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FELIPON - AVENTURAS
del
LIMPIAHOLLAS ALQUIMIUM
"Eso, del Mas allá lo puedo arreglar Yo. Tengo gente con esos "peinados astrales."
Felipe Vilches
Eso pensó el Limpiahollas sentado frente al Maestro, que estaba con ese renacido, que hace un rato estaba muerto. El Maestro de Alta Magia dio vuelta alrededor de la mesa y se sentó a mi lado en la silla que diligentemente dejo su hijo. Puso su oreja muy cerca mío y quizás yo era un Dios de la pregunta, porque se puso para que preguntara. Le pregunte como si yo fuera Buda, y que me sacaba la Máscara.
-Que es Ud ?- lo dije a la Oreja como un rayo veloz de luz, porque de salir de la burbuja, no habían pasado ni siete minutos y me centellaban los ojos, escuchaba zumbidos muy agudos como cantos, de otros lugares.
- Sanador- dijo- Ni hubo silencio. Allí una persona escucho. Y le pidió que no lo sanara (¡¡) con groserías disparo bravatas contra el Hospital , y el Maestro lo sano de inmediato, en el mismísimo segundo, y luego el Maestro arranco al centro del Living, desde donde destellaban sus ojos amarillos de lobo misterioso y compasivo. O sea, empieza con un viaje desconocido, hace gala de su magia. Sana y se enoja para esconderse, o para llamarme. Corrí a su lugar, y lo agarre de las solapas- De donde sacas tu Poder??! Hace un gesto, lo suelto y se abre la camisa. Tenía en su pecho un medallón del tamaño de un plato de comer, con la forma de estrella de David, y en cada punta una gema preciosa verde y en el centro una cruz de madera. La pura cruz sin el Cristo Crucificado.
- Soy Maestro de Alta magia- y su rostro se puso azul entero. Respire tranquilo. Al otro segundo saque una sonrisa, y con el dorso de la mano izquierda, le golpee despacito el hombro, como niños jugando en la cancha a la pelota.
Todavía me acuerdo, -""" Chuus !!! Que bueno que Ud. es de los nuestros."""
Estemos más claros con la existencia de los seres astrales y rayemos la cancha. Yo soy Limpiahollas, algo menor, que tiene que fregar para que se sanen los cuerpos y antes de Limpiahollas, fui un joven sabio muy temerario en la primera vida, de pelo colorín y de extreme acción. Ahora estoy orgulloso de lo que soy y también cuando joven decía a las mujeres “Vete Aquí!”, “Huyamos juntos”. En la segunda vida, fui catedrático y científico, poeta y dramaturgo, "el mejor conocedor de Hegel!", y vivía totalmente perdido, errático.
Eso. <Películas, performance, critica>, y el guionista cinematográfico era camino sin rumbo. Aprendi a soñar con la escritura. No sé: de más. Tenía que aparecer la suerte en un Maestro para la salvación de chiripa.
Al tocar mi mano entre a una Burbuja eléctrica que prendió zonas desconocidas “es una burbuja” que un yerbatero dijo: "A Ud, ese gancho, lo cristalizo en su Aura".
No discutamos; esta rayada la cancha hace muchísimos años: el Maestro de Alta Magia es un mago rosacruz, un ser espiritual en una sucesión de reencarnaciones. _Quizás eso explica que en el velorio me confundieron con el.-?
Quizás cuando lo conocí yo estaba en la silla en el último disfraz mío, y caminaba en la playa de humildad y conmoción mental, que el quiso conocer. Realmente, hay señales. La Burbuja era eléctrica de oro y otra me hizo comprender otra física, la producía el y éramos un polo perdido en el tiempo, que scaneo, y lanzo la cuádruple oración, y me pregunto al retirar su mano sobre la mía:
"Ud. cree No? - Chuchas la pregunta. Me había transportado quien sabe a dónde, en una carroza de oro. Un suceso afortunado porque andaba perdido en la carroza, no hay una definición clara después de 8 años de este encuentro de marcianos terrestres.
Y sucedió un día que halle raro la temperatura ambiente, y eran las 10 de la noche. Salí al patio y contemple la Luna llena, más grande que lo habitual y no había fumado nada, y desde que conocí a mi Maestro de Alta Magia le tuve respeto. Sobre todo por la demostración de su magia cuando estuvimos en la burbuja eléctrica. Bueno, otro día hablare de la Burbuja eléctrica y lo que escuche dentro de ella.
Estaba contemplando la Luna.
-Que linda la Luna- me decía, y recibo un llamado del Maestro.
-Chuchas- La tremenda alegría. Escuche su voz increíble.
-Hola Felipón y que está haciendo iñol -dijo, y prácticamente estaba pegado al lado mío.
