Clemente
Padín, Montevideo, Uruguay
01- Indice
02- Tucumán
Arde
03- El
Conceptualismo o el Sentido Ideológico de la Vanguardia Latinoamericana
04- El
Arte Correo en Latinoamérica
05- El
Network y el Rol del Artista
06- Multimedia
y Poesía Experimental en América Latina
07- El
Arte en la Calle
08- Las
Opciones del Artista Latinoamericano
09- Las
Huelgas de Arte
TUCUMAN
ARDE
Paradigma
de Acción Cultural Revolucionaria
Hacia
1968, un grupo de artistas argentinos, oriundos de Rosario, ciudad
de la Provincia de Santa Fe, vecina a Buenos Aires, preocupados
por la inserción del arte de vanguardia en el medio social
inician una serie de discusiones centradas en las posibilidades
de crear un fenómeno cultural que cumpliera verdaderamente
un papel revulsivo y disolvente de los principios éticos
y estéticos de la sociedad, rol que toda vanguardia debe
asumir y que no pueda ser fácilmente absorbida por la moda
ni el gusto vigente. Se comprende que sólo aquellos proyectos
que cuestionen los fundamentos del arte y las bases políticas
y sociales de esta sociedad pueden evitar ser incorporadas y utilizadas
por la burguesía. También se comprende que no se puede
pensar más en la creación de obras como objetos únicos
y durables, sino en la creación de "estrategias culturales
alternativas", la definición de modos de vida nuevos y la
contribución de los artistas por crear un nuevo tipo de sociedad.
Así, comienzan a formar pequeños grupos y ensayan
algunas obras que tratan de poner en práctica esos principios.
En Mayo de ese año, en el
"Premio Ver y Estimar", el artista Eduardo Ruano presenta una obra
política con la destrucción de una imagen de Kennedy
como simulacro de atentado en la inauguración, debiendo intervenir
la policía. En la Exposición "Experiencia 68" en el
Instituto DiTella, el más grande evento oficial vanguardista,
se transformó en la primera toma de posición pública
y colectiva a través de una carta abierta enviada por el
pintor Pablo Suárez a su Director Jorge Romero Brest, el
13 de Mayo:
"Sr. Jorge Romero Brest:
Hace una semana le escribí
dándole a conocer la obra que pensaba desarrollar en el Instituto
DiTella. Hoy, apenas unos días más tarde, ya me siento
incapaz de hacerla por una imposibilidad moral. Sigo creyendo que
era útil, aclaratoria y que podía llegar a conflictuar
a algunos de lo artistas invitados, o por lo menos, poner en tela
de juicio los conceptos sobre los que sus obras estén fundadas.
Lo que yo ya no creo es que esto
sea necesario. Me pregunto: ¿Es importante hacer algo dentro de
la institución, aunque colabore a su destrucción?
Las cosas se mueren cuando hay otras que las reemplazan. Si conocemos
el final ¿por qué insistir en hacer hasta la última
pirueta? ¿Por qué no situarnos en la posición límite?
Ayer precisamente comentaba como Ud., cómo, a mi entender,
la obra iba desapareciendo materialmente del escenario y cómo
se iban asumiendo actitudes y conceptos que abrían una nueva
época y que tenían un campo de acción más
amplio y menos viciado.
Es evidente que, de plantear situaciones
morales en las obras, de utilizar el significado como una materialidad,
se desprende la necesidad de crear un lenguaje útil. Una
lengua viva y no un código para élites. Se ha inventado
un arme. Un arma recién cobra sentido en la acción.
En el escaparate de una tienda carece de toda peligrosidad.
Creo que la situación política
y social del país origina este cambio. Hasta este momento
yo podía discutir la acción que desarrolla el Instituto,
aceptarla o enjuiciarla. Hoy lo que no acepto es al Instituto que
representa la centralización cultural, la institucionalización,
la imposibilidad de valorar las cosas en el momento en que éstas
inciden sobre el medio, porque la institución sólo
deja entrar productos ya prestigiados a los que utiliza cuando,
o han perdido vigencia o son indiscutibles dado el grado de profesionalismo
del que produce, es decir, los utiliza sin correr ningún
riesgo. Esta centralización impide la difusión masiva
de las experiencias que puedan realizar los artistas. Esta centralización
hace que todo producto pase a alimentar el prestigio, no ya del
que lo ha creado, sino del Instituto que, con esta ligera alteración
justifica como propia la labor ajena y todo el movimiento que ella
implica, sin arriesgar un solo centavo y beneficiándose todavía
con la promoción periodística. Si yo tuviera un público
muy limitado de gente que presume de intelectualidad por el hecho
meramente geográfico de pararse tranquilamente en la sala
grande de la casa del arte. Esta gente no tiene la más mínima
preocupación por estas cosas, por lo cual la legibilidad
del mensaje que yo pudiera plantear en mi obra carecería
de sentido totalmente. Si a mí se me ocurriera escribir VIVA
LA REVOLUCION POPULAR en castellano, inglés o chino sería
absolutamente lo mismo. Todo es arte. Esas cuatro paredes encierran
el secreto de transformar todo lo que está adentro de ellas
en arte y, el arte, no es peligroso (la culpa es nuestra).
