Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Chamán con hongos. Reproducción de pintura en roca. Desierto del Sahara.

Hongos psicoactivos en el arte: una breve introducción

Por Ximena Jordán: ximejordan@yahoo.com

 

Sustancias visionarias en las sociedades pre-históricas

      El uso de sustancias visionarias no es algo que pueda considerarse separado del estudio de una sociedad, sus costumbres, mitos y creencias. De hecho, el uso de sustancias psicoactivas (aquéllas cuyo consumo es capaz de alterar el funcionamiento del sistema nervioso central) está íntimamente relacionado con aspectos básicos de la vida diaria y de la cosmología compartida por diversos grupos humanos.

      Las sociedades prehistóricas se relacionaron con sus psicoactivos de una manera particular porque la mayoría de ellas creían que dentro de cada planta u hongo psicoactivo descansaba una energía divina. Esta energía divina debía ser cuidada y respetada; solo podía ser adecuadamente liberada si la persona facultada para hacerlo consumía la sustancia mágica de la manera correcta y con el propósito de acercarse al mundo de las divinidades, quienes otorgaron estas sustancias a los humanos como un regalo en los "principios de los comienzos" de los tiempos.

Figuras antropomorfas con hongos en la cabeza. Reproducción de pictoglifo. Russia.

      La función específica que diversas plantas y hongos visionarios han tenido en cada sociedad está relacionado con los mitos y las creencias mágico religiosas de cada grupo humano determinado. Sin embargo, la contención de una energía divina es una creencia compartida por la gran mayoría de los grupos que consumen estas plantas u hongos. El etno-botánico Richard Evan Schultes se explaya acerca de este punto en su libro “Plantas, chamanismo y estados de conciencia”:

      "Los alucinógenos manipulados por el chamán transportan al hombre de su esfera mundana hasta ámbitos de etérea maravilla donde, mediante alucinaciones -en particular visuales y auditivas- puede comunicar con fuerzas espirituales, de donde él cree que provienen todas las aflicciones del ser humano, las enfermedades y la muerte".

 

Arte pre-histórico y sustancias psicoactivas

      El arte no estaba separado de la religión en el mundo ancestral. La manufactura de piezas de arte era una de las mejores maneras de practicar y difundir creencias religiosas dentro de las sociedades analfabetas. Debido a esto, no es difícil entablar una lógica relación entre el uso de psicoactivos y ciertas expresiones de arte de un pueblo, pues tanto el arte como los psicoactivos tenían una función de tipo religioso, entre otras funciones atribuidas a dichas prácticas. El consumo de sustancias mágicas tenía por objeto cooperar con la conexión del hombre con el mundo sobrenatural, mientras las creaciones artísticas eran el método visual de comunicación de estas experiencias de contacto místico.

Obra contemporánea de arte Huichol. México.
      En el contexto de cada sociedad que las ha empleado, cada sustancia psicoactiva aporta diversas tradiciones, usos y creencias ligadas al empleo de ellas y al acceso al mundo espiritual. Un buen ejemplo de esto es el arte huichol (representado por la figura a la izquierda de este párrafo), el cual nace en México precolombino y se inspira en coloridas visiones inducidas por el peyote. Este visionario cactus mexicano tiene una conocida artesanía asociada, realizada a partir de hilos de lana multicolor que se adhieren a un panel de cera de abeja formando impactantes dibujos de representaciones mitológicas.

Los hongos y los hongos mágicos


      Los hongos son seres vivos que se encuentran clasificados dentro del reino Fungi. Están formados por una parte vegetativa (micelio) que se encuentra en el interior del substrato del que se alimentan, produciendo fructificaciones que conocemos con el nombre de hongos o setas.


      Los hongos, a diferencia del reino vegetal, carecen de clorofila, por lo tanto, no pueden sintetizar su propio alimento y necesitan obtenerlo ya elaborado. Para ello se alimentan de otros organismos viviendo en simbiosis con otras plantas, asociación que se conoce como micorriza, donde la planta suministra al hongo fuentes de carbono procedentes de la fotosíntesis y éste le suministra a su vez mayor absorción de agua y nutrientes minerales, siendo ambos beneficiados. Esta es la asociación más común, pero los hongos también pueden parasitar plantas o animales o vivir como saprofitos, esto es desarrollándose a partir de materia orgánica en descomposición.

Psilocybe Mexicana
      Hay algunas variedades de hongos que contienen alcaloides capaces de alterar el Sistema Nervioso Central. Estas variedades se conocen científica y coloquialmente como hongos psicoactivos. A continuación, dos ejemplos de hongos psicoactivos que brotan principalmente en Centro y Sud América.

