Santiago de Chile.
Revista Virtual.  
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 2.
12 de Febrero al
12 de Marzo
de 1999.

  A Víctor le Gustaría Saberlo.  
Un domingo paseas por un acogedor parque universitario en Concepción, la ciudad del Bío-Bío y te sucede escuchar: "vuelan mariposas, cantan grillos, la piel se me pone negra y el sol brilla.". Hay alguien estudiando, alguien prepara un examen o una tesis mientras escucha la música y la voz de Víctor Jara. Piensas:  "a Víctor le gustaría saberlo, a pesar de los años, del manto de olvido, de la mala fe (hay que decirlo), un estudiante universitario, un día domingo de enero de 1999, escucha "El arado". Sí, a Víctor le habría gustado saberlo. 

Vas a una fiesta con compañeros de trabajo. De pronto alguien pregunta "¿quién fue Víctor Jara? No lo puedes creer. Es tan parte de tu vivencia que resulta como si te preguntaran quién era Gabriela Mistral. Estás a punto de sacar el "rollo": cantor de los pobres, comprometido políticamente, consecuente, heroico, lo mataron los militares para el golpe.Un contertulio te quita la palabra: Víctor Jara era un campesino, muy pobre. Vino a Santiago a estudiar, vivió mucho tiempo casi debajo de los puentes. A pesar de esas dificultades logró estudiar teatro y llegar a ser director. Cantaba, le gustaba mucho el folklore, formó parte de un grupo que se llamaba "Cuncumén". Se hizo cantor y compositor, fue director e integrante del "Quilapayún". Otro de los presentes, canta "Plegaria de un labrador". Ves a quien preguntara conmoverse. Siente que ha aprendido algo muy profundo sobre un personaje que siente, como chileno, que debe conocer. Víctor Jara. Escuchas cantar "El cigarrito", tú también te conmueves. 

Víctor. Estas más presente que nunca. Si muchos no pudieron apreciarte y quererte como tantos, otros muchos van por ahí, escuchan tú música, cantan tus canciones y explican con amor y sabiduría en qué andabas por el mundo. 

 
La plegaria a un labrador  

(Víctor Jara) 

Levántate y mira la montaña, 
de donde viene el viento, el sol y el agua. 
Tú, que manejas el curso de los ríos, 
tú, que sembraste el vuelo de tu alma. 
Levántate y mírate las manos. 
Para crecer estréchala a tu hermano, 
juntos iremos unidos en la sangre. 
Hoy es el tiempo que puede ser mañana. 
Líbranos de aquél que nos domina en la miseria. 
Tráenos tu reino de justicia e igualdad. 
Sopla como el viento la flor de la quebrada. 
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil. 
Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra. 
Danos tu fuerza y tu valor al combatir. 
Sopla como el viento la flor de la quebrada. 
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil. 
Levántate y mírate las manos. 
Para crecer estréchala a tu hermano, 
juntos iremos unidos en la sangre, 
ahora y en la hora de nuestra muerte. 
Amén. Amén. Amén. 

Más letras de canciones. 
(De aquí sacamos la letra de esta canción.) 

Página de links a otros sitios sobre Víctor Jara 

Muchas fotos. 
(De aquí sacamos las fotos).


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