¿Entonces? Entonces, los que quieran
trepar, trabajan en el Instituto. Yo no les aseguro que lleguen
lejos. El I.T.D.T. no tiene dinero como para imponer nada a nivel
internacional. Los que quieran ser atendidos en alguna forma díganlo
en la calle o donde no se les tergiverse. A los que quieran estar
bien con dios y con el diablo les recuerdo 'los que quieran salvar
la vida, la perderán'. A los espectadores les aseguro que
lo que les muestran ya es viejo, mercadería de segunda mano.
Nadie puede darles fabricado y envasado lo que está dándose
en este momento, están dándose el Hombre, la obra:
diseñar formas de vida.
PABLO SUAREZ
Esta renuncia es una obra para el
Instituto DiTella. Creo que muestra claramente mi conflicto frente
a la invitación por lo que creo haber cumplido con el compromiso"
Asimismo, en la misma muestra, el
artista Roberto Jacoby expone el siguiente mensaje:
"MENSAJE EN DITELLA
Este mensaje está dirigido
al reducido grupo de creadores, simuladores, críticos y promotores,
es decir, a los que están comprometidos por su talento, su
inteligencia, su interés económico o de prestigio
o su estupidez a lo que llaman 'arte de vanguardia'.
A los que metódicamente
buscan darse en DiTella 'el baño de cultura', al público
en general. Vanguardia es el movimiento de pensamiento que niega
permanentemente al arte y afirma permanentemente la historia. En
este recorrido de afirmación y negación simultánea,
el arte y la vida se han ido confundiendo hasta hacerse inseparables.
Todos los fenómenos de la vida social se han convertido en
materia estética: la moda, la industria y la tecnología,
los medios de comunicación de masas, etc.
'Se acabó la contemplación
estética porque la estética se disuelve en la vida
social'.
Se acabó también la
obra de arte porque la vida y el planeta mismo empiezan a serlo.
Por eso se esparce por todas partes
una lucha necesaria, sangrienta y hermosa por la creación
del mundo nuevo. Y la vanguardia no puede dejar de afirmar la historia,
de afirmar la justa, heroica violencia de esta lucha. El futuro
del arte se liga no a la creación de obras, sino a la definición
de nuevos conceptos de vida; y el artista se convierte en el propagandista
de esos conceptos. El 'arte' no tiene ninguna importancia: es la
vida lo que cuenta. Es la historia de estos años que vienen.
Es la creación de la obra de arte colectiva más gigantesca
de la historia: la conquista de la tierra, de la libertad por el
hombre."
ROBERTO JACOBY
En la misma conflictiva exposición
del DiTella, el artista Eduardo Ruano, distribuyó el siguiente
volante en donde fija su posición:
"Cada día el aparato cultura
se pone más y más al descubierto. Mientras que en
el Museo de Bellas Artes, el director Samuel Oliver obliga a J.
Carballa a retirar su obra porque ciertos elementos le 'disgustan',
en el Museo de Arte Moderno (Premio Ver y Estimar), el director
Parpagnoli toma a los participantes de mi obra, los expulsa del
Museo y me insta a retirarla porque utilizan temas políticos
como material estético. Y he aquí que hoy estamos
en presencia de nuevo de una manifestación represiva a la
vista de los artistas. Esta vez es por parte del director del Instituto
DiTella, J. R. Brest que no permite a los artistas presentar sus
obras sin antes haber pasado por el filtro de la censura. Ellos
son, en consecuencia, re-expuestos y, aún hay artistas que
aceptan cambiarlas por otras a su gusto -eliminando toda alusión
social, moral o política que pueda molestar a los patrones
del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Frente a tales manipulaciones
los artistas Pablo Suárez y Ricardo Carreira han rehusado
participar de estas 'experiencias de la represión'
ABAJO LA REPRESION
ABAJO LA POLITICA CULTURAL
¿QUE VIENEN A HACER ACA LOS RESPONSABLES
DEL MUSEO DE ARTE MODERNO DE NUEVA YORK SINO A COMPRAR LAS CONCIENCIAS
Y TRATAN DE PROSTITUIR A LOS ARTISTAS ARGENTINOS?
¡VIVA LA LIBERTAD!
Esto es un hecho estético.
A los que no lo comprendan así les doy la libertad de llamarlo
como quieran."
EDUARDO RUANO
Aquellos días, después
de la inauguración de "Experiencia 68", el escándalo
estalla: una de las obras presentadas era un W.C. corriente y se
invitaba a los asistentes a expresar su opinión sobre lo
que quisiera. Por supuesto, los graffitis expresaban el profundo
descontento hacia el gobierno dictatorial de Onganía y su
política económica de entrega de la soberanía
nacional a las transnacionales y suscitó la intervención
de la policía ante lo cual los artistas participantes resuelven
la destrucción total de la muestras que, luego, arrojan por
las ventanas conjuntamente con el siguiente texto firmado por los
64 artistas:
Buenos Aires, 23 de Mayo de 1968
Con una intervención policial
y judicial se ha clausurado una de las obras expuestas en la muestra
EXPERIENCIAS 68 del Instituto DiTella. Esta es la tercera vez que
en menos de un año la policía suplanta las armas de
la crítica por la crítica de las armas, atribuyéndose
un papel que no le corresponde: el ejercer una censura estética.
