Las grandes compañías
de New York, vuelcan su publicidad en grandes murales pintados en los edificios
de esta ciudad, así las vetustas y malogradas paredes de ladrillo
adquieren una nueva dimensión. Los equilibristas - pintores
reproducen en formatos descomunales las ventajas de los productos e invitan
a seguir un estilo de vida.
El graffiti que desarrollaron
artistas como Jean-Michel Basquiat, Keith Haring y "Chico", así
como miles de artistas anónimos que con sus escritos, tarros de
spray y colorido,
transforman estos soportes urbanos, con sus mensajes sociales o solo por
el hecho de expresar sus obras al no encontrar espacios de exhibición
en las "grandes galerías".
Se encuentran en estos soportes
de los barrios de New York:
A "Chico" un mítico
artista del graffiti, él desborda sus obras en "Alphabetic City",
un sector de esta ciudad caracterizado por sus nombres de calles con letras,
en los alrededores de Tompkins Square.
Basquiat
y Haring llenaron Brooklyn con sus obras callejeras antes de ser catapultados
al "olimpo" de los artistas de NY. Ahora convertidos en símbolos
comercio - artístico, Keith Haring, que falleció a
temprana edad, formo parte del circulo de Andy Warhol, sus obras
se encuentran en todo tipo de artículos de consumo: libretas, ceniceros,
decorados.
Jean-Michel Basquiat, muerto
por sobredosis, hace algunos años atrás, luego de saltar
del graffiti callejero a las galerías de esta ciudad, en una meteórica
carrera. Julian Schnabel, pintor y amigo personal de Basquiat, dirigió
una película rindiendo un homenaje a la obra y vida de este
gran artista.
En
estos días no se encuentra en New York, el fervor del Graffiti de
hace algunos años, el Subway, cuenta con muy pocas sobrevivientes
obras de ese periodo: hoy nos muestra un renovado aspecto, sin el ímpetu
de estos artistas, la ciudad ha sufrido una "limpieza", estas muestras
de expresión han sido poco a poco reemplazadas, por pulcros murales
comerciales o telones de vinilo impresos con tecnología de punta.
New York, una ciudad donde sus
paredes dan una batalla por seguir siendo un medio de expresión,
entre la vorágine de ruidos, colores y gentes que deambulan por
sus calles.