Santiago de Chile.
Revista Virtual. 

Año 5
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 52
Julio de 2003


Del libro: EN LAS AVANZADAS DEL ARTE LATINOAMERICANO    

TUCUMAN ARDE

Paradigma de Acción Cultural Revolucionaria

Por: Clemente Padín

Hacia 1968, un grupo de artistas argentinos, oriundos de Rosario, ciudad de la Provincia de Santa Fe, vecina a Buenos Aires, preocupados por la inserción del arte de vanguardia en el medio social inician una serie de discusiones centradas en las posibilidades de crear un fenómeno cultural que cumpliera verdaderamente un papel revulsivo y disolvente de los principios éticos y estéticos de la sociedad, rol que toda vanguardia debe asumir y que no pueda ser fácilmente absorbida por la moda ni el gusto vigente. Se comprende que sólo aquellos proyectos que cuestionen los fundamentos del arte y las bases políticas y sociales de esta sociedad pueden evitar ser incorporadas y utilizadas por la burguesía. También se comprende que no se puede pensar más en la creación de obras como objetos únicos y durables, sino en la creación de "estrategias culturales alternativas", la definición de modos de vida nuevos y la contribución de los artistas por crear un nuevo tipo de sociedad. Así, comienzan a formar pequeños grupos y ensayan algunas obras que tratan de poner en práctica esos principios.

En Mayo de ese año, en el "Premio Ver y Estimar", el artista Eduardo Ruano presenta una obra política con la destrucción de una imagen de Kennedy como simulacro de atentado en la inauguración, debiendo intervenir la policía. En la Exposición "Experiencia 68" en el Instituto DiTella, el más grande evento oficial vanguardista, se transformó en la primera toma de posición pública y colectiva a través de una carta abierta enviada por el pintor Pablo Suárez a su Director Jorge Romero Brest, el 13 de Mayo:

"Sr. Jorge Romero Brest:

Hace una semana le escribí dándole a conocer la obra que pensaba desarrollar en el Instituto DiTella. Hoy, apenas unos días más tarde, ya me siento incapaz de hacerla por una imposibilidad moral. Sigo creyendo que era útil, aclaratoria y que podía llegar a conflictuar a algunos de lo artistas invitados, o por lo menos, poner en tela de juicio los conceptos sobre los que sus obras estén fundadas.

Lo que yo ya no creo es que esto sea necesario. Me pregunto: ¿Es importante hacer algo dentro de la institución, aunque colabore a su destrucción? Las cosas se mueren cuando hay otras que las reemplazan. Si conocemos el final ¿por qué insistir en hacer hasta la última pirueta? ¿Por qué no situarnos en la posición límite? Ayer precisamente comentaba como Ud., cómo, a mi entender, la obra iba desapareciendo materialmente del escenario y cómo se iban asumiendo actitudes y conceptos que abrían una nueva época y que tenían un campo de acción más amplio y menos viciado.

Es evidente que, de plantear situaciones morales en las obras, de utilizar el significado como una materialidad, se desprende la necesidad de crear un lenguaje útil. Una lengua viva y no un código para élites. Se ha inventado un arme. Un arma recién cobra sentido en la acción. En el escaparate de una tienda carece de toda peligrosidad.

Creo que la situación política y social del país origina este cambio. Hasta este momento yo podía discutir la acción que desarrolla el Instituto, aceptarla o enjuiciarla. Hoy lo que no acepto es al Instituto que representa la centralización cultural, la institucionalización, la imposibilidad de valorar las cosas en el momento en que éstas inciden sobre el medio, porque la institución sólo deja entrar productos ya prestigiados a los que utiliza cuando, o han perdido vigencia o son indiscutibles dado el grado de profesionalismo del que produce, es decir, los utiliza sin correr ningún riesgo. Esta centralización impide la difusión masiva de las experiencias que puedan realizar los artistas. Esta centralización hace que todo producto pase a alimentar el prestigio, no ya del que lo ha creado, sino del Instituto que, con esta ligera alteración justifica como propia la labor ajena y todo el movimiento que ella implica, sin arriesgar un solo centavo y beneficiándose todavía con la promoción periodística. Si yo tuviera un público muy limitado de gente que presume de intelectualidad por el hecho meramente geográfico de pararse tranquilamente en la sala grande de la casa del arte. Esta gente no tiene la más mínima preocupación por estas cosas, por lo cual la legibilidad del mensaje que yo pudiera plantear en mi obra carecería de sentido totalmente. Si a mí se me ocurriera escribir VIVA LA REVOLUCION POPULAR en castellano, inglés o chino sería absolutamente lo mismo. Todo es arte. Esas cuatro paredes encierran el secreto de transformar todo lo que está adentro de ellas en arte y, el arte, no es peligroso (la culpa es nuestra).

