“El espacio Caja Negra, construye en torno a cada persona que lo habita un refugio natural, una tumba psicológica que aferrada a la inestable arquitectura de emergencia, debate las posibilidades de vivir, familiarizar, hacer y resolver lo no propuesto. Todo transita desprovisto de intención, cuya reververancia subjetiva esta dispuesta desde la entrada del espacio, un espíritu protector que ha determinado cada estadía y probablemente procure esa mantención temporal en los flujos emocionales que se traman y construyen en esta geografía incierta.

 

Este nuevo proyecto de Caja Negra, hace continuidad a un proceso que ya se viene desarrollando hace un tiempo, donde las características de distribución asociativa, de ejercicio en colectividad son las determinantes de cada puesta en escena. Pensamos en cruces y yuxtaposiciones como un sistema de modulación.

Asociando una serie de pulsiones individuales, el proyecto intenta replicar formas y procesos de vida al interior de Caja Negra, en términos de esquemas regulares de la cotidianidad, procesos de dialogo y fricción, donde cada individuo es componente del global, intentando desde una fragmentación propia de la contemporaneidad rearticular una densidad homogénea que se aproxime a una ilación familiar procedente de los grupos y filiaciones sociales, emparentando formas e ideas en un todo circunscrito por el error.

 

La equivocación que comprende el derrame inconcluso configura la matriz productiva tomando dirección adversa a lo establecido, permitiendo que las certezas sean configurantes de un fénix elocuente en la actualidad.

Esta divergencia al estatuto de lo correcto, se instala al interior de Caja Negra como matriz de aceptación a un régimen que en casos busca renegar su avance institucional a los placebos mediáticos, que configurarían en un futuro impreciso alcanzar los espacios establecidos que ofrenda la contemporaneidad como única captura de un bienestar.

 

YERROS pretende mapear con el tilde frenético de la incertidumbre y la maledicencia, los campos desechados de un acontecer fuera de marco, deshabituado a los conductos legales de posicionamiento, instalando una visión foránea del “hacer resistencia”, manera que normalmente rearticula un mercado histórico-político afectado por una reverberación vacua que permite sostener y proyectar toda ficción de contingencia avanzada reponiéndola mas allá de una época histórica contextual.

 

 

 El proyecto YERROS construye un organigrama global de propuestas disímiles, que son periferia dentro de las propias producciones individuales, retazos, fragmentos procesuales, ensayos y apuntes que en si mismo no construirían un corpus, son vaciados a un conglomerado colectivo, sumando conceptos y formas a la re-construcción colectiva de una bitácora que transita en parte una historia subjetiva del espacio y una posibilidad subversiva de consagración de la propia historia en el contexto, sobre Caja Negra.

Organizada desde diversas disciplinas (pintura, objeto, instalación, dibujo, video, sonido, performance e intervención) la puesta en escena colectiva opera in situ definiendo su forma al compadecer  trabajos y artistas en el espacio dialogando el total desde cada individualidad.

Las propuestas elegidas son acordes a la decisión curatorial, sosteniendo los conceptos de desecho y equivoco como matriz.

La formulación del global visual, será resultado, más que de contenidos estéticos y visuales, de ideas efímeras recortadas de los procesos personales, que en sus múltiples enlaces y asociaciones se logran corporizar espesando en tramas múltiples los diversos significados. Trabajando el anverso o proceso B de las propuestas de Caja Negra.