poleras, llaveros y bolsos. Asimismo, encontramos a este Señor fielmente representado en finas artesanías y en obras de arte visual tales como tapices, lienzos y (en su más grande expresión) en la obra de arte de la tierra de Rogers titulada Los Ancestros, mencionada en el comienzo de este artículo.
De esta manera, la imagen del Señor de los Báculos en nuestros días funciona como puente cultural, enfrentando al observador actual con un personaje intrínseca y originariamente andino, quien nos alerta de que, en la actualidad, la cultura andina no sólo permanece, sino que se renueva mediante la recreación y comunicación respetuosa de sus símbolos que continúan siendo representados en creaciones visuales de artistas contemporáneos tanto indígenas como de otros países del mundo.
Ximena Jordán
Máster en Curaduría del Arte, Melbourne University
Licenciada en Estética PUC
ximejordan@gmail.com
Referencia principal:
Rocha Vivas, Miguel (2006). EL SEÑOR DE LOS BÁCULOS: Simbolismos de la Madre y del Héroe Civilizador en los Andes centrales y septentrionales. Tesis para el grado de Máster en Ciencias Sociales con Especialidad en Antropología e Historia de Los Andes. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y Centro Bartolomé de las Casas, Cusco, Perú, 2005.
Imágenes: Ximena Jordán
Andrew Rogers (autorizadas): http://www.andrewrogers.org
Me parece interesante, es
Gracias por el comentario del
que buena asta la lectura
El artículo de Ximena Jordán,
Es increíble como todas las
Artículo realmente
Me encanta y me sorprende el
Me parece asombroso como las
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