Por lo visto no sólo tratan
de imponer su punto de vista en la moda y los gustos, con absurdos
cortes de pelo y detenciones arbitrarias de artistas y jóvenes
en general, sino que también lo hacen con la obra de esos
artistas. Pero los artistas e intelectuales no han sido los principales
perseguidos: la represión también se dirige contra
el movimiento obrero y estudiantil; una vez hecho esto, pretende
acallar toda conciencia libre de nuestro país.
Los artistas argentinos nos oponemos
resueltamente al establecimiento de un estado policial en nuestro
país.
LOS PARTICIPANTES DE LA MUESTRA
EXPERIENCIAS 68 RETIRAMOS NUESTRAS OBRAS EN SEÑAL DE PROTESTA".
Entre tanto en Rosario, en la sociedad
"Amigos del Arte", un grupo de artistas invade la sala de conferencias
e interrumpe una conferencia de Jorge Romero Brest. Ante el público
azorado, Juan Pablo Renzi, vocero de los artistas, expone los motivos
de esta acción, en aquel histórico 12 de Junio:
Señoras y señores:
Nosotros estamos aquí porque
Uds. Han venido a escuchar hablar sobre arte de vanguardia y de
estética y de arte de vanguardia y de estética es
lo que nosotros hacemos. Nosotros estamos aquí porque Uds.
Han evitado el contacto directo con nuestras obras -como si tuvieran
miedo de que ellas perturben sus vidas- pero Uds. Han venido aquí
para que se les hable para consumir los residuos compendiados y
digeridos de nuestro trabajo. Nosotros estamos aquí porque
la institución que es en sí mismo Romero Brest, más
la propia institución que es la conferencia dentro de estas
paredes, Uds. Mismo, todo junto, representan el mecanismo puesto
a punto por la burguesía para absorber, falsear y hacer abortar
toda obra de creación. Para oponernos, para demostrar nuestra
actitud de independencia y de libertad frente a aquellos que quieren
transformar el arte en el "cordero del sacrificio", para eso nosotros
ofrecemos a sus conciencias este simulacro de atentado, como obra
de arte colectivo y también como punto de partida de una
nueva estética. (En este momento de la lectura se apagan
las luces de la sala). Nosotros creemos que el arte no es una actividad
pacífica ni la decoración de la vida burguesa de nadie.
Nosotros creemos que el arte implica un enfrentamiento activo con
la realidad. Activo porque aspira a transformarla. Nosotros creemos,
en consecuencia, que el arte debe constantemente cuestionar las
estructuras de la cultura oficial. Nosotros declaramos que la vida
del Che Guevara y la acción de los estudiantes franceses
son obras de arte más importantes que la mayor parte de las
boludeces colgadas en los mejores museos de todo el mundo. Nosotros
aspiramos transformar cada pedazo de la realidad en un objeto artístico
que se muestre a la conciencia del mundo, revelando las contradicciones
íntimas de esta sociedad,
QUE MUERAN TODAS LAS INSTITUCIONES
BURGUESAS.
¡VIVA EL ARTE DE LA REVOLUCION!"
También, en relación
al "Premio Braque 68", auspiciado por la Embajada de Francia, un
numeroso grupo de artistas realiza la siguiente declaración:
"El ensayo de censura ideológica
y estética realizado por los representantes del gobierno
francés en Argentina en lo que concierne a la reglamentación
del Prix Braque 68, actitud consecuente con el clima de represión
policial que vive nuestro país y a la represión que
reina en Francia para yugular el movimiento de Mayo.
Este ensayo de censura debe provocar,
entre los artistas, una toma de conciencia indispensable para aquellos
que se proponen modificar las reglas de juego y echar por tierra
el orden establecido. Nuestro RECHAZO A PARTICIPAR no es un fin
en sí mismo sino que debe ser considerado el punto de partida
de una actitud ya latente en nuestras propuestas vanguardistas anteriores.
La Respuesta que hoy damos (NO PARTICIPAR) es el signo de un espíritu
nuevo. Indica una conciencia más grande de los problemas
reales. A partir de hoy podemos afrontar las consecuencias con una
claridad mayor y asumirlos hasta el fin. Nuestra NO PARTICIPACION
en este Premio es parte general de NO PARTICIPAR en ningún
acto (oficial o aparentemente oficial) que signifique una complicidad
con todo lo que represente, a diferentes niveles, el mecanismo cultural
que la burguesía utiliza para absorber todo el proceso revolucionario.
Nosotros consideramos como definitivamente terminado, en lo que
a nosotros concierne, toda relación con aquello que 'creen'
poder adjudicar un valor artístico a todo producto (cualquiera
sea su forma) que se realice en los límites geográficos
e institucionales que propone la burguesía.
