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DE LA PRESENTACIÓN A LA INSTALACIÓN
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NOTA 12
LA REALIDAD SE VIRTUALIZA |
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notas 1995-2005 |
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Virtualizar lo real
Instalaciones de Robert Wilson:
Isamu Noguchi, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 2001.
Imágenes del Cuerpo, en el Museo Barbier-Muller de Arte Precolombino, Barcelona, 2004
Les Fables de la Fontaíne , Fundación Pierre Bergé, Paris, 2005.
Lo real matérico, lo real arqueológico, adquiere dimensión virtual, cada escena, cada espacio, pierde su dimensión espacial, incluso matérica para pasar al valor de la sombra, del agujero, de la línea, incluso el sonido pierde su valor espacial, unificador del espacio, para adquirir el valor de fragmento, de partícula. La consistencia de la imagen, por efecto del espejo, o de la transparencia, o de la pantalla, por efecto de la virtualización pasa a ser meramente visual.
Mi primer encuentro con Robert Wilson, mas allá de los escenarios, como escenógrafo y coreógrafo, fue una gran sorpresa, una revelación. Conocía la obra de Isamu Noguchi, escultor y diseñador de la modernidad, a la par de Le Corbusier, Aalto, Jacobsen, y demás de lo que se llamó el racionalismo y de Wright, a la par de lo que se llamo el organicismo en arquitectura, tratamiento del paisaje y diseño, urbano y de interiores. Fue el gran renovador, tomando elementos de la tradición japonesa, del diseño y del interiorismo japonés. Instalar la modernidad significó un reto para Noguchi. Ya se consideraba a la arquitectura y al diseño de interiores, como de objetos, japoneses como innovadores para la salida del clasicismo, '30, '40, etc. Significo incorporar la abstracción, la serie, la industrialización, el valor internacional, el funcionalismo, el valor de la forma para su uso. La forma estaba al servicio del uso, el espacio y el objeto estaban al servicio del funcionamiento. El objeto estaba en relación a la función.
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01.Lámparas del Jardín
Museo de Isamu Noguchi,
Long Island City, Queens,
New York, 1997 |
02. Mesilla de café
Isamu Noguchi |
03."Grey Sun"
Isamu Noguchi,
1967 |
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El encuentro de Robert Wilson con Noguchi va más allá, Wilson viene del teatro, de la escenografía, de instalar la escena, de instalar el movimiento, de instalar el sonido, la luz, el texto. Wilson no expone, no muestra, instala: virtualiza lo real. No es una instalación sobre los objetos de Noguchi, sino usa los objetos diseñados por Noguchi para virtualizarlos, no se trata de mostrar su forma-material, no se trata de mostrar las ventajas de su uso-función, esto sería resignificar. Sino se trata primero de darles valor de imagen -y no de objeto-cosa- para luego virtualizar. A través de la sombra, de la distancia, de la luz, del color, pierden su valor material, en el sentido de peso, textura, etc, pierden su favor de uso, ya que se han fragmentado, pegado, o separado, se descontextualizan, incluso pierden su 'sentido' primero (forma-uso). Esto lo lleva a que los objetos no solo pierden su definición formal, sino su 'corporeidad', se descorporizan, la forma da cuerpo a la cosa, la virtualidad lleva a la pérdida de la corporeidad de la cosa. Si la modernidad significó el ejercicio de la fragmentación, de la transparencia, etc de la cosa, la postmodernidad significo el ejercicio de la perdida de la corporeidad de la cosa, en beneficio de su virtualización.
Para la realización La Cosa es el monstruo (Alien, La Bestia ), para la virtualización La Cosa es la mancha (El film; El Bosque -The Village- los monstruos del bosque típicos de lo cuentos infantiles, son manchas de color amarillo, naranja.).
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Cartel y folleto
De la instalación "Imatges del cos" .
El museo interpretado por Robert Wilson.
Museu Barbier-Müller, art pre-colombí.
Instituto de Cultura,
Barcelona, junio a octubre de 2004. |
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Imágenes del cuerpo
La función del arte es abrirnos las puertas que dan al otro lado de la realidad.