-Estoy mirando la Luna- le dije contentísimo-
Me contesto: " Mire, también estoy mirando la Luna, y esos rayos que caen el Mar, los veo de color plata, y se reflejan hacia el Cosmos,... el Mar es un Espejo, el mar es un ojo… Felipon... ¿sabía Ud., que es un Ojo...?
Empecé a sentirme medio loco, -viendo la imagen al revés- ese rayo espejeante ponía al Maestro imaginando el Cosmos en la pantalla del Mar. De inmediato no quería – instinto de desconfiado- y veía el Maestro. Corte la proyección. Y le dije como escolar de tercero medio de colegio fiscal nocturno.
- Maestro, podría hacerle unas preguntas?
Hubo un brevísimo silencio entre “el y el”, porque yo estaba muy solicito esperando respuesta.
- Ah, pregunte no más- su voz gruesa entro en mis oídos.
- Que bueno, Maestro. Cómo puede sanar a una persona mirando una fotocopia borrosa?
- Ah. Muy fácil. En la fotocopia está el alma de la persona.-
Yo conserve el silencio como si anotara la respuesta. No solo le tengo respeto sino miedo respetuoso.
- Maestro, y como Ud. sana una "ez qui zo fre nia" ???- Quería dar una señal de pequeña astucia-.
-AH, bueno Felipon. Los seres humanos funcionamos con 10 dispositivos, y cada uno tiene 9 repuestos. Bueno, se quema uno, y yo enciendo otro.
Me llamo un músico recomendado por otro músico, decía por teléfono que amaba tanto a su compañera, que ella sufría mucho dolor en la columna por el nervio ciático inflamado con tres nódulos. Me conmovió mucho cuando repetía que la amaba como lo más importante de su vida. Lloraba. Y llovía por cuarto día en Santiago. Me impresione por la fuerza del amor y que no quería que le metieran cuchillo al cuerpo de su amor. Romeo no temió un cuchillo de cirujano que pudiera matar su Julieta, ya por horror y pánico y error o accidente. Lo que fuera, la amaba extraordinariamente realista, y locamente sentía la mala vibra del cuchillo en el cuerpo.
Le pregunte, "Donde estas ahora, le saco el dolor y tendríamos que llamar al Maestro que vive en el Sur."
Resulto que estaba muy cerca de mi casa, diría metafóricamente, en la puerta de la casa dentro de su auto rojo.
-"Vamos al tiro, saco el agua mágica para el masaje y partimos"
Subí al auto, no quise mirar su cara : "Pasa el celular, llamare al Maestro" - Puse el altavoz, la calle Bilbao seguía siendo un rio como siempre pero pavimentado y la lluvia pegaba al auto sus cuchillas locas.
-"Alo Maestro, voy con un amigo de un amigo, a tirar las manos"-
-Ah-, contesto el Maestro- "Y que tiene la joven"- me susurro-
Le explique del nervio inflamado, el dolor, el amor, y que iba a tirar las manos y para eso yo era el LIMPIAHOLLAS.
Me contesto con su voz de absoluto poder sobre las cosas: "Pero eso es muy simple..." Quede asombrado, y nos miramos con el músico con un aire de esperanza total, como la sonrisa de la Mona Lisa, cómplices felices.
-"Como es eso Maestro" le grite- Seguía lloviendo encima y el cielo se pegaba al auto, el parabrisas enloquecía y enloquecía, y escucho su voz potente.
-" Repollo planchado Felipon, aplique después de sacar el dolor, Repollo planchado"
Quede estupefacto, y medio tonto: "Pero como Maestro...?"
-"Bueno Felipon, primero tiene que tener un repollo, jajajaja" -
- " Y, maestro que más..."- le solicite más información.
-" Bueno, Felipon, segundo tiene que tener una plancha..." Nuevamente su risa se mezclaba con al lluvia.
En una ocasión, me pidieron ayuda de un enfermo en un hospital en sala terminal. Fui. Me dijo el compadre del enfermo. "Llamo y llamo al Maestro y no contesta, lo he llamado todo el día"". Bueno, el Maestro había dicho que yo era LIMPIAHOLLAS -mi segundo título honorifico-, así que con cierta prepotencia le quite el celular.
Le dije duramente "Ud. llama y llama por un teléfono y no cree en el Maestro. Yo creo, le tengo mucho respeto. Porque he visto. Estoy comunicado con el sin teléfono"". Así que llame. Me contesto el Maestro con su voz electromagnética de extraterrestre: HOLA DIGAME FELIPON. Mire maestro (conté breve a lo Shakespeare que estaba en el pasillo y había un enfermo y me solicitaban ayuda) Me interrumpió de inmediato. - MIRE FELIPON, VAYA A LA PUERTA, LE ABRIRAN LA PUERTA, NO LO VERA NADIE. Ponga la mano en la frente y tome la mano al hijo. DIGALE TRES PADRES NUESTROS."""
