Por:
Clemente Padín
I - ¿POR QUÉ
LA REPRESENTACIÓN?
Representación:
hacer presente una cosa mediante palabras o imágenes. Nos
comprendemos y comunicamos a través de las representaciones.
Sin la representación, la relación emisor-receptor
es imposible. No sería posible presentar un objeto mas que
representándolo, utilizando para ello las representaciones
existentes en los diferentes lenguajes. Así la representación
lingüística española:
árbol
o la representación
lingüística francesa:
arbre
o la representación
lingüística inglesa:
tree
o la representación
lingüística según el código de MIRTHA
DERMISACHE:
aún la representación
plástica de Paul Delvaux:
Así, la representación
del árbol como símbolo del inconsciente según
el sueño de un enfermo mental:
O la representación
lingüística concreta según la obra de Pierre
Garnier:
Podríamos continuar
enumerando los ejemplos de representaciones de árboles según
los diferentes lenguajes pero los ejemplos citados son suficientes.
Es a Ferdinand de Saussure
a quien debemos el concepto de la indivisibilidad del signo. La
representación expresa no solamente aquello que significa
por convención o por costumbre sino que, también,
se expresa a sí misma: cuando digo "árbol"
al trasmitir el concepto no puedo evitar trasmitir, también,
la vibración del aire, las ondas sonoras. En toda obra considerada
como signo o discurso la forma es inseparable del contenido y viceversa.
Sin embargo, la capacidad receptora del ser humano nos permite la
expresión de un mismo contenido según diferentes tipos
de representación o lenguajes, como se ha visto, aunque lo
contrario no es lo habitual, es decir, se puede expresar el objeto
"árbol" con diferentes lenguajes pero el grafismo
o forma "árbol" no me permite expresar otra cosa
que no sea un "árbol", salvo que, en otro código,
posea otro significado, o bien, que su concepto se transfiera a
otro objeto de acuerdo a la evolución de los lenguajes.
II - LA IMPOSICIÓN
DE LOS ELEMENTOS DETERMINADOS
La comunicación
es posible cuando el receptor, decodificando "aquello"
que le llega por el canal de comunicación correspondiente,
comprende lo que el emisor le trasmite. ¿Qué es eso que le
"llega"? Son los signos que integran un sistema de representación
de la realidad, específicos o mezclados a signos de otros
lenguajes similares.
Cada sistema posee sus
propios signos aunque existen sistemas que, aparte de los propios,
tienen necesidad de tomar signos de otros sistemas para elaborar
sus discursos. Es así que, p.e., la lengua se vale de unidades
significativas, las palabras (formadas a su vez por unidades no
significativas: las letras) que se articulan y se encadenan en sintagmas
(los cuales, a su vez, en discursos) según normas establecidas
por el uso. De la misma manera la plástica se vale, también,
de unidades significativas propias de su medio de expresión:
el color y la forma que se pueden articular de acuerdo a normas
establecidas por el uso, la moda o el gusto en los discursos específicos
de ese lenguaje: el cuadro.
El procedimiento es el
mismo para todos los lenguajes artísticos. Para articular
los mensajes estéticos, las diferentes artes, se valen de
los sistemas de representación de la realidad que ya se conocen
(o los crean, si es necesario). La función representativa,
la determinación de la obra de representar el mundo
exterior es la principal preocupación del emisor. Sin embargo,
en el arte, en donde el rasgo determinante es la representación
del mundo exterior, es posible observar, también, rasgos
determinados que anuncian, ya, los futuros movimientos artísticos.
Así "El Huevo"
de Simias de Rodas (300 a.c.). Unos de los primeros poemas figurativos
de occidente que unen la expresión lingüística
con la expresión de la forma espacial, poniendo en evidencia,
no solamente el rasgo determinante de la formulación
semántica de la obra, sino también, el elemento determinado
de la conjunción de elementos significativos de los diferentes
lenguajes: el elemento lingüístico y el plástico.
Asimismo el poema de
Rabelais (s. XVI)
Así "La Parole
in Libertá" de Marinetti.
O este poema de Man Ray
Así las tipografías
de Werkman (1941)
O el "Letrismo"
de Isidore Isou
O este poema concreto
de Decio Pignatari (1956):
Es decir, casi todas
las obras que, partiendo de lo literario y alrededores, poco a poco,
por imposición de sus elementos determinados, van perdiendo,
lentamente, el impulso determinante de representar el mundo exterior
hasta llegar a la situación en la cual, el peso de los elementos,
antes determinados, provocan un cambio irreversible en el medio
expresivo dando lugar a la novedad artística, es decir, a
los nuevos movimientos artísticos. El mismo proceso se puede
detectar si se observa la historia de la plástica. Dos ejemplos
pudieran ser suficientes: la obra de Cézanne ya prefiguraba
el cubismo (contenía rasgos "cubistas" determinados)
y las formas vacías de Matisse anunciaban las conclusiones
extremas del "abstraccionismo".
(continúa
y finaliza en el próximo número de ESCANER CULTURAL)