Sala Cero presentará el surrealista y exuberante mundo del artista Mauricio Garrido

 

La muestra estará abierta del 18 de octubre al 19 de noviembre. Junto a la exposición de Garrido, se exhibirán en las terrazas las obras de los artistas Andrés Lima y Amelia Campino. 

 

Santiago, octubre 2011.- El martes 18 de octubre a las 19:30 horas se inaugura en la Sala Cero de la Galería Animal la muestra titulada Las Tentaciones de San Antonio del artista visual Mauricio Garrido (Santiago de Chile, 1974), que se mueve en un mundo surrealista, exuberante, complejo y oscuro al mismo tiempo.

 

Su trabajo ha sido catalogado muchas veces como neo-barroco y abarca diversos medios tales como la escultura, el collage, textiles y video arte. Su obra revisa los códigos de representación a lo largo de la historia del arte y está particularmente centrada en la figura de la alegoría como un método de narración sintetizada. Su producción artística se ha exhibido en Europa, Asia y América Latina y su obra se encuentra en diversas colecciones como el Museo Anahuacalli Diego Rivera, México y en colecciones particulares, como del cantante Elton John.

 

Sus primeras piezas fueron esculturas a gran escala realizadas con objetos encontrados. Después ha continuado explorando en torno a otros formatos y materiales, profundizando la idea del collage como concepto de trabajo en todas las disciplinas en las que se desarrolla, hasta que se establece en su obra un lenguaje visual que es único y reconocible. Las piezas de esta zona de su producción son claras referencias a El Bosco, Grunewald y Max Ernst.

 

Las Tentaciones de San Antonio, el proyecto que exhibirá en la Sala Cero, consiste en siete collages de grandes dimensiones que revisan el mito-histórico de las Tentaciones de San Antonio, imagen además predilecta y sumamente representada en la Historia del Arte. Ésta es vista en esta ocasión como metáfora de la invasión del cuerpo y mente del hombre a través del exceso de información, lo onírico y enciclopédico, el cuerpo transfigurado e invadido de la contemporaneidad.

 

 

Paralelamente se exhibirá en la terraza de la Sala Cero el montaje del artista Andrés Lima (1985. Artista visual titulado de la Universidad Diego Portales) titulado Cepal y que se constituye como la continuación de una serie de trabajos volumétricos nutridos por referencias a ciertos hitos arquitectónicos chilenos reunidos bajo el nombre de Arquitecturas del Deseo exhibidos con anterioridad a principios del año 2011. Esa serie estaba conformada por tres réplicas objetuales de museos chilenos (Museo de la Memoria, Centro Cultural Gabriela Mistral, entro otros) las cuales se proponían como un ejercicio crítico en torno a la función de los espacios de exhibición desarrollados en el contexto del Bicentenario.

 

Como parte de la propuesta a desarrollar en la terraza de la Sala Cero, Cepal (metal, corte láser y pintura. Dimensiones variables) se formula en primera instancia en relación al contexto arquitectónico de la Galería. Es por esto que la referencia arquitectónica escogida para trabajar es el edificio de la Comisión Económica para América Latina dependiente de las Naciones Unidas (CEPAL) del arquitecto Emilio Duhart inaugurado en el año 1966, y que recoge valores conceptuales internacionales de la arquitectura moderna -principalmente Le Corbusier- pero que a la vez plantea una propuesta morfológica aludiendo a la casa colonial chilena.

 

Cepal se instala a partir de las condiciones de exhibición propuestas por la misma Galería: el espacio exterior de una terraza. Es en esa instancia donde la propuesta escultórica se articula como una guiño en torno a la función de la arquitectura y su condición objetual-escultórica, recogiendo recursos y lenguajes presentes en anteriores propuestas del artista; piezas mecanos, pintura metalizadas, entro otros.

 

 

Por otra parte se podrá ver el trabajo de Amelia Campino (1985. Licenciada en Artes Visuales de la Universidad Finis Terrae) titulado “des-orden” que toma en cuenta los elementos constructivos de la terraza poniente del 2º piso de la Galería Animal, a partir de lo cual nace la necesidad de crear una obra en función del lugar y un diálogo con las dimensiones de la superficie y del espacio que contienen la obra. Esta acción radica en la intención de transformar los espacios en nuevos lugares. La artista propone la utilización del dibujo como concepto inicial, poniendo en escena cada detalle arquitectónico, los que a su vez son descritos diariamente por la luz solar. Con esto, generar un dibujo que nace de la sumatoria de proyecciones de elementos constructivos: las barandas que limitan la terraza, el techo que cobija su acceso, etc. 

 

Amelia Campino presenta “des-orden” como un tramado dispuesto sobre el total del piso de la terraza. Líneas, que llevadas al volumen, generan un campo puramente blanco, aludiendo a su vez a una gran luz, como negativo de la sombra. La obra se materializará en base a placas de madera dispuestas verticalmente, ordenadas por el trazado. Estas placas, con sus diferentes alturas, al estar expuestas a la luz del sol, proyectan nuevas sombras sobre la superficie que producen una temporalidad en el trabajo. La intervención de la totalidad del suelo de la terraza desordena su programa, impidiendo el acceso del espectador al recinto.

 

A su vez se aborda el carácter incorpóreo y efímero de la sombra. Lo intangible pasa a ser táctil, mediante el dibujo volumétrico de ésta. Al impedir el acceso al espacio, vuelve a ser “intangible” (en cuanto a que no puede tocarse), pero permanece corpórea e invariable.