ROSARIO, Junio/68"
En este marco de movilizaciones
por la libertad de expresión y de denuncia del estado policial
bajo el "onganiaje" es que se produce la inauguración del
"Prix G. Braque", en el Museo de Arte Moderno, el 16 de Julio, en
el cual, durante el discurso de apertura del Embajador francés,
se realiza un acto de protesta con manifestación, petardos,
volanteadas, etc., contra la censura, el colonialismo cultural y
se expresa solidaridad con los obreros y estudiantes franceses del
movimiento de Mayo. La policía interviene y arresta a 9 artistas
y les condena a 30 días de prisión. La Confederación
General de Trabajadores (C.G.T.) asume la defensa de los detenidos
a través de su cuerpo de abogados. Ese mismo día se
da a conocer una declaración del Frente Antiimperialista
de los Trabajadores de la Cultura (FATRAC):
"Considerando las manifestaciones
de denuncia y protesta realizadas por un numeroso grupo de artistas
plásticos en ocasión del PREMIO BRAQUE 68 y la violenta
represión ejercida contra todo el público presente
por la policía civil y uniformada instalada en las salas
por pedido expreso de la Embajada de Francia, represión ejercida
contra todo el público presente, a la cual se agrega la detención
de los artistas Ricardo Carreira, Roberto Jacoby, Javier Arroyuelo,
Margarita Paksa, Pablo Suárez, Rafael López Sánchez,
M. Micharvegas, Eduardo Ruano, Eduardo Favario y D. Sapia, la FATRAC
declara:
1) Su total solidaridad con los
artistas detenidos por haber querido expresar sus ideas sobre el
plan de la cultura.
2) Su adhesión integral a
las denuncias sobre el carácter discriminatorio del Premio
Braque, cuestionado por los artistas.
3) Compromete toda su energía
combatiendo contra las formas y los intereses imperialistas, pre-facistas
y antipopulares lanzadas a la batalla por la cultura. En consecuencia
el FATRAC denuncia los medios empleados por el gaullismo que pretenden
acallar toda expresión que se identifique con los intereses
del pueblo; y que, por otra parte, expulsa de su país a los
obreros e intelectuales extranjeros que se unieron al pueblo francés
en lucha contra el régimen (el caso de nuestros compatriotas
Julio Le Parc y Hugo Demarco).
4) Saluda fraternalmente a los artistas
plásticos de Rosario por el rechazo violento que opusieron
al Premio Braque 68.
5) Exige la inmediata liberación
de los artistas encarcelados y la retirada de las fuerzas policiales
del Museo de Bellas Artes.
EL COMITE EJECUTIVO DEL FATRAC
Buenos Aires, 16 de Junio de 1968"
Posteriormente, en Agosto, tiene
lugar en Rosario, el primer encuentro de artistas de vanguardia
con el objeto de preparar un programa de acción a partir
de acuerdos políticos y políticos-culturales sobre
los cuales ya existía consenso. Se propone el compromiso
de los artistas en una "cultura de subversión", es decir,
en un proceso cultural que acompañe y ayude a la clase obrera
y al pueblo en el camino de la revolución. En Buenos Aires,
en una segunda reunión, se decide la realización de
una obra colectiva que consistiría en una campaña
de agitación artística a propósito de la situación
del pueblo tucumano. También se propone la incorporación
de la C:U:T: a través de una comisión de organización.
Entretanto, en Octubre, en ocasión
del aniversario de la muerte del Comandante Ernesto Che Guevara
se realizan diversos homenajes: en Rosario se tiñen de rojo
las fuentes públicas y el agua que corre junto a las aceras
y en Buenos Aires se descubre un gigantesco afiche, en pleno centro,
con su efigie. Y, finalmente, se abre la campaña sobre el
problema tucumano, viajando a la lejana Provincia 10 artistas con
el fin de tomar contacto con los obreros agrícolas, azucareros,
dirigentes sindicales, estudiantes, etc. Se recoge un vastísimo
material oral y escrito, se filman documentos de la cruel explotación
de los campesinos, se toman miles de fotografías sobre la
vida humilde y denigrantes medios de vida de los tucumanos, finalizando
esta primera etapa con la realización de una mesa redonda
en la que se discuten los problemas provocados por el cierre de
las azucareras y otros fenómenos concernientes al infraconsumo,
la insensibilidad de las autoridades, etc.
Detalles de estos primeros momentos
de la acción "estético-política" en curso puede
leerse en el siguiente informe:
"La realización de la obra
TUCUMAN ARDE por el Grupo de Artistas de Vanguardia, comprende cuatro
etapas.
1ra. etapa: Recopilación
y estudio del material documental sobre el problema tucumano y la
realidad social de la Provincia. Esta etapa se completó con
un viaje previo de reconocimiento, para calibrar los aspectos esenciales
de los problemas y establecer los primeros contactos.
2da. etapa: A) Confrontación
y verificación de la realidad tucumana, para lo cual los
artistas viajaron a Tucumán acompañados de equipo
técnico y periodistas, donde realizaron encuestas, entrevistas,
reportajes, grabaciones, filmaciones, etc. Para ser utilizadas en
el montaje de la muestra-denuncia que evidenciará la contradicción
de los contenidos de la información oficial y de la realidad
de hecho, como parte del operativo-denuncia. B) De acuerdo con el
plan de la obra los artistas realizaron a su llegada a Tucumán
una conferencia de prensa en el Museo de Bellas Artes con anuencia
de su directora, Srta. María Eugenia Aybar donde se reunieron
representantes de los medios, artistas locales y funcionarios estatales
a cargo de la difusión cultural de la Provincia. Este procedimiento
tenía como finalidad encubrir los móviles de denuncia
política de la obra y paralelamente facilitar la tarea de
los artistas y evitar la represión. La actividad de los mismos
fue comunicada mediante una falsa información a todos los
medios y a la autoridades de la capital tucumana presentando una
versión camuflada de la obra. Para poner en evidencia el
verdadero sentido de la obra y conseguir la repercusión política
implícita en su formulación ideológica, se
efectuó en el último día de permanencia en
la ciudad, una segunda conferencia de prensa en la cual habían
sido invitados los representantes de la actividad oficial. Allí
se procedió a la realización de una denuncia violenta
para desenmascarar las profundas contradicciones originadas por
el sistema económico-político basado en el hambre
y la desocupación y en la creación de una falsa y
gratuita superestructura cultural.
