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MERCEDES FONTECILLA
Mercedes Fontecilla. AcríÍico sobre tela 100 x 125 cms. Detalle
ATOMO
LO PEQUEÑO EN LO INMENSO
Por María José Fuentes.
El conjunto de obras que conforman la exposición de Mercedes Fontecilla nos invita a realizar un viaje.
El movimiento que se propone es como las olas o como el pulso del universo: un constante ir y volver desde una forma primigenia hasta la disolución en el todo.
Podemos comenzar el viaje desde las líneas de dibujos que comienzan a configurar al mundo con los seres que surgen desde las profundidades del universo. Estos seres: aparecen y desaparecen una y otra vez, con una constancia concreta como la niebla que recorre silenciosa los dibujos y pinturas, manifiestando la fragilidad y fugacidad de los límites que creamos al observar y observarnos en la realidad.
Al sumergirnos más allá de la niebla encontramos un microscópico universo que guarda en sí la posibilidad vital. Es la potencialidad de la vida en su dimensión simple y poderosa: seres aún sin nombre que son el origen de la creación y que desgarran el silencio con su aparición. Más que luces son iluminaciones cósmicas, seres que quizás aún habitan entre la niebla, en el fondo del mar o bajo la Tierra cerca del magma, en territorios invisibles para la mirada humana.
Mercedes Fontecilla. AcríÍico sobre tela 100 x 125 cms. Detalle
Lo particular del diálogo que se propone en ATOMO es finalmente lo más cercano a nuestra realidad. El mundo cotidiano aparece fragilizado con una técnica de trazos sutiles que nos invita a preguntarnos por la verdadera individualidad y realidad de lo representado. Los límites son difusos, como los espacios y objetos que solo en los sueños se manifiestan. Como observadores nos entregamos a ellos y en ese gesto nos disolvemos también a nosotros mismos.
Esta es la experiencia que sirve de entrada para descubrir el misterio tras aquello que creemos incuestionablemente real. Ahí, Mercedes Fontecilla nos toma de la mano en ese flotar misterioso y nos invita a un retorno. Lo pequeño, lo atómico, lo seminal, lo invisible, se vuelve palpable y real como nuestra realidad cotidiana, la magia revela su secreto y se realiza en una grandeza innegable como el océano. Abduccióna ese otro espacio en el que el vacío se quiebra en el abrir de una cáscara, de un capullo, en la erupción de una semilla como un acontecimiento magnífico y atronador.
La niebla que, como la luz original, convoca a ver más allá de lo evidente. A percibir aquello que aún no se manifiesta en una forma, en un objeto nombrable, pero que está -en una presencia atomizada- en el ambiente.
Mercedes Fontecilla nos propone una forma de habitar ese mundo invisible. Entonces, lo pequeño y lo inmenso se funden en lo que da origen a esta exposición.
María José Fuentes.
Santiago de Chile, mayo de 2015.
Mercedes Fontecilla. AcríÍico sobre tela 100 x 125 cms. Detalle
MERCEDES FONTECILLA
ENTREVISTA REVISTA LA NOCHE
Realizada por Jaime Piña
1.- ¿Seremos los seres humanos el espacio de reunión donde se
encuentran el macro con el micro cosmos?
Claro!. Somos desde nuestro origen parte del cosmos.
Por lo que sabemos, estamos compuestos de materia proveniente del Big Bang. Y al parecer esta materia se organiza de manera similar independientemente de la escala. O sea que tanto en el micro como en el macro Cosmos su diseño funciona de la misma forma.
Y éste es el fenómeno que más me apasiona al momento de tarbajar una temática en la pintura. Imaginar tamaños, distancias, tiempos, formas para intentar representar de manera ojalá puramente intuitiva esa materia, este fenómeno de la Naturaleza.
Con toda su armonía, inteligencia y perfección me dan la idea que la condición humana contiene y reúne todas estas potencias.
2.- Al pintar el micro cosmos, ¿Sientes te acercas o alejas de Dios?
Es curioso que digas que pinto el microcosmos. Me gusta!.
A veces, cuando miro el resultado de mis últimas pinturas, siento que podría estar tratando de representar visiones muy astrales, de grandes actividades que podrían ocurrir en quizás qué rincón del Universo.
Dios!. Qué Dios?.
La primera idea que me viene a la cabeza de Dios es la que me enseñaron en mi familia, muy Católica. Un concepto que dejé atrás hace años. Ese Dios religioso no sólo está lejos, ya no existe más para mí.
Pero el concepto de lo Divino sigue existiendo con mucha fuerza. Sigue palpitando. Y vive a diario y se manifiesta de distintas maneras. Quizás una de ellas es la creación artística.
Así como planteaba Vicente Huidobro en su "Manifiesto Creacionista".
Creo que la creatividad es una prueba muy tangible de la existencia de una divinidad que pulsa dentro de todo.
3.- ¿Cuál es el sentido del arte en el Universo?
Una de las cosas que más me atrae del trabajo creativo, de la creación artística es - más allá de cualquier pensamiento de curadores, historiadores y estetas del Arte - que es una fuente inagotable de placeres, cuestionamientos, investigación, entendimiento, reflexión y cura para la humanidad.
Las grandes Obras del Arte son únicas, eternas, llenas de energía, emoción y amor. Pero en el trazo de una línea hecha por un pasajero mientras espera en un andén también puede serlo en su dimensión más íntima.
Ese propósito puesto en ese trazo, esa intención tiene una tremenda fuerza simbólica y todo el potencial para transformarse en obra.
Qué sentido puede tener el Arte para extraterrestres: ni idea!...
MERCEDES FONTECILLA
STATEMENT
Mi permanente búsqueda está en adentrarme en la materia: el pigmento y las imágenes como vehículos expresivos de su devenir. La tela, el papel como testigos de ese diálogo.
Me impresiona profundamente el surgimiento de la vida en todas sus formas, impulsándome a representar figuras que parecen transitar desde la simplicidad formal hasta el deseo de tocar lo esencial.
He creado series de pinturas, dibujos y fotografías basadas en formas botánicas para referirme a la trascendencia del ser. A través de éstas he buscado crear un espacio sensitivo donde los elementos teóricos del arte queden velados para destacar este otro discurso que se impone. Una propuesta que quiere alcanzar la percepción intuitiva del observador.
Con el tiempo voy encontrando una iconografía recurrente en mi trabajo, donde pueden convivir y evolucionar naturalmente los retazos de la realidad que me rodea con gestos y vivencias que, hilvanados en una la acción imaginativa y de transformación constante, resurgen como en la emoción y la sorpresa que provocaban los primeros apuntes del trabajo de taller.
Mis influencias e inspiraciones las he ido encontrando en artistas que me han seducido por su fuerza expresiva y que no dudan en ir hasta algún límite: Francis Bacon, Georgia O' Keeffe, Vincent Van Gogh, Adolfo Couve.
Así mismo escritos de Octavio Paz, Vicente Huidobro, Alessandro Baricco, Marguerite Duras, Michel Huellebecq y otros tantos que me inspiran llevándome a ese estado misterioso de querer crear algo.
De alguna manera mi trabajo espera ser una invitación a un regreso. Un regreso a ese imaginario, al mundo de la contemplación más pura y esencial de cualquier forma de vida.