Santiago de Chile, por: Raúl Hernández
Tomar un periódico para leer y así "pasar el rato" que permanecemos en los baños es una conducta habitual en cualquier persona. Leemos por inercia yéndonos al reportaje que más nos interesa o, en su defecto, al que menos nos desagrada. Permanecemos así, estáticos esperando terminar nuestro asunto. Luego, ¿qué nos queda?: un par de datos, unas líneas, un Condorito y su ¡plop!.
Ahora la pregunta es: ¿tendremos ganas de leer poesía en los baños?. En el metro y en las micros la mayoría de las lecturas que se dan son best-sellers de moda, libros de autoayuda o simplemente el diario que regalan en la entrada del metro.
La primera apreciación que nos queda es que no hay poesía. Eso, claro está, en las manos de los lectores. Por que ya es bien sabido que la obra de los poetas casi siempre es leída por los poetas, es decir, la poesía se lee a si misma.
Esto termina creando un cierto elitismo que no es tal: miedo al sopor de ciertas letras de renombre, lata por los premios Nobel y entonces, ¿qué pasaría con autores como Rimbaud, Apollinaire, De Rokha, y Vicente Huidobro expuestos en lugares públicos?. Hemos visto cosas similares pero, ¿en los baños?, ¿nosotros que estamos acostumbrados a los graffitis?.
Esta pregunta y muchas otras es lo que plantea el centro cultural colectivo Espantagruelico (www.espantagruelico.org) a partir de la idea de poesía en los baños. "Pensar y conocer" rodeado de urinarios, waters, puertas, todo con poesía y fotos ad-hok al texto. Este proyecto se une a muchos otros que han realizado con el fin de difundir la lectura en nosotros, pobres callejeros sin rumbo.
Entonces, ¿qué es lo que a quedado?: felicitaciones, cuestionamientos, marcos rayados y robados, premios, figuras con lápiz pasta, etc, etc. Pero sabemos que algo está pasando con esto. Siempre alegamos que las cosas deberían ser gratis y, bueno, aquí hay un resultado: ¡poesía para todos lo baños!, no todos eso si, algunos: Museo de Bellas Artes, Museo de Arte Contemporáneo, Biblioteca Nacional, Discotheque Blondie, Cine Arte Alameda y otros lugares de Santiago.
El proyecto "Inodoros Pensantes" ya ha sido instalado en nuestro entorno y es ahora cuando tenemos que opinar al respecto: prueba la cerveza tal por cual, elige las zapatillas de moda, fuma cigarrillos Tabaco's...no, mejor lee poesía en los baños.