RATONES ARRANCAN DE SUS CUEVAS EN EL BARRIO LASTARRIA Y EL PARQUE FORESTAL
Demasiada mugre dijeron.

Por Vicky Larraín
corpteatrochile@gmail.com

1- Un paseo limpio.
La gente sube el cerro San Cristóbal en el funicular o a pie o en la bicicleta. Luego toma un mote con huesillo y va sintiendo lo agradable de las hojas las mas cercanas, el olor a eucalipto el sonido de algún arroyo escondido. No veras un solo papel botado, ni sentirás olor a bosta o a orina, ni bolsas plásticas botadas ni botellas vacías tiradas. Definitivamente se cuida el cerro, lo cuidamos, esta mas alto y la cultura de los que van también. Algo es algo.

2-Atravieso el Parque.
Al volver al caluroso cemento, la gente atraviesa el parque forestal. Era lindo este parque, Fueron testigos, escritores como José Donoso a quien le encantaba pasear por ahí, poetas como Armando Uribe, la misma María Luisa Bombal, y en los años sesenta los estudiantes de arte que salían después de las clases de la Escuela de Arte ubicada en ese entonces en el ahora Museo de Bellas Artes. Los jóvenes se tendían en el Parque, viviendo sus pasiones, descansaban bajo las araucarias, conversaban, lo que fuera. Lo hacían en medio del frescor limpio del pasto.

Hoy:
Mucha gente no soportó el ruido contaminante que jode los oídos y los poros del cuerpo en el concierto de los Jaivas. Había que estar borracho para estar entre la multitud. Mira niñita te voy a llevar a ver la luna, OH no, cambio la letra, porque lo que la niñita fue llevada a un gentío en alcohol convertido, nadando en cerveza, la llevaron a mezclarse entre una especie de histeria del desahogo. Los Jaivas no se dieron cuenta de lo que pasaba afuera. Los pobres cabros que asistieron no tenían donde defecar. No encontraron nada mejor que hacerlo en las puertas mismas de los edificios, orinarse en todas las plantitas. Que lío chico que lío.
No se como se llamaba la mujer de seguridad de la productora del evento, la cual no tuvo mejor idea que golpear a una mujer mayor solo porque esta quiso pedirle a Los Jaivas que calmaran la onda.
Sabemos que han vivido en Paris por veinte años
Pregunta ¿si hubieran hecho algún concierto en esa ciudad, que habría pasado?
Nones, nada de basura ni de borrachera.

Hemos visto en el estadio Nacional recitales de Paúl Mccartney y de tantos más. La gente prende velas las hace pasera la viento, escucha con entusiasmo.
Cuando haya educación ecológica se podrán hacer conciertos donde sea, por ahora habría que tener mas cuidado y pensar ¿como devolverán el lugar de todos?

Dijo el ídolo Claudio Parra “Sabemos que después de tocar 'Todos juntos' la gente se va tranquila para su casa y anoche sé que hubo gente que con el entusiasmo se quedó tocando percusiones en el parque y bueno, son cosas que naturalmente van a pasar y no hay malas intenciones ni ganas de molestar, sino que de entusiasmo”
Se equivoca nuestro ídolo, se equivoca la paloma y todos. Habría que preguntarle a Serrat si su gente no tiene entusiasmo ya que en sus recitales, no queda la basura por todos lados. O a Sol y Lluvia.

Extraño. Cuando Víctor Jara daba un concierto, no provocaba histeria. ¿Razón?