La exposición "imágenes del cuerpo" vincula arte precolombino y creación contemporánea. Con el propósito que el público redescubra este arte antiguo y se atreva a interpretarlo sin complejos, las salas se metamorfosean en el museo imaginado por Robert Wilson. Lejos de toda vitrina clásica, se ha creado una escenografía para cada obra o grupo de obras, a través de las cuales el artista defiende la vigencia expresiva de estos viejos objetos y muestra cómo, más allá de la utilidad ritual que tuvieron en el pasado, pueden seguir provocando nuevas emociones.
Robert Wilson
Figura capital en el mundo del teatro experimental, Robert Wilson es un explorador en el uso del tiempo y el espacio en escena. Transcendiendo a los convencionalismos teatrales, se mueve en otro tipo de artes gráficas o escenográficas en las que cohabitan imágenes y sonidos. |
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IMÁGENES DEL CUERPO, EL MUSEO, INTERPRETADO POR ROBERT WILSON
Cuerpo Imaginario: una reflexión en dos tiempos que incorpora las formas precolombinas en una construcción actual
Wilson ofrece una lectura de lo que sobrevive, interpreta construcciones seculares. Actualiza el sentido, un sentido actual del cuerpo que se presenta de una manera que no es la precolombina, que revisita imágenes de hoy al aire de otras culturas.
Espacio 1. Imagen de una abertura
Una colección de palabras extraídas de un texto de Octavio Paz nos habla del sentido de lo obra de arte; Wilson traduce ese texto y nos ofrece su sentido como introducción a lo que construye como 'Imágenes de un cuerpo". Un artista usa las palabras de otro artista para presentar un cuerpo: construye su imagen desde las imágenes que brinda otro.
Un texto de caja blanca produce una secuencia en la que se juega un ritmo con cuatro figuras; cuatro formas idiomáticas juegan para dar cuenta de un solo contenido: es Wilson el que mira.
Espacio 2. Imagen de un retrato
¿ Qué ocurre con esta fantasía de Wilson? Ocurre la incertidumbre y eso intranquiliza. Restos de plástico albergan objetos de valor. Un ser de cuerpo entero, de los pies a la cabeza; rostros que se hacen hueco en cuatro pilares como extremos corporales de animal, cuatro patas entre blancos, y, entre blancos, la finura de los rostros esculpidos. Acumulación de cajas, luces y hendiduras blancas; los otros tres colores hacen cuerpo, masa paro cuatro patas.
Espacio 3. Imagen de un bodegón
Still lifes , eso vivo aún, un instante de vida que en nuestra lengua se denomina "naturaleza muerta". ¿Paradojas de la traducción? "Eso vivo aún" es una colección de escenas, de detenciones que son la memoria del ser. La mirada generosa de Wilson especula con el tiempo cronológico, y juega de nuevo con las imágenes que nos permiten identificar lo descrito como conocimiento. Saber "qué es esto" tranquiliza: "Esto es un basalto de Guatemala, de 500 a .C., que representa...". Y nos ofrece, en espejo, la imagen del basalto traducida en peluche parlanchín. ¿Qué representa? ¿Alguien se acuerda de su osito de peluche? Instantes de lo cotidiano, escenas de lo que nos ha tocado al vivir, una colección de cuadros, o capillas laterales, delimitan la imagen de un, cuerpo
Espacio 4. Imagen de un paisaje (duración, 7 minutos)
Paisaje con figura: panorámica final de las relaciones que Wilson provoca entre las cosas que están ahí. En esta imagen del cuerpo, en la cabeza está el paisaje como lugar para la contemplación.
Si no hay contemplación, no hay paisaje: hay espacio, quizá territorio, pero no hay lugar. Para que algo sea un lugar, ha de estar contemplado. El artista nos aquieta. nos aleja de lo incierto, nos convida a descansar.
