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Evolución de la Belleza
Lo ancestral y lo contemporáneo en la estética del Desierto de Atacama
Entrevista a Verónica Poblete, etno-botánica y paisajista
Por: Ximena Jordán, ximejordan@gmail.com
En Quitor, un ayllú ubicado 3 kilómetros al norte de San Pedro de Atacama, se encuentra el hotel Alto Atacama. Si bien es cierto un hotel es un establecimiento turístico y comercial que por lo general no se presta para un profundo análisis estético o cultural, este parece ser una afortunada excepción. El extenso jardín del Alto Atacama, así como sus interiores y habitaciones, incorporan escultura y arte contemporáneo que representa figuraciones extraídas de los sitios de arte rupestre que circundan el Desierto de Atacama. Estas piezas de arte, artesanía o diseño, comprenden un uso contemporáneo de iconografías ancestrales extraídas del arte rupestre local.
Debido a mis conocimientos y fascinación por los sitios de arte rupestre del Desierto de Atacama, así como por lo bien manufacturadas que me parecieron las obras que pude apreciar en este hotel, me motivé a publicar esta entrevista a la creadora del paisajismo de este hotel, la etno-botánica y paisajista chilena Verónica Poblete. Después de años de estudios en Atacama, de la cultura y el arte originarios del Desierto de Atacama, Verónica fue quien dictaminó la línea estética que tendrían el jardín y la decoración de los espacios interiores y exteriores del hotel. Esta, iba a ser fiel al arte rupestre y a las tradiciones antiguas de la zona. En consecuencia, el diseño, arte, escultura y artesanía que le otorgaran imaginería al lugar, debían tener como fuente de inspiración los motivos recogidos de los sitios de arte rupestre así como del paisaje natural que circunda la zona de Quitor. El resultado fue de excelsa calidad, ya que las figuraciones escultóricas y bidimensionales que ambientan los espacios de tránsito y de descanso del hotel Alto Atacama gozan de una adecuación a la estética local muy bien lograda, de manera que los pasajeros del hotel empiezan su recorrido por el Desierto de Atacama, literalmente, desde que ingresan al hotel.
Procedamos entonces a la entrevista, para conocer las motivaciones de la etno-botánica Poblete en integrar paisajismo, diseño, artesanía y arte con la ancestralidad tan propia y misteriosa del horizonte andino-atacameño.
Pintado en roca "El pescador", basado en arte rupestre del Desierto de Atacama. Foto: Verónica Poblete
¿Cómo llegaste a conectarte con el arte rupestre atacameño a tal punto de querer y poder integrarlo a tu obra paisajística?
Fue algo tan natural…la zona Atacameña es un gran exponente del arte rupestre en todos sus estilos y manifestaciones. Se puede caminar horas por una quebrada y sus muros no dejan de ofrecer las maravillosas figuras. En un comienzo fue su belleza la que me atrajo y pronto mis amigos atacameños me fueron descifrando lo que veía, en extensas conversaciones. Las figuras se transformaron en relatos y cobraron vida. El pasado se erigió frente a mí.
¿Fue la misma etno-botánica la que te llevó a tu encuentro con el arte rupestre, que es un etno-arte, un proto-arte?
Evidente, así fue. Al ser las plantas los primeros y únicos entes vivientes que captan la energía solar y la ponen, como alimento, al servicio de toda la cadena alimenticia, su presencia y asociación con el ser humano y su historia conforman un relato trenzado, de modo que uno la botánica cuenta la historia de quienes habitaron el lugar y viceversa.
El mejor libro abierto que ilustra el devenir étnico del Desierto de Atacama, es el arte rupestre. La ansiedad por descifrar, propia del ser humano científico o estudioso, me llevó de la mano a comprender y maravillarme con el arte en las rocas.
Llama bicéfala y figura antropomofa, en petroglifo del Desierto de Atacama y en diseño contemporáneo. Foto: Verónica Poblete.
La presencia de pinturas rupestres, cambia la percepción del paisaje natural que las circunda, humanizándolo a la percepción del espectador. ¿Crees que los sitios de arte rupestre del desierto de Atacama, transforman asimismo el paisaje en torno a ellos? ¿Estás de acuerdo con este planteamiento?
Definitivamente. Cada sitio de arte de roca exhibe uno o varios relatos, de diferentes orígenes espaciales, cronológicos y estilísticos. Al observar atentamente las imágenes impregnadas en las rocas, ellas nos relatan en silencio las historias que representan y de esta manera el paisaje natural, se transforma en un paisaje étnico. A través de esta amorosa contemplación, como humanos contemporáneos nos unimos con nuestros antepasados ancestrales que dibujaron estas imágenes.
¿Cuál es la contribución más singular de estas figuraciones ancestrales impregnadas en roca al diseño, a la artesanía y al arte contemporáneo de la zona de Atacama? ¿Ves en estas figuraciones algo inagotable del punto de vista de su re-creación y re-interpretación por manos contemporáneas?
Creo fundamental establecer que la primera condición para que esto suceda es que quienes utilizan la imaginería rupestre lo hagan con gran respeto, casi con devoción. Es decir, los niños pequeños lo harán con su inocente admiración, los hombres simples se expresarán con su transparencia y los artistas, con su talento creativo. Esto dista mucho del uso masivo e irrelevante de estas imágenes en cientos o miles de objetos vulgares tipo souvenirs, hechos en serie por máquinas, sin otro fin que generar dinero. Sin pretender eliminar ni juzgar negativamente este fin monetario, valido la utilización de estos motivos artísticos bajo las condiciones que respetuosamente aquí he expresado.
En cuanto a que la recreación y reinterpretación actual en el arte, por cierto que estoy de acuerdo pero nuevamente siento la necesidad de aplicar la prudencia y el sentido crítico al popularizar este arte. Recordemos que imágenes han sido entregadas al público confundiendo una noble imagen de un Inka por la de un marciano…este tipo de situaciones debe evitarse y criticarse, en caso de suceder.