¿Entonces? Entonces, los que quieran trepar, trabajan en el Instituto. Yo no les aseguro que lleguen lejos. El I.T.D.T. no tiene dinero como para imponer nada a nivel internacional. Los que quieran ser atendidos en alguna forma díganlo en la calle o donde no se les tergiverse. A los que quieran estar bien con dios y con el diablo les recuerdo 'los que quieran salvar la vida, la perderán'. A los espectadores les aseguro que lo que les muestran ya es viejo, mercadería de segunda mano. Nadie puede darles fabricado y envasado lo que está dándose en este momento, están dándose el Hombre, la obra: diseñar formas de vida.

PABLO SUAREZ

Esta renuncia es una obra para el Instituto DiTella. Creo que muestra claramente mi conflicto frente a la invitación por lo que creo haber cumplido con el compromiso"

Asimismo, en la misma muestra, el artista Roberto Jacoby expone el siguiente mensaje:

"MENSAJE EN DITELLA

Este mensaje está dirigido al reducido grupo de creadores, simuladores, críticos y promotores, es decir, a los que están comprometidos por su talento, su inteligencia, su interés económico o de prestigio o su estupidez a lo que llaman 'arte de vanguardia'.

A los que metódicamente buscan darse en DiTella 'el baño de cultura', al público en general. Vanguardia es el movimiento de pensamiento que niega permanentemente al arte y afirma permanentemente la historia. En este recorrido de afirmación y negación simultánea, el arte y la vida se han ido confundiendo hasta hacerse inseparables. Todos los fenómenos de la vida social se han convertido en materia estética: la moda, la industria y la tecnología, los medios de comunicación de masas, etc.

'Se acabó la contemplación estética porque la estética se disuelve en la vida social'.

Se acabó también la obra de arte porque la vida y el planeta mismo empiezan a serlo.

Por eso se esparce por todas partes una lucha necesaria, sangrienta y hermosa por la creación del mundo nuevo. Y la vanguardia no puede dejar de afirmar la historia, de afirmar la justa, heroica violencia de esta lucha. El futuro del arte se liga no a la creación de obras, sino a la definición de nuevos conceptos de vida; y el artista se convierte en el propagandista de esos conceptos. El 'arte' no tiene ninguna importancia: es la vida lo que cuenta. Es la historia de estos años que vienen. Es la creación de la obra de arte colectiva más gigantesca de la historia: la conquista de la tierra, de la libertad por el hombre."

ROBERTO JACOBY

En la misma conflictiva exposición del DiTella, el artista Eduardo Ruano, distribuyó el siguiente volante en donde fija su posición:

"Cada día el aparato cultura se pone más y más al descubierto. Mientras que en el Museo de Bellas Artes, el director Samuel Oliver obliga a J. Carballa a retirar su obra porque ciertos elementos le 'disgustan', en el Museo de Arte Moderno (Premio Ver y Estimar), el director Parpagnoli toma a los participantes de mi obra, los expulsa del Museo y me insta a retirarla porque utilizan temas políticos como material estético. Y he aquí que hoy estamos en presencia de nuevo de una manifestación represiva a la vista de los artistas. Esta vez es por parte del director del Instituto DiTella, J. R. Brest que no permite a los artistas presentar sus obras sin antes haber pasado por el filtro de la censura. Ellos son, en consecuencia, re-expuestos y, aún hay artistas que aceptan cambiarlas por otras a su gusto -eliminando toda alusión social, moral o política que pueda molestar a los patrones del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Frente a tales manipulaciones los artistas Pablo Suárez y Ricardo Carreira han rehusado participar de estas 'experiencias de la represión'

ABAJO LA REPRESION

ABAJO LA POLITICA CULTURAL

¿QUE VIENEN A HACER ACA LOS RESPONSABLES DEL MUSEO DE ARTE MODERNO DE NUEVA YORK SINO A COMPRAR LAS CONCIENCIAS Y TRATAN DE PROSTITUIR A LOS ARTISTAS ARGENTINOS?

¡VIVA LA LIBERTAD!

Esto es un hecho estético. A los que no lo comprendan así les doy la libertad de llamarlo como quieran."

EDUARDO RUANO

Aquellos días, después de la inauguración de "Experiencia 68", el escándalo estalla: una de las obras presentadas era un W.C. corriente y se invitaba a los asistentes a expresar su opinión sobre lo que quisiera. Por supuesto, los graffitis expresaban el profundo descontento hacia el gobierno dictatorial de Onganía y su política económica de entrega de la soberanía nacional a las transnacionales y suscitó la intervención de la policía ante lo cual los artistas participantes resuelven la destrucción total de la muestras que, luego, arrojan por las ventanas conjuntamente con el siguiente texto firmado por los 64 artistas:

Buenos Aires, 23 de Mayo de 1968

Con una intervención policial y judicial se ha clausurado una de las obras expuestas en la muestra EXPERIENCIAS 68 del Instituto DiTella. Esta es la tercera vez que en menos de un año la policía suplanta las armas de la crítica por la crítica de las armas, atribuyéndose un papel que no le corresponde: el ejercer una censura estética.

Por lo visto no sólo tratan de imponer su punto de vista en la moda y los gustos, con absurdos cortes de pelo y detenciones arbitrarias de artistas y jóvenes en general, sino que también lo hacen con la obra de esos artistas. Pero los artistas e intelectuales no han sido los principales perseguidos: la represión también se dirige contra el movimiento obrero y estudiantil; una vez hecho esto, pretende acallar toda conciencia libre de nuestro país.

