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NOVELA: YO BIPOLAR.
Capítulo XVII
Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados,
sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.
Nicolás Boileau
Por Jesús I. Callejas
MIEDO
El café descafeinado me conviene pero es pobre sustituto. Estimulantes para después aplastarlos. Disparatado, pero funciona. Hoy dormí, raro, hasta las diez de la mañana. Viene por mí… Calma, disimula echando mano de lo primero que se te ocurra… Nos recomiendan nutritiva dieta intelectual con el mejor sistema de publicidad desde las Cruzadas, “best seller” de Occidente... Qué pegajoso matadero de billetes: sangre descastada.
Actualmente debemos soportar burgueses con aires aristocráticos, patrocinadores de las artes; sí, supremos burgueses -preferibles a los burros de la clases media y baja-, a los que apenas se les ve por estar en sus mansiones o merodeando en limusinas sin asomarse.
Bueno, son los acaudalados sucesores de la monarquía y en sus manos ha quedado, ah, el patrocinio de la cultura clásica como atesorado en monasterios quedaron los residuos de la antigüedad.
Ni modo; a falta de monjes eruditos... Nos dicen: Venga esa jarra de cerveza; demagógico pulpito (no púlpito). Sevicia: ¿suficiente la cuota semanal? Soy petimetre de almacén sufriendo demoledora patanería de recursos, aunque me resista a las injurias. ¡Pasen al torneo sexual de las monedas!, vociferan, pero no los oigo. No sé qué opinará usted, pero es chocante saber que la gente gusta de contar billetes con indecencia casi sexual… ¿Le parece? Absolutamente. ¿Y qué? Como que y qué… Es terrorífico. No es nuevo; desde que existe el dinero en monedas siempre las han contado… ¡Ya lo sé, pero me sigue alarmando! La Reserva Federal es un mito; una cortina de humo para apropiarse del estado. Todo se mueve con dinero entumecido, o mejor dicho, inexistente. O sea, especulativo. Crean inflaciones y depresiones; planifican guerras y crisis…Tenga cuidado con lo que dice, señor. Se está metiendo en camisa de once varas…Lo sé, camisa que puede terminar siendo de fuerza… Me disculpo. Por eso; calibre sus palabras en lo adelante.
Yo de joven tenía un proyector de dieciséis milímetros. Olvidé sonidos, pero nunca el provocado por… Ciertas herejías aceptables, otras repulsivas. No el dogmatismo, sino la fealdad estilística de las herejías. El orate espera; el psiquiatra escapa por la puerta bloqueada. Doctor, estoy "poniendo de mi parte", y la carcajada es tronchada entre esputo y arenosos labios.
FIN DEL TEXTO.
-¿Cómo?
-Siga…
El teclado esculpe: Lo dejo coagulado. Mano extendida junto al cantero con fauces reducidas al imperio de lagartos; o algo así, ¿no?
-Sí, pero ¿cuál lo dijo? O son el mismo…
-Francamente, colegas, esto me parece una tomadura de pelo.
-Opino lo mismo.
-También yo.
-En diferentes pasajes aparece la frase FIN DEL TEXTO sin que éste finalice en modo alguno.
-Hemos sido estafados
-No crea; no será tan fácil.
-Se impone la corroboración de tal sospecha.
-Por favor, austeridad. Nada de precipitaciones.
-Nunca.
-Paciencia. Quedan más páginas por revisar.
-Sí, hay par de viñetas históricas inconclusas…
-Muestre.
-Pero, qué de papeles…
-Basta con eso.
-Sí, es más de la misma bobería.
-A quién le importa ese fárrago.
-A alguien le importará, supongo.
-No a nosotros, se lo aseguro.
-Sigamos.
-Elimine esos legajos.
-Es lo aconsejable.
-¿Algo más?
-Sí.
-Adelante, terminemos de una vez.
-Concuerdo.
-Leo: Al principio todo se movía abarcando mi quietud; después comencé, incrédulo, a moverme abarcando todo sin saber de mí; ahora me muevo con el movimiento, ¿o debo decir un movimiento? Quizás no es la música sino tan sólo una sinfonía. Según avanzo hacia ella veré la puerta de mi apartamento arribar al agujero de la página enorme ya instalada sobre un escenario apuntalado por el contraluz del lente.
-¿Es todo?