3ra. etapa: La muestra-denuncia
se realiza en colaboración con la Confederación General
del Trabajo de los argentinos, en las regionales respectivas de
Rosario (3 al 9 de Noviembre) y en la Central en Buenos Aires. Todo
el material documental recogido en Tucumán se emplea en un
montaje de medios audiovisuales e incluye información oral
al público por parte de los artistas, intelectuales y especialistas
que participaron en la investigación.
|
Exposición.
|
Muestra parcial de la muestra en
Buenos Aires
4ta. etapa: La cuarta y última
etapa consiste en el cierre del circuito sobreinformacional acerca
del problema tucumano y comprende: a) recopilación y análisis
de la documentación; b) publicación de los resultados
del análisis; c) publicación de los resultados del
análisis y d) fundamentación de la nueva estética
y evaluación.
INFORME PROPAGANDA
Se consigna que un importante aspecto
de la obra se realizó mediante publicidad directa, de acuerdo
a un plan elaborado en tres etapas:
a) Una semana antes de viajar los
artistas a Tucumán se pegaron en carteleras oficiales y paredes
de Rosario y Santa Fe, afiches con la palabra "Tucumán" únicamente
(para ello se efectuaron trámites ante las municipalidades
de ambas ciudades). Simultáneamente en las funciones de trasnoche
de grupos de cine independientes se proyectaron diapositivas con
la misma palabra. En las entradas de las mismas funciones se imprimió
la palabra "Tucumán". De esa manera se creó una real
expectativa.
b) Al partir los artistas, técnicos
e intelectuales a Tucumán, el grupo local inició la
campaña clandestina "Tucumán Arde". Se pintaron fachadas
y tapiales de Rosario y se pegaron miles de obleas en lugares públicos
con la inscripción "Tucumán Arde". También
se pintaron y arrojaron volantes durante esa semana en cines comerciales
e independientes y, en estos, se proyectaron diapositivas con dicha
leyenda, imprimiéndose igualmente en las entradas.
c) Días antes de inaugurarse
la muestra en Rosario, se pegaron también en forma autorizada
oficialmente afiches con el siguiente texto: "Primera Bienal de
Arte de Vanguardia". Para Buenos Aires se preparó un afiche
con otro texto y se le pegó en las calles adyacentes a locales
sindicales. El primer afiche (etapa a), las obleas (etapa b) y el
segundo afiche (etapa c) se expusieron juntos en el local de la
C.G.T., Rosario, cerrándose el circuito informacional"
Hasta aquí un resumen del
extenso informe sobre la acción que, finalmente, habría
de ser concretada en la exposición TUCUMAN ARDE abierta en
el local de la C.G.T. de Rosario y, más tarde, en el local
central de la misma entidad en Buenos Aires con la presentación
a cargo de Raimundo Ongaro, Secretario General. Al día siguiente
se recibe el ultimatum del gobierno de clausurarla bajo la amenaza
de intervención policial. Coincidentemente el grupo de artistas
participantes hace pública la siguiente declaración:
DECLARACION DEL COMITÉ DE
ARTISTAS ARGENTINOS
La violencia del régimen
es cruel y clara cuando se dirige contra la clase obrera. Es más
sutil cuando se dirige a los artistas e intelectuales. Por una parte
la represión se manifiesta en la censura de los libros y
films, por otra en el cierre de exposiciones y teatros y, por encima
de todo, más insidiosa aún, la represión permanente.
Es necesario buscar en el interior de la forma que el arte reviste
actualmente: un artículo de consumo elegante para una clase
determinada. Los artistas pueden hacerse ilusiones creando obras
aparentemente violentas: serán recibidas con indiferencia
y aún con placer. Serán vendidas y compradas, su virulencia
será un aditivo más en el mercado de la compraventa
del valor prestigio. ¿Por qué el sistema puede apropiarse
y absorber las obras de arte, aún las más audaces
y renovadoras? Lo pueden hacer porque esas obras se inscriben en
el cuadro cultural de una sociedad que obra de tal manera que sólo
llegan al pueblo los mensajes que cimentan su opresión (principalmente
por la radio, la televisión, los diarios y revistas). Lo
pueden hacer porque los artistas viven aislados de la lucha revolucionaria
en nuestro país. Sus obras no dicen eso que es necesario
decir, no encuentran los medios apropiados para hacerlo y no se
dirigen a aquellos que tienen necesidad de nuestro mensaje. ¿Cómo
haremos los artistas para no seguir siendo servidores de la burguesía?
En el contacto y la participación junto con los activistas
más esclarecidos y combativos, poniendo nuestra militancia
creativa y nuestra creación militante al servicio del pueblo,
al servicio de la organización del pueblo para la lucha.
