JUAN JOSÉ SOTO BACIGALUPO – PERUANO
ALEJANDRO BANDA - CHILENO |
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JUAN JOSÉ SOTO BACIGALUPO
Lima, Perú (1965). Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Periodismo.
El autor ha publicado varios libros de poemas y parte de su obra poética figura en revistas, libros, muestra y antologías. Ha participado en diversos encuentros nacionales e internacionales de poesía, así como de recitales y eventos poéticos. Actualmente dirige la agenda cultural peruana “ITINERARIO DE LA PALABRA” que se difunde vía correo electrónico. Para tener acceso a la agenda cultural y recibirla libremente escribir a: avefenix3333@yahoo.es .
Poesía Inédita de “AIRADO VERBO”
(2006)
Poesía es una antorcha
Enciende palabras
Ojos inmóviles
La ansiosa mirada de la muerte
Encendido rayo cada verso
En el naufragio de la noche
Ileso amante
Del fiero abrazo de las peñas
Obstinado mar en la orilla
Ardiente voz de hoguera
Airado verbo
Turbada sangre
Sótano de caos
De hondura a tientas
Poesía colgada en el pecho
Llave maestra
Fiera tenaza de asalto
De lúbrico ardor
Sábana gris en celo
De la mujer que espera
Sed de cielos y tormenta
Indefensa muralla
De palabras de entrepierna
Y este cuerpo harto en la intemperie
Granizada de precipitado beso
Al otro lado feraz del reino
*
He gastado mis brazos
De entierro
Hasta el omóplato
He dejado de tener Historia
Vano inquilino de sueños
De pesadillas recurrentes
De nombres cifrados
De muertes súbitas
Memoria de vasto dolor
Como pérdida innombrable
Es entonces probable el mar
Es entonces probable el corazón
Orilla de historias
De término
De visibles ausencias
De osamentas
De pérdidas innombrables
De epitafios en cada lágrima
Alejandro Banda
SEMINARIO-TALLER POÉTICA SIGLO XXI:
“Crónica del hoy, posterior a las sesiones 8 y 9”.
Qué maravillosa libertad esta, la de escribir lo que uno quiere y cuándo quiere. En este caso, tal vez, sólo tengo libertad de tiempo porque entre la última sesión y la próxima hay casi un mes sin reunirnos; la última fue el 25 de noviembre y la próxima será el 23 de diciembre.
Ahora los viernes, y a una hora más temprana, voy al Centro Cultural Los Lecheros para trabajar con un pequeño grupo de niños que pidieron la continuación del Taller Literario. En esta segunda etapa con ellos les enseño a recitar. Y aunque ayer no llegó ninguno, el Viernes anterior terminaron recitando uno de sus propios poemas presentes en el libro que publicamos este año, la Antología Lee y libérate.
Ayer Viernes, comencé con la editorial bruja, no estaban los niños pero sí me esperaba el poeta Jaime Tapia Reyes. Él ha participado del Taller Literario Los Lecheros desde sus inicios -por lo menos hace más de 3 o 4 años- y la semana pasada, mientras los niños recitaban sus poemas haciendo la araña y la posición invertida, le conté mi idea de apoyar a escritores o poetas sin publicaciones a través de la edición de sus textos y la logística para una eventual publicación. Me dijo que era muy necesario y que le apremiaba hacerlo pronto porque ya tenía varios textos terminados, poemarios y un libro de cuentos, que algunas editoriales a las que había acudido lo habían tramitado y dejado esperando, y que la carencia de dineros se volvía una puerta cerrada. Le dije que comenzáramos la próxima semana, que más adelante nos preocupáramos del tema imprenta, que existían varias opciones como por ejemplo la de imprimir sólo tapas de libros y los interiores a pura fotocopia, etc... Sus textos están todos en manuscritos, con una letra difícil, poquísimos a máquina y ninguno –hasta ayer- traspasado a computador. Él me va leyendo y yo tipeo, más adelante tal vez él tipeará solo, así como hace diez años lo hizo mi amigo Nino Velasco conmigo –creo que eso ya lo mencioné antes en una de estas crónicas-.
La voz del pueblo debe ser escuchada, pero para eso es necesario que las políticas educativas y culturales posibiliten que el pueblo se exprese, hable y escriba, y que sus voces y palabras sean escuchadas y leídas. De lo contrario el explotado o el pobre, el sordo y el ciego seguirán fuera de la cultura, es decir, nuestra cultura no será una cultura de verdad, será sólo un artificio, una excusa, una entretención, un sonrisa para los que se vanaglorian del poder y de las palabras sin efecto dichas por Mistral y Neruda.
Lo anterior, son parte de las conclusiones o confirmaciones que hice a lo largo de este seminario-taller. Taller, porque seguí haciendo lo que hace varios años, reunir a los poetas. Seminario, porque en aquellos encuentros aprendo más que en todos los costosos seminarios que me ofrecen como profesor titulado. Generar una instancia de encuentro entre poetas, ni tan bohemia y ni tan formal, nos nutre a todos a la vez a través del intercambio de ideas, convicciones, trabajos, sueños y un sin fin poético “en medio de esta realidad que sangra”.
