Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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BAJO EL CIELO REDONDO GEORGE TRAKL: (Ensayo expresionismo poético 1977, revista Letras, Pedagógico.)

Por Felipe Vilches Rubio

George Trakl, murió a la edad de 27 años y los estudiosos tienen un enredo magistral: la sobredosis de cocaína que ingirió fue un accidente como cualquier otro y simplemente se suicidó poniendo fin a un cuerpo que le exigía constatar mediante herméticos poemas; se agrega a este dilema otro, la crítica literaria se obliga a confirmar la identidad entre la vida de Trakl y su poesía, y deben distanciar tal identidad para postular que su poesía son momentos de lucidez con buenas imágenes poéticas productos de la cocaína. La última posibilidad tiende a esquivarse por el respeto profundo que inspira su obra. Como otras tantas veces, el genio responde por la obra misma idéntico a Jesús, Mahoma y un Aristóteles Onassis.

El lector de Trakl se asombra por la quietud reinante en su poesía. Uno se sumerge en las posibilidades sugerentes de los objetos que están en su poesía como para filmación, fuertemente unidos unos a otros: cada objeto listo para contar su silenciosa historia particular sin embargo el rodaje no comienza jamás.

La opacidad es un manto sobre los objetos, es una quietud concentrada que parece deslizarse cuando usa otra imagen, pero esta no explica la primera, no provoca incertidumbre.

Los objetos de Trakl hablan de una experiencia vacía. Anuncian un encuentro afortunado: su poesía promete una experiencia con el Vacío Maravilloso del Budismo Zen.

Las cosas están como cosas. Las imágenes poéticas hacen un deslizamiento de yuxtaposiciones.

Siempre con un éter de hermetismo seco y un estatismo opaco. La capacidad de la imagen sombras, noche, poseen atmósfera propia, mas no irradian simpatía como para alegrarse o sentir vivamente una alegría fuerte o leve. La atmósfera es una singular tristeza sabia; la melancolía de Holderlin.

Un perfecto Satori Oriental. La atmósfera es una especie de tuerca de camión en un plato de sopa, nada dice, ninguna relación grotesca. Exhibición de una sensibilidad unida da una mudez (2) que solo tienen las cosas. Un poema de Trakl es una silla de Van Gogh. La equivalencia no es difícil: los objetos están en su posición. Terrible constatación cuando el pensamiento esta detenido, cuando el vacío es vivido o solamente la Vejez.

Aumentar los dilemas en torno a Trakl es una excitación a veces sin límites: al rechazar la interpretación de su poesía en identidad con su vida y ver un poema microscópicamente en relación al profundo amor a su hermana, considerar estas relaciones sexuales con su hermana y posteriormente al alejamiento de ella por toda la presión social de sí mismo, base para comprender su locura, es una interpretación de gran prestigio. Este énfasis pierde la visión de esos objetos o cosas con su misterioso accionar quieto en contra de Trakl. Excelente interpretación para nuestra fantasía devoradora es considerar un poder de lo quieto que subyugar la percepción artística y del alma de Trakl recogiendo muertos en su oficio de enfermero. Tal vez, entrego lo muerto de las cosas en sus poemas como un poder que las cosas poseen.

La contemplación de este fenómeno pareció no tener límites: cada cosa en su lugar, el patio, la sombra, la oscuridad poseyendo un escondido misterio, un atrayente misterio digno de observar como los místicos ven pasar la tarde asoleada y como se esconde el sol.

Trakl, un místico con el alma atascada, sin alegría, sin identidad posible con las cosas, solamente un intoxicado de cocaína sin ninguna variación de conciencia por la cocaína?

Holderlin y Trakl: el primero concibe el poetizar como ser uno con todo, unión indisoluble con los Dioses. El segundo tiene un poetizar como Schaumgeistes – espuma mental – sin acercamiento a las cosas: su poetizar en mera cinematografía triste. Holderlin tiene a los dioses que entregan signos: atrapa lo divino, el to ov es atrapado por vía de los entes.(3)
Trakl no tiene dioses, ni tiene que alabar para mejor individualizar ni las cosas poseen cosas de dioses: su poetizar es mera espuma mental fragmentaria, no atrapa divinidades, el to ov es otra cosa en medio de la espuma mental. A Trakl, el poetizar: o le entrega un saber que aniquila el cuerpo y el saber o le entrega un aniquilamiento sin ningún saber. He aquí la paradoja que saluda a otra: Holderlin, unión con las cosas para ser uno con el todo y locura. Trakl, separación abismante de las cosas y suicidio.

 

El sunyata o Vacío Maravilloso (4) con su relación directa con la Realidad le hace decir a P’ ang, un hermoso poema lleno de entusiasmo y con finas características de una experiencia profunda:

Que prodigiosamente sobrenatural!
Y que milagroso es esto!
Saco agua, acarreo leña!‘ (5)

Aquí, P’ ang esta en la cima de la tranquilidad absoluta, donde la agitación no existe La acción maravillosa: “Uno es eso” dicen los budistas Zen.

En Trakl la cosa es distinta: nada habla de lo maravilloso. La quietud deja lo maravilloso dentro de las cosas:
Rojizo, el pez sube en el verde estante.
Bajo el cielo redondo,
Suavemente, en su barca azul va el pescador. (6)

Kafka y Trakl: parentesco asombroso por vía del achatamiento. (7) El achatamiento es experiencia en el tiempo dentro del marco del aniquilamiento del individuo. Trakl y las cosas: un enfrentamiento cansado, descripción de un sentimiento opaco que obligan las cosas; Kafka y la sociedad: la mole laberíntica de la sociedad: opacidad y el hombre parece ser una estampilla en trámite.

Gottfried Benn y las cosas: otro poeta marcado por la experiencia poética similar a Trakl: Benn y las cosas que se estiran con el Verbo, reconocimiento bajo muchas palabras, pero no poseyendo límites el recorrido, el sentimiento vital queda en serenidad y melancolía de aburrido sabio de ciudad. (8)

La metafísica de Trakl (si la hubiera) indicaría un Algo como atrapado en las cosas. Un raro algo rojizo.

Si para Hegel, implacable auspiciador de esencias, con la razón se aprisiona el devenir, ese algo que deviene por su extraña motilidad espiritual: el algo se torna otro. La lógica trakliana (supuestamente) diría: el algo es estático, sin devenir ni razón que atrape el algo: el atascamiento del algo, es tiempo eternamente igual, es el derrumbe humano.

 


1- Obras: Cruces de la Muerte “Gedichte” Goethe Institud.
2- Ver: Merleau-Ponty, su concepto de mundo vertical mudo, “Lo visible y lo Invisible”
3- Existe una interpretación de Heidegger sobre Holderlin: Heidegger con su vuelta a la pregunta sobre el To Ov, toma como fundamento la división to ov-to gigvomevov.
Esta división la impone a Holderlin, mientras en Holderlin parece ser mas claro (Hiperión) que los dioses son elementos para elaborar y adorar, pero sirven para poetizar la propia individualidad unida al Todo en un mismo.
4- Suzuki: Ensayos sobre Budismo Zen. 111 tomo.

5- Suzuki: Ensayos sobre budismo Zen, 111 tomo.
6- Revista Eco, Septiembre 1960: Rotlich steigt im grunen Wiiher der Fisch / Unter dem runden Himmel / Fahrt der Fischer leise im blauen Kahn.
7-8- Beda Allemann: Literatura y Reflexión, 1.


Filosofón, atache culturel...

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