-No.
-Continúe.
-Hay varias cuartillas sobre el resto de los personajes.
-Proceda usted.
-Sí, por favor.
-Adelante…
-Veamos: La madre, pese a la enfermedad, sobrevive. Marta envía al tío a un asilo donde fallece. Hilda abandona a Alberto quien, sumergido en el consuelo del trabajo, vende su condominio y se muda junto con la hermana mayor en la casa paterna. Julia, trabajando y sin una relación estable. Rosario se muda con el ex cuñado a Altagracia. Sus hijas se convierten en terapista geriátrica y diseñadora, respectivamente. La tía Josefa muere diabética. Su hijo Carlos, ya próspero, tiene tres hijos y se convierte en presidente de su empresa. Uno de los "digitales" se alista en la guerra de moda y regresa condecorado, aunque sin piernas y alcohólico; el segundo, infatuado con una de las primas -no se aclara cuál-, la sigue a Altagracia, donde contraen matrimonio ante los exasperados Alberto y Marta. La ex suegra de Rosario entierra al gran danés en el patio de su casa y adopta a dos chihuahuas. Su hijo, el difunto músico de la Sinfónica, ex esposo de Rosario, aparece en un flash-back, pero sin tiempo de ser incorporado a la trama. La desaparición de Jaruco es atribuida en el barrio a un OVNI… Se repite la frase: Ellos me vigilan; controlan el universo conocido.
-¿Quiénes?
-No dice...
-¿Será que también nos vigilan a nosotros?
-No diga tonterías.
-Exacto.
-¿Cómo podríamos ser vigilados?
-Es imposible…
-¿Qué más?
-Más de lo mismo.
-No nos interesan tales detalles de la trama.
-¿De cuál?
-Hombre, de la que sea.
-Muy bien.
-Si insisten…
-Un momento.
-Diga.
-¿Quién es ése sujeto en diálogo con los hermanos mayores?
-No se aclara.
-Nos ocuparemos de averiguarlo.
-Demos por terminada la reunión.
-¿Qué opinan, caballeros?
--Me pregunto dónde se encuentra el atentado a nuestros intereses que se le atribuye al texto.
-Igualmente yo.
-Créame: siempre hay algo sospechoso y en algún lugar está…
-Me atrevería a asegurar que se trata de un demiurgo.
-Explíquese usted.
-Sí, sea más específico.
-Ha evidenciado no poseer el control que suponía sobre nosotros.
-El desvarío de la empresa lo confirma, ¿no?
-El proyecto le ha vencido…
-¿Tenemos seguridad al respecto?
-Indudablemente.
-Aceptemos que los cuestionamientos esenciales se mantienen sin respuestas.
-Un demiurgo carece de capacidad creadora, viéndose su función reducida a la de modesto ordenador al ejecutar una puesta en escena, por ejemplo.
-Coincido.
-También.
-Lo mismo.
-Ello se corresponde con criterios cosmogónicos cuya dudosa validez objeto enérgicamente.
-Valen para él, señor.
-No comparto su optimista opinión.
-Yo tampoco; no existen los demiurgos.
-¿Qué contiene esa larga cuartilla?
-¿Cuál?
-La que sobresale del folio.
-Una lista de medicamentos psiquiátricos.
-Archívela también.
-Por supuesto.
-¿Nos ceñiremos a una definición profesional?
-Además…
-Suficiente por hoy, ¿no les parece?
-No hemos avanzado mucho; sin embargo, llevamos buen camino.
-Así lo creo.
-Sí.
-Puedo asegurar que hoy me siento confiado. Prosigan, señores, acopiando material para tratar de llegar a conclusiones sólidas.
-Entonces, no hay que descuidarse.
-Nunca.
-Cautela, no preocupación.
-¿Valida tal criterio usted?
-Sin reservas.
-Y ¿usted?
-Sí…La lluvia ha regado el valle de esperanza…
-¿A qué viene eso?
-Bueno, está ocurriendo un limpio atardecer.
-¿Y?
-Es un bello alumbramiento.
-La visibilidad es adecuada; si a ese detalle se refiere.
-Fíjense en las reses verdes junto al lago púrpura.
-¿A qué se refiere?
-No distingo lo que nos indica.