Los artistas argentinos nos oponemos resueltamente al establecimiento de un estado policial en nuestro país.

LOS PARTICIPANTES DE LA MUESTRA EXPERIENCIAS 68 RETIRAMOS NUESTRAS OBRAS EN SEÑAL DE PROTESTA".

Entre tanto en Rosario, en la sociedad "Amigos del Arte", un grupo de artistas invade la sala de conferencias e interrumpe una conferencia de Jorge Romero Brest. Ante el público azorado, Juan Pablo Renzi, vocero de los artistas, expone los motivos de esta acción, en aquel histórico 12 de Junio:

Señoras y señores:

Nosotros estamos aquí porque Uds. Han venido a escuchar hablar sobre arte de vanguardia y de estética y de arte de vanguardia y de estética es lo que nosotros hacemos. Nosotros estamos aquí porque Uds. Han evitado el contacto directo con nuestras obras -como si tuvieran miedo de que ellas perturben sus vidas- pero Uds. Han venido aquí para que se les hable para consumir los residuos compendiados y digeridos de nuestro trabajo. Nosotros estamos aquí porque la institución que es en sí mismo Romero Brest, más la propia institución que es la conferencia dentro de estas paredes, Uds. Mismo, todo junto, representan el mecanismo puesto a punto por la burguesía para absorber, falsear y hacer abortar toda obra de creación. Para oponernos, para demostrar nuestra actitud de independencia y de libertad frente a aquellos que quieren transformar el arte en el "cordero del sacrificio", para eso nosotros ofrecemos a sus conciencias este simulacro de atentado, como obra de arte colectivo y también como punto de partida de una nueva estética. (En este momento de la lectura se apagan las luces de la sala). Nosotros creemos que el arte no es una actividad pacífica ni la decoración de la vida burguesa de nadie. Nosotros creemos que el arte implica un enfrentamiento activo con la realidad. Activo porque aspira a transformarla. Nosotros creemos, en consecuencia, que el arte debe constantemente cuestionar las estructuras de la cultura oficial. Nosotros declaramos que la vida del Che Guevara y la acción de los estudiantes franceses son obras de arte más importantes que la mayor parte de las boludeces colgadas en los mejores museos de todo el mundo. Nosotros aspiramos transformar cada pedazo de la realidad en un objeto artístico que se muestre a la conciencia del mundo, revelando las contradicciones íntimas de esta sociedad,

QUE MUERAN TODAS LAS INSTITUCIONES BURGUESAS.

¡VIVA EL ARTE DE LA REVOLUCION!"

También, en relación al "Premio Braque 68", auspiciado por la Embajada de Francia, un numeroso grupo de artistas realiza la siguiente declaración:

"El ensayo de censura ideológica y estética realizado por los representantes del gobierno francés en Argentina en lo que concierne a la reglamentación del Prix Braque 68, actitud consecuente con el clima de represión policial que vive nuestro país y a la represión que reina en Francia para yugular el movimiento de Mayo.

Este ensayo de censura debe provocar, entre los artistas, una toma de conciencia indispensable para aquellos que se proponen modificar las reglas de juego y echar por tierra el orden establecido. Nuestro RECHAZO A PARTICIPAR no es un fin en sí mismo sino que debe ser considerado el punto de partida de una actitud ya latente en nuestras propuestas vanguardistas anteriores. La Respuesta que hoy damos (NO PARTICIPAR) es el signo de un espíritu nuevo. Indica una conciencia más grande de los problemas reales. A partir de hoy podemos afrontar las consecuencias con una claridad mayor y asumirlos hasta el fin. Nuestra NO PARTICIPACION en este Premio es parte general de NO PARTICIPAR en ningún acto (oficial o aparentemente oficial) que signifique una complicidad con todo lo que represente, a diferentes niveles, el mecanismo cultural que la burguesía utiliza para absorber todo el proceso revolucionario. Nosotros consideramos como definitivamente terminado, en lo que a nosotros concierne, toda relación con aquello que 'creen' poder adjudicar un valor artístico a todo producto (cualquiera sea su forma) que se realice en los límites geográficos e institucionales que propone la burguesía.

ROSARIO, Junio/68"

En este marco de movilizaciones por la libertad de expresión y de denuncia del estado policial bajo el "onganiaje" es que se produce la inauguración del "Prix G. Braque", en el Museo de Arte Moderno, el 16 de Julio, en el cual, durante el discurso de apertura del Embajador francés, se realiza un acto de protesta con manifestación, petardos, volanteadas, etc., contra la censura, el colonialismo cultural y se expresa solidaridad con los obreros y estudiantes franceses del movimiento de Mayo. La policía interviene y arresta a 9 artistas y les condena a 30 días de prisión. La Confederación General de Trabajadores (C.G.T.) asume la defensa de los detenidos a través de su cuerpo de abogados. Ese mismo día se da a conocer una declaración del Frente Antiimperialista de los Trabajadores de la Cultura (FATRAC):