Ante mi asombro caminaba en una nube, NADIE ME VIO ENTRAR, seguí sus instrucciones y salí completamente mojado, me saque la parka, el chaleco, la camisa y quede con la camiseta. COMPLETAMENTE MOJADO EL PELO, LA CARA Y CAIAN GOTAS COMO CASCADAS POR MI PECHO. Escuche el teléfono, lo abrí y escucho una tremenda carcajada, como un ángel en un burdel mental de locos con medidas desmedidas y asi mas realistas y era la voz electrizante del Maestro... --UD FELIPON CREIA QUE ESTO ERA HUEVEO. JAJAJAJA .., Me secaba con la última camiseta, y Me ponía otra camisa. Escuche la carcajada de un oso que me tiraba un palazo de regalo, de felicitaciones, me daba información de su poder. Y cambio la voz, ahora silenciosa, áspera y lejana, con autoridad de lugares de poder, arrastraba cada palabra: -SE TRATA QUERIDO FELIPON... DE LA LUCHA DEL BIEN CONTRA EL MAL... y colgó con carcajadas que morían con la oscuridad.
Me decían los resucitados en el auto desde el Sur, "tú tienes que ser su discípulo". Ni cagando me decía por dentro. Cada vez que tiene a uno en silla, con cara de diablo, de inocente, de embrujado, me dice, inclinando su cabeza y alarga su mano hacia adelante de bailarín: " - Quiere Ud. Felipon quedarse a mirar". De inmediato mi instinto decía PICO, y ya girando a la salida, de susurro; "No gracias maestro". Estas sanaciones me producían miedo y respeto. Y ya estoy fuera mirando arboles, perros y piedras gigantes de cuarzo que ya para imaginan como las sube al cerro...mejor no pienso mucho.
E insistio mucho tiempo para que me quedara a mirar. Porque no quería? Bueno por respetuoso miedo.
Y un dia, con humor de esos que son desafíos: "Ud. iñol me está copiando todo". Nunca lo he copiado. Miento, si claro que sí.
Sucedió que en un velorio en la zona, unos parroquianos, el no podía estar lo primeros días, me dijeron: "He Maestro quede a comer con nosotros" y miraban con aire de ángel, y felices. No pude defraudar a nadie. No fui a comer con los ricos. Comía con ellos, no preguntaban nada, y nos reíamos de tonterías.
Y bueno, unos días después en la Plaza me encontré con el Maestro: "Oiga Maestro- le dije- acá en el velorio me confundieron con Ud. y la verdad, me ofrecieron comer con ellos"-
- Y...? -me dijo- y que mas paso?- Lo ojitos los tenia chico riéndose para adentro.
"Bueno, Maestro, me hice el regalón y salud me decían de una mesa. Y de otra: “Otro wiski pal Maestro, el gran Maestro"
...Y ...? y los ojos del Maestro tenían luces azules. Todavía podía contar.
"Bueno, fueron unos 4 wiski, porque en la noche maestro hicieron 4 grados bajo cero!!!"
...Y...? y los ojos del Maestro estaban de amarillo solar, era un santo en la oscuridad, que de pronto se hizo pleno día. Estábamos solos, rodeados de todos, y solos.
"Bueno Maestro, en resumen le debo varios almuerzos. Yo creo, que la fama de borracho no va a poder borrársela!!!" – y retrocedí dos pasos, me puede convertir en sapo.
Hizo una señal de No importa, y camino a la Iglesia vestido de negro mariachi, y se saco el sombrero.
-Ufff - pensé - ""Me salve jabonado..."" Y, me invito a pasar.
Conocí mucho más Cesar "El Martillo" cuando chateaba con mi hijo. Y dijo que no podía jugar ni en el computador porque estaba muy enfermo. Bueno, dije en chat. "Yo soy el papa del Uli, ...y que tienes'". El Martillo empezó a explicarme sus dolores atroces y que lo habían examinado para operarlo.
"Bueno, y porque no vienes y te paso un poco de un agua mágica."-
"Mágica? me dijo- Don Felipe, apenas puedo caminar aunque vivo a dos cuadras." Y se quejaba sin siquiera caminar a mi casa. Le escribí: "Ven..."
Y el Martillo llego apenas, se quejaba del riñón, se quejaba de cómo lo operarían y si quedaba mal. Le eche un poco de agua mágica en una botellita. Explique la aplicación y le dije cuantos días, y que no se preocupara del olor que se iba lento, hasta que desaparecía.
