Por Vivienne
Barry
El cine de animación es un lenguaje apreciado y querido por
todas las personas de 0 a 60 años y en todas partes del mundo.
Quien no vincula los recuerdos de su infancia a un Pinocho, Fantasía,
Alicia en el País de las Maravillas, Bambi o Peter
Pan de Walt Disney... los europeos recuerdan con nostalgia
a un Sandmännchen de la televisión alemana o a
Filopat y Patafil, los personajes de alambre de la televisión
francesa...., a los muñecos del checo Trjnka o a Alicia
de Swanjmacher. Las nuevas generaciones americanas aplauden al Extraño
Mundo de Jack, los niños alemanes a Pingu, y los
ingleses a los ya tan famosos ganadores de dos Oscar de cine de animación:
Wallace y Gromit, de los Aardman Studio o a las animaciones
de los hermanos Quay, deleite de diseñadores y artistas.
Podríamos continuar nombrando aquí a miles y miles de
cintas animadas que permanecen en la memoria colectiva universal...
Uno
de los grandes iniciadores de este arte fue Norman MacLaren, el
inglés que emigró a Canadá donde fundó
el National Film Board y quien dedicó toda su vida
a investigar en este campo. Entre sus numerosas realizaciones, la
inolvidable Vecinos una animación de personas en vivo,
técnica llamada Pixilation, que fue filmada después
de la Segunda Guerra Mundial y aboca por la paz mundial y Adaggio.
Norman MacLaren, y su amigo Munroe fueron los primeros
en pintar sobre la cinta de acetato, ya fueran imágenes o sonidos....
En
América Latina, actualmente el cine de animación está
orientado hacia los dibujos animados o cartoons ya que es una
técnica que permite un trabajo de tipo comercial, ya sea en
publicidad o en televisión..... En el rubro artístico
habría que destacar los dibujos animados cubanos del ICAIC,
al grupo del animador Juan Padrón y su film "Vampiros
en la Habana". No existe un registro ni información
clara sobre los trabajos de animación latinoamericanos., por
lo que les ruego envíen sus aportes...
Otras
técnicas, como la animación de muñecos o papeles
recortados, "sobreviven en algunos países" como Chile,
Venezuela, Uruguay, y Brasil. En nuestros países es difícil
consagrarse a esta especialización que exige tanto tiempo y
maestría y para la cual no siempre existe el financiamiento
adecuado.
En Chile tuvimos una serie de televisión
infantil de dos minutos de duración, Tata Colores, que
fue difundida durante tres años por Televisión Nacional.
Todas las tardes venía el muñeco Tata Colores a dar
la despedida a los niños de Chile y de su tarro de pintura
salían simples y poéticas historias realizadas en animación
de papeles recortados y pequeños objetos en bajo relieve. En
esta realización participaron artistas como Chantal de Rementería,
Marta Carrasco, Carolina del Piano y la dirección
estuvo a cargo de Vivienne Barry.
De
esta realizadora son también los cortometrajes Nostalgias
de Dresden en homenaje a la caída del muro de Berlín,
Deriva, de seis minutos, en técnica de papeles recortados
y La Salsa, un cortometraje reciente que pretende ser el primer
capítulo de una futura serie sobre este baile y género
musical. Sus personajes son muñecos de látex y plasticina.
Otros destacadas animaciones chilenas son La Noche, y El
Circo de Tomás Wells y M de la pintora
Claudia Kaemper, realizaciones de dibujos animados no tradicionales.