"Considerando las manifestaciones de denuncia y protesta realizadas por un numeroso grupo de artistas plásticos en ocasión del PREMIO BRAQUE 68 y la violenta represión ejercida contra todo el público presente por la policía civil y uniformada instalada en las salas por pedido expreso de la Embajada de Francia, represión ejercida contra todo el público presente, a la cual se agrega la detención de los artistas Ricardo Carreira, Roberto Jacoby, Javier Arroyuelo, Margarita Paksa, Pablo Suárez, Rafael López Sánchez, M. Micharvegas, Eduardo Ruano, Eduardo Favario y D. Sapia, la FATRAC declara:

1) Su total solidaridad con los artistas detenidos por haber querido expresar sus ideas sobre el plan de la cultura.

2) Su adhesión integral a las denuncias sobre el carácter discriminatorio del Premio Braque, cuestionado por los artistas.

3) Compromete toda su energía combatiendo contra las formas y los intereses imperialistas, pre-facistas y antipopulares lanzadas a la batalla por la cultura. En consecuencia el FATRAC denuncia los medios empleados por el gaullismo que pretenden acallar toda expresión que se identifique con los intereses del pueblo; y que, por otra parte, expulsa de su país a los obreros e intelectuales extranjeros que se unieron al pueblo francés en lucha contra el régimen (el caso de nuestros compatriotas Julio Le Parc y Hugo Demarco).

4) Saluda fraternalmente a los artistas plásticos de Rosario por el rechazo violento que opusieron al Premio Braque 68.

5) Exige la inmediata liberación de los artistas encarcelados y la retirada de las fuerzas policiales del Museo de Bellas Artes.

EL COMITE EJECUTIVO DEL FATRAC

Buenos Aires, 16 de Junio de 1968"

Posteriormente, en Agosto, tiene lugar en Rosario, el primer encuentro de artistas de vanguardia con el objeto de preparar un programa de acción a partir de acuerdos políticos y políticos-culturales sobre los cuales ya existía consenso. Se propone el compromiso de los artistas en una "cultura de subversión", es decir, en un proceso cultural que acompañe y ayude a la clase obrera y al pueblo en el camino de la revolución. En Buenos Aires, en una segunda reunión, se decide la realización de una obra colectiva que consistiría en una campaña de agitación artística a propósito de la situación del pueblo tucumano. También se propone la incorporación de la C:U:T: a través de una comisión de organización.

Entretanto, en Octubre, en ocasión del aniversario de la muerte del Comandante Ernesto Che Guevara se realizan diversos homenajes: en Rosario se tiñen de rojo las fuentes públicas y el agua que corre junto a las aceras y en Buenos Aires se descubre un gigantesco afiche, en pleno centro, con su efigie. Y, finalmente, se abre la campaña sobre el problema tucumano, viajando a la lejana Provincia 10 artistas con el fin de tomar contacto con los obreros agrícolas, azucareros, dirigentes sindicales, estudiantes, etc. Se recoge un vastísimo material oral y escrito, se filman documentos de la cruel explotación de los campesinos, se toman miles de fotografías sobre la vida humilde y denigrantes medios de vida de los tucumanos, finalizando esta primera etapa con la realización de una mesa redonda en la que se discuten los problemas provocados por el cierre de las azucareras y otros fenómenos concernientes al infraconsumo, la insensibilidad de las autoridades, etc.

Detalles de estos primeros momentos de la acción "estético-política" en curso puede leerse en el siguiente informe:

"La realización de la obra TUCUMAN ARDE por el Grupo de Artistas de Vanguardia, comprende cuatro etapas.

1ra. etapa: Recopilación y estudio del material documental sobre el problema tucumano y la realidad social de la Provincia. Esta etapa se completó con un viaje previo de reconocimiento, para calibrar los aspectos esenciales de los problemas y establecer los primeros contactos.

2da. etapa: A) Confrontación y verificación de la realidad tucumana, para lo cual los artistas viajaron a Tucumán acompañados de equipo técnico y periodistas, donde realizaron encuestas, entrevistas, reportajes, grabaciones, filmaciones, etc. Para ser utilizadas en el montaje de la muestra-denuncia que evidenciará la contradicción de los contenidos de la información oficial y de la realidad de hecho, como parte del operativo-denuncia. B) De acuerdo con el plan de la obra los artistas realizaron a su llegada a Tucumán una conferencia de prensa en el Museo de Bellas Artes con anuencia de su directora, Srta. María Eugenia Aybar donde se reunieron representantes de los medios, artistas locales y funcionarios estatales a cargo de la difusión cultural de la Provincia. Este procedimiento tenía como finalidad encubrir los móviles de denuncia política de la obra y paralelamente facilitar la tarea de los artistas y evitar la represión. La actividad de los mismos fue comunicada mediante una falsa información a todos los medios y a la autoridades de la capital tucumana presentando una versión camuflada de la obra. Para poner en evidencia el verdadero sentido de la obra y conseguir la repercusión política implícita en su formulación ideológica, se efectuó en el último día de permanencia en la ciudad, una segunda conferencia de prensa en la cual habían sido invitados los representantes de la actividad oficial. Allí se procedió a la realización de una denuncia violenta para desenmascarar las profundas contradicciones originadas por el sistema económico-político basado en el hambre y la desocupación y en la creación de una falsa y gratuita superestructura cultural.