Los artistas debemos contribuir a crear una verdadera red de información
y comunicación por abajo que se oponga a la red de difusión
del sistema. En este proceso iremos descubriendo y decidiéndonos
por los medios más eficaces: el cine clandestino, los afiches,
volantes y folletos, los discos y cintas grabadas, las canciones
y consignas, el teatro de agitación, las nuevas formas de
acción y propaganda. Esas serán las obras bellas y
útiles. Ellas mostrarán el verdadero enemigo, infundirán
el odio y la energía para el combate. Nosotros, los artistas,
jamás pondremos nuestro talento al servicio de nuestros enemigos.
Se dirá que lo que proponemos no es arte. Pero, ¿qué
es arte? ¿Son las formas investigadas en la experimentación
pura? O, bien, ¿las formas que se dicen corrosivas pero que en realidad
satisfacen a la burguesía que las consume? ¿Son arte, acaso,
las palabras en los libros y éstos en la biblioteca? ¿Las
acciones dramáticas en el celuloide y la escena y éstos
en los cines y teatros? ¿Las imágenes en los cuadros y éstos
en la galerías de arte? Todo quiero, todo en orden, en un
orden burgués y conformista. Todo inútil. Nosotros
queremos restituir las palabras, las acciones dramáticas,
las imágenes a los lugares donde puedan cumplir un papel
revolucionario, donde sean útiles, donde se puedan convertir
en armas para la lucha. Arte es todo lo que moviliza y agita. Arte
es lo que niega radicalmente este modo de vida y dice: hagamos algo
para cambiarle."
Veamos esta valoración que
mereciera a un anónimo cronista de aquellos históricos
momentos:
"¿Esto es arte? La misma pregunta
se formulan los fotógrafos, pintores, escultores, sociólogos
y directores de cine que produjeron "Tucumán Arde". Ellos
saben que están rompiendo con tradiciones y prejuicios muy
viejos que están chocando contra intereses muy poderosos.
Buscan hacer un arte nuevo, que se dirija a los trabajadores y que
se les muestre los problemas que angustian a todos los argentinos
conscientes y patriotas. Para ello han renunciado a los premios
y a los halagos que se les ofrecen, han preferido sumarse a la lucha
del pueblo ante que hacer de bufones del sistema...Estos artistas
han comprendido un hecho esencial: todo acto público es un
acto político y el arte no escapa a esa regla. En vez de
exposiciones limitadas a unos pocos entendidos, que se reúnen
en las galerías de arte, hacen una obra colectiva que no
está en venta y que no produce placer sino reflexión,
dolor y conciencia. En vez de experimentar con las formas artísticas,
buscando abstracciones y sutilezas que -aún siendo respetables-
alejan al creador de su público y lo convierten en un solitario
marginado del mundo, utilizan los medios técnicos más
modernos para referirse en el lenguaje más directo posible
a temas concretos que todos pueden comprender. En vez de reflejar
el mundo, como ha hecho siempre el arte, se proponen que su obra
contribuya a modificarlo."
Por fin, según lo planificado,
abordan la fundamentación y evaluación de la estética
que proponen:
TUCUMAN ARDE
A partir del año 1968 comenzaron
a producirse dentro del campo de la plástica argentina, una
serie de hechos estéticos que rompían con la pretendida
actitud de vanguardia de los artistas que realizaban su actividad
dentro del Instituto DiTella, la institución que hasta ese
momento se adjudicaba la facultad de legislar y proponer nuevos
modelos de acción, no sólo para los artistas vinculados
a ella, sino para todas las nuevas experiencias plásticas
que surgían en el país. Estos hechos que irrumpieron
en la decantada y exquisita atmósfera estetizante de las
falsas experiencias vanguardistas que se producía en las
instituciones de la cultura oficial, fueron connotando incipientemente
el lineamiento de una nueva actitud que conduciría a plantear
el fenómeno artístico como una acción positiva
y real, tendiente a ejercer una modificación sobre el medio
que lo generaba.
El reconocimiento de esta nueva
concepción condujo a un grupo de artistas a postular la creación
estética como una acción colectiva y violenta, destruyendo
el mito burgués de la individualidad del artista y de creación
pasiva tradicionalmente adjudicado al arte. La agresión intencionada
llega a ser la forma del nuevo arte. Violentar es poseer y destruir
las viejas formas de un arte asentado sobre la base de la propiedad
individual y el goce personal de la obra única. La violencia
es, ahora, una acción creadora de nuevos contenidos: destruye
el sistema de la cultura oficial, oponiéndole una cultura
subversiva que integra el proceso modificador, creando un arte verdaderamente
revolucionario. El arte revolucionario nace de una toma de conciencia
de la realidad actual del artista como individuo dentro del contexto
político y social que lo abarca. El arte revolucionario propone
el hecho artístico como núcleo donde se integran y
unifican todos los elementos que conforman la realidad humana: económicos,
sociales, políticos, como una integración de los aportes
de las distintas disciplinas, eliminando la separación entre
artistas, intelectuales y técnicos y como una acción
unitaria de todos ellos dirigida a modificar la totalidad de la
estructura social, es decir, un arte total.
El arte revolucionario acciona sobre
la realidad mediante un proceso de captación de los elementos
que la componen, a partir de una lúcida concepción
ideológica basada en los principios de la racionalidad materialista.
El arte revolucionario, de esta manera, se presenta como una forma
parcial de la realidad que se integra dentro de la realidad total,
destruyendo la separación idealista entre la obra y el mundo,
en la medida en que cumple una verdadera acción transformadora
de las estructuras sociales, es decir, un arte transformador.
