"No preguntes desde cuando estoy dentro del agua" nos pareciera decir el poeta Víctor López (Curacaví, Chile. 1982) en su primer libro: "Los Surfistas" (Ediciones VOX, Argentina) recién publicado.
Formado en los míticos talleres literarios de la Corporación Cultural Balmaceda 1215, el autor de este libro no sólo sabe correr olas, sino que prioriza el sutil trabajo de la pluma ondulante, dentro del mar literario de las letras latinoamericanas.
Ahora bien. Ser un surfista -pero de verdad, no de los que llegan y se van con el verano- supone desafiar olas de día y de noche, como el poeta que se larga del bar con sus cuadernos maltrechos bajo el brazo, que son la tabla del aprendizaje, la espera de la ola en el paradero de micros.
El poeta es aquí un "soulsurfer" de la vieja escuela. Un sabio de orilla que inhala el fresco del poema en el balneario del desasosiego.
Y llegando a la ciudad, encontramos entonces un libro de instancias efímeras y momentos entrañables. Pequeñas historias en el anecdotario de gaviotas, señales claras de un litoral que a lo lejos desaparece.
Esta publicación premiada con el primer lugar en el Concurso Hispanoamericano de Poesía Revista Amigos de lo Ajeno / revista VOX / Álbum del universo bacterial (2005), es la playa juvenil de un verano que recién comienza, en donde el autor encera su tabla con delicado oficio. Ese oficio puro que se desliza, sobre la ola gigante de un surfista.