3ra. etapa: La muestra-denuncia se realiza en colaboración con la Confederación General del Trabajo de los argentinos, en las regionales respectivas de Rosario (3 al 9 de Noviembre) y en la Central en Buenos Aires. Todo el material documental recogido en Tucumán se emplea en un montaje de medios audiovisuales e incluye información oral al público por parte de los artistas, intelectuales y especialistas que participaron en la investigación.

Muestra parcial de la muestra en Buenos Aires

4ta. etapa: La cuarta y última etapa consiste en el cierre del circuito sobreinformacional acerca del problema tucumano y comprende: a) recopilación y análisis de la documentación; b) publicación de los resultados del análisis; c) publicación de los resultados del análisis y d) fundamentación de la nueva estética y evaluación.


INFORME PROPAGANDA

Se consigna que un importante aspecto de la obra se realizó mediante publicidad directa, de acuerdo a un plan elaborado en tres etapas:

a) Una semana antes de viajar los artistas a Tucumán se pegaron en carteleras oficiales y paredes de Rosario y Santa Fe, afiches con la palabra "Tucumán" únicamente (para ello se efectuaron trámites ante las municipalidades de ambas ciudades). Simultáneamente en las funciones de trasnoche de grupos de cine independientes se proyectaron diapositivas con la misma palabra. En las entradas de las mismas funciones se imprimió la palabra "Tucumán". De esa manera se creó una real expectativa.

b) Al partir los artistas, técnicos e intelectuales a Tucumán, el grupo local inició la campaña clandestina "Tucumán Arde". Se pintaron fachadas y tapiales de Rosario y se pegaron miles de obleas en lugares públicos con la inscripción "Tucumán Arde". También se pintaron y arrojaron volantes durante esa semana en cines comerciales e independientes y, en estos, se proyectaron diapositivas con dicha leyenda, imprimiéndose igualmente en las entradas.

c) Días antes de inaugurarse la muestra en Rosario, se pegaron también en forma autorizada oficialmente afiches con el siguiente texto: "Primera Bienal de Arte de Vanguardia". Para Buenos Aires se preparó un afiche con otro texto y se le pegó en las calles adyacentes a locales sindicales. El primer afiche (etapa a), las obleas (etapa b) y el segundo afiche (etapa c) se expusieron juntos en el local de la C.G.T., Rosario, cerrándose el circuito informacional"

Hasta aquí un resumen del extenso informe sobre la acción que, finalmente, habría de ser concretada en la exposición TUCUMAN ARDE abierta en el local de la C.G.T. de Rosario y, más tarde, en el local central de la misma entidad en Buenos Aires con la presentación a cargo de Raimundo Ongaro, Secretario General. Al día siguiente se recibe el ultimatum del gobierno de clausurarla bajo la amenaza de intervención policial. Coincidentemente el grupo de artistas participantes hace pública la siguiente declaración:

DECLARACION DEL COMITÉ DE ARTISTAS ARGENTINOS

La violencia del régimen es cruel y clara cuando se dirige contra la clase obrera. Es más sutil cuando se dirige a los artistas e intelectuales. Por una parte la represión se manifiesta en la censura de los libros y films, por otra en el cierre de exposiciones y teatros y, por encima de todo, más insidiosa aún, la represión permanente. Es necesario buscar en el interior de la forma que el arte reviste actualmente: un artículo de consumo elegante para una clase determinada. Los artistas pueden hacerse ilusiones creando obras aparentemente violentas: serán recibidas con indiferencia y aún con placer. Serán vendidas y compradas, su virulencia será un aditivo más en el mercado de la compraventa del valor prestigio. ¿Por qué el sistema puede apropiarse y absorber las obras de arte, aún las más audaces y renovadoras? Lo pueden hacer porque esas obras se inscriben en el cuadro cultural de una sociedad que obra de tal manera que sólo llegan al pueblo los mensajes que cimentan su opresión (principalmente por la radio, la televisión, los diarios y revistas). Lo pueden hacer porque los artistas viven aislados de la lucha revolucionaria en nuestro país. Sus obras no dicen eso que es necesario decir, no encuentran los medios apropiados para hacerlo y no se dirigen a aquellos que tienen necesidad de nuestro mensaje. ¿Cómo haremos los artistas para no seguir siendo servidores de la burguesía? En el contacto y la participación junto con los activistas más esclarecidos y combativos, poniendo nuestra militancia creativa y nuestra creación militante al servicio del pueblo, al servicio de la organización del pueblo para la lucha. Los artistas debemos contribuir a crear una verdadera red de información y comunicación por abajo que se oponga a la red de difusión del sistema. En este proceso iremos descubriendo y decidiéndonos por los medios más eficaces: el cine clandestino, los afiches, volantes y folletos, los discos y cintas grabadas, las canciones y consignas, el teatro de agitación, las nuevas formas de acción y propaganda. Esas serán las obras bellas y útiles. Ellas mostrarán el verdadero enemigo, infundirán el odio y la energía para el combate. Nosotros, los artistas, jamás pondremos nuestro talento al servicio de nuestros enemigos. Se dirá que lo que proponemos no es arte. Pero, ¿qué es arte? ¿Son las formas investigadas en la experimentación pura? O, bien, ¿las formas que se dicen corrosivas pero que en realidad satisfacen a la burguesía que las consume? ¿Son arte, acaso, las palabras en los libros y éstos en la biblioteca? ¿Las acciones dramáticas en el celuloide y la escena y éstos en los cines y teatros? ¿Las imágenes en los cuadros y éstos en la galerías de arte? Todo quiero, todo en orden, en un orden burgués y conformista. Todo inútil. Nosotros queremos restituir las palabras, las acciones dramáticas, las imágenes a los lugares donde puedan cumplir un papel revolucionario, donde sean útiles, donde se puedan convertir en armas para la lucha. Arte es todo lo que moviliza y agita. Arte es lo que niega radicalmente este modo de vida y dice: hagamos algo para cambiarle."

