Louise Brooks: SILENCIOSOS PASOS EN LOS VIEJOS ANAQUELES DEL CINE
alvaro_oliva@hotmail.com Nacida en el año 1906 en, Kansas, Estados Unidos esta actriz llegó a ser una de las más legítimas representantes del cine mudo norteamericano y europeo.
Como otro espectro más del cine mudo de comienzos del siglo XX, Louise sorprende al digitalizado mundo actual con su mirada sugerente y el recuerdo de una dinámica cinematográfica cuya artillería resultaría muy rudimentaria para los nuevos creadores de hoy. El contexto mundial que rodeó a este icono de porcelana estuvo punzado por crisis económicas y fantasmas de guerras mundiales que perturbaron el equilibrio de muchos espíritus. No cabe duda que el movimiento de Brooks llama la atención de cualquier espectador, a veces, resulta difícil hacer un diagnóstico y determinar "el por qué" de las personas, la forma de sus miradas o disposición, puede ser que la personalidad se geste a través de los genes y de los primeros años de socialización. Sin embargo, la belleza natural de Brooks se combinó en forma perfecta con la instrucción, ya que desde pequeña su madre, una pianista de talento, le inculcó el amor por los libros y la música. A pesar de esto, su sensibilidad estuvo manchada por abusos sexuales de los que fue víctima cuando era una niña. Su carrera artística comenzó cuando Paramount la descubrió como bailarina en las Ziegfeld Follies de Broadway. Su primer film fue "The Street Of Forgotten Men" (1925) y luego "Beggars Of Life" (1928). Más tarde, cuando el cine sonoro comenzó a florecer decidió marcharse a Europa para rodar junto al director alemán G.W Pabst. Es así como en Alemania protagoniza la película Pandoras´s Box (1928), en la cual su imagen se inmortaliza en el mundo del celuloide. En esta cinta Lousie interpreta a Lulú, una vampiresa sexual que acaba siendo asesinada por Jack el Destripador, sin antes arrastrar con sus encantos a todos sus amantes a la "perdición". La película no estuvo libre de polémica, ya que muestra la sexualidad desde un punto de vista nunca antes reproducido en la pantalla y sugiere, por primera vez, el lesbianismo que en esos años aún resultaba escandaloso. Sin duda su película no hubiera resultado extraña, hoy en día, donde la diversidad de tendencias sexuales son el principal "enganche" que tiene el cine y otros productos de consumo masivo. Tras esta polémica creación rodó "Diary Of A Lost Girl" (1929) y en Francia, "Prix de Beatue" (1930). Sin embargo, estos rodajes fueron censurados por su tratamiento abierto de la sexualidad y su crítica social. Debido al castigo social y al cine sonoro, que se expandía por todos los rincones de Europa, estas tres últimas películas perdieron la atención del público masivo. Frente a la indiferencia Louise decidió retornar a Hollywood, pero los estudios le cerraron las puertas y se corrió el rumor que su voz no era la adecuada para el naciente cine. Así, frente al rechazo de los creadores de su propio país y tras protagonizar papeles de mala calidad en películas de serie B, se estableció en Nueva York donde comenzó a trabajar en almacenes de la Quinta Avenida. Sin embargo, su vida alejada del resplandor del cine, fue sacada del papelero que Hollywood le había reservado. Fue así, como a comienzos de la década de los 50, los historiadores franceses del cine redescubrieron la figura de Louise Brooks en una retrospectiva de cine mudo y la proclamaron como el icono cinematográfico.
Con este impulso del viejo continente se reprodujeron diversas retrospectivas que impulsaron su situación en los Estados Unidos. En esa época se trasladó a Rochester, Nueva York para vivir cerca de la filmoteca de George Eastman. Así, comenzó una prestigiosa carrera como cronista de la época del cine mudo norteamericano. Bajo el recuerdo de sus primeras películas siguió viviendo sola hasta que murió, el 8 de agosto de 1985, de un ataque al corazón. Sus últimos años estuvieron marcados por diversos problemas con el alcohol y por el dolor provocado por la artritis.
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