Por:
Alvaro Oliva
Bettie Mae Page nació en Nashville, Tenesee, el 22 de abril de 1923 y llegó a la cúspide de su carrera en los años cincuenta.
En decenas de fotografías es posible ver a Bettie Page, el emblemático icono "pin-up" de los 50, contrayendo su abdomen, y mostrando el característico abultado cuerpo de la mujer de mediados del siglo XX. Su mirada apacible no fue suficiente para calmar los ánimos de ciertos norteamericanos de esos años que no pudieron reconocer el valor de sus imágenes donde manipulaba látigos arriba de unos dantescos tacos.
La particular idea de mostrar a Page amarrada o con modelitos inusuales despertó una insoportable curiosidad y repudio en la sociedad estadounidense que estaba más concentrada en alabar a figuras tales como James Dean o Monroe y no a esta chica dispuesta a manipular la realidad con fotos fantasiosas que se vendían por doquier. Pero Page es mucho más que una dama cubierta de cueros, es una modelo con identidad, de esas estrellas de constelaciones irrepetibles que vivió en una época aún conservadora pero que no la intimidó para ser plena.
Su piel de loza enmarcada en su cabellera negra se transformó en la percha donde se posaron una serie de vestidos, zapatos y artefactos que eran inmortalizados en una propuesta fotográfica extremadamente original para unos y escandalosa para otros. De hecho las sesiones se toparon con el rechazo y la correspondiente lapidación que la sociedad tiene reservada para individuos como Bettie. Pero antes de referirnos más sobre las dichosas fotos escarbemos en su infancia.
A los diez años sus padres se separaron y más tarde, tras la muerte de su progenitor, fue llevada a un orfanato. En la escuela se destacó por sus buenas calificaciones y por su participación activa en el periódico y grupo de teatro. Ya adulta se fue a San Francisco donde se casó, más tarde viajó a Pittsburg donde finalmente se aleja de su marido.
Al término de los años cuarenta se muda a Nueva York donde junto con dar clases de interpretación empieza a posar para "Camera Clubs" con el seudónimo de Betty Page. Más tarde, a finales del año 1951, conoció a Irving Klaw quien la dio a conocer como la imagen sofisticada y dulce que aún pulula en la mente de muchos.
Fue así como los "juguetones" hermanitos Klaw (Irving y Paula) fotografiaron a Betty amarrada y vestida, con diseños vanguardistas y tal vez incomprensibles para la década de los cincuenta. Además rodaron cortometrajes para la venta por correo como "Betty and Her High Heel Shoes" y "Betty gets Bound and Kidnapped" y largometrajes como "Strip-O-Rama" y "Varietease"
Después de participar en Playboy, a finales del año 1955, los hermanos Klaw fueron denunciados por el senador de Tenesee Estes Kefauver quien los acusó de obscenidad. Tras la denuncia, Bettie se dedicó a trabajar en teatros veraniegos. Finalmente, en 1957, participó en "Camera Club" y se fue a Nueva York para desaparecer.
A mediados de los setenta su imagen fue extraída del olvido y se empezó a comercializar y a ser valorada como la interesante propuesta estética que fue. En las décadas posteriores circularon rumores con respecto a la desaparición de Page, se decía que formaba parte de una secta religiosa o que había muerto. Lo cierto es que Bettie nuevamente fue recordada en el año 1981 después de aparecer en el cómic de Dave Stevens, "The Rocketeer".
Hoy en día esta más que claro que el icono aún vive ya que optó por terminar con su encierro y fotografiarse con la prensa en fiestecitas tales como el 50 aniversario de Playboy. Es verdad, este maniquí aún vive, pero en una nueva era donde nada sorprende y donde el temor que originó con sus fotos a mediados del siglo pasado se ha transformado casi en un recuerdo romántico y anecdótico.
¡Vida eterna para Page!