Veamos esta valoración que mereciera a un anónimo cronista de aquellos históricos momentos:

"¿Esto es arte? La misma pregunta se formulan los fotógrafos, pintores, escultores, sociólogos y directores de cine que produjeron "Tucumán Arde". Ellos saben que están rompiendo con tradiciones y prejuicios muy viejos que están chocando contra intereses muy poderosos. Buscan hacer un arte nuevo, que se dirija a los trabajadores y que se les muestre los problemas que angustian a todos los argentinos conscientes y patriotas. Para ello han renunciado a los premios y a los halagos que se les ofrecen, han preferido sumarse a la lucha del pueblo ante que hacer de bufones del sistema...Estos artistas han comprendido un hecho esencial: todo acto público es un acto político y el arte no escapa a esa regla. En vez de exposiciones limitadas a unos pocos entendidos, que se reúnen en las galerías de arte, hacen una obra colectiva que no está en venta y que no produce placer sino reflexión, dolor y conciencia. En vez de experimentar con las formas artísticas, buscando abstracciones y sutilezas que -aún siendo respetables- alejan al creador de su público y lo convierten en un solitario marginado del mundo, utilizan los medios técnicos más modernos para referirse en el lenguaje más directo posible a temas concretos que todos pueden comprender. En vez de reflejar el mundo, como ha hecho siempre el arte, se proponen que su obra contribuya a modificarlo."

Por fin, según lo planificado, abordan la fundamentación y evaluación de la estética que proponen:

TUCUMAN ARDE

A partir del año 1968 comenzaron a producirse dentro del campo de la plástica argentina, una serie de hechos estéticos que rompían con la pretendida actitud de vanguardia de los artistas que realizaban su actividad dentro del Instituto DiTella, la institución que hasta ese momento se adjudicaba la facultad de legislar y proponer nuevos modelos de acción, no sólo para los artistas vinculados a ella, sino para todas las nuevas experiencias plásticas que surgían en el país. Estos hechos que irrumpieron en la decantada y exquisita atmósfera estetizante de las falsas experiencias vanguardistas que se producía en las instituciones de la cultura oficial, fueron connotando incipientemente el lineamiento de una nueva actitud que conduciría a plantear el fenómeno artístico como una acción positiva y real, tendiente a ejercer una modificación sobre el medio que lo generaba.

El reconocimiento de esta nueva concepción condujo a un grupo de artistas a postular la creación estética como una acción colectiva y violenta, destruyendo el mito burgués de la individualidad del artista y de creación pasiva tradicionalmente adjudicado al arte. La agresión intencionada llega a ser la forma del nuevo arte. Violentar es poseer y destruir las viejas formas de un arte asentado sobre la base de la propiedad individual y el goce personal de la obra única. La violencia es, ahora, una acción creadora de nuevos contenidos: destruye el sistema de la cultura oficial, oponiéndole una cultura subversiva que integra el proceso modificador, creando un arte verdaderamente revolucionario. El arte revolucionario nace de una toma de conciencia de la realidad actual del artista como individuo dentro del contexto político y social que lo abarca. El arte revolucionario propone el hecho artístico como núcleo donde se integran y unifican todos los elementos que conforman la realidad humana: económicos, sociales, políticos, como una integración de los aportes de las distintas disciplinas, eliminando la separación entre artistas, intelectuales y técnicos y como una acción unitaria de todos ellos dirigida a modificar la totalidad de la estructura social, es decir, un arte total.

El arte revolucionario acciona sobre la realidad mediante un proceso de captación de los elementos que la componen, a partir de una lúcida concepción ideológica basada en los principios de la racionalidad materialista. El arte revolucionario, de esta manera, se presenta como una forma parcial de la realidad que se integra dentro de la realidad total, destruyendo la separación idealista entre la obra y el mundo, en la medida en que cumple una verdadera acción transformadora de las estructuras sociales, es decir, un arte transformador.

