LA PIEL DEL VACÍO, EL DURO BESO DE LA HISTORIA Y LAS AFECCIONES DE LA MATERIA
LA PIEL DEL VACÍO, EL DURO BESO DE LA HISTORIA
Y LAS AFECCIONES DE LA MATERIA
Imágenes iridizadas en el proyecto de Gustavo Solar
Samuel Ibarra Covarrubias
agrata745@gmail.com
Ni parpadeo, ni colirio, lo velado rocía (o hace rosa)
Los dedos cremosos enardecen el dildo de la soledad.
Liman y hurgan, purgan, riman
Líquenes líquidos con sostenes sucios,
Alcanfor con dolor, martillo y boa.
Si se desliza en el lacar lunado
Tiene la delicuescencia de los trépidos
Y la franela de los tapires
Contra los árboles errantes,
Eso que simula un bosque
Era una piscina de sabanas transparentes,
Al zambullirse en el cristal tajado.
Nestor Perlongher
Intersticial y conmocionante el trabajo de Gustavo Solar (1989) se sostiene en la potencia de su enunciación. Aquella activada por la historia, la inminencia de la vida y la fiesta no ajena al dolor. Disponibilidades matéricas que co-inspiran una potencia nueva y antigua para iluminar un cuerpo que lucha por su diferenciación y que en batalla con las cosas y sus superficies, va superando el miedo a cruzar fronteras. Ese cuerpo-verbo va saliendo de la mudez a la que obliga el deseo naturalizado por las visones de guerra de nuestro hoy. Los nombres no están claros porque hay una disposición por el fuego y el goce de las palabras, festín de texturas, sombras y colores, similar al provocado por Eróstrato haciendo arder el templo de Artemisa.
De inconformidad expresa, el cuerpo que se enuncia en esta obra, huye de la articulación para sumirse en la ambigüedad intensiva, para entonces abrirse a indeterminaciones necesarias y así torcer la presunción que transporta referencias ya conocidas y datadas. Las suyas, las de éste cuerpo en proyecto están recolectadas en la sed primordial, en la conciencia ética del mundo, en la imaginación de otras existencias, en la utopía de echar raíces en regiones imposibles o en el deseo de tener un pensamiento. También en lo sin decir y en lo que se fuga de la representación tras la representación.
En el cuerpo de Solar comparece un pensamiento que se asoma escapado de la inexistencia de lo igual, y no consume el mundo de los consumidores.
Lo que esta conversación expone, sobre líneas abiertas de interrogación y diálogo, nos habla de una sentirse pensado en flujos torrenciales de un caos y cosmos, en un complejo y extenuante ejercicio que hace que mientras se conoce la realidad, se zambulla uno al mismo tiempo en autocuestionamientos y automodificaciones; transformaciónes no sólo como pasaje de una forma a otra sino como potencia que estalla entre los intervalos y huecos que se abren entre las formas.
Entre búsquedas y planteamientos, ¿qué estas elaborando estética y experiencialmente?
Creo que estoy abriendo una zona de potencias (experienciales y discursivas) cada vez más consciente de sí, constructora de realidades temporales; que referencian la fuerza síquica-energética que me constituye (soy muy fiel a esa fuerza) la cual pulsa por ser-existir-devenir produciendo sus propios objetos de deseo. Me posiciono de frente a mi trabajo y a estas fuerzas eyectivas como creador-canal, pero principalmente como un investigador de una investigación que tiene como característica casi por condición devenir semi abarcable, semi sondable. Comprendiendo que navego por imaginarios provenientes de paisajes profundamente vastos que me reflectan (lo siento así), desde una erótica que me atraviesa no alcanzo a lograr una distancia objetivable, para por ejemplo hacer lo que hago a través de un método vertical ; Si bien lo que realizo no pierde sus herramientas vinculativas con la práctica de performance (como práctica artística contemporánea) y con sus procedimientos formales, existe un dialogo con lo desconocido, por decirlo de algún modo, que me interesa seguir pulsando, por lo mismo, intento promover nuevos contornos de realidad dentro de mi proceso de obra que sean consecuentes con esa irrupción o divagación, que es una afinidad que intento contagiar en mi devenir biográfico-experimental, como forma-de-vida, como forma de conocimiento.
En este pensar-conocer por el cual te desplazas, ¿qué crees estás movilizando?
Movilizo cargas semiotizantes que contagian todo el proceder de la acción, me interesa moverme por signos tejidos en “red” que constituyan una cierta ambigüedad intertextual, a veces sistemas cerrados ,a veces más permeables, otras sistemas disfuncionales, zonas “trans” o post lingüísticas. que es como entiendo los gestos humanos desde lo contemporáneo, como un gran palimpsesto de signos y reverberancias, donde el primer gesto remite al último y así, yuxtaposiciones de transparencias y contrastes, que en tanto contenido se pueda activar como un archivo. Un archivo es la memoria que no alcanza a ser histórica, ni política hasta que se hace algo con “ello” y ése “hacer algo” en mi obra tiene función irruptiva, es decir genera un relato micro y una política en mí que comparto, una reescritura antropológica del texto performativo de algunos gestos en un alcance singular y único, que se alimenta del archivo memorial humano que conozco, pero que yo diría que más bien intuyo. Es tal vez la extracción quizás de un materia prima que tiende a lo universal dentro de un proceso de singularización (activar un devenir acción.).
