ORISHAS: LA REVOLUCION HEREDADA

Desde Chile, Andrés Fuentealba Canario

Una de las muchas virtudes que tiene la música es poder transportarnos a emociones, tiempos y lugares en pocos segundos. Al escuchar a este trío cubano denominado Orishas, fácilmente se siente el mar chocando contra el malecón, un mojito y las emociones de un pueblo rico en todo el sentido de la palabra, menos en lo económico, claramente.

Compay Segundo, Eliades Ochoa, Ibrahim Ferrer, Celia Cruz y Silvio Rodríguez, por nombrar algunos, son marcas registradas de la música cubana. Todos en su estilo, son reconocidos mundialmente. Orishas mantiene esa esencia de los sones clásicos de la Cuba colonial de los años 40 y las sucesivas décadas, pero agrega el retumbar constante del bombo y la caja, característico de un sonido nacido al otro lado del mar, representante de una cultura totalmente ajena y para muchos detestable.

En sus letras no encontramos vida de gangster modernos, ni alusiones a la vida V.I.P, tan recurrente en los raperos norteamericanos, tirando dólares por el aire, bebiendo champagne Crystal, llenos de diamantes y acompañados de bellas chicas. Acá hay crítica social, vida urbana, el hecho de ser inmigrantes, historias de esfuerzo y sacrificio, pero sin dejar nunca de lado, la cara alegre del pueblo cubano.

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