El arte revolucionario es la manifestación de aquellos contenidos políticos que luchan por destruir los caducos esquemas culturales y estéticos de la sociedad burguesa, integrándose con las fuerzas revolucionarias que combaten las formas de dependencia económica y la opresión clasista. Es, por lo tanto, un arte social.

La obra que realiza el Grupo de Artistas de Vanguardia es la continuación de una serie de actos de agresión intencionada contra instituciones y representantes de la cultura burguesa como, por ejemplo, la no participación y el boicot al Premio Braque, instituido por el Servicio Cultural de la Embajada de Francia que culminó con la detención de varios artistas que concretaron violentamente el rechazo.

La obra colectiva que se realiza se apoya en la actual situación argentina, radicalizada en una Provincia, de las más pobres, Tucumán, sometida a una larga tradición de subdesarrollo y opresión económica. El actual gobierno argentino, empeñado en una nefasta política colonizante, ha procedido al cierre de la mayoría de los ingenios azucareros tucumanos, resorte vital de la economía de la Provincia, esparciendo el hambre y la desocupación con todas las consecuencias sociales que ésta acarrea.

Un 'Operativo Tucumán' elaborado por los economistas del gobierno, intenta enmascarar esta desembozada agresión a la clase obrera con un falso desarrollo económico basado en la creación de nuevas e hipotéticas industrias financiadas por capitales norteamericanos. La verdad que se oculta detrás de este operativo es el siguiente: se intenta la destrucción de un real y explosivo gremialismo que abarca el noroeste argentino mediante la disolución de los grupos obreros, atomizados en pequeñas explotaciones industriales y obligados a emigrar a otras zonas en busca de ocupación temporaria, mal remunerada y sin estabilidad. Una de las graves consecuencias que este hecho acarrea es la disolución del núcleo familiar obrero, librado a la improvisación y al azar para poder subsistir. La política económica seguida por el gobierno en la Provincia de Tucumán tiene el carácter de experiencia piloto, con lo que se intenta comprobar el grado de resistencia de la población obrera para que, subsecuentemente a una neutralización de la oposición gremial, pueda ser trasladada a otras provincias que presentan características económicas y sociales similares.

Este 'Operativo Tucumán' se ve reforzado por un 'operativo silencio', organizado por las instituciones del gobierno para confundir, tergiversar y silenciar la grave situación tucumana al cual se ha plegado la llamada 'prensa libre', por razones de comunes intereses de clase. Sobre esta situación y asumiendo su responsabilidad de artistas comprometidos con la realidad social que los incluye, los artistas de vanguardia responden a este 'operativo silencio' con la realización de la obra TUCUMAN ARDE.

La obra consiste en la creación de un circuito sobreinformacional para evidenciar la solapada deformación que los hechos producidos en Tucumán sufren a través de los medios de información y difusión que detentan el poder oficial y la clase burguesa. Losa medios de comunicación son poderosos elementos mediadores, susceptibles de ser cargados de contenido diverso; de la realidad y veracidad de los contenidos depende la influencia positiva que estos medios producen en la sociedad. La información sobre los hechos producidos en Tucumán vertida por el gobierno y los medios oficiales tiende a mantener en el silencio el grave problema social desencadenado por el cierre de los ingenios y a dar una falsa imagen de la recuperación económica de la Provincia que los datos reales desmienten escandalosamente. Para recoger estos datos y poner en evidencia la falaz contradicción del gobierno y de la clase que lo sustenta, el grupo de artistas de vanguardia viajó a Tucumán acompañados de técnicos y especialistas y procedió a una verificación de la realidad social que vive la Provincia. El proceso de la acción de los artistas culminó en una conferencia de prensa donde hicieron público y de manera violenta, su repudio a la actuación de las autoridades oficiales y de la complicidad de los medios culturales y de difusión que colaboran en el mantenimiento de un estado social vergonzoso y degradante para la población obrera tucumana. La acción de los artistas fue realizada en colaboración con grupos estudiantiles y obreros que se integraron, así, a la materialización de la obra.

Los artistas viajaron a Tucumán con una amplia documentación sobre los problemas tucumanos. Este último informe había sido sometido previamente a un análisis crítico para medir el grado de tergiversación y desvirtuación ejercida sobre los datos. En una segunda instancia se elaboró la información recogida por los artistas y técnicos, que serviría para la realización de la muestra que se presenta en las centrales obreras. Y, finalmente, la información que los medios han elaborado sobre la actuación de los artistas en Tucumán integrará el circuito informacional de la primera etapa. La segunda parte de la obra es la presentación de toda la información reunida sobre la situación y sobre la actuación de los artistas en Tucumán, parte de la cual será difundida en sindicatos y centros estudiantiles y culturales, así como en la muestra que en forma audiovisual y actuada se realiza en la C.G.T. de los Argentinos Regional Rosario y posterior traslado a Buenos Aires. El circuito sobreinformacional que tiene con intención básica promover un proceso desalienante de la imagen de la realidad tucumana elaborada por los medios de comunicación de masas, tendrá su culminación en la tercer y última etapa al provocar una información de tercer grado que será recogida y formalizada en una publicación donde constatarán todos los procesos de concepción y realización de la obra y toda la documentación producida junto a una evaluación final. La posición adoptada por los artistas de vanguardia le exige no incorporar sus obras a la instituciones oficiales de la cultura burguesa y les plantea la necesidad de trasladarlas a otro contexto; esta muestra se realiza entonces en la C.G.T. de los Argentinos, por ser este el organismo que nuclea a la clase que está a la vanguardia de una lucha cuyos objetivos últimos comparten los autores de esta obra.