¿Activar movimientos, acciones, afectos y deseos?
Vengo entendiendo el erotismo como una tronco principal en mi existencia, un coral hiperbóreo que es eje de análisis, de signos deseantes y que desde una perspectiva lumínica no ocultista, lúdica-expuesta en resumen, juega a dejar ver esa pasión o esas líneas de interés estético que vienen confluyendo., como diría Michel Onfray ; el uso reflexivo de una erótica solar, no nocturna , no privativa o represiva, más bien canal de experiencia y acción directa. En vez de búsqueda, diría que va funcionando como un aparato de reminiscencias.
¿Qué te interesa de la performance? ¿Qué posibilidades ves en ella? .¿Como organizas materia y sentido?
Me interesa en tanto zona estratégica, puesto que la palabra performance aún es muy identitaria para mí y siento que está en declive respecto a otras prácticas , campos de acción que ya están siendo esa otra-performance, que en consecuencia mina e interpela la mirada hegemónica que el arte viene teniendo del “performance art”; yo hablaría entonces de prácticas performativas , y ahí entrarían las latinoamericanas (por así decirlo) que son, más bien ese hacer residual , artivistico, irregular, experimental, gestor de su misma realidad, de seguir presente y de sus modos de continuar. Hablo de un performance que remite a la tierra, a los ritos expropiados, impuro y mestizo, sin líneas de identidad dura, sin las instituciones, sin los recursos. Me interesa vivir en el Sur del Mundo respecto a esta cuestión. Creo en los activismos moleculares, me enuncio políticamente como contraparte a los aparatos hegemónicos cuando elaboro acciones.
Cuando acciono tomo este proceder como fugas temporales de existencia que se vuelven “zonas de libertades irrepetibles” de revueltas a nivel del signo y en los niveles más sutiles que me permiten armarme y tener un planteamiento crítico, validador de los contenidos que deseo producir, con respecto a los contenidos consumibles, intercambiados , agenciados por el sistema hetero-capitalista-cognitivo-integrado(r). Veo entonces en la practicas performativas un acceso a una experiencia ontológica clave, que es herramienta política por que accede a ese lugar de construcción creativa y al uso reflexivo de las relaciones materiales y energéticas con el entorno (con nosotros mismos), En lo particular siento que me proporciona un origen lingüístico único que pone en montaje las ficciones vivas que venimos siendo para devenir en otras; el hacer performativo acelera esos procesos de verdad y de ficción en mí y en nosotros .Entiendo esta zona con el conjunto de miradas proyectivas de quienes están presenciando, los contornos ideales del individuo quedan más bien difusos en esa zona de acción.
Visualmente estimulante, plagado de capas, ¿cómo se van organizando los procedimientos de tu trabajo?
Cuando pienso en el cómo organizo mis acciones siempre tengo presente la imagen del “Demiurgo” de Platón ; como principio móvil, un ordenar que tiene de principal referencia un orden ideal, siguiendo ese modelo interno de las ideas ordenando la materia sin forma ; no la crea sino más bien remite a ellas.
Me proporciona mucho placer que en la medida que veo estos ordenes aparecer, abrazarlos como sistemas de pensamientos, inquietudes filosóficas, conocimiento ; creo mucho en ciertos arquetipos ideales como lo son el filósofo-artista nitszcheiano, el anarquista-ontológico de Hakim Bey, el filósofo hedonista de Onfray, el psiconauta de Terrence Mckenna, y otros , son mis superhéroes, el pueblo que le falta a esta sociedad; una sociedad conservadora y reguladora, con una arquitectura de géneros extremadamente rígida, donde los cuerpos son capturados por la maquinaria social – individualizadora y agenciados dóciles, obedientes. Ha sido muy grato tener fe; entender por ejemplo que en el hacer gestual- performativo se pueden revisar estas cuestiones, que puedo dar rienda suelta a las visiones visionarias de la vida y pensar por ejemplo; que la práctica performativa, pueda convertirse de aqui a un tiempo en una zona de reeducación cognitiva, valida y legitimada por las formas humanas en el futuro.
6-
¿Qué ocurre en una de tus performances? ¿Qué acontece? ¿Qué ve el público ocurrir?