-Allá, al pie de los árboles color violeta. Recuerda un cuadro de Gauguin sin adolecer de artificialidad, ¿cierto?
-Deformación del vidrio debida a los rayos solares
-Distorsión óptica.
-Un vulgar truco de la ventana, si se me permite la humorada.
-Bah, imágenes
-Expresionismo barato...
-Poetizar es peligroso…
-No, observen bien.
-¿Los colores?
-¿La estructura?
-Una figura de hombre se yergue solitaria.
-Mande tapiar ese ventanal también.
-¿Y si ocurren protestas?
-No dar tregua...
-Ponga en acción otro destacamento armado.
-¿De ángeles con ametralladoras?
-No, no, nada de mitología.
-Que sean de su misma especie.
-Que se maten entre ellos.
-Provoca más terror cuando surge de lo trivial.
-Así, el enemigo aparece en todas partes…
-Que se inunden de paranoia.
-Lo único que falta es que diga que somos él…
El último combate arrojó resultados desastrosos. ¿Qué tal amaneció hoy el campo de batalla? Pulcro, mi general: recién cortado. Fresco y perfumado. Magnífico, a excepción de esa ventana que nos mira abierta desde el cielo. Ahora arránquese uno de los entorchados, cepílleme las botas y aposte el batallón de las neuronas, que estamos a punto de embestir a una tropa de míseros sentimientos emboscados tras aquella barricada. General, falta… ¿Qué? El mapa de las intuiciones. Dispóngalo sin dilación, pero primero déjeme echar una meada en el casco. ¿Por qué no aquí directamente? Cómo se le ocurre que pueda mancillar el campo de batalla donde reposa el osario de nuestros mártires. No quiero oírlo repetir semejante profanación, so consejo de guerra. Lo siento. Vaya y regrese con el uniforme lavado y planchado, que la sangre merece un reestreno decente.
Continúa en el próximo número de la revista.
Capítulos anteriores:
Capítulo I en: http://revista.escaner.cl/node/7153
Capítulo I en: http://revista.escaner.cl/node/7174
Capítulo III en: http://revista.escaner.cl/node/7231
Capítulo IV en: http://revista.escaner.cl/node/7294
Capítulo V en: http://revista.escaner.cl/node/7314
Capítulo VI en: http://revista.escaner.cl/node/7356
Capítulo VII en: http://revista.escaner.cl/node/7393
Capítulo VIII en: http://revista.escaner.cl/node/7432
Capítulo XIX en: http://revista.escaner.cl/node/7472
Capítulo X en: http://revista.escaner.cl/node/7490
Capítulo XI en: http://revista.escaner.cl/node/7526
Capítulo XII en: http://revista.escaner.cl/node/7557
Capítulo XIII en: http://revista.escaner.cl/node/7581
Capítulo XIV en: http://revista.escaner.cl/node/7615
Capítulo XV en: http://revista.escaner.cl/node/7632
Capítulo XVI en: http://revista.escaner.cl/node/7667
Fuente de la imagen: http://www.freeimages.com *Archivo de imágenes con licencia libre
Novela Yo bipolar, de Jesús I. Callejas, publicada en formato digital en http://www.bookrix.com/_ebook-jesus-i-yo-bipolar/Fecha de Publicación: 01-21-2013
@copyright Prohibida su copia sin la autorización del autor.
http://www.bookrix.com/-jesusicallejas
Email sibaritamito@gmail.com
Jesús I. Callejas (La Habana,Cuba, 1956) ha publicado los siguientes libros de relatos: Diario de un sibarita (1999), Los dos mil ríos de la cerveza y otras historias (2000), Cuentos de Callejas (2002), Cuentos bastardos (2005), Cuentos lluviosos (2009). Además, Proyecto Arcadia (Poesía, 2003) y Mituario (Prosemas, 2007). La novela Memorias amorosas de un afligido (2004) y las noveletas Crónicas del Olimpo (2008) y Fabulación de Beatriz (2011). También ha reseñado cine para varias revistas locales como Lea y La casa del hada, así como para otras publicaciones. Recientemente ha publicado los trabajos virtuales Yo bipolar (novela) y Desapuntes de un cinéfilo (2012), que consta de reseñas y elementos de la historia del cine. Callejas es descendiente de Manuel Curros Enríquez, junto a Rosalía de Castro, el mejor poeta de lengua gallega.