Participan en esta obra: Ma. Elvira de Arechaval, Beatriz Balbé, Graciela Bortwick, Aldo Bertollotti, Graciela Carnevale, Jorge Cohen, Rodolfo Elizalde, Noemí Escandell, Eduardo Favario, León Ferrari, Emilio Ghilioni, Edmundo Giura, Ma. Teresa Gramuglio, Martha Greiner, Roberto Jacoby, José Ma. Lavarello, Sara López Dupuy, Rubén Naranjo, David de Nully Braun, Raúl Pérez Cantón, Oscar Pidustwa, Estela Pomerants, Norberto Puzzolo, Juan Pablo Renzi, Jaime Rippa, Nicolás Rosa, Carlos Shork, Nora de Schork, Domingo J.A. Sapia, Roberto Zara.

ROSARIO C.G.T. DE LOS ARGENTINOS - 3 al 9 de Noviembre 1968."

He aquí planteada una instancia creativa aplicada a satisfacer una demanda totalmente surgida de los planteamientos que la vida social genera día a día. Tal grado de compromiso de arte (de los artistas) con la sociedad sólo fue posible gracias, por un lado, al esfuerzo intencional y delibe5rado de los artistas por enmarcarse desde su acción en la problemática social y, por otro, al hecho de que las organizaciones populares que representan a los sectores más avanzados de la sociedad asumieran el hecho cultural como un instrumento de lucha a sumar en sus movilizaciones. Y, también, a la coyuntura histórica generada por la obtrucción de los canales de comunicación societarios por obra de la dictadura en su afán por imponer su modelo socio-económico. Así, se suelen suscitar esas circunstancias en las cuales el arte u otra área, como p.e., la religión, se ve obligado a tomar en sus manos la comunicación social a través de sus medios específicos. Recuérdese el caso del "caceroleo" y los "apagones" en Chile como forma de comunicación ( y de comunión) social contestaria o el fenómeno del "canto popular" en los últimos años de la dictadura uruguaya, gracias al cual se restablecían los lazos comunicativos entre los diversos sectores sociales al expresar los contenidos que originaba la lucha por la recuperación de las libertades. Tal el caso de "Tucumán Arde": al controlar el gobierno militar los medios informativos dio pie a que otras áreas asumieran la comunicación social, difundiendo la verdad frente a la distorsión ideológica provocada por el poder político arbitrario para conservar su régimen. No olvidemos que, contemporáneamente, aconteció "La Hora de los Hornos", la subversiva película de Solanas y Gettino o el Teatro Popular "Octubre" de Norman Brinski o la acción artística de un gran sector de artistas conceptualistas.

Por ello es que, en general, estas experiencias son irrepetibles, pues también lo son las circunstancias históricas que las provocan, aunque no mecánicamente. Sin embargo, hay elementos comunes a esta etapa del desarrollo histórico: primero, los artistas no son entelequias sino seres materiales sujetos como cualquiera a las vicisitudes de la vida social y sus obras expresan al determinado sector de la sociedad que integran o al que han elegido servir (la marginalización, el lugar mágico en donde el artista se despoja de toda responsabilidad terrena, es utópica y significativa ideológicamente) y, segundo, la obra de arte, aparte de ser ella misma un producto social de comunicación es, también, un auxiliar de esa misma producción y se plantea como revolucionaria en tanto expresa adecuadamente, es decir, de acuerdo al avance logrado por la sociedad en ese momento, a las fuerzas sociales que pugnan por un cambio radical de las estructuras socio-económicas o, como reaccionaria, en tanto reafirma o reproduce las argucias ideológicas de los sectores que quieren eternizar la estructura social que les beneficia.

Un arte como el creado por los artistas de "Tucumán Arde" sólo es posible si hay una apreciación cabal del momento histórico logrado gracias al conocimiento científico de la realidad social conjurado al conocimiento de las ciencias de la comunicación y disciplinas atinentes al arte. La incidencia del arte en la vida social es posible si se está en condiciones de elaborar críticamente las circunstancias de la vida de una sociedad dada en un momento determinado y, si de esa apreciación surgen obras que no sólo reflejan activamente esa realidad sino que, también, procuran alterarla.

"Arte es todo lo que moviliza y agita. Arte es lo que niega radicalmente este modo de vida y dice: hagamos algo para cambiarle."

Publicado en la revista uruguaya OVUM 10, nro. 9, Diciembre de 1971 y completado en Diciembre de 1979.

 

Clemente Padín: C. Correo Central 1211, 11000 Montevideo - URUGUAY

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