CONEXIONES PERIFÉRICAS
CUENCA + PARIS EN EL TIEMPO AMORFO |
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El 5 de mayo del 2006, María Domínguez Alba y yo nos encontrábamos en el aeropuerto de Barajas (Madrid) a punto de tomar un vuelo con destino a París. Ambas íbamos cargadas con un portátil, una maleta y un bolso de mano. De esta forma, casi como equecos , llegamos a París para realizar la primera acción telecompartida entre Francia y España a cargo de nuestro equipo y bajo el proyecto INTACT .
Cuando llegamos a París improvisamos un itinerario breve de sitios interesantes, monumentos, bares, etc. y, como primera medida, nos fuimos al Pompidou. Allí les propuse a María y a mi hermana Paulina (que vive en París y nos acompañó a todos los sitios) que entráramos a la biblioteca del Pompidou a trabajar. Aprovechando que el edificio -según un guardia de la biblioteca- tenía conexión Wifi y sabiendo lo fantásticas que son las instalaciones, pensamos en redactar allí mismo los pormenores de nuestra próxima reunión con el equipo de INTACT de Francia (integrado por Alexandre Berthier, Karl-Otto von Oertzen y Stephane Perraud).
La idea tuvo como resultado momentos de desagradable tensión: la cola para entrar a la biblioteca del Pompidou -un sábado- era tan larga y ancha como un caudal de glóbulos rojos en una vena de la sien. Después de media hora, los portátiles de última generación nos pesaban tanto como los Compaq Armada 7800, veíamos como la gente se colaba y mi hermana miraba con cierto decaimiento hacia el futuro próximo (la puerta de entrada a la biblioteca que apenas se veía a varios metros de distancia).
Cuando finalmente pudimos entrar, nos dijeron que no había Internet inalámbrico, razón por la cual no pudimos hacer uso de nuestros inseparables ordenadores portátiles a los que estábamos a punto de abandonar ahí mismo. Para seguir adelante con el plan inicial, pedimos en la entrada un ordenador con Internet de uso público para cada una. Esto no contribuyó en absoluto a cumplir con nuestro objetivo, tal y como era previsible, nos tocaron ordenadores en plantas distintas.
En vista y considerando la situación, decidí buscar las últimas publicaciones acerca de arte digital. El navegador de la biblioteca tenía muy poca versatilidad y -por falta de tiempo o desconcierto mío- no supe nunca cómo abrir una ventana nueva. Cuando ya pude entrar incluso a las bases de datos de otras bibliotecas del mundo se acabó el tiempo y nos tuvimos que marchar, no sin antes hacer algunas fotitos de rigor.
De lo poco que alcancé a encontrar:
-Architectural industrie de Jean Prouvé.
- Facing the future: A survey of two decades. Timithy Duckrey. Ars electrónica (1999).
- Code: the language of our time; code=law, code=art, Code=life. Ars electrónica (2003)
-Hybrid: Living in a paradox: Ars Electrónica (2005)
-La differend esthetique de Pierre-Domien Huyghe (2204)
-Terminal zone: poesie et nouvelless technologie (2004) de Silvie Benard
-Telematic embrace: visionary theories of art, technology and conciousness (2003) de Roy Ascott.
Aquella tarde volvimos a casa exhaustas con el fin de arreglarnos un poco para una noche de performances y cervezas a 1€ en La Maison Pop (lo de la cerveza baratas cabe ser mencionado -por si van a París o para que valoren los precios chilenos- porque normalmente un vaso de cerveza en Francia cuesta entre 2,5€ y 6€).
Esa noche, nuestros colegas Stephane Perraud y Alexandre Berthier (colectivo www.petahertz.eu ) colaboraron en la realización de las performances de aquella feliz ocasión. Ese día, Karl Otto von Oertzen, a quien conocí junto con Alexandre hace cuatro años en un proyecto europeo, volvía de Estados Unidos; a Alexandre tampoco le había vuelto a ver desde aquel entonces y así, en esa noche performática y de reencuentros, internamente di por inaugurado este viaje a un París desconocido para mí: el París de la periferia en el barrio Marie de Montreuil.
Las performas eclécticas de la Maison Pop ese 6 de mayo fueron:
Alice Lewis (auteur-compositeur), Arnaud Roulin (musicien) y Alexandre Berthier (plasticien-vidéaste).
