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Heather O’Rourke y el peor error de su vida: “Poltergeist”
Por Álvaro Oliva
alvaro_oliva@hotmail.com
Es imposible olvidar las tres películas “Poltergeist” repetidas desde los 80 en cadenas nacionales o vistas en formato vhs, en la misma década. Sin duda, para los pequeños que vivimos esa época no dejo de encantarnos semejante película de terror.
Un familia llega a una casa nueva donde unos espíritus se manifiestan a través del televisor hasta que finalmente secuestran a la menor, ya que los residentes no sabían que el nuevo domicilio se había construído sobre un antiguo cementerio
La creación, dirigida por Tobe Hopper (splatter”, “The Texas Chainsaw Massacre”, y “Carnaval del Terror”) posee excelentes efectos especiales y banda sonora.
Su primera parte surgió en el año 1982, en la cual la pequeña actriz Heather O’Rourke saltó a la fama interpretando a la niña (Carol Anne) que era víctima de los tormentos de unos tristes espíritus que habitaban una casa encantada.
La rubia infante formaba parte de una familia común y corriente de Norteamérica hasta que fue descubierta por el productor Steven Spilberg’s, a los 6 años de edad.
Ella estaba con su hermana Tammy y su madre Kathy, comiendo en la comisaría de la MGM, cuando Steven Spielberg se aproximó a su mesa. Steven acudió a ella y le preguntó si quería realizar unas pruebas para una película.
Durante las pruebas de cámara no fue elegida debido a que la niña se rió en vez de tener miedo. A pesar de esta situación, Steven había visto algo especial en su rostro, la volvió a llamar y le llevó un libro de miedo, le pidió que se asustara y se asustó hasta que empezó a llorar.
Así, comenzó a formar parte del cine y mientras todo el mundo andaba tratando de aprenderse los guiones rápido, ella era capaz de memorizar 60 páginas de guión, en una hora.
Posteriormente, trabajó en el capítulo 2 de “Poltergeist”, en 1986.
El primer signo de la enfermedad de Heather, según Kathleen apareció en enero de 1987. Heather estaba en casa con su madre, su padrastro y su hermana Tammy en su casa de tres habitaciones situada en los bosques de Big Bear, a 120 millas al este de Los Angeles. Comenzó a sentir náuseas.
Descubrieron que tenía un parásito llamado Giardia y le dieron Flagyl, para matarlo. La medicina aparentemente surtía efecto. Pero Kathleen la llevó a Kaiser a una visita de seguimiento, antes de empezar el rodaje de Poltergeist III. "Hicieron una radiografía después de darle un líquido blanquecino para beber" dice Kathleen, " y vieron que el parásito había desaparecido, pero detectaron todavía un poco de inflamación, llamaron a lo que vieron enfermedad de Chron y le recetaron cortisona y sulfato.
Durante el tiempo que estuvieron en Chicago, durante el rodaje de “Poltergeist III”, desde abril a Junio, no hubo síntomas, dice Kathleen. No obstante la llevó a un médico privado, para eliminar la cortisona, ya que estaba causando un engordamiento de su cara.
Para celebrar el término del rodaje, Heather, su madre, y el conductor de su caravana, tardaron dos meses (julio y agosto) en conducir desde chicago hasta Disneylandia en Florida y regresar a Los Angeles. "Fueron las vacaciones de su vida", dice Kathleen, "la salud de Heather parecía excelente".
Justo antes de empezar Poltergeist III la familia se mudó desde Big Bear a un apartamento de dos habitaciones, en Lakeside (California), y hasta el 31 de enero no había motivo para la alarma.
En esa mañana, Heather se levantó vomitando. Durante el día Kathleen dio a beber Gatorade a Heather, lo que le recomendaron en Kaiser, como un remedio para el estómago.
Finalmente, a poco de finalizar el rodaje de Poltergeist III, en 1988, falleció, a los 12 años, producto de una extraña enfermedad llamada estenosis intestinal.
Sin embargo, esta triste muerte no fue la única que afectó a los participantes de esta película, ya que en 1982, tras el estreno, la actriz Dominique Dunne, quien interpretaba a la hermana adolescente de Carol Anne, fue asesinada brutalmente por su novio, debido a un ataque de celos.
A la macabra coincidencia se suma la muerte del actor de origen indio Will Sampson, quien interpretó a un chamán con poderes curativos en “Poltergeist II”. A terminar el rodaje este robusto artista fue invadido por el cáncer.
Como si las muertes mencionadas fueran poco otro actor Julian Beck, que en la segunda parte interpretaba a un maléfico sacerdote, fue hospitalizado, al terminar el rodaje, en una clínica de Los Angeles, donde semanas después murió de una misteriosa enfermedad. También fallecieron otros integrantes del equipo técnico.
Un triste final real para una excelente película que el día de hoy se ha convertido en un ícono de los 80, al igual que su pequeña protagonista quien aún vive en la pantalla y en los comerciales que grabó en esos años. Sin duda, el papel más triste lo debe tener su madre, en esto días, no me gustaría estar en su lugar.