BIOGRAFIANDO A GONZALO MILLÁN
BIOGRAFIANDO A GONZALO MILLÁN
Desde Panamá, Rolando Gabrielli ©2006
Gonzalo Millán es un poeta atípico de la poesía chilena. Silencioso, original, trabajador incansable de la palabra. Poeta visual, olfativo, gustativo, de los sentidos corporales. Poeta precoz, de lo cual da cuenta su primer libro Relación Personal, escrito entre los 17 y 20 años, y que expresa la atmósfera del mundo adolescente, sus vivencias, con un lenguaje profundo, lleno de humor, soledad, realidad, cotidianeidad algo existencial y originalidad. Enrique Lihn, en un artículo de su obra El Circo en llamas, le llama irónicamente “el poeta mudo”, porque en verdad casi nunca se veía a Gonzalo expresar su opinión públicamente y menos polemizar con algún colega o caer en la diatriba personal, casi un lugar común en los artistas. La última vez que lo vi en 1987 en su casa a los pies del Cerro San Cristóbal, estaba de para en materia de vinos, por ser verano, y le recité sus viejos versos que mi pobre memoria nunca han olvidado: “Era pequeña y rubia/casi no tenía pechos....Yo soy un tipo extraordinario... ”Sonrió como un adolescente y la noche entró en confianza. Nos conocíamos del colegio José Victorino Lastarria y después en el Pedagógico de la Universidad de Chile. El 14 de septiembre de 1973, cuando se levantó el primer toque de queda, Estado de Sitio en el Chile de Pinochet, nos bebimos unos jarrones de borgoña en un bolichito cerca de su otra casa también a los pies del Cerro San Cristóbal. Millán escribió un poema sobre ese encuentro. Está editado y dedicado. El postigo.
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