Responder al comentario
Silvia Arrojo y la Propia Visión de lo Indígena
Por Francisco Arroyo Ceballos
Múltiples han sido a lo largo de la historia las visiones que se han dado de los ancestros y del desarrollo que los mismos procuraron en lo artístico como básico reflejo de una cultura, de un momento, de una forma de vida determinada de la que, de algunas de ellas, poco nos quedaría si no fuera por dichas manifestaciones creativas.
Ello supone un gran escaparate y es por esto que las mismas adquieren un valor muy significativo para el estudio de los pueblos.
En el trabajo de Silvia Arrojo encontramos sin duda alguna un homenaje a dichas representaciones, una dedicatoria al trabajo y esfuerzo de estas personas que en épocas tan complicadas tuvieron el valor, el esfuerzo de promover lo que de tradicional acaecía en sus pueblos.
El estudio de las culturas indígenas, el desarrollo y plasmación de una propia visión de lo asimilado unida a la interpretación personal acertada componen una singular y destacada labor en la que, para no ser menos, lo simbólico se posiciona como característica prioritaria que anexa todo el contexto llevándolo al terreno del semiestudio social o antropológico.
Lo policromático es casi inexistente como intentando asemejar lo más posible su trabajo a su estudio de dichas civilizaciones de amplia huella cultural.
Equilibrio de formas, paralelismos continuados, delimitación de un espacio concienzudamente elaborado componen características primordiales en su obra a las que sumamos como carga básica la intercalación de elementos susceptibles de ser interpretados por la persona y que sin duda alguna conforman el clave neurálgica de cada obra dándole sentido, procurando referenciar lo que para Arrojo es el centro del cosmos orgánico y cuyo resumen pretende constatar haciéndolo perdurar en la memoria colectiva.
Destacar que a pesar de que en la mayoría de trabajos la planitud de formas y tonalidades es evidente, se produce un efecto por dicha utilización del color de complementación en el que es clara, es patente la recreación de distintos planos en un fondo compositivo que realza y distingue lo presentado al contemplador como pieza clave de la producción, como imaginativa constatación de lo que para la autora supone un elemento que dirija la obra, le procure un concepto principal y remarque su carácter de pieza de singular interpretación formacional.
Francisco Arroyo Ceballos
De la Asociación Española de Críticos de Arte