      El hongo Psilocybe mexicana (en la izquierda) también es llamado “pajarito” y constituye la especie más pequeña de hongo psilocíbico. Contiene dos alcaloides altamente psicoactivos: psilocina y psilocibina. Varias culturas mesoamericanas hasta los Aztecas comían este hongo, al cual consideraban carne de dioses. El Panaeolus agaricaeae o sphinctrinus (en la derecha) es una especie que contiene psylocibina. Fue de uso secundario entre los indígenas de Oaxaca llamados Mazatecas.

 

Hongos psicoactivos en expresiones de arte ancestral
     
      Los hongos han formado parte importante de rituales en India, Grecia y Mesoamérica por milenios. Al menos 4.000 años según el etno-micólogo R.G.Wasson. Éstos también han sido adorados desde la antigüedad como demuestran una variedad de figuras de piedra talladas en forma de hongos con rasgos antropomorfos. Estas figuras las cuales fueron descubiertas en América datan de tiempos precolombinos, algunas hasta del 1000 a.C. Por otro lado, en Tassili, desierto del Sahara, se descubrió el dibujo de un chamán con un aura electrificada y bailando mientras sostiene varios hongos en sus manos (ver figura arriba del título de este artículo). Éste data del 3.500 a.C.

Chamán y jaguar con hongos asociados a sus cabezas. Arte precolombino en piedra, Mesoamérica (Guatemala) Hombre tocando hongo-tambor. Cerámica precolombina, Mesoamérica (Guatemala)Ronda alrededor de hongo. Cerámica precolombina, Mesoamérica.

      Las setas han tenido siempre asociaciones místicas. Los cultos alrededor de su uso van detrás los diez de millares de años. Los aztecas las adoraban como teonanactl; la carne de los dioses; y las reservaron para sus ceremonias más santas. Después de una supresión brutal por los conquistadores cristianos, el culto de la seta desapareció de la visión occidental por 400 años, sólo para ser vuelto a descubrir en los años ‘50. "En partes de México, los chamanes todavía los utilizaban en rituales serios para curar a gente," declara el Dr. Andy Letcher (2006).Hombre con pájaro y hongo. Arizona, EE.UU.

Detalle de panel en roca. Tassili, Argelia.      Tin-Tazarif, Tassili, Argelia. 7000-5000 a.C (izquierda) El detalle de esta pintura prehistórica del desierto del Sahara es parte de uno de los paneles en roca más famosos exhibiendo hongos. En ellos se aprecian figuras antropomorfas con la cabeza en forma de hongo, moviéndose al mismo tiempo que mantienen en sus manos objetos identificados como hongos. El detalle que posibilita a los expertos a asociar estos hongos como pertenecientes a las variedades psicoactivas es la línea que une cada hongo con la cabeza de los seres que los sostienen.

      Hay muchos más hongos en esculturas en piedra, figuras de cerámica, pinturas en roca bajorrelieves que han sido encontrados en Rusia, Inglaterra y EE.UU, entre otros.

 

Hongos psicoactivos en expresiones de arte contemporáneo

      En general, la sociedad occidental contemporánea no tiene una imagen clara ni una relación establecida con los hongos mágicos. Nuestra sociedad no considera estas sustancias como mágicas o divinas. Por el contrario, muchos credos occidentales las encuentran peligrosas y de ese modo las dan a conocer a los demás.

      Tampoco tenemos una relación cultural con estos hongos. El consumo de ellos no es parte de nuestras tradiciones. Debido a que no forman parte de nuestra cultura, no tenemos el conocimiento para consumirlos adecuada y sanamente. Nuestras autoridades estiman que este tipo de sustancias son un riesgo para nuestro desenvolvimiento social y laboral, razón por la cual su consumo está fuera de los márgenes de la ley en la mayoría de las naciones.

      A pesar de esto, en los últimos 60 años ha despertado un interés por la investigación y consumo de estas setas, lo que se mantiene hasta el día de hoy. Los hongos mágicos han ido adquiriendo de a poco un lugar dentro de nuestra cultura. El ejemplo más conocido es el hongo que Alicia comía para volverse diminuta en el cuento Alicia en el País de las Maravillas, acerca del cual se piensa que corresponde al hongo psicoactivo Amanita Muscaria porque es retratado igual a esta especie en el contexto del cuento y prolifera en la zona donde fue creada la historia. Además, el consumo de este hongo suele producir micropsia y macropsia. Esto es la percepción temporal del entorno y del consumidor mismo radicalmente pequeño o gigante en comparación con su tamaño normal.