Si no hay luz. no hay espacio, y algo ocurre con el color cuando suena Michael Calasso. Mirar, escuchar y dejar que el sentido se expanda, que la música anime el movimiento circular. |
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La segunda vez, en el Museu Barbier-Mueller, de arte precolombino, lo real ahora es lo real arqueológico, arqueológico esta signado por excavaciones, restos de culturas muy antiguas, etc. ahora es ' El museo interpretado por Robert Wilson: Imágenes del Cuerpo.' Aquí -si seguimos el folleto- mas allá de mostrar la utilidad ritual, mediante la conocida vitrina clásica, o sea su significación histórica o religiosa, es a través de la virtualización que se 'instalan' en otra dimensión. La contextualización, la luz y el sonido, ponen al límite los valores materiales y formales de cada pieza, incluso su valor de serie, cada una adquiere un valor singular, pierden las referencias espaciales y temporales. Ya no son una serie de piezas arqueológicas, se transforman en: Naturalezas muertas, Retratos, Paisajes, Palabras, a través de la virtualización.
No es el valor de lo 'rescatado', no es el valor del resto, no es el valor histórico, como referencia desde una cultura a otra determinada, no es 'el sentido', una determinada lectura de 'una imagen', fijada, predeterminada, lo colonial sobre lo primitivo, sino es una 'otra' imagen: imagen de una abertura, imagen de un retrato, imagen de una naturaleza muerta, imagen de un paisaje. Es el salto de la representación a 'la imagen', de algo de lo imaginario que pasa a lo simbólico, mediante la virtutalización. 'Un artista usa las palabras de otro artista para presentar un cuerpo: construye su imagen desde las imágenes que brinda otro.' De un texto de Octavio Paz a una instalación de Robert Wilson, no se trata de una representación, teatral o ficcional, del texto, sino tomando el texto como real, como letra, como marca, como huella, realiza una instalación que lo virtualiza, lo imaginario atraviesa lo simbólico. |
Les Fables de la Fontaine
Fondation Pierre Bergé-Yves Saint Laurent
Paris, 2004 |
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La tercera vez, en la Fundación Pierre Bergé, con la instalación 'Les Fables de La Fontaíne '. Según el propio Berger, 'descubriremos una nueva manera de abordar la fábula, una nueva relación con La Fontaíne. Lo mas moderno con lo más clásico, nos lleva a releerlo.'
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Otra vez empieza con 'la palabra', la palabra como letra, como cosa matérica, que instala para poder atravesarla, atravesar la palabra instalada como espacio, la descontextualiza, no es el texto el lugar de la palabra, ahora es el espacio, y el tiempo es el tiempo que nos lleva atravesarlo. La lectura no es el lugar de la palabra, es el tiempo del atravesamiento con el cuerpo. No se trata del efecto que produce una palabra a otra, de un significante a otro para ser mas precisos, sino del efecto en el cuerpo del atravesamiento de la palabra hecha espacio, de la virtualización de la palabra, se trata de otro atravesamiento, de 'un trayecto'. No se trata de la palabra que va de escena a escena, de un texto a otro, sino de 'un trayecto' a otro: de letras, de marcas, de huellas, de ralladuras, que por la vituralización adquieren valor como instalación. La marca, la huella, la ralladura, la letra, tienen dos vías diferentes maneras de llegar a lo simbólico: por la simbolización, algo de lo real deja huella, marca o ralladura a lo simbólico, o por lo imaginario, algo de la imagen deja huella, marca, ralladura a lo simbólico, la virtualización de lo real.
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Luego de 'atravesar' el espacio de la palabra como letra 'impresa', no por su significado, sino por su valor matérico, esta atraviesa los otros 'trayectos'. Ahora es vituralizar, mediante pantallas, transparencias, y simbolizar mediante palabras que atraviesan, limitan, encuadran las imágenes. La palabra como rasgo atraviesa la imagen, real-imaginario-simbólico, simbolizar/virtualizar se hacen las operaciones fundamentales.
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La imagen, por su materialidad , mediante el rasgo y mediante el color, adquiere valor de 'sello', no se trata de la repetición (o sea de una nueva signficicación) sino de la reproducción, y por el atravesamiento de la pantalla de la palabra, también como rasgo o letra material, 'des-virtuan' el texto, no hacen referencia a él, le da un nuevo valor virtual. No se trata de una interpretación sino de 'una virtualización del texto como real'.
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