El arte revolucionario es la manifestación
de aquellos contenidos políticos que luchan por destruir
los caducos esquemas culturales y estéticos de la sociedad
burguesa, integrándose con las fuerzas revolucionarias que
combaten las formas de dependencia económica y la opresión
clasista. Es, por lo tanto, un arte social.
La obra que realiza el Grupo de
Artistas de Vanguardia es la continuación de una serie de
actos de agresión intencionada contra instituciones y representantes
de la cultura burguesa como, por ejemplo, la no participación
y el boicot al Premio Braque, instituido por el Servicio Cultural
de la Embajada de Francia que culminó con la detención
de varios artistas que concretaron violentamente el rechazo.
La obra colectiva que se realiza
se apoya en la actual situación argentina, radicalizada en
una Provincia, de las más pobres, Tucumán, sometida
a una larga tradición de subdesarrollo y opresión
económica. El actual gobierno argentino, empeñado
en una nefasta política colonizante, ha procedido al cierre
de la mayoría de los ingenios azucareros tucumanos, resorte
vital de la economía de la Provincia, esparciendo el hambre
y la desocupación con todas las consecuencias sociales que
ésta acarrea.
Un 'Operativo Tucumán' elaborado
por los economistas del gobierno, intenta enmascarar esta desembozada
agresión a la clase obrera con un falso desarrollo económico
basado en la creación de nuevas e hipotéticas industrias
financiadas por capitales norteamericanos. La verdad que se oculta
detrás de este operativo es el siguiente: se intenta la destrucción
de un real y explosivo gremialismo que abarca el noroeste argentino
mediante la disolución de los grupos obreros, atomizados
en pequeñas explotaciones industriales y obligados a emigrar
a otras zonas en busca de ocupación temporaria, mal remunerada
y sin estabilidad. Una de las graves consecuencias que este hecho
acarrea es la disolución del núcleo familiar obrero,
librado a la improvisación y al azar para poder subsistir.
La política económica seguida por el gobierno en la
Provincia de Tucumán tiene el carácter de experiencia
piloto, con lo que se intenta comprobar el grado de resistencia
de la población obrera para que, subsecuentemente a una neutralización
de la oposición gremial, pueda ser trasladada a otras provincias
que presentan características económicas y sociales
similares.
Este 'Operativo Tucumán'
se ve reforzado por un 'operativo silencio', organizado por las
instituciones del gobierno para confundir, tergiversar y silenciar
la grave situación tucumana al cual se ha plegado la llamada
'prensa libre', por razones de comunes intereses de clase. Sobre
esta situación y asumiendo su responsabilidad de artistas
comprometidos con la realidad social que los incluye, los artistas
de vanguardia responden a este 'operativo silencio' con la realización
de la obra TUCUMAN ARDE.
La obra consiste en la creación
de un circuito sobreinformacional para evidenciar la solapada deformación
que los hechos producidos en Tucumán sufren a través
de los medios de información y difusión que detentan
el poder oficial y la clase burguesa. Losa medios de comunicación
son poderosos elementos mediadores, susceptibles de ser cargados
de contenido diverso; de la realidad y veracidad de los contenidos
depende la influencia positiva que estos medios producen en la sociedad.
La información sobre los hechos producidos en Tucumán
vertida por el gobierno y los medios oficiales tiende a mantener
en el silencio el grave problema social desencadenado por el cierre
de los ingenios y a dar una falsa imagen de la recuperación
económica de la Provincia que los datos reales desmienten
escandalosamente. Para recoger estos datos y poner en evidencia
la falaz contradicción del gobierno y de la clase que lo
sustenta, el grupo de artistas de vanguardia viajó a Tucumán
acompañados de técnicos y especialistas y procedió
a una verificación de la realidad social que vive la Provincia.
El proceso de la acción de los artistas culminó en
una conferencia de prensa donde hicieron público y de manera
violenta, su repudio a la actuación de las autoridades oficiales
y de la complicidad de los medios culturales y de difusión
que colaboran en el mantenimiento de un estado social vergonzoso
y degradante para la población obrera tucumana. La acción
de los artistas fue realizada en colaboración con grupos
estudiantiles y obreros que se integraron, así, a la materialización
de la obra.
Los artistas viajaron a Tucumán
con una amplia documentación sobre los problemas tucumanos.
Este último informe había sido sometido previamente
a un análisis crítico para medir el grado de tergiversación
y desvirtuación ejercida sobre los datos. En una segunda
instancia se elaboró la información recogida por los
artistas y técnicos, que serviría para la realización
de la muestra que se presenta en las centrales obreras. Y, finalmente,
la información que los medios han elaborado sobre la actuación
de los artistas en Tucumán integrará el circuito informacional
de la primera etapa. La segunda parte de la obra es la presentación
de toda la información reunida sobre la situación
y sobre la actuación de los artistas en Tucumán, parte
de la cual será difundida en sindicatos y centros estudiantiles
y culturales, así como en la muestra que en forma audiovisual
y actuada se realiza en la C.G.T. de los Argentinos Regional Rosario
y posterior traslado a Buenos Aires. El circuito sobreinformacional
que tiene con intención básica promover un proceso
desalienante de la imagen de la realidad tucumana elaborada por
los medios de comunicación de masas, tendrá su culminación
en la tercer y última etapa al provocar una información
de tercer grado que será recogida y formalizada en una publicación
donde constatarán todos los procesos de concepción
y realización de la obra y toda la documentación producida
junto a una evaluación final. La posición adoptada
por los artistas de vanguardia le exige no incorporar sus obras
a la instituciones oficiales de la cultura burguesa y les plantea
la necesidad de trasladarlas a otro contexto; esta muestra se realiza
entonces en la C.G.T. de los Argentinos, por ser este el organismo
que nuclea a la clase que está a la vanguardia de una lucha
cuyos objetivos últimos comparten los autores de esta obra.