3-Visitando la fuente de Rubén Darío.
Entremedio de la basura sacan fotos de la estatua ya contaminada, estatua que inspiró a tantos artistas y que hoy esta rodeada de agua llena de latas de cerveza y cloaca.
Los turistas vienen del norte del sur de pequeñas ciudades y pueblos. Se encontraran con excrementos y Dios sabe que mas. ¿Y porque? Los santiaguinos que llegan al Forestal desparraman los restos del picnic por entremedio de los árboles.
Créanme, es maravilloso que la gente goce en esta época de la brisa que entregan los árboles en los calurosos días de verano. Nos parece fantástico que los titiriteros hagan allí sus espectáculos, que los niños pobres se rían y vean este teatro o malabaristas con fuego, o que las parejas se besen hasta rodar por la tierra y quedarse por secula secolorum en un beso de motel.
SIP, eso no es problema, lo que esta pudriendo la vida de la naturaleza son las cantidades de botellas de coca cola, cajas de helados ya vacías, desperdicios de la comida chatarra, condones por mil, (que por suerte existen) arroz salteado.
Pero ver la cantidad de basura los días lunes por la mañana rodeando a la pobre naturaleza tierra de todos, no es chiste. No entendemos porque las autoridades correspondientes no se encargan de limpiar bien este bello lugar. Los chorros de agua que refrescan el pasto no sirven para esconder la cantidad de plástico que los barrenderos de no se que empresa, tiran sin problema a la calle.
No hay tarros de basura suficientes y si los hay no los colocan.
Extraña la gente que visita el parque ya que esparce los desperdicios del picnic, entonces no importa los barrenderos paciencia agotada, echaran los restos a la calle. Un letrerito “No echar basura” O “sea tan amable, recoja la porquería que dejo.
Pero no es solo la gente que viene al parque la que deja la embarrá...

4- Insólito:
Desde un edificio en la calle Ismael Valdés Vergara, baja el conserje con bolsas gigantes de plástico que dejara a la orilla del parque: todos los días. Bolsas que los pobres perros muertos de hambre se encargan de abrir y los restos de comida se desperdigan por metros.
¿Le costara muy caro a la administración del edificio, pedir un basurero grande a la Muni, o que la misma Muni coloque uno?
No se entiende.

5-El tema de los autos que vienen de otros barrios.
Llegan desde las Condes hasta Conchalí. “No estacionar, solo residentes” pobre letrero insulso, No servís para naita. No te hacen caso, no se entiende” pobre del que se estacione en la comuna de Providencia, tremendo parte. Acá no pues oiga uste… acá, se hace la vista gorda, porque los que lavan los autos no tienen otra pega que esa y les dicen al no tan ingenuo chofer: estaciónese no mas, yo le lavo su autito. Pues majo, estaciónate no más a pesar del letrero y quítale el puesto a los que pagan por tener el auto en la calle, o sea los vecinos residentes. Si sucediera en Las Condes, tremendo parte. ¿Donde esta el limite?
Estos chóferes de Rambo, la mayoría autos lujosos que pueden pagar un puto estacionamiento en vez de meterse en el lugar de los otros.
Ni ahí, no me interesa vocifero el otro día, el dueño de un mercedes Benz.
Y preguntamos ¿donde esta el respeto? que respeto ni que perro muerto. Responden. Lógico si les sacan el parte tienen plata pa. pagarlo. Así que vamos ocupando la calle, no más.

6 Indiferencia:
Es extraño que los carabineros e inspectores de la Municipalidad, pasen indiferentes frente a estas infracciones, ya que por ultimo se hubiese lugar para todos no importaría nada, pero caballeros y damas entiendan: les quitan el lugar a los que allí viven. Las autoridades de la Municipalidad de Santiago miran para otro lado. Queremos un Santiago limpio dijeron en sus discursos. Bueno parece que no era así.

Seguimos paseando por la calle Lastarria, patrimonio cultural’ este patrimonio las inmobiliarias se lo pasan por cualquier parte. La calle Lastarria hoy se construyen edificios nuevos sin respetar por lo menos la fachada de los antiguos. Eso no pasa en la calle Concha y Toro. ¿Por qué? Llena de polvo la calle Merced, de hoyos, de huecos, les falta el puro McDonald's - Chile
Ya vendrá se los aseguro. y los vecinos escucharan el martilleo constante, el ruido de la grúas gigantes, las explosiones que derrumban el patrimonio.
No hay nada que hacer, el barrio Lastarria será en un futuro no muy lejano, una suerte de mall gigante, para así comprar los juguetes de guerra para los niños, los calzones chinos para las mujeres y el viagra para los hombres.

Epíteto
Hoy vimos tres palomas muertas, botadas a lo largo del barrio. Separadas por metros. No eran “Blancas” Mas parecían cuervos. Fue el día que los ratones invadieron los pocos edificios y casas bellas que van quedando. Se asustaron y exiliados buscaron la cocina de los vecinos del barrio Lastarria...