Pasaron 4 días. Al 5° día, entro eufórico a la casa, abrió los brazos y me abrazaba gritando: "La fe, la fe y el liquido, milagro don, tremendo milagro", me reía y le pedí que contara su experiencia, porque mi mujer estaba presente, y hace rato que creía que yo estaba loco como los políticos.
Se hecho el liquido de inmediato en su casa. Su compañera sintió el olor fuerte, le decía que estaba loco, y ella loca con ese olor. Así, fue a trabajar al otro y en la micro sentía su propio olor, no importo el que dirán, asi asumió el trabajo personal. Y sin darse cuenta en unos días... se olvido de los dolores y continuaba echando lo poco que quedaba. Y en su olvido, se fue a jugar a la pelota en el puesto de arquero. Se tiro al suelo, atajo entre las piernas de lo veloces delanteros y termino cansado. Se baño de noche, y salió en la mañana al doctor que tenía que examinarlo. Este doctor lo miro extraño, porque Martillo estaba feliz, se sentía feliz y no pudo contar que lo había mejorado.
Me decía que hasta su suegra se reía del liquido que se echaba y finalmente, estaba sano. Por eso venia a mi casa. A agradecer el milagro. Me abrazaba. Y hoy se puso a leer mis crónicas de limpiahollas, solo que me advirtió, si no lo nombraba, se enojaría, y si vendía el libro quería una comisión por libro. Por eso le dicen Martillo, porque siempre dice con oportunismo el golpe. Ahora anda jugando porque lo milagroso se había presentado en su vida.
-Y como sana Ud. Maestro- le pregunte cuando hubo una pausa a su explicación de cómo construía un paso para los autos en el pantano del humedal. “Oiga, este humedal se va a comer el material que está empleando le dijo el visitante. Y fue seco. - “Mire Ud., el agua tiene tanto de salinidad y tanto que le puse, mas los tubos” y agrego “estará bien hasta para la tremendas lluvias.” Obvio, respondió solido con mentalidad de anti tormentas. La respuesta de cómo sanaba quedo para el futuro.
“Tome Felipon, un regalo para que tire las manos”. El agua mágica fue mágica exactamente cuando me paso la botellita con el color negro y me dijo:”… para que tire las manos”. Y se refería que sanara músculos, lumbagos, soriasis, y tanta cosa que el Amor hace desaparecer y que aparece en el dolor del cuerpo humano. Y subí al auto con el agua mágica que aplique a diosas, mujeres bellas, en cuerpos que se reniegan a la vida acelerada.
“Mire, aplique tres gotas en esta figura, y no de a nadie porque es para Ud., y Ud. tiene sus manos, o no?- Me quedo muy claro que era un Limpiahollas autorizado por él y todas sus anteriores reencarnaciones. Le conté que estaba feliz por las sanaciones. Que un par de enamorados estaban molidos por viaje en tren y querían pisar y pisar y para ellos el mundo se iba a acabar. Y que les arregle el cuerpo, y días después, no podían ni siquiera caminar de tanto amor que se daban todo el día, estrujados como limones desesperados. Y cada vez más feliz aunque me aumenta el humor. Y parece que no podía ser de otro modo entre Maestro y un discípulo que no quería ser discípulo, y que ya era Limpiahollas. Con H. de Hentrenamientoh, ese conjunto de rap norteño con tirana incorpórate dislate troppe.
Lo llame a su celular: “ Hola Maestro, todo bien, bueno yo también… Oiga quería hablar con Ud. un asunto muy serio”- Ah y que sería ah?- ya había cambiado la voz y como siempre estaba al lado mío. Me imagine que era mi oportunidad de hablarle –paradojalmente. A su oreja.
“Bueno, Ud. me conto que era una reencarnación de un santo?” Si- me contesto-.
“Y que esta era la última reencarnación de la santidad suya y la que viene de atrás de San Cipriano, Ah”- Si- efectivo. Ah? …Y bueno un ah es un Y? para el Maestro y seguí…
” Y si es la ultima reencarnación, la suya y de los otros seres astrales…cierto’” Así es. “No sería más conveniente que cuando falleciera, me traspase el Poder a mi… haciendo corta la movida?””
Hubo silencio meditativo: “”Ah… Ud.… Felipon… las quiere todas!!!” … y yo cuando tengo una porfía salen solos los argumentos. Igual, sentía que esta riéndose, que tiraba bufidos como un toro en el rodeo para embestir a cualquiera. Y lo lindo de las coberturas telefónicas es que se cortan y uno puede imaginar las cosas que debe pensar un Maestro del oportunismo y humor de los discípulos. Y remate de hostigoso y leal en mis preocupaciones.
“Lo que pasa Maestro, sería más fácil, para no andar con la botellita de agua mágica para todos lados…Cierto? Además, Ud. esta vivo… no es que quiera matarlo… y si se va de pronto y no alcanzamos a hablar?”
(continuara)