Participan en esta obra: Ma. Elvira
de Arechaval, Beatriz Balbé, Graciela Bortwick, Aldo Bertollotti,
Graciela Carnevale, Jorge Cohen, Rodolfo Elizalde, Noemí
Escandell, Eduardo Favario, León Ferrari, Emilio Ghilioni,
Edmundo Giura, Ma. Teresa Gramuglio, Martha Greiner, Roberto Jacoby,
José Ma. Lavarello, Sara López Dupuy, Rubén
Naranjo, David de Nully Braun, Raúl Pérez Cantón,
Oscar Pidustwa, Estela Pomerants, Norberto Puzzolo, Juan Pablo Renzi,
Jaime Rippa, Nicolás Rosa, Carlos Shork, Nora de Schork,
Domingo J.A. Sapia, Roberto Zara.
ROSARIO C.G.T. DE LOS ARGENTINOS
- 3 al 9 de Noviembre 1968."
He aquí planteada una instancia
creativa aplicada a satisfacer una demanda totalmente surgida de
los planteamientos que la vida social genera día a día.
Tal grado de compromiso de arte (de los artistas) con la sociedad
sólo fue posible gracias, por un lado, al esfuerzo intencional
y delibe5rado de los artistas por enmarcarse desde su acción
en la problemática social y, por otro, al hecho de que las
organizaciones populares que representan a los sectores más
avanzados de la sociedad asumieran el hecho cultural como un instrumento
de lucha a sumar en sus movilizaciones. Y, también, a la
coyuntura histórica generada por la obtrucción de
los canales de comunicación societarios por obra de la dictadura
en su afán por imponer su modelo socio-económico.
Así, se suelen suscitar esas circunstancias en las cuales
el arte u otra área, como p.e., la religión, se ve
obligado a tomar en sus manos la comunicación social a través
de sus medios específicos. Recuérdese el caso del
"caceroleo" y los "apagones" en Chile como forma de comunicación
( y de comunión) social contestaria o el fenómeno
del "canto popular" en los últimos años de la dictadura
uruguaya, gracias al cual se restablecían los lazos comunicativos
entre los diversos sectores sociales al expresar los contenidos
que originaba la lucha por la recuperación de las libertades.
Tal el caso de "Tucumán Arde": al controlar el gobierno militar
los medios informativos dio pie a que otras áreas asumieran
la comunicación social, difundiendo la verdad frente a la
distorsión ideológica provocada por el poder político
arbitrario para conservar su régimen. No olvidemos que, contemporáneamente,
aconteció "La Hora de los Hornos", la subversiva película
de Solanas y Gettino o el Teatro Popular "Octubre" de Norman Brinski
o la acción artística de un gran sector de artistas
conceptualistas.
Por ello es que, en general, estas
experiencias son irrepetibles, pues también lo son las circunstancias
históricas que las provocan, aunque no mecánicamente.
Sin embargo, hay elementos comunes a esta etapa del desarrollo histórico:
primero, los artistas no son entelequias sino seres materiales sujetos
como cualquiera a las vicisitudes de la vida social y sus obras
expresan al determinado sector de la sociedad que integran o al
que han elegido servir (la marginalización, el lugar mágico
en donde el artista se despoja de toda responsabilidad terrena,
es utópica y significativa ideológicamente) y, segundo,
la obra de arte, aparte de ser ella misma un producto social de
comunicación es, también, un auxiliar de esa misma
producción y se plantea como revolucionaria en tanto expresa
adecuadamente, es decir, de acuerdo al avance logrado por la sociedad
en ese momento, a las fuerzas sociales que pugnan por un cambio
radical de las estructuras socio-económicas o, como reaccionaria,
en tanto reafirma o reproduce las argucias ideológicas de
los sectores que quieren eternizar la estructura social que les
beneficia.
Un arte como el creado por los artistas
de "Tucumán Arde" sólo es posible si hay una apreciación
cabal del momento histórico logrado gracias al conocimiento
científico de la realidad social conjurado al conocimiento
de las ciencias de la comunicación y disciplinas atinentes
al arte. La incidencia del arte en la vida social es posible si
se está en condiciones de elaborar críticamente las
circunstancias de la vida de una sociedad dada en un momento determinado
y, si de esa apreciación surgen obras que no sólo
reflejan activamente esa realidad sino que, también, procuran
alterarla.
"Arte es todo lo que moviliza y
agita. Arte es lo que niega radicalmente este modo de vida y dice:
hagamos algo para cambiarle."
Publicado en la revista uruguaya
OVUM 10, nro. 9, Diciembre de 1971 y completado en Diciembre de
1979.