Casi siempre en las acciones que ejecuto hay un preparación hacia una máxima de intensidad, hay una curva de intensidades que se buscan en espiral “una entelequia” una intensidad que genera sentido y que en sí misma es sentido (signo). Me interesa llevarme y llevar a quien está presenciando a estos diferentes planos de realidad, que pueden venir alterados o que devienen alteraciones, desorganizar las categorías y aparatos imaginarios, no me interesa reproducir, sí pulsar, incidir en nuevas formas de posicionamiento corporales. Ser el ritual. Entonces me entrego, me abro, me afecto, ingreso a un conflicto político que recorre todo el espacio social, ningún gesto queda afuera, ningún cuerpo queda afuera. Quien está presenciando, dialoga con tenues nociones de un rito amatorio, se les presenta una ética del enamoramiento, si bien he trabajado antes con otros compañeros- camaradas- artistas , siempre hay un proceso de singularización, de autoerotismo, un Uro boros .Cuando he infringido dolor por dar un ejemplo siempre es un dolor que evoca placer (o practicas deseantes)en el entorno del yo, de lo íntimo o de lo relegado a ese cosmos .Considero que mis paisajes son goteos de un dialogo pagano, que si bien es generoso también oculta, es hermético y no proporciona todas las llaves para decodificarlo, eso, en lo cercano me sigue pareciendo curioso, me abro pero a través de una temperatura o regulación que frecuento. Son estos nodos de signos e intensidades tejidos en clave los que me dan ese espacio que busco, calman la angustia existencial, pero no por mero capricho, son según mis perspectivas las nuevas formas de telepatía, las antiguas quizás, esas que develan lo complejo que es la realidad-lenguaje , devienen en un entornos con mucho ruido, con demasiada sistematización y tecnicidad, desde ahí, lo que hago tal vez, se traduce como un espacio de rebeldía, de catarsis, de purga , de reencuentro y provocación orgánica, el cuerpo como recurso.
Deseo provocar nuevas identidades, nuevas formas de ser somático en ese espacio minúsculo que se abre en cada muestra. Es como dar un gran suspiro y volver a sumergirse de nuevo en la realidad que habitamos cotidianamente, dejar vibrante el ojo y la mente de quien está presenciando, que vea la posibilidad y la invitación de realizarse más en lo inmanente que en la teoría. Pretendo liberar en ese precario espacio de acción, una alquimia que se subvierta y se complazca en el aquí y en el ahora, en el deseo social. Que ese otro, desee mucho ese otro lugar de sí mismo, esos otros de sí , que ojala finalmente se vaya a casa o en la micro con ganas de algo de más. Pienso que toda acción es principio de movimiento de algo, así es que me subo a ese motivo cósmico, a ese conocimiento potencial de lo creativo.
7-
¿Qué imágenes, cuerpos, memorias, relatos; aparecen en tu praxis performática? ¿Cómo administras herencias, hurtos y traspasos de información?
Fui criado dentro de una familia católica no practicante, soy hijo único, nací en el año 89; en transición, me bioasignaron hombre- heterosexual, quise estudiar medicina, ser cirujano, me subjetivaron y me deje subjetivar hasta la adolescencia. Entonces pronto aparecen relatos mutantes, extraterrestres, híbridos, conexiones que me han hecho mutar discursiva e ideológicamente. Aún el eco de todo eso está muy presente en lo que hago, como todos, tenemos que hacernos cargo de esos cruces; mi padre fue jugador de futbol profesional , tenía el campo de futbol como espacio de rendimiento; mi madre ese espacio de la mujer-yupi o emprendedora, la mujer de casa y de oficina, mis abuelos me criaron muy cercano a la atmosfera de una familia con costumbres naturalizadas. Iba mucho a la iglesia cuando, iba solo, me gustaba la puesta en valor de la Misa, los elementos, lo sacro de los cantos, de entrar a la capilla y el cuerpo de cristo abierto, siempre a escala humana, semi desnudo y nosotros todos tan cubiertos, tan encostrados y simbólicos. Así, Vengo trabajando con instancias de descomprimen signos que en algún momento histórico fueron ocupados para necropoliticas, para exterminar o matar, me interesa el silencio de los cuerpos abusados, pero más el levantamiento y la ocupación experiencial de estos estados. Me iniciaron sexualmente a muy corta edad, eso también ha generado un proceder inquieto, un hacerse cargo sin miedo.
En ese transcurso también he trabajado y experimentado con plantas de poder (San Pedro, Ayahuasca, Marihuana) vinos, con psicotrópicos. Viajes, por Perú, Colombia, Bolivia, Argentina, Brasil, el norte y sur de Chile, el mar, la nieve, el fuego, experimentar con mi sexualidad, con las potencias, etc. Estos recorridos externos e internos han generado esta abertura que se vuelve canal en mí. No creo viable haber tenido la convicción de realizar la obra que realizo sin estos modos de experimentarme. Gracias a este espacio de experimentación concibo lo que hago conectado y perteneciente a una mente-mundo, a una siquis mundo-bosque, me acerca a lo espiritual como potencia revolucionaria.
Me interesa crear mitos, alimentar ese lugar narrativo dentro de mi obra , el exceso de la narrativa y asi, soy promiscuo, en un mar de contenidos. Creo es muy difícil y poco sabio cerrarse a la mirada de un mundo-aldea, a los tejidos mediáticos a la producción de nuevas tecnologías, todo es materia, manifiesto humano, mi gran espacio de inspiración es el folkclore mundano, la urbe y la naturaleza. Creo que los artistas- filósofos – performancistas son los brotes de los nuevos misticismos y en tanto tal, hay que hacerse cargo.
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