Resultado también de este seminario, es que con una joven escritora tocaya mía nos reunimos los Jueves en Lecheros para conversar, escribir y armar una revista de artículos de diversa índole, de nombre Entre hormigas y gusanos. Durante nuestras sesiones, no dejo de sorprenderme de los jóvenes, no sólo de cómo escriben, sino que también de sus contradicciones y de sus formas de desacato que muchas veces los llevan a no ser más que otro objeto parte de esta sociedad en pañales. Mi rol en esa revista es sólo secundario o terciario en lo que respecta a la escritura de los textos, de hecho hasta ahora mi rol es sólo de editor o corrector de ortografía, porque ni siquiera escribo la editorial, tal vez haga algún comics por ahí, retomando el noveno arte que tanto dejé de lado, o alguno que otro artículo quizás más adelante. Hasta ahora sólo estimulo a los ejecutores de la revista y abogo por que existan críticas constructivas en los artículos que leo, para que no sean sólo puro desprecio hacia otros jóvenes con otras ideas u opciones.
Lo anterior tomó desarrollo a partir de la idea que supuestamente iba a plantear la profesora de filosofía en la sesión 8, la idea de que entre los jóvenes y los adultos debía de existir un lenguaje en común para poder entenderse y progresar. Aquella charla o exposición llevaba por título “Educación Participativa” y aunque no se hizo, junto a otras tres jóvenes tratamos de desarrollar la idea. Además, esa fue una sesión llena de imágenes de performances, un material que trajo un joven de Barcelona, donde venían varias experiencias de arte experimental o de un arte audiovisual un tanto nuevo para nosotros, donde incluso el José se preguntaba si sería arte, aquellas formas tan saturadas o poco humanas, aquella deformidad grotesca plasmada audiovisualmente ante nosotros. Y después de esa sesión de imágenes del colectivo barcelonés (mientras esperábamos la charla), llegó esta joven que quería hacer hace tiempo una revista y así comenzó esa historia, junto a mujeres poetas y escritoras. Paralelamente durante los cortos y las conversaciones sobre los artículos de la revista, yo manufacturaba la maqueta de mi libro con cartón piedra y hojas de oficio.
La novena sesión, el primer cierre de este seminario-taller, fue potente. Una experiencia fácil de definir pero casi infinita de contar con palabras. Originalmente sería una sesión llena de recitados y música en vivo, además de performances y expresiones de todo tipo, masiva y casi fiesta, ya que todo eso, música, teatro, poemas y energía desde todas las artes es lo que conforma a la POÉTICA según mi entender. Seguramente Aristóteles en su POÉTICA tuvo mucho de cierto y de certeza, pero olvidó un componente incluso a la vista en la palabra POÉTICA, la ÉTICA. Y esto lo aprendí de Nilda Saldamando que presente en el primer cierre de este seminario, fue sin duda lo más hermoso que pudo ocurrirnos. De esta manera la poesía misma me confirmó lo que siempre creí, que la poética es, también, mujer.
Por que justo cuando de San Antonio me confirmaban que no vendrían, justo cuando los grupos musicales no llegaron, justo cuando la mayoría de todas las personas que participaron a lo largo del taller no vinieron, justo cuando se ausentaron otras artistas que no pudieron venir a los días acordados en el programa, justo cuando mis alumnas de Quilpué no vendrían porque se licenciaba el 4to Año Medio a esa misma hora, justo cuando los muchachos del Centro Cultural Los Lecheros se encontraban haciendo empanadas para una peña y no podrían participar directamente del seminario, justo cuando no había fiesta, ni masiva concurrencia, ni amplificación y casi nada, mientras yo me encontraba avanzando lentamente con el mural dedicado a Arturo Rojas junto a dos alumnas peques que se irían temprano; llegó Nilda, con un poder inconmensurable que sólo he visto en pocas personas y en algunos poetas. Una energía que bulle como aura y que se transforma en palabras precisas, en ideas que te sacuden de entendimiento, en certezas que te confirman lo escuchado sólo en esos sueños previsores, donde la pureza de la sinceridad y la experiencia se funden en lo que quería saber y en lo pude escuchar o sentir.
Hablo de intensidad, esa intensidad que busqué en la elaboración de un programa donde habláramos del arte, de nuestro arte y el compromiso, esa intensidad que quise generar convocándolos a todos en un evento macro para un 1er cierre, esa intensidad, llegó a los pocos presentes ese 25 de noviembre, a través de una mujer sencilla, pero con una basta experiencia en poética, escritura, performance e instalaciones, lo que ella llama arte experimental, donde el artista es y nada se somete a tutoría porque aquel arte no da concesiones. Donde muchas veces la soledad le saca filo al filo, donde muchas veces no te entienden, donde el vacío y el silencio copulan y dan nacimiento a la poesía.
Alejandro Banda .-
Para las personas que desean publicar: deben enviar sus escritos
en formato de documento de Word, diseño de página Normal y breves datos biográficos.
Ni se les ocurra enviar libros, pueden hacerme llegar dos o tres poemas no más por favor. Gracias.
Marcela Rosen, encargada de la evaluación y publicación de poesía en Escáner Cultural. aldocumentar@lycos.es