Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Vicente Aleixandre EL ENCUADRE a la Totalidad (1977)

 

Por Felipe Vilches Rubio

Ensayo ganador de primer premio de concurso de ensayo en Chile (77), concurso convocado por la Universidad de Colorado USA y la Sech de la época, que lo publico. fue un escrito relámpago.

Un día antes supe de este concurso y se dio que vagabundeaba por librerías de san Diego  y compre el libro VICENTE ALEIXANDRE de Hernán Galilea, una antología muy agradable de leer. Lo estaba leyendo con apuntes en el borde de cosillas zen que veía en su poesía, un  total dos páginas para describir a un poeta, que me llamo la atención,  la violencia zen del juego poétic,  las comparaciones y contraposiciones como el poder  de la Palabra.

 

                                                                      Orientación

El desarrollo poético de Aleixandre ha culminado en el Nobel de Literatura 1977. Y aunque su obra no es conocida en extenso, ya existe preocupación en algunos centros literarios del mundo. Las calificaciones diversas de su poesía ha sido a nivel de periodismo o de tarjetones necesarios para tener noticia general del asunto  -  Aleixandre. Y es así. Su poesía es considerada una solidaridad amorosa volcada a todas las cosas y seres del universo. Una religión del artista producto de toda una inspiración onírica.  Un panteísmo electrizante que constituyó un estilo sobresaliente, gracias a una disciplina propia que sobresalió entre los grandes.

Desde dentro de la marea literaria de la época que reunía a Bretón, Artaud, Soupault, Prévert, Desnos Aragón, Eluard, Dalí y unos cuantos que se suicidaron, surge Vicente Aleixandre. Y junto a él estan los grandes españoles: el rememorador Machado, el depurado y cristalino Nobel Ramón Jiménez, la dureza emocional e intelectual de Salinas, que siempre entrega la desintegración del sentido de la vida contemporánea con cordialidad hacia el lector. No debe olvidarse el vitalismo calculado de Guillén, la diluida inteligencia y localismo de Lorca y por último, el elaborador-integral de Alberti con su enorme sensibilidad equilibrada, sin euforias poéticas desgarradoras.

            Vicente Aleixandre, poeta surgido junto a los mejores, elaborando un estilo sobresaliente, contiene la diversidad integrada a una fluidez vertiginosa de la palabra para imprimir el conflicto inherente de una borrosa emoción ante el universo. Su palabra danza entre el aparecer y el desaparecer, la unidad reposada surge en la nostalgia de una identificación en el resplandor y temor que envuelve el universo.

La negatividad en la totalidad poética: La negación de la plenitud reposada se identifica con la muerte. Ante la muerte el poeta hace una denuncia lírica, angustiosa, donde el dolor constituye el centro del conflicto. El dolor es la fragua que muestra la eterna condición precaria del hombre. El dolor es presentado de manera optimista, la vida no es meramente dolor, sino luz que surge de él, y se irradia en las cosas y seres. Es el concepto griego del dolor: el dolor en el grito desgarrado es signo superior, es la grandeza del alma, propio de héroes, dioses y de lo humano. La entereza del poeta en el terror natural, la fugacidad del resplandor le otorga un tinte kafkiano. La fugacidad poética, la ensoñación es proporcional a una conciencia bañada en orientalismo, en lo maravilloso y solamente así, lo bello adquiere el dramatismo de la palabra errante, entregando esporádicamente esencias esquivas.

 

La supuesta firmeza de la totalidad poética: En la patética cosmos-agonía producto de la negación-fugacidad – infraestructura del cosmos – se encuentra la iluminación vía el dolor. La oscuridad es luz: la luz natural de lo creado parece aminorar al poeta su movimiento agónico. Es la nube de oscuridad que rodea a la luz esclarecedora de San Juan de la Cruz. La luz propiamente no le pertenece y el hombre-poeta solo puede vivir la fantasía en una dialéctica espiritual luminosidad última. En Aleixandre el orden progresivo universal es: naturaleza con animismo inherente a las cosas y sociedad con relaciones humanas donde se produce el resplandor. Sin embargo, existe la inversión del orden, otorgando resplandor fundamental a las relaciones humanas y un carácter inferior al resplandor animista de la naturaleza. Esta confusión  existe en el poema “En la plaza” y otros como ”Ven siempre ven”. Esta prioridad parece ser un elemento fríamente intelectualista en un poeta vital y energizante que tiene base en la contemplación de la naturaleza y su luz, que es algo más que ceniza y relación humana. ( poema “El poeta”).

 

Fuerzas concéntricas, fundamento del cosmo-resplandor: En el conflicto del resplandor universal o amor del cosmos, a la manera del blanco y negro, la síntesis la realiza la subjetividad libre que continuamente oscila entre todos los que no quiero ser otra cosa y por otro lado, el querer vivir porque soy: oscilaciones reiterantes con identificaciones en elementos diversos como cierze, nieve, carbón, un niño no nacido, contacto con amantes y finalmente identificación con las palabras que nunca son la unidad vital superior a una experiencia directa del silencio o la situación dolorosa misma. La vida es el conato entre la vida y sus elementos que se presentan negativamente. La unidad vital no es ideal sino vivencia concreta rodeada de la indiferencia, la sangre, melancolía, tristeza y en definitivas la muerte. La unidad de las fuerzas se concentran por desatar el amor y la furia. El amor y la furia son los elementos fluidos en que vive el poeta sin poder plasmar en conceptos estáticos y definitivos.

 

El poeta del movimiento vital y la lucha conceptual con el cosmos: El movimiento vital que envuelve al cosmos, envuelve al poeta que mistifica con ilusiones a la naturaleza, excepto la prioridad a las relaciones humanas y que toda obra poética desmiente. La perennidad amorosa a lo creado, es dada a la naturaleza en cuanto es refugio, origen, dolor y misterio para el hombre. La sombra misteriosa de la naturaleza no es entregada a los hombres. El poeta es portador exclusivo que se desarrolla en el tiempo. En la complejidad multilineal de los sentidos de lo vivo, el poeta, es el único que puede co-habitar libremente en la espuma del amor o energía de la totalidad. El poeta esta dotado para ser “puro y sereno arrastrarse en la dicha / de fluir y perderse / encontrándose en el movimiento con el que el gran corazón de los hombres palpita extendido.”/

           

FELIPE VILCHES RUBIO /1977

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