      Algunas piezas de arte contemporáneo también nos muestran hongos psicoactivos, como ocurre con las que aparecen a continuación. Ellas presentan a la figura del hongo como elemento principal de la composición, del mismo modo como aparecen los hongos en las piezas de arte ancestral vistas en la sección anterior.

Batik mostrando hongos. Tailandia.Upside down mushroom. Instalación.

(arriba) Batik. Trabajo contemporáneo en textil de Tailandia. Dos especies de hongos psicoactivos (Psilocybe cubensis o Psilocybe subcubensis y una variedad de Copelandia) son consumidas ahí en un singular modo recreacional, de acuerdo con las investigaciones del etno-micólogo norteamericano John W. Allen.

(derecha) "Upside-Down Mushroom Room”: Instalación del artista Carsten Holler, en la exposición "Éxtasis: dentro y acerca de los estados de alteridad” (Ecstasy: In and About Altered States), en Noviembre del año 2005. Esta exposición se llevó a cabo en el Museo de Arte Contemporáneo de L.A, California, siendo organizada por su curador principal, Paul Schimmel, en conjunto con la crítica de arte Gloria Sutton.

 

El ícono del hongo psicoactivo: una singularidad estética

      Como hemos visto en este breve artículo acerca de la estética asociada al consumo de hongos mágicos, los hongos han sido retratados en diversas formas de arte a través de las culturas y de los años. Sin embargo esto no es necesariamente lo más común cuando estudiamos la relación entre otras sustancias psicoactivas y su representación gráfica. En general, las representaciones artísticas relacionadas con el consumo de otras Cemi Taino en estado de alteridad. Cultura Taino. Imagen: MCHAPsustancias hacen referencia a las alucinaciones mentales o visuales que la sustancia produce en la mente del consumidor, a las deformaciones que produce en su rostro o a las convulsiones que produce en su cuerpo. A diferencia del caso del hongo, no exhiben la sustancia psicoactiva en si misma sino tan sólo manifiestan la experiencia que deriva de su consumo. 

      De esta manera, las tabletas de rapé de San Pedro exhiben los animales en los cuales probablemente se encarnaba mentalmente el chamán durante sus trances, pero no muestran el rapé. El arte Huichol de México muestra los colores y las psicodélicas formas derivadas del consumo del peyote, pero rara vez muestra el peyote mismo. Los Taínos en el Caribe (primeros indígenas americanos con los cuales Cristóbal Colón estableció contacto) realizaron expresivas esculturas en madera acerca de los efectos de los polvos psicoactivos que preparaba y consumía sólo el chamán durante sus ceremonias. No obstante, de los polvos mismos o de sus componentes de base no hay mayor representación visual.


      Contrariamente a esto y de acuerdo con la información contenida en este análisis, estamos llenos de representaciones visuales de hongos psicoactivos, tanto ancestrales como contemporáneas. Sin duda esto no es meramente casual. En lo personal, creo que la forma del hongo es más amistosa y mucho más fácil de retratar que la forma de otros estimulantes que consisten en polvos o líquidos de singular espesura. Probablemente, la versatilidad de la forma del hongo es a lo menos una de las razones por las que varias culturas disímiles incluyen al personaje del hongo como parte integral de sus representaciones visuales. El hongo puede volverse un enano, un cetro, un sombrero...da para crear y para jugar. Artísticamente, por supuesto.

Ximena Jordán
Máster en Curaduría del Arte, Melbourne University
Licenciada en Estética PUC

ximejordan@gmail.com

Imágenes: las imágenes en este artículo no son de mi autoría y su origen está extraviado. Si alguien reconoce procedencia ruego informarme a mi correo electrónico.

Referencias bibliográficas:

- Letcher, Andy (2006). Shroom: a cultural history of the magic mushroom. Faber and Faber limited, London.

- Hofmann, Albert y Shultes, Richard Evans (1990). Plantas de los dioses: orígenes del uso de los alucinógenos. Editorial Fondo de Cultura Económica, México.
 

MUY INTERESANTE PERO LA INFORNACION DEBE SER MAS AMPLIA GRACIAS POR COMPARTIR ESTA INFORMACION
Gracias. El artículo hace mención expresa en el título de que es "una breve introducción", ésa era justamente la idea. Gracias por el comentario,es bueno saber q despierta la curiosidad de los lectores por saber más del tema. Ximena. (la autora)
estabu muy bueeeeeeeeeeeeeeenoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

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