Salvatore Stara (danseur)
Gerald Kurdian (piano, video y aperformance)
Stefane Perraud (plasticien) y Vicente Roudaut (compositeur)
Al día siguiente, nos reunimos el equipo INTACT de España y Francia para discutir el proyecto y las acciones futuras, concretando así un compromiso de colaboración internacional. María se volvió a España el día martes 9 de mayo y yo permanecí en París (a caballo de la moto de mi amigo Alexandre) conociendo los rincones parisinos durante el resto de la semana. Fijamos nuestros movimientos más concretamente en el ambiente artístico de la zona de Marie de Montreuil y Bagnolet que son barrios periféricos en torno a la cuidad. Estos barrios se poblaron de artistas por una iniciativa del gobierno de llevar a los creadores hacia estas zonas para equilibrar la situación de marginación de los emigrantes que allí residen, evitar la delincuencia y apoyar a los artistas. Entonces, favorecieron la compra de casas a bajo precio y actualmente las viviendas que pueden ostentar un buen espacio y jardín - un lujo en las capitales europeas- son, irónicamente, las de los menos afortunados.
Los días sucesivos a la reunión del día domingo 7 de mayo, nos desenvolvimos entre comidas, cenas, inauguraciones y mañanas de trabajo preparatorios para un día importante dentro del proyecto INTACT : el día de la acción telecompartida entre España (Cuenca) y Francia (París) . Para esto, María Domínguez Alba se plantó el día 10 de mayo en nuestro taller en la calle San Juan 36 (Cuenca, España) y a las 00:31 del día siguiente comenzó una acción telemática entre ella y yo de forma simultánea y coordinada.
Alexandre Berthier convirtió su estudio de París en un cubo de telones sobre los que se proyectaron estas acciones mientras se ejecutaba la obra, utilizando para ello proyectores, ordenadores, un sistema videoconferencia por Internet y cuatro cámaras: una capturando y emitiendo hacia España, otra captando la acción (por esta cámara se ingresaba la información y a través de un software se transformaba toda la acción en imágenes suaves y monocromáticas en tiempo real) y dos cámaras documentando todo aquello.
Mientras tanto en España, Manuel Terán asistía a María Domínguez Alba en la parte técnica del programa de videoconferencia por el que transmitíamos y recibíamos los datos. También estaba en ese momento un pintor amigo, Daniel Téllez, apoyando el trabajo escenográfico y algunos efectos de luz que desde el otro lado pudimos percibir. Contrariamente a lo que allí sucedía, nuestra señal no era nítida sino que completamente fragmentada.
Después de esta experiencia -la primera con nuestros socios franceses- convinimos en que aún queda mucho por hacer, reflexionar e investigar. Nos comprometimos a llevar a cabo un trabajo sostenido en el tiempo y lentamente el viaje a Francia comenzó su cuenta regresiva.
El último día, tuve tiempo de volver al Pompidou y reencontrarme allí con mi querido amigo Emmanuel Lamotte ( www.erational.org ), un artista que vive en Marsella y a quien conocí en el mismo proyecto que a Karl y Alexandre ( www.marswalkers.org ) . Nos tomamos un vino en una de las entrañables terrazas de los cafés parisinos y recordamos a los amigos comunes y a los hijos de ellos que habían nacido en estos cuatro años; hablamos acerca del último festival donde nos vimos y entre unas cosas y otras nos tuvimos que despedir sin ninguna pista de cuándo ni dónde nos volveríamos a encontrar, no obstante, convencidos de que pronto nos volveríamos a ver.
La noche antes de mi retorno a España, Alexandre organizó una cena en su casa. Nos reunimos artistas de distintos lugares y tuvimos una velada con sabor a la buena mano de mi amigo, a vino francés y a despedida. Karl se volvía a Estados Unidos en pocos días y desde California prometió continuar desde allí con INTACT. A su vez, yo le prometí a Beatriz Olabarrieta -una artista vasca maravillosa- que le escribiría un e-mail, pero olvidé que no me había dado su contacto ni la tarde aquella en la que caminamos juntas por la orilla del Sena más de una hora comentando la exhibición de la Maison Rouge donde vimos los cortometrajes de Jean Charles Hue, ahora premiado con un accésit en La feria de videoarte, Loop , en Barcelona por el corto " Pitbull Carnaval".
Dedico esta pequeña crónica a los amigos franceses por su hospitalidad, amistad y buen humor (Natalie Nivet, Jean Charles Hue, Alexandre Berthier, Karl-Otto von Oertzen , Stephane Perraud , Emmanuel Lamotte), a María Domínguez Alba y a